“La fábrica tiene más de 70 años y luego del lamentable gobierno de Macri fue absolutamente destruida, por eso fue que durante este gobierno llevó tanto tiempo ponerla en valor”, explicó Vanina Zurita, Dirigente de ATE-CTA Azul en diálogo con Radio Gráfica.
La fábrica fundada por el militar e ingeniero Manuel Savio durante el primer gobierno peronista, resistió el desguace total y cierre durante el menemismo, y tomó impulso nuevamente con los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner.
Fue el 28 de diciembre de 2017 cuando se anunció el cierre tras el vaciamiento que llevaron adelante Macri y María Eugenia Vidal, “con la complicidad del intendente del municipio, Hernán Bertellys”: “Fue uno de los días más dolorosos para nuestros compañeros y compañeras, pero también para nuestra ciudad”, recordó Zurita, al tiempo que enfatizó en la lucha de los trabajadores para recuperar la fábrica: “No estaríamos reabriendo Fanazul si no hubiera habido un cambio de gobierno, pero tampoco si no hubiera habido lucha de las trabajadoras y trabajadores, en este caso organizados en nuestra ATE”.
Tras los despidos masivos, los trabajadores respondieron con más de mil días de acampe, cortes de rutas y dos grandes movilizaciones desde Azul hacia la Ciudad de Buenos Aires. Por otro lado, impulsaron una causa judicial que todavía continúa abierta.
Respecto de esta nueva etapa, la referente explicó que la fábrica seguirá “con la producción de explosivos para la industria minera” y proveerá a una empresa peruana, generando ingreso de divisas al país. “También está abierta la posibilidad de la instalación de la planta de destrucción de chalecos antibalas, creemos que no en un muy largo tiempo también eso va a ser otra línea de trabajo”, agregó.
La dirigente, a su vez, contó que presentaron un proyecto de Fabricaciones Militares para desarrollar un área de trabajo que permita retirar el asbesto de ciertos lugares: “Desde ATE, nosotros ya hace mucho tiempo venimos advirtiendo sobre este tema, incluso no solo en los subtes, en la provincia de Buenos Aires en 2015 a través de toda una tarea de investigación en Olavarría, se descubrió asbesto en las chapas de fibrocemento de algunas escuelas y eso obligó al gobierno de la provincia a retirarlo”.
Y continuó: “No hay empresas que se dediquen a esas tareas en Argentina, generalmente lo hacen empresas del extranjero, por eso nosotros le hemos planteamos a Fabricaciones Militares un proyecto de estas características, para poder formar a los trabajadores, armar una especie de brigada que pueda detectar el asbesto en algunos lugares y luego retirarlo”.
Zurita, por último, enfatizó en la importancia del sector en términos de soberanía: “Si uno mira desde el punto de vista económico para el Estado sería mucho más conveniente que tener que pagar a una empresa privada. Pero más allá de eso, en la creación de Fabricaciones Militares había una visión estratégica de soberanía, de producción para la defensa. No todo tiene que ver con la cuestión redituable. Es como si quisiéramos que un hospital público, una escuela, fueran económicamente redituables. Obviamente que se trabaja para que se tenga el menor costo posible para el Estado, pero en la época del macrismo, cuando se decide cerrar Fabricaciones Militares, había cinco líneas de producción. Entonces el tema no era económico sino ideológico”.
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