Por Carlos Aira (*)
La plata olímpica de las Leonas en los JJOO Tokyo 2020 ratificó un camino: desde Sidney 2000 – salvo la gran sorpresa de Río 2016 – el hockey femenino siempre estuvo en el podio olímpico.
Durante décadas, el juego fue practicado por jóvenes de clubes tradicionales. El semillero fue, en muchos casos, la currícula de la educación privada, que tuvo al hockey femenino como deporte obligatorio. Pero hoy existe una realidad al calor de las Leonas: el hockey llegó y se estableció a través de los clubes de barrio.
Paula Sotelo, histórica integrante de Radio Gráfica, es vecina de La Boca. Comenzó a jugar al hockey hace 15 años en el Club Atlético San Telmo. En estos tres lustros también practicó la actividad en Regatas de Avellaneda, Arsenal y San Lorenzo de Almagro, club donde también es profesora.
“Cuando comencé a jugar no era habitual en La Boca ver a una chica con un palo de hockey. Era la piba cheta que jugaba al hockey. Lo que no sabían era que estaba becada en un club del barrio”, señaló Sotelo en Abrí la Cancha.
“San Telmo es un club de fútbol y sufrimos – y lo seguimos padeciendo – la discriminación de los clubes tradicionales, como GEBA, CASI o San Fernando. Hay una realidad, no se bancan a las chicas surgidas del barrio que juegan en clubes de barrio o fútbol AFA”. Existe una realidad: el crecimiento de la base del deporte molesta a los clubes que sus dirigencias no enseñan a competir con otras instituciones. San Lorenzo de Almagro es uno de los clubes que tienen convenios que permiten el ingreso al deporte federado de chicos de Villa 20 (Barracas) y la 1-11-14 (Bajo Flores). Sus rendimientos en disciplinas como hockey y handball son sensacionales, pero padecen el ninguneo de rivales y entrenadores de clubes históricos que no abren sus puertas a la comunidad.
La realidad es que las chicas abrazaron el hockey con pasión. Paula Sotelo nos señala “en San Telmo juegan chicas de San Telmo, Barracas, La Boca y Retiro. Hay una escuela de hockey en la Villa 31 y un montón de pibas fueron a probarse a San Telmo, que es un club que no le cierra las puertas a nadie. Nosotros formamos a las chicas y no les privamos el derecho al deporte: en alguna categoría van a jugar. Nuestro club también hace talleres de handball y fútbol femenino con las escuelas de la zona. El deporte amateur generó una conexión muy fuerte con el barrio“.
“Hay que romper con la idea anacrónica que el hockey es un deporte de chetos“; afirmó Paula Sotelo, quién narró: “Doy clases de hockey en el Mariano Moreno. Ahí tenemos bochas, palos y todas las herramientas para darle a los pibes el conocimiento del deporte. ¡Porque la clave está en darle herramientas a los chicos! Los chicos abrazan el deporte pero tal vez no encuentran espacios. Las políticas deportivas y educativas son fundamentales porque en la escuela hay que trabajar el deporte“.
Otro tema conflictivo tiene que ver con la organización del hockey en los clubes AFA. Paula Sotelo conoce al dedillo la situación que atraviesan muchos clubes y toma como ejemplo a San Telmo: “Los clubes de fútbol no le dan tanta importancia a los deportes amateurs. Se centran en el fútbol y las actividades amateurs se costean gracias a las cordinaciones externas a la institución. Los dirigentes nos dan via libre para coordinar, pero tiene que salir de nosotros todo el esfuerzo. No es fácil, porque estar inscriptas en la Federación no es barato. Tampoco pagar a los profesores. Nuestro presupuesto mensual es de $120.000, porque no tener cancha propia nos obliga a alquilar”
Sotelo nos señala el amateurismo marrón del hockey federado: “Existe el problema de los pases. Antes, una jugadora tenía que estar dos años parada para recibir el pase en blanco; hoy, existe un mercado. Tenes clubes que tienen la cultura de comprar jugadoras. Está pasando en los clubes de Primera con fútbol que compran jugadoras. Los clubes de barrio los formamos y los poderosos las compran. Por eso quiero difundir la Ley de Derechos de Formación, porque la mayoría de los clubes no saben que existe y en un futuro podrán reclamar un dinero que servirá para el desarrollo de la actividad”.
“Existe la competencia entre los clubes como River y Vélez. Boca Juniors hoy no tiene hockey pero lo está formando y sus bases son jugadoras remuneradas, como hizo en su momento Camioneros. Yo me pregunto: ¿Que pasa con las pibas que se formaron durante años y llegaron con su ilusión a Primera y las despojaron con jugadoras profesionales, qué, en muchos casos, vienen como profesionales desde otras provincias? Hoy lo veo en San Lorenzo. Compañeras que jugaron en Primera y las bajaron a Intermedia porque existe un profesionalismo que no se blanquea“, señaló Sotelo a Radio Gráfica.
Finalmente, Paula Sotelo señaló que es el hockey en su vida: “Comenzó siendo un hobbie y terminó siendo mi carrera. Aparte de ser jugadora soy entrenadora y árbitro. Mi vida está empapada de deporte. Si no es un sábado que juego; entreno y el domingo arbitro. El hockey y el club me cambió la vida porque me brindó un sentido de pertenencia y valores. Te deja una enseñanza para la vida”.
(*) Periodista. Conductor de Abrí la Cancha. (Lunes a viernes, de 13 a 13:30 y 20 a 21hs. Domingos, de 23 a 00hs)
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