Este miércoles 10 de agosto el Tribunal Oral Federal nº 2 de la Ciudad de Buenos Aires condenó a cadena perpetua a Martín Eduardo Sánchez Zinny, Emilio Pedro Morello y Horacio Linari por crímenes de lesa humanidad, mientras que Luis Alberto Brun y Rubén Osmar Andrade fueron absueltos. Todos ellos fueron parte del Regimiento de Infantería nº 6 de Mercedes, grupo de tareas que atacó la imprenta del PRT-ERP y desapareció a la militante Rocío Ángela Martínez Borbolla.
La periodista Bárbara García, hija de Martínez Borbolla, dialogó con Mauro Cavallin en Radio Gráfica acerca de la historia de su madre, quien fue secuestrada durante la última dictadura, ante la presencia de sus hijos, en su casa de la localidad de Haedo. “Logramos tres condenas perpetuas en un tribunal super complicado en Comodoro Py pero yo todavía no sé que se hizo con mi mamá, no sé dónde están sus restos” expresó.
“Mi mamá fue pionera en la zona oeste de lo que fue la creación del movimiento sindical de los docentes llamado CTERA. Por otro lado era editora de la revista El Combatiente, medio de comunicación organizado por el PRT-ERP. Ella era docente en escuelas de muy bajos recursos. Española, había venido a sus 15 años porque mi abuelo, fundador del Partido Socialista en Asturias, fue uno de los últimos presos que Franco indultó. Mi madre heredó su sangre. Era muy comprometida con la lucha para la igualdad, para que todos tuviésemos las mismas oportunidades” destacó Bárbara.
Relató que en 1976, “cuando mi madre desapareció, yo tenía 9 años y mi hermano Camilo 4, a días de cumplir 5. Ser hija de una mujer como mi madre te hacía tener una adultez precoz porque siempre era “Barbarita, si me pasa algo, te tenés que ocupar de Camilo”. No podía salir a jugar con cualquier persona porque no podía contar lo que pasaba en mi casa, que era un lugar de reuniones permanentes. Mi mamá siempre me decía “Bárbara nunca tenés que decir nada porque nos pueden matar a todos”. El día que entraron a mi casa esa madrugada a los golpes y gritos diciendo “Ejército Militar” tenía el mensaje de salvar a Camilo y huir. Su cama quedaba al lado de la ventana. Con una mano le agarré la cabeza y con la otra intenté abrir la ventana. Menos mal que no saltamos porque no estaríamos vivos. Los tipos tenían la orden de disparar sea quien sea. La manzana estaba rodeada. Entró un militar con un arma enorme, me tiró un culatazo en la pierna, me caí de la cama y nos encerraron en el cuarto. Entraron otros militares y el tema era “¿Los matamos? ¿A quién matamos primero? ¿A ese nos lo llevamos” por Camilo. Yo los peleaba, los insultaba. Escuchaba a mi madre gritar “mis hijos, mis hijos” y le decían ´hija de puta, guerrillera de mierda, a tus hijos no los vas a ver más´. No la vi más, nunca más. Yo esa noche no la olvidé nunca en mi vida”.
“Caminamos con mi hermano, solos, a lo largo de nuestra vida, buscando saber algo de nuestra mamá. Hasta que en el año 2010 un ex conscripto llamado Hugo Travi tuvo un paro cardiaco y se salvó. Cuando se salvó, le dijo a su familia “yo no me puedo morir sin antes contar todo lo que yo pasé cuando fui colimba en el Regimiento de Infantería de Mercedes”. Justo fue la época en que Néstor retiró el cuadro y convocaba a los ex colimbas para poder contar si alguno había participado en algún grupo de tareas con el tema de los desaparecidos. Entonces se contacta con el abogado Pablo Llonto y empezaron a armar la causa y el rompecabezas que se llamó “Masacre de la Imprenta de San Andrés”, donde el RIM 6 tenía la orden de liquidar a quienes hacían las revistas El Combatiente y Estrella Roja. En el reconocimiento fotográfico, me mostraron un bibliorato de fotos y me detuve en tres. Esa mirada, ese cuello y esa expresión en su rostro. Las tres fotos correspondían a Martín Sánchez Zinny. Indudablemente era él” comentó sobre todo lo que tuvieron que esperar junto a su hermano Camilo García para poder encontrar verdad y justicia.
Por último, Bárbara celebró la sentencia aunque alertó que “tenemos 400 nietos que todavía no aparecen. La lucha continúa. Este fallo tiene que servir para que toda la sociedad tome consciencia de que hay que meter más pilas”.
Discusión acerca de esta noticia