Este sábado 21 de agosto se conmemora el Día del Ladrillero. El motivo, la huelga que se llevó adelante en 1946 contra los abusos de la patronal y que pasó a la historia como “La Tapada”. “Hasta ese momento, a los trabajadores se les descontaba esos ladrillos que la tormenta destruía”, explicó Luis Cáceres, el titular de la Unión Obrera Ladrillera (Uolra).
“Los trabajadores hacían el trabajo pero, cuando el patrón tenía pérdidas, esas pérdidas se trasladaban a los trabajadores. A partir de ese conflicto, nunca más los trabajadores tuvieron ese descuento en los sueldos”, agregó el dirigente sindical, y sostuvo que, si bien el reclamo “duró varios meses”, se pudo resolver por la política que llevaba adelante el gobierno de Juan Domingo Perón.
Además, Luis Cáceres contó que, dentro de la actividad ladrillera, siempre “existieron dos sectores”. “Las fabricas ladrilleras, que centralmente tuvieron Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe, y los emprendimientos familiares, hoy conocidos como economía popular, que se fueron transmitiendo de generación en generación”, detalló.
“Es una actividad económica que depende del proyecto de país del que gobierna”, afirmó. Y remarcó: “El gobierno de Cambiemos, además de haber representado los intereses de los sectores concentrados, de haber beneficiado al sector financiero, de haber endeudado; no construyó planes de vivienda, no construyó hospitales, no construyó escuelas”.
El titular de Ladrilleros manifestó que “el sector no tiene capacidad para resistir cuando la situación es mala” y que pueden pasar de ser “140 mil trabajadores a 20 mil”. “Eso también tiene que ver con la ausencia, durante muchos años, de la organización sindical”.
“Durante los 12 años de Néstor y Cristina la obra pública fue el motor. Todos los sectores de la construcción dieron un salto exponencial en derechos. El único sector que no recibió beneficios fue la actividad ladrillera. Puede haber un gobierno que represente los intereses de los sectores populares, que ponga como eje la producción, el trabajo, el desarrollo industrial, pero si no existe la organización, los trabajadores no pueden acceder a derechos”, analizó Cáceres, y aseguró que están “construyendo las herramientas para salir de la pandemia”.
“Las trabajadoras y trabajadores de los emprendimientos familiares históricamente no tuvieron derechos, obra social, aportes jubilatorios. El precio del ladrillo lo pone el que compra. Son emprendimientos familiares porque trabaja la familia y están cerca de la casa, donde los niños y las niñas se crían en situación de trabajo”, describió.
Y continuó: “Nuestra propuesta para ese sector de la actividad ladrillera es organizarlos en cooperativas, que puedan acceder al monotributo social,y la construcción de los parques ladrilleros. Sacar esos emprendimientos que están al lado de la casa, cerca de la casa, y trasladarlos a los parques industriales ladrilleros, erradicando de esa manera el trabajo infantil y generando las condiciones para que la familia ladrillera pueda tener derechos”.
- Entrevista realizada por Lucas Molinari en Punto de Partida (lunes a viernes de 8 a 10hs)
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