Por María Laura Morales
La semana pasada un hombre de 34 años sufrió un intento de homicidio luego de que se contactara y acordara una cita por la aplicación Grindr. “Me preguntó si podía venir con un amigo, le dije que sí y cuando llegaron intentaron que tome varias veces de una botella que habían traído ellos, eso me hizo sonar las alarmas. Luego uno me distrajo y cuando me di vuelta el otro tenía puestos guantes negros y me empezó a ahorcar. Pude zafar a las piñas”, contó Pablo Delia en diálogo con Radio Gráfica.
A través de un comunicado, quienes convocaron a Tribunales, señalaron que los ataques violentos y odiantes hacia la comunidad de las diversidades sexuales son producto de la construcción de odio y violencia impulsada por ciertos sectores de la sociedad, que se replica en medios y redes sociales, y que a su vez es legitimada por las fuerzas de seguridad y por el actual poder judicial.
Luego del ataque, la víctima decidió hacer circular por las redes sociales las fotos de los agresores para evitar nuevas agresiones y para su sorpresa, se encontró con más de 14 denuncias en 48 horas que estaban radicadas en diferentes fiscalías de la Ciudad y provincia de Buenos Aires.
“El 17 de julio se asentó un caso en la fiscalía 38 de una persona que estuvo 3 días siendo drogada en su casa, lastimada, apuñalada en piernas y estómago, la despertaban y volvían a apuñalar y a dormir. A esta persona le sacaron dinero de su cuenta y se la enviaron a su cuenta, la del agresor, con nombre y apellido. Es decir, los datos de la persona que fue detenida en mi casa el 3 septiembre ya estaban desde el 17 de julio en una fiscalía”, señaló Pablo.
“Los datos de la persona que fue detenida en mi casa el 3 septiembre ya estaban desde el 17 de julio en una fiscalía, por otra denuncia”
Los agresores ya fueron identificados, sin embargo, ni bien salieron de la comisaría se hicieron otro perfil para seguir perpetrando ataques: “Quise ampliar mi denuncia porque en principio la caratularon como intento de robo, lo cual a mí no me parece porque no me pidieron pertenencias ni me llegaron a robar, esto es un intento de homicidio, sistemáticamente perpetran este crimen de odio. Cuando le hablo al secretario del juzgado para poder ampliar la denuncia me pregunta ‘¿no habrá sido un juego sexual que no entendiste?’. Con ese pretexto se caratula como lesiones leves y son excarcelados a pesar de que hubo gente que fue a la misma comisaría e identificó al agresor”, relató Pablo.
Diferentes organizaciones de derechos humanos repudiaron el accionar del Poder Judicial que además de revictimizar a las víctimas intenta responsabilizarles de estos ataques. Además, señalan que desestimaron tratarlos como crímenes de odio caratulando las causas como intentos de robo y lesiones leves a pesar de contar con pleno conocimiento de la existencia de varias denuncias sobre los mismos agresores.
Por otra parte, resaltan la peligrosidad del accionar del poder judicial que los dejó en libertad en menos de 48 horas, exponiendo a las víctimas y a toda la comunidad a nuevos ataques.
“Hay un poder judicial con sesgos homofóbicos y misóginos, hay que modificar la ley, por eso nos convocamos. Pedimos que cuando haya un crimen de odio las fiscalías tengan que emitir un alerta, porque en este caso los datos estaban en el sistema pero como no había avanzado la causa no queda asentado, la fiscalía no tiene la obligación de cruzar las denuncias”, finalizó Pablo.
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