Por Gabriel Fernández *
En una reciente alocución, el Papa Francisco planteó una contundente referencia sobre la propiedad y la desigualdad. La falsificación habitual de los monopolios en nuestro país tradujo sus palabras y deslizó que las mismas no se referían a la Argentina. Hace pocas horas, evitó cualquier intento de tergiversación al puntualizar que los empresarios argentinos deben “invertir” y “no esconder la plata en los paraísos fiscales”, al tiempo que los convocó a elegir “el camino de la economía social”.
Las consideraciones económicas de Jorge Bergoglio fueron formuladas durante la apertura del XXIV Encuentro Anual de la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa Argentina (Acde). La reunión se despliega entre este miércoles y el jueves en forma virtual, bajo el lema “Hacia un capitalismo más humano”, con la participación de referentes del mundo empresarial y la política argentina, y en el que se conmemora además el centenario del nacimiento del empresario argentino en proceso de beatificación, Enrique Shaw.
“La inversión es dar vida, es crear, es creativa. Saber invertir, no esconder. Uno esconde cuando no tiene la conciencia limpia o cuando está rabioso”, expuso en su mensaje de apertura del encuentro. “Todos sabemos lo que se dice en el campo cuando la vaca no da la leche. ¿Qué le habrá pasado a la vaca, porque está enojada, qué ‘esconde’ la leche?. Cuando escondemos es porque algo está funcionando mal”, planteó luego ante los empresarios de nuestro país.
En línea con las apreciaciones previas y con el contenido social de sus Encíclicas, el Papa solicitó a los hombres de negocios a actuar con “claridad, transparencia y producción” e insistió: “Invertir. Ir creando la confianza social. Es muy difícil construir sin confianza social”. “A veces esos grandes acuerdos de grandes empresas o grandes inversores o grande gente, están todos alrededor de la mesa, después de horas hacen el acuerdo, lo firman, y en el momento que están brindando por el acuerdo éste que está del lado de la mesa con aquél que está allá hacen uno por debajo de la mesa. No, con confianza y nunca traicionar la confianza”, añadió.
En su mensaje, afirmó que “la mirada cristiana de la economía y de la sociedad que es distinta de la mirada pagana o de la mirada ideológica, es cristiana y nace del mensaje de Jesús, de las bienaventuranzas, de Mateo 25, de ahí nace la mirada”. Enseguida postuló banderas que involucran a todos los protagonistas de la actividad: “La construcción de una comunidad justa, económicamente y socialmente para todos, la tienen que hacer todos: sindicalistas y empresarios, trabajadores y dirigentes. Tenemos que ir por el camino de la economía social”, realzó.
Al igual que durante la emisión previa ante la Organización Internacional del Trabajo, el decir del Sumo Pontífice no tuvo desperdicio. “Seamos realistas, la economía últimamente, en los últimos decenios, engendró las finanzas y las finanzas tienen el riesgo de terminar como la cadena de San Antonio, ¿no?, que creemos que hay mucho y al final no hay nada”, dijo. Por eso resulta imprescindible “volver a la economía de lo concreto, no perder lo concreto. Y lo concreto es la producción, el trabajo de todos, que no haya falta de trabajo, las familias, la patria, la sociedad. Lo concreto”.
“En una sociedad donde haya un margen de pobreza muy grande, uno se tiene que preguntar cómo va la economía, si es justa, si es social o simplemente busca intereses personales. La economía es social”, sostuvo el pontífice. ¿Cuál es el objetivo? “Generar empleo”. En especial respaldando a las pequeñas y medianas empresas: “Es importante el poder de las pymes porque de abajo viene la creatividad siempre”. ¿Cómo lograrlo? “Ir hacia el bien común, con el gesto de crear empleo. Es un desafío, el encuentro de ustedes es un desafío a la creatividad. Crear empleo, donde hay un momento, la pandemia” precisó.
Vale recordar que pocos meses atrás Bergoglio exigió a nivel internacional el cierre de los paraísos fiscales. Asimismo, en junio de 2020, por medio de un decreto, el Vaticano dispuso una nueva legislación de compras con eje en “transparencia, centralización y competencia”, por la que dejará de comprar “bienes, servicios, obras y trabajos” a empresas y personas que tengan su sede en esos espacios evasivos o que tengan accionistas residentes en los Estados que los contienen.
ZAMPINI. Tras su mensaje, expuso también en el foro de ACDE el Secretario Adjunto del Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral del Vaticano, Augusto Zampini, quien sostuvo que “la política no puede estar dominada por la economía, pero tiene que haber una buena relación”. “Hace falta más diálogo, para que la economía se coloque al servicio de la vida humana. La buena economía está hecha por buenos empresarios, que son los que invierten en una economía distinta”, sostuvo.
En un discurso que refrendó las observaciones papales, el dirigente eclesial diagnosticó que “Vivimos un momento difícil producto de un modelo de desarrollo que genera inequidad, que se ha exacerbado con el Covid. Pero estamos ante una oportunidad de soñar en grande y construir una nueva realidad más próspera”.
OJEA. Antes del planteo formulado por el jefe del Vaticano, monseñor Oscar Ojea, presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, salió al cruce de las descalificaciones contra el Papa comprobadas en franjas políticas y medios de comunicación concentrados. Dijo que la lectura que muchos hicieron de su planteo ante la OIT fue “banal” y sugirió a la sociedad argentina leer sus mensajes en forma completa y “no sacarlo de contexto”.
“Escuchamos serias descalificaciones a lo que dice el Papa y, a través de algunos comunicadores, de un modo un poco banal. El Papa es muy provocador, provoca la reflexión sobre el rumbo del planeta y la humanidad. Sería absurdo no pensar en eso, en medio de una pandemia que es consecuencia de algo que se ha desmadrado en el trato con la naturaleza y en nuestro trato social”, subrayó Ojea.
En esa ocasión el Pontífice argentino indicó que resultaba pertinente recordar que la propiedad privada es un derecho de segundo orden y que ha llegado el momento de eliminar las desigualdades. El conjunto de su decir –que incluyó reprimendas a Estados y empresas- tuvo como sentido la defensa de los trabajadores, regulares e irregulares, así como la re estructuración de la economía en el orden planetario para considerar las necesidades de todos los seres humanos. También instruyó claramente al conjunto de la Iglesia para que participe en esa dirección, y apuntó que la sindicalización es un derecho que los pueblos deben usufructuar.
Este miércoles, el Papa Francisco lo hizo de nuevo.
ENRIQUE SHAW. Pero ¿por qué se recuerda esa figura? Shaw fue un empresario pionero en la difusión de los conceptos sociales del cristianismo. Aunque sus inquietudes ya se venían percibiendo, fue en 1945 cuando sintió la necesidad de cumplir una “misión especial”. Pensó en hacerse obrero por su vocación apostólica y social, pero un sacerdote lo persuadió de llevar el Evangelio al mundo empresario. Asumió ese camino con energía. Como ejecutivo de Cristalerías Rigolleau, desarrolló una intensa actividad sobre sus colegas.
Se sumó a la Acción Católica y el Movimiento Familiar Cristiano. Junto con otros empresarios participó en la organización de ayuda a la Europa de post-guerra que en 1946 promovió el Episcopado argentino, respondiendo al llamado de Pío XII, y puso en marcha los ejes de una entidad destinada a lograr que los empresarios “sean más cristianos”. Con el estímulo del Canónico Cardijn fundó en 1952 la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE) y alistó la institución en la Unión Internacional Cristiana de Dirigentes de Empresa. Falleció el 27 de agosto de 1962.
RG / LSM / Télam / Vatican News
- Area Periodística Radio Gráfica / Director La Señal Medios / Sindical Federal














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