El sociólogo y director del Centro de Estudios de Opinión Pública (CEOP), Roberto Bacman, analizó, en diálogo con Vivian Elem y Carlos Aira en Radio Gráfica, el clima emergente luego del atentado a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
“Hay una tendencia a mayor polarización. La gente se empieza a dividir, entre los que están de acuerdo o desacuerdo con ciertos temas. O los que están preocupados o los que están negando la existencia del hecho, no el intento de asesinar a Cristina, sino cómo se lo interpretó políticamente y la importancia que se le dio”, señaló.
En relación a la difusión en los medios de comunicación, dijo que “algunos le dieron, desde el primer momento, una gran importancia, y aquellos que desde el principio trataron de negarlo, luego hablaron muy poco de eso”. Incluso mencionó sobre estos últimos que tratan de instalar el discurso: “no pasó, estos son capaces hasta de inventarlo. Es parte del relato kirchnerista. Esa situación tiende a polarizar”.
Consultado de cómo se percibe el clima social, Bacman sostuvo que la sociedad está tensa y que aún no hay una opinión definida del tema, que está evolucionando y calificó de gravedad el hecho y la falta de una conciencia de lo ocurrido. Por eso, dijo, es importante bajar decibeles para los que están enojados y para los que hacen negacionismo total.
En este sentido resaltó el mensaje de Cristina porque “no solamente le habla a los ajenos, sino a los propios. Que bajemos un poco los decibeles de ambos lados, no es bueno que esto crezca en la Argentina. Hay mucha gente que no es consciente de lo que podría haber pasado si esa bala salía de la pistola y asesinaba a Cristina”.
Ponderó la actitud de la vicepresidenta y dijo que le pareció muy atinado que hiciera un llamado a la reflexión y a la discusión, a la pacificación de la Argentina. “No queda otro camino, porque si no van a empezar a desear la nueva resistencia, van aparecer grupos focalizados del otro lado. Los comportamientos tribales hacen que aparezcan otras tribus que defiendan a aquellos que hoy son atacados”, indicó Bacman
Y puntualizó que “cuando surgen estas tribus ocultas, cuando una sociedad se polariza, aparecen comportamientos tribales. A estos grupos es muy difícil sentarlos a discutir. Ellos -dijo refiriéndose a la oposición- tienen mayor referencia en los libertarios, no porque los libertarios generen a estos grupos, sino porque los libertarios profundizan en su discurso la antipolítica y estos grupos están dispuestos a comprar ese discurso. No pueden pensar más allá de eso y son muy peligrosos”.
El director del CEOP reflexionó que “no sería bueno la aparición de guerrillas de derecha con un pensamiento de extrema derecha, como tampoco sería bueno que aparezcan guerrillas con pensamiento de extrema izquierda, en este momento, después de haber recuperado la democracia en el año 1983”.
Requerida su opinión a cuál serían el primer paso para resolver esta situación, aseguró que primero, “es no negarlo. Esto pasó y de la peor manera, con grupos pequeños de difícil control, porque tienen rasgos de marginalidad, que a veces hacen que sea mucho más complejo detectarlos previamente”.
“Esto de llevar a la acción la locura, digamos, tiene que ver probablemente no solo con un discurso de odio, tiene que ver con muchas otras cuestiones. Cómo crece la marginalidad en sectores, que tiene que ver más con lo que una vez el marxismo llamó el lumpen proletariado. No es una marginalidad de la pobreza, es otra cosa”, aseveró el sociólogo sobre los actos de violencia que ejercen estos grupos de pensamiento de ultraderecha.
Aclaró la diferencia entre que “el pobre podrá estar enojado, el pobre representa al peronismo. En las elecciones pasadas se enojó y no fue a votar en el Gran Buenos Aires, porque se desilusionó con el gobierno, pero tiene otro comportamiento, quiere seguir en democracia. Los otros son grupos marginales de un nivel cultural un poco más alto y son capaces de hacer estas abstracciones, que no podremos decir que son un delirio místico”.
Ante este clima afirmó que “los que se tienen que sentar a discutir son los políticos de ambos lados porque no pueden permitir estas escaladas de violencia” y concluyó que “hay que tratar de seguir con una Argentina, donde se cumplan las reglas de la democracia. Paremos acá, pensemos y podemos hacerlo y es a través de la política, no me queda duda. Es un desafío tanto para oficialistas como para opositores, a menos de un año del inicio del proceso electoral nacional”.
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