Ayer Vladimir Putin firmó una nueva doctrina naval y aseguró: “Hemos marcado abiertamente las fronteras y zonas de los intereses nacionales de Rusia, tanto económicas como estratégicas, que son vitales. Principalmente, se trata de nuestra zona ártica, las aguas de los mares Negro, de Ojotsk y de Bering, y los estrechos del Báltico y las Kuriles. Garantizaremos su defensa de manera firme y por todos los medios”. El mandatario ruso, además, señaló como principal amenaza a su seguridad tanto “la política estratégica de Estados Unidos de dominar los océanos del mundo”, como la expansión de la OTAN.
Guillermo Caviasca, doctor en Historia de la UBA, analizó la guerra en Ucrania desde la perspectiva militar táctico-estratégica.
“Este conflicto tiene un plano táctico, operacional, militar, estratégico y otro geopolítico mundial. Había una gran expectativa cuando arrancó la guerra de que la potencia militar rusa fuera avasalladora, inclusive esa mirada la tenían muchos países occidentales”, explicó el analista. Sin embargo, destacó que aunque Rusia puso “cerca 200 mil hombres en el campo de batalla, para invadir un país de la extensión de Ucrania, que además ha construido una fuerza armada y una solidez para dar batalla, esos hombres no fueron suficientes para una campaña relámpago”.
“En un primer momento se planteó una victoria rusa rápida, durante los primeros días los rusos se aproximaban a los centros más importantes y vitales de Ucrania y parecía que en un mes la guerra se terminaba. Pero eso se hizo con una dispersión amplia de fuerzas cuya base estaba en que el Estado ucraniano iba a colapsar y que no tenía la espalda para resistir. Y es verdad, no la tenían, pero sí tenían la de todo Occidente”, continuó.
De todas maneras, “las tropas rusas obtuvieron éxitos importantes sobre todo en el sur, con el cerco a Mariupol, la conquista de Jerson, se aproximaron a Odessa, e intentaron avanzar por la rivera del Dniéper para cortar la retaguardia de las fuerzas principales ucranianas del Donbass”, destacó, y agregó: “Muchas veces Occidente dice que Rusia fue derrotada, pero en realidad no consiguió sus objetivos, se retiró y replanteó la estrategia”.
“Occidente dice que Rusia fue derrotada, pero en realidad no consiguió sus objetivos, se retiró y replanteó la estrategia”
El especialista, también remarcó la preparación de Ucrania durante 8 años para “homogeneizar el frente interno”. “El mismo día de la invasión se cargaron a 200 agentes prorusos, hicieron una limpieza de toda la oposición que terminó hace dos meses con el encarcelamiento de todos los partidos democráticos que habían ido a elecciones y tenían una postura prorusa, solo quedó el escenario occidental, y construyeron un ejército sólido asesorado por EEUU, Israel, Inglaterra, con una inteligencia en el escenario de combate que veía el movimiento de las fuerzas rusas y esa primera operación que hubiera sido brillante y podría haber triunfado porque estuvo bien pensada, se encontró con un problema militar devenido de una mala interpretación política de la solidez de la mitad de Ucrania que es antirusa y que cuenta con gran respaldo occidental. Hubo una pausa, los rusos replantearon su estrategia y comenzaron a avanzar en la zona del Donbass, donde tienen bases importantes y muchos más partidarios”, sostuvo.
“Ucrania construyó un ejército sólido apoyado por Estados Unidos, Israel e Inglaterra”
Por su parte, Zelesnki llamó a una movilización total en la guerra: “Eso va de la mano de la homogenización ideológica compulsiva, y de la construcción de la nación de Ucrania separada de Rusia. Tienen que reprimir a los que no piensan lo mismo, y como en Ucrania hay un porcentaje muy alto de la población prorusa, usan la represión, los borran del mapa. Sus líderes han sido asesinados, encarcelados o proscriptos. Y el que no quiere ir a la guerra es un desertor y es castigado”.
“Zelesnki busca la homogenización ideológica compulsiva, y la construcción de la nación de Ucrania separada de Rusia”
Consultado por las posibilidades de llegar a un acuerdo de paz en el corto plazo, Caviasca señaló: “No va a haber paz hasta que no haya un vencedor, alguien que pueda poner los términos de esa paz. Si uno lee el resultado de la última reunión de la OTAN en Madrid, cosa que va relacionada con las declaraciones de Putin, el resultado es una declaración guerra de la más importante alianza militar del mundo contra Rusia y sorprendentemente, también contra China”.
Por último, diferenció a los actores que componen a la OTAN y sus intereses: “Hay un bloque interno que es Alemania y Francia, por un lado que buscan acordar lo antes posible y ponerle fin a la guerra, y por otro lado, los anglosajones, Reino Unido y Estados Unidos que son el llamado Atlantismo, ese sector que mayor apoyo militar brinda a Ucrania. En la discusión que hay en el G7 y la OTAN se expresa la oligarquía financiera y trasnacional globalista que tiene Estados en disputa. Las últimas elecciones en EEUU también fueron parte de esa disputa, Biden representa el guerrerismo por más que a simple vista Trump parecía más malo. Pero con Trump esta guerra no estaría pasando”, concluyó.
- Entrevista realizada por Lucas Molinari y Leila Bitar en Punto de Partida
Discusión acerca de esta noticia