Por Carlos Aira
Son tiempos intensos para el fútbol argentino. Si bien en los últimos días se morigeró la avanzada mediática privatizadora, el tema SAD está latente. Desde la calle Viamonte analizan políticas para generar una mayor confianza y una medida sería la implementación de un régimen de Fair Play financiero.
La idea de la normativa contemplaría dos objetivos paralelos: asegurar condiciones de competencia transparentes y cuidar la integridad del patrimonio de las asociaciones civiles.
Desde hace muchos años, el fútbol europeo está atravesado por reglamentos de Fair Play financiero. Los mismos implican que cada club se puede manejar bajo un presupuesto según el grado de comprobación fehaciente de sus ingresos. En ese equilibrio está prohibido mantener deudas con el Fisco, jugadores, entrenadores o presentar balances negativos de patrimonio neto.
Esto no signfica que la polémica no esté presente. Por fuera de los alcances del Fair Play financiero UEFA se encuentran las inversiones en construcción o mejoras en los estadios. Algunos especialistas sostienen que este punto es una ventana abierta al negocio del lavado de dinero en el negocio de la construcción.
El fútbol argentino tuvo una suerte de tímida tentativa de Fair Play financiero durante la vigencia de la Super Liga Argentina. En ese proceso iniciado en 2017 se utilizaron determinados mecanismos de control, por ejemplo, el pago de remuneraciones a los futbolistas profesionales. Si bien, el camino apuntaba hacia una idea más profunda de Fair Play financiero, la gestión de la Super Liga fue muy pobre y la pandemia barrió con toda tentativa.
¿Cual sería el trasfondo de un fair play financiero para el fútbol argentino? El mismo debería servir para generar condiciones de competencia más equilibradas. Eso no significaría que los clubes se igualen, porque Boca y River seguirán teniendo ventajas sobre los menos poderosos, pero con una reglamentación potente y precisa se podrán extinguir ciertas prácticas que atentan contra la legítima competitividad. Una de las formas más conocidas son los jugadores extranjeros que reclaman una deuda. Los mismos no recurren a la justicia argentina, sino a FIFA. En ese momento, el club sabe que ingresa en un plazo que tiene que son propios de los tribunales FIFA y luego del TAS con una deuda que es una segura condena. Ese tiempo, el club va utilizando los recursos de forma tal que la medida inhibitoria del TAS no afecta su libro de pases. Si puede, contrata jugadores cuando en verdad no debiera incorporarlos. Una manganeta para seguir tirando un tiempo más, cosa que Independiente y San Lorenzo no han podido estirar en los últimos tiempos.
El fútbol argentino ha generado incoherencias como un club en Concurso Preventivo que contrató a uno de los entrenadores más caros del mercado.
¿Es viable la concreción de una estructura de Fair Play financiero en nuestro fútbol? En Abrí la Cancha consultamos al Dr. Pablo Barbieri, especialista en Derecho Deportivo, quién analizó la posibilidad de un futuro Fair Play financiero a partir de 2025: “No es sencillo llevar adelante una estructura de Fair Play financiero. No significa sea que no se pueda instalar. El proceso tardará años, pero sería una buena señal instalar y trabajar proyectos y regulaciones sabiendo que la Liga no se convertirá en la MSL o la Premier League. Esto no va a suceder por infinidad de situaciones y está bien que sea así. El tema sería ¿Cómo? ¿Cuándo? y ¿Dónde? si es que existe voluntad de la dirigencia para armar un sistema de esta naturaleza“.
La FIFA no impone sistemas de Fair Play financiero. Argentina puede armar un mecanismo propio que obligaría a un sinceramiento. “El otro día estuve viendo un balance de un club importante que en 2014 tenía un balance neto negativo”, nos señaló Barbieri, quién agregó: “En el libro de pases siguiente ese mismo club incorporó a once futbolistas. Ese es el punto que tendríamos que trabajar”.
Fair Play financiero. ¿Bajo que parámetros? Hay algunos puntos que serían claves. Por ejemplo, para un esquema de Asociaciones Civiles es vital mantener un balance de ingresos y egresos. Otro punto sería establecer o comprobar el origen y la ruta genuina de ingresos y egresos del dinero de los clubes. Otro tema es el endeudamiento. No existe club que no esté endeudado en todo el mundo, pero punto sería la proporción perjudicial para el patrominio de una entidad deportiva. También se debería analizar la real valuación de los activos del fútbol profesional considerando la volatibilidad que significa la valuación real de un futbolista. Otro tema sensible sería el método de pago de futbolistas, entrenadores y las deudas de caracter fiscal.
La pregunta del millón: ¿Quién controla todo esto? ¿Una comisión interna? ¿La estructura de licencias de AFA? ¿Una auditoría externa? Una respuesta la brinda el Dr. Barbieri: “El fútbol argentino tiene que hablar sin generar situaciones de persecusión y tratar de buscar mayor transferencia y competencia que redunde en mayor jerarquía institucional. No hay que olvidar desde donde viene el fútbol argentino. AFA viene de una Comisión Normalizadora y una situación económico-financiera propia de una entidad que pudo ser concursada y quebrada. Es difícil llevar adelante todas reformas y transformaciones. Saludo si el fútbol argentino buscá, para 2025, llevar adelante un proyecto de Fair Play financiero”, sentenció el Dr. Barbieri en Radio Gráfica.
Periodista / Abrí la Cancha
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