Por Nicolás Podroznik (*)
Tras la obtención de la Copa del Mundo, la vara estará muy alta para el hincha argentino. Con justa razón, el hincha que domingo tras domingo llena las tribunas exigirá que su equipo tenga al menos un par de rasgos de la Selección que enamoró a un pueblo. Los estilos podrán variar, pero el orgullo de ser el torneo del país campeón del mundo ya de por sí exige.
Cuando hablamos de candidatos en los últimos torneos, tres nombres encabezan la lista: Racing, Boca y River.
La Academia engrosó sus arcas con las ventas de Copetti y Alcaraz. Para reemplazarlos, optó por la experiencia y la calidad de dos veteranos como Maxi Moralez (regresa al club tras 14 años) y nada menos que Paolo Guerrero, un enorme jugador que, si responde, honrará su clase en el fútbol más competitivo del mundo. También compró por 5 millones de dólares a Juan Nardoni. El pibe de Unión tiene un futuro barbaro y Racing quiso asegurárselo. La Academia será uno de los tantos equipos que tendrá triple competencia, y da la sensación de plantel corto para encarar un calendario pesado.
Boca viene consolidado a pesar de las últimas dos finales perdidas. De momento solo ha incorporado a Bruno Valdez y ha perdido a Agustín Rossi, probablemente la figura mas relevante en los últimos dos años. La apuesta a las divisiones inferiores seguirá siendo la base de un equipo que ha dado lugar a los Varela, Medina, Equi Fernández y Langoni. ¿La mejor noticia? La vuelta a las canchas del Changuito Zeballos, su jugador más desequilibrante. El objetivo -como siempre que comienza un año- es la Copa Libertadores, pero la sensación es que sin un plantel con nombres de peso y sin incorporaciones rutilantes, será difícil abarcar las tres competiciones en un nivel alto.
River deberá afrontar su primer campeonato sin Marcelo Gallardo como entrenador. El que tendrá la pesada responsabilidad de reemplazarlo será Martín Demichelis. Da la sensación que la dinámica que le va a imprimir a su equipo será similar a la del Muñeco, pero para ello también requiere de nombres de peso. La vuelta de Nacho Fernández ha revolucionado Nuñez, tanto o mas que las llegadas de Salomón Rondón y de Matías Kranevitter, quien tuvo la desgracia de lesionarse gravemente en su primer amistoso. La partida de Juanfer Quintero esta vez no preocupa ni duele como en otros tiempos, ya que la prestación del colombiano en su vuelta no fue la misma que en años anteriores. Tendrán que aparecer apellidos como los de Borja y De la Cruz para sostener a un River que el año pasado quedó en blanco.
San Lorenzo vive una extraña primavera: clasificado a la Sudamericana pero con miles de entreveros dirigenciales. Insúa hoy es poco menos que un Dios en Boedo, y saben que hacia donde él señala, hay que ir. Se mantuvo ajeno a los líos de escritorio y procura conformar un equipo sin grandes incorporaciones pero con mucha actitud. La contracara del Santo es Independiente, quien tras unas esperadas elecciones espera reacomodarse de la mejor manera. Hay buenas sensaciones: se apostó a nombres poco conocidos pero con proyección tanto futbolística como económica. Matías Giménez y Kevin Lopez son los casos testigo. También se omitió comprar jugadores o destinar grandes cifras a contratos, y las llegadas de Rodrigo Rey, Damián Perez, Cauteruccio y Cuero dan algo de aire y experiencia. Todos ellos estarán bajo el mando de Leandro Stilitano, otra apuesta del club. El nuevo entrenador deberá encontrar rápidamente un equipo, ya que casi todo el equipo titular de Independiente emigró en diciembre.
Asoman también equipos que vienen teniendo buenas actuaciones desde hace rato. Argentinos Juniors mantuvo la base con la que consiguió la clasificación a la Copa Libertadores tras un muy bueno año. Para este 2023 repite fórmula: incorpora poco (Pupa Heredia, Rodrigo Cabral, Alexis Martín Arias, Fabricio Domínguez y Chucky Ferreira) y sube muchos juveniles al plantel profesional. Además, recupera a Francisco González Metilli, quien estuvo a préstamo en Central Córdoba y fue de los mejores del campeonato pasado. Buscará ser protagonista en las tres competencias que disputará, con la idea de campeonar en alguna de ellas tras muy buenas campañas sin éxitos. La prestancia de Miguel Torrén y los goles de Gabriel Avalos son sus mejores armas.
Huracán es otro que se metió en la Libertadores de la mano de Dabove, las manos de Chaves, la solidez de Merolla, el futbol de Cristaldo y los goles de Coccaro. Para este campeonato pierde al ex Boca y también a Garré, vendido al fútbol ruso, pero incorpora al Pata Castro, de grandísimo paso por Sarmiento. En Junín también andan felices con Israel Damonte y Licha Lopez, pero les duele la partida del ex Gimnasia como también la de otros como Rasmussen y Jonathan Torres, quien se llevó sus goles a Mexico. Quizás el nombre mas rutilante en cuanto a incorporaciones es Juan Manuel Insaurralde. El Chaco viene de un flojo paso por Independiente, pero seguramente la idea de Damonte colabore con el rendimiento de un jugador que tiene tantos defensores como detractores.
Atlético Tucumán arrancó la preparación para el 2023 de la peor manera: el fallecimiento del colombiano Andrés Balanta en pleno entrenamiento, situación que caló hondo en el seno del plantel. Además, no contarán con dos pilares como Carlos Lampe y Ramiro Carrera, quienes continuarán su carrera en Bolivar y Cruz Azul respectivamente. Su mejor incorporación es la Marcelo Estigarribia, campeón y goleador de la Copa Argentina con Patronato. Si Lucas Pusineri logra mantener el rendimiento del semestre pasado, seguramente sea uno de los animadores del campeonato.
Por La Plata la cosa está bien diferente: en el Pincha regresan dos hijos pródigos como Santiago Ascacíbar y Guido Carrillo para alegría de Abel Balbo, el nuevo DT. Si bien pierde los goles del Loco Díaz y la prestancia de Noguera, Estudiantes conserva la mayor parte de su equipo. Por parte del Lobo, Pipo Gorosito rescindió el contrato y con él, también se fueron Rey y Brahian Alemán, figuras de la campaña pasada. El fierro caliente lo agarra Chirola Romero, puro amor tripero para poner la cara en las difíciles. Curiosamente, ambos equipos disputarán Copa Sudamericana.
En el Sur, Banfield quiere recuperarse tras un 2022 difícil que incluyó la salida de Claudio Vivas y el regreso de Javier Sanguinetti. El Taladro quiere evitar sobresaltos con el descenso e intentar meterse en los puestos de arriba. La llegada de Brahian Alemán y el regreso de Eric Remedi ilusionan al hincha, a la espera que este sea el año de explosión definitiva de pibes como Urzi y Ramiro Enrique. Será fundamental el regreso del Colo Cabrera tras su rotura de ligamentos: si su nivel vuelve a ser el de antes, Banfield podrá contar con un mediocampo de muy buen juego. Por el lado granate, la vuelta del Loco Díaz y el arribo de Cristian Lema es lo mas destacado. Kudelka sigue en el club, pero sin tanto margen de error como en el torneo pasado: apenas tres puestos los separan de los puestos de descenso. El equipo se sostendrá como siempre en Lautaro Acosta y el Pepe Sand, baluartes inclaudicables de un Lanús que quiere olvidarse de un pésimo 2022.
En Santa Fe, Colón tratará de atravesar una tormenta provocada por los problemas dirigenciales y también fubolísticos. Los dirigidos por Marcelo Saralegui tendrán la difícil misión de volver a enamorar al público sabalero, que tras aquel campeonato obtenido en 2021 no ha encontrado su identidad. La tendrá muy complicada el uruguayo, ya que los refuerzos no han llegado y además de la salida del Pulga Rodríguez, también se fueron Cristian Bernardi y Joaquín Novillo. Los goles de Wanchope Abila deberán aparecer para sostener a Colón en un lugar de la tabla que no lo haga mirar de reojo hacia abajo y que le permita ilusionarse con estar en el lote de los de arriba. Los Tatengues perdieron nombres como el de Alvez y Nardoni, y continúa en la búsqueda de refuerzos. El uruguayo Munúa no tiene apoyo unánime, con lo cual las cuentas a rendir deberán ser rápidas.
El 2023 será especial para los equipos rosarinos: el orgullo de los campeones del mundo, Messi y Di María. Con Miguel Russo como nuevo DT tras la asunción de Gonzalo Belloso como Presidente y la salida de Tevez, sus mejores refuerzos son Carlos Quintana (capitán y campeón con Patronato) y Octavio Bianchi, de gran campaña con All Boys en el Nacional B. El Canalla perdió buena parte de su equipo titular, casi todos vendidos a Europa: Lautaro Blanco al Elche, Buonanotte al Brighton inglés y Tanlongo al Sporting Lisboa. El equipo continúa con buenos valores como Veliz e Infantino, pero sin nombres de experiencia será difícil lograr el objetivo. Por el lado de La Lepra, gozan con el retorno de un hijo pródigo como el Gringo Heinze. Si el entrerriano le da la impronta que le supo dar a Argentinos Juniors y a Velez, probablemente Newells sea protagonista. Sin embargo, perdió muchos titulares y se la tendrá que arreglar con muchos pibes, al igual que su eterno rival.
La provincia que está de fiesta es Córdoba, ya que tendrá tres representantes en Primera tras 23 años. El Pirata se consagró campeón del Nacional B de manera holgada y ahora intentará mostrar que está preparado para la Primera. La continuidad de Guillermo Farré, alma mater del ascenso, es la noticia más importante para los Celestes. No han perdido la base del equipo, pero tampoco se han reforzado mucho, algo llamativo para un equipo que cambia de categoría. El entrenador confía mucho en los suyos y cree que puede repetir la buena campaña del año anterior, acompañado por el mejor capital que actualmente tiene Belgrano: su enorme masa social, que cada fin de semana revienta el Julio Cesar Villagra.
Talleres tuvo su momento tras su participación en la Libertadores y la final de la Copa Argentina, y parece que sus mejores días han pasado. De la mano de Javier Gandolfi pretende recuperarse. La T también recupera a un producto de la casa como Nahuel Bustos tras dos años en el fútbol español, pero lamentará las bajas de Enzo Díaz y Rafael Perez, que firmaron con River y San Lorenzo respectivamente. Por su parte, Instituto se ha reforzado con nombres de experiencia para afrontar su primera temporada en Primera después de muchos años. Destacan las llegadas de Jonathan Bay, Lucas Albertengo y Gastón Lodico. No será para nada fácil enfrentar a La Gloria: el equipo de Lucas Bovaglio es un fiel reflejo de su estilo como jugador: juego simple, meter y raspar.
En Velez encontramos un equipo joven y experimentado a la vez. Ya sin Perrone y Orellano, serán nuevamente los pibes los que destacan: Valentín Gómez, Garayalde o Julián Fernández son nombres a prestar atención. Incluso Gianluca Prestianni, de apenas 16 años, ya es seguido por grandes de Europa. Incorporó poco pero bien con las llegadas de Chila Gomez y Juani Mendez, de muy buen semestre en San Lorenzo. Si el Cacique Medina encarrila su juego y recupera a Godín físicamente, los de Liniers pueden dar que hablar.
Defensa y Justicia junto a Tigre serán los otros representantes en la Copa Sudamericana. Los de Florencio Varela no pierden la esencia de renovarse año tras año, pero esta temporada no contarán con Adonis Frias, ídolo surgido del club, quien se lleva su categoría al fútbol mexicano. Sin muchas caras nuevas ni salidas numerosas, los dirigidos por Julio Vaccari también tendrán triple competencia y deberán gestionar de manera brillante un plantel corto. El Matador de Victoria sólo perdió a Equi Fernández en cuanto a su equipo habitual e incorporó muy bien con Martin Garay, Tomas Badaloní y Agustín Cardozo, quien regresó de Gimnasia. Si logra concretar nombres como el de Aaron Molinas, puede dar que hablar tal y como lo hizo hace ya un año.
Las realidades de los clubes son bien distintas. Muchos equipos no desean sufrir nuevamente el escarnio de pelear el descenso. Central Cordoba es probablemente uno de los equipos que más sufrirá la partida de piezas claves. Además de la salida de Abel Balbo, perdió a Toselli y Rigamonti -sus dos arqueros-, al capitán Jonathan Bay y a su tridente de ataque conformado por González Metilli (de vuelta en AAAJ), Renzo Lopez (se fue al fútbol árabe) y Alejandro Martínez (a Xolos de Tijuana). No obstante, firmó a uno de los jugadores mas desequilibrantes del fútbol argentino como La Pulga Rodríguez, quien a sus 38 años todavía destila magia. El nuevo entrenador será Leonardo Carol Madelón, uno de esos técnicos que saben lo que es pelear por mantener la categoría, arreglarse con lo que tiene y darle identidad al equipo. Puede gustar mas o menos, pero sus equipos son batalladores y siempre traen algun que otro dolor de cabeza.
Barracas Central se afianzó en Primera División pero perdió gran parte del equipo que alcanzó ese objetivo, entre ellos Colmán, Neri Bandiera, Dylan Glaby y Fernando Valenzuela. La mayoría de jugadores que llegaron son juveniles de otros clubes como Brondo y Tolosa (AAAJ) o Fernando Prado (Racing), pero la incorporación estrella es la de Ricardo Centurión. Si el ex Racing lográ centrarse -de una buena vez- en jugar al fútbol como el sabe, los comandados por Rodolfo De Paoli podrán mirar más la tabla de arriba que la de abajo.
En un mercado de pases muy cerrado y difícil, algunos clubes prefirieron recuperar inversiones. Godoy Cruz vendió a Martín Ojeda, su mejor jugador en los últimos dos años, al fútbol de la MLS. Arsenal dejó ir a Facundo Krupszky al fútbol árabe y su nuevo entrenador Luca Marcogiuseppe, renunció poco después descontento por la dificultad para reforzar el plantel. Los de Sarandí han tenido que remover cielo y tierra para incorporar: lo mas notable han sido la llegada de Adrian Sporle (ex Banfield, procedente del fútbol escocés) y Facundo Cardozo, quien ya pasó por el club en 2017 y llega procede del fútbol de Azerbaiyán. Platense apela a jugadores de Primera sin lugar en sus equipos como Cacciabue, Asís o Macagno, mientras busca reemplazo para Gonzalo Bergessio, quien jugará en Tristán Suarez.
El fútbol argentino puede que a partir de este año empiece a ser mas respetado. Cuantas veces tuvimos que escuchar en boca de operadores e hinchas inadvertidos que nuestro fútbol era una porquería inmirable y que todo debía ser como en las ligas del viejo continente. Las figuras mundiales podrán estar del otro lado del charco, pero de aquí surgieron los campeones del mundo. Vimos el transitar de Molina y Lisandro Martínez por Defensa y Justicia. A Armani embarrarse las rodillas con Deportivo Merlo en el ascenso. Al Huevo Acuña romperla en el querido Ferro. Así como los argentinos nos merecíamos una Copa del Mundo, ahora nos toca a nosotros devolverle algo de cariño al fútbol de cada domingo. Bienvenidos al torneo del país campeón del mundo.
Periodista de Abrí la Cancha, por Radio Gráfica FM 89.3
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