Por Carolina Ocampo (*)
Se terminó un ciclo en Nuñez. El mediodía del jueves 13 de octubre será recordado por siempre: Marcelo Gallardo anunció el final de su etapa en River Plate. Un análisis de su paso por el millonario y el fierro caliente que queda para el próximo director técnico que asuma en las próximas semanas.
Como era de esperarse, el domingo frente a Rosario Central, el Monumental despidió al técnico más ganador de la historia del club. Hay generaciones que solo vieron a River Plate mientras dirigía Marcelo Gallardo, y otros, con unos años más, pudieron disfrutar de otras etapas millonarias. Sin distinción de edades, ni de género, la emoción corrió por todas las venas millonarias. Desde los ingresos al Antonio Vespucio Liberti se respiraba un aire distinto. Un partido de River más, pero diferente. Era el cierre a una de las etapas más lindas del club.
Cada vez que juega River, en el ingreso del equipo suena desde las tribunas “River, mi buen amigo…“, pero en esta ocasión, algo que no suele suceder muchas veces, y solo con dos días de práctica, los hinchas entonaron una canción dedicada a Marcelo Gallardo para, por lo menos, hacer el intento de mover algo en su interior y convencerlo de quedarse. Pero el Muñeco ya había tomado una decisión.
Luego de un partido que quedará en las estadisticas, terminó su discurso con tres frases muy emotivas: “Los voy a extrañar”, “Mi vínculo con River es para toda la vida” y “ya nos volveremos a ver en algún momento de nuestras vidas”, esta última, deja abierta las puertas para su retorno en el futuro.
Hay generaciones que hablan sobre la Máquina que durante la década del 40 cosechó 10 títulos oficiales. Mencionan a Muñoz, Pedernera, Moreno, Losteau y Labruna. Y sin quitar méritos, el poder ser contemporáneos al River de Gallardo, también quedará marcado en la memoria de los y las riverplatenses.
Marcelo Gallardo llegó un 6 de junio de 2014 a River Plate para reemplazar, ni más, ni menos, que a Ramón Díaz. El Millonario había conseguido consagrarse campeón del Torneo Final 2014 y el Muñeco llegaba cruzó el Rio de la Plata luego de su primera experiencia como DT de Nacional de Uruguay donde logró el Campeonato Uruguayo 2011-2012.
Si bien en River sonaron diferentes nombres para cubrir el puesto de DT, en aquel 2014, Marcelo Gallardo no era uno de ellos. Enzo Francescoli, de la mano de una nueva gestión directiva en el Millonario, apostó por el ex jugador campeón de la Libertadores 1996.
El primer año logró acoplarse al equipo que había formado Ramón Diaz y su primera victoria como director técnico de River fue en la Copa Argentina frente a Ferro, luego de empatar sin goles en los 90 minutos. Un año lleno de presentaciones, como los que vendrían posteriormente por el protagonismo que comenzó a tener el Millonario en las copas internacionales.
Este año tuvo su primera parada difícil al enfrentar al Boca Juniors en una semifinal de Copa Sudamericana. Boca siempre supo sacar chapa de equipo copero, pero sin embargo acompañado de su plantel, se llevó de la Bombonera un empate valioso y luego lograría la victoria en el Monumental tras un penal atajado por Barovero y un gol de Pisculichi dando inicio a un ciclo copero que lejos estaba por lograr el clímax de la historia millonaria.
Un 2015 con otra situación parecida al año que se antecede. La primera parada difícil fue frente a San Lorenzo por la Recopa Sudamericana donde River lograría segundo trofeo internacional. Con la clasificación por la ventana a las fases eliminatorias de la Copa Libertadores que llevó al Millonario a enfrentarse otra vez con su rival histórico.
La ida fue una victoria en el Antonio Vespucio Liberti con gol de penal de Carlos Sánchez y la vuelta quedó marcada con la fatídica noche de la suspensión del partido en la Bombonera luego de que un barra atacara a los jugadores de River con gas pimienta. Claro está que todavía faltaban enfrentar grandes equipos como lo era Cruzeiro. Otro momento a destacar de la historia millonaria en la Era Gallardo por haber logrado vencer a un equipo brasilero en su territorio, luego de haber perdido de local. Posteriormente vendrían la semifinal con Guaraní y la final frente a un equipo que River ya había enfrentado: Tigres de México. Tercer título internacional.
Parece que Gallardo le había dado una identidad nueva a River Plate. Previo a la llegada del Muñeco enfrentarse con el Millonario para otros equipos se consideraba como una llave accesible. A partir del 2014, se empezó a hablar del respeto hacia el juego riverplatense. Una identidad copera, de presión alta, de buen juego aéreo, buena pegada desde afuera del área. Todas salían. Por lo que años cómo el 2016 y 2017 que si bien River no logró imponerse en el plano internacional, ganarle al Millonario potenciaba a los otros equipos que lograrían llegar a las finales de Copa como Independiente del Valle y Lanús.
El 2018 no pintaba bien. El comienzo del año fue frustrante para los hinchas de River, pues el DT no había conseguido encontrar el equipo. Y además había que jugar una final contra Boca en la Supercopa Argentina. River Plate se impuso frente al Xeneize por 2-0. La recordada noche de la frase: “La estrategia fue jugar mal dos meses y que ellos no sepan cómo jugarnos”. El año empezaba a mejorar.
Luego de superar a grandes equipos en las fases eliminatorias de la Copa Libertadores del 2018 como lo son Racing, Independiente y Gremio (campeón 2017), se dio algo único. Las autoridades de Conmebol permitieron la final entre dos equipos del mismo país. La primera en su clase. Justo River y Boca.
La historia ya se conoce. La ida a la Bombonera y Gallardo encerrado en el Monumental ya que no podía concurrir al encuentro por estar suspendido tras romper el reglamento Conmebol luego de una sanción previa. Los jugadores, dirigidos por su mano derecha, Matias Biscay, se trajeron un empate 2 a 2. La final seguía abierta a que pasara cualquier cosa.
Luego de los disturbios ocasionados por hinchas y la policía en la llegada del micro Xeneize al Monumental, Alejandro Dominguez, presidente de la Conmebol, decidió llevar la final de la Copa Libertadores a Madrid. Otra vez Gallardo suspendido no pudo dirigir a su plantel. Pero ahora sí. El clímax máximo para el hincha de River. Ganar una final al eterno rival. Nada más, ni nada menos que junto al director técnico que había logrado las anteriores eliminaciones a Boca. En las propias palabras de Gallardo, que fueron tomadas por las cámaras de la transmisión, “No hay nada más que esto”.
Este podría haber sido un final épico para la Era Gallardo, pero a pesar de ello, decidió continuar frente al equipo riverplatense. Los años posteriores tuvieron momentos claves como fue la cuarta eliminación a Boca en manos de River Plate, en esta ocasión por la semifinal de la Copa Libertadores del 2019, sin embargo el equipo no supo consagrarse campeón frente a Flamengo. Esto marcó un antes y después por el poderío de los equipos de Brasil, de la mano de la S.A, comenzaron a manifestarse en los posteriores enfrentamientos entre equipos argentinos y brasileños.
A partir de allí, jamás se bajó la vara del hincha River y de los medios de comunicación. River Plate tenía que lograrlo todo. Sin embargo, la pandemia, el desgaste futbolístico, la venta de jugadores titulares, el poderío económico de los equipos brasileños, hicieron que River sea protagonista en el plano internacional, pero no volvió a salir campeón.
Una deuda que tenía Gallardo con River era conseguir un campeonato local, que recién luego de 7 años pudo lograr en el 2021. El millonario le supo sacar diferencia de puntos a sus seguidores en la tabla del torneo y se consagró campeón tras ganarle de local a Racing 4-0.
Todos los años que Marcelo Gallardo estuvo al frente del Millonario fueron años de levantar trofeos. Ya sea en el plano internacional, como en el local. Es por eso que supo superar a grandes directores técnicos que han pasado por el club como lo fueron Ramón Diaz y Angel Labruna. En su paso por el equipo de primera, el Muñeco cosechó 14 títulos con el manto sagrado.
Este último año quedará en el olvido. Pero dentro de los ocho años frente a la dirección técnica, Marcelo Gallardo, junto a su cuerpo técnico, cosechó 226 triunfos, 111 empates y 86 victorias, lo que brinda una efectividad del 62%.
Ahora queda la última fecha contra Racing Club, luego dos amistosos frente al Colo Colo y Betis en lo que será una primera etapa de la pretemporada que se llevará a cabo para ponerse a punto de cara al 2023. El vínculo de Gallardo culmina el 31 de diciembre del 2022. A partir de allí, será un fierro caliente para la danza de nombres que ya ha comenzado. Sin embargo, el Muñeco formará parte de la decisión de quien será su sucesor, junto al Mánager Enzo Francescoli, el Vicepresidente millonario Matias Patanian y Jorge Brito.
Como se dice por ahí, no es un adiós, es un hasta siempre. Las puertas del Monumental siempre estarán abiertas para el técnico más ganador. Y si Muñeco, River recuperó su historia.
(*) Periodista / Abrí la Cancha.
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