Por Lucas Molinari y Leonardo Martín
Así describió Juan Domingo Perón la “década infame”, aquel mediodía del 4 de junio de 1946, en su discurso de asunción presidencial: “Se había creado una atmósfera artificial a fuerza de repetir que somos un país rico y callar que eran extraordinariamente pobres las masas trabajadoras; se había creado un falso concepto de la vida al favorecer el desarrollo de las malas artes políticas y fomentar las actividades al margen de la ley; se vivía una simple apariencia de legalidad estrujada aún por la hiedra de los privilegios”.
Pueblo pobre en un país rico, caracterización que venimos recorriendo y el planteo de “recuperar soberanía” como una fórmula para combatir consecuencias de nuestra “dependencia”, como la inflación y el desempleo.
En la campaña electoral de 2019, Alberto Fernández en una declaración periodística comentó: “En un trabajo que me acercó Axel (Kicillof) y que se puede constatar, algo que también constató el Fondo, se observa que en Argentina hay una concentración de la economía muy peligrosa y nunca miramos si los problemas de los precios no tienen que ver con esa concentración de la economía”.
Podríamos nombrar apellidos locales como Pagani, Pérez Companc, Mastellone, entre otros en el rubro de alimentos, que para acrecentar sus tasas de ganancias hambrean a las mayorías.
Pero al hablar de monopolios, es importante dar cuenta que el proceso es histórico y mundial.
Así lo detalla la CGT Regional Oeste en el documento titulado “¿Quiénes son los enemigos del Pueblo?”: “El imperialismo, que no es más que el capitalismo en descomposición, con el dominio del monopolio financiero parasitario, sólo puede avanzar contribuyendo a la disolución social, que también es su propia disolución como sujeto histórico-social, ya que niega los pilares sobre las cuales se erigió; el “Estado Nación” y la “libre competencia”. Las bases materiales para semejante programa simplemente no existen. El descomunal desarrollo de las fuerzas productivas plantea a los ojos del mundo la necesidad de una gobernanza mundial, los estragos de la pandemia del Covid-19, solo ponen de manifiesto la esencia de un mundo en descomposición, porque el imperio no puede construir un gobierno del mundo en el cual, fruto de su propio desarrollo, debe liquidarnos a todos”.
Son planteos que viene haciendo el Papa Francisco cuando afirma: “este sistema no aguanta más” y postula la urgencia de una salida colectiva.
En este sentido, para la CGT Regional Oeste: “Lo que se plantea, entonces, no es la ilusión de la salida nacionalista, sino un gobierno regional-mundial de los pueblos del mundo que, a condición de derrotar las fuerzas imperiales al interior de nuestros propios países, construyamos relaciones de nuevo tipo que se asienten en negar la competencia irracional del capital, en pos de la cooperación, la solidaridad y la búsqueda de los pueblos del mundo en quienes se amasa un profundo sentimiento antiimperialista, que pone en el centro la vida humana, el buen vivir de un destino común de humanidad, en correspondencia con nuestra Casa Común, que es el planeta tierra”.
Debates necesarios para reflexionar a qué nos enfrentamos como Pueblo, y las tareas nacionales planteadas para la militancia.
El movimiento obrero es central en esta disputa de poder. De allí, la necesidad del “programa” se vuelve estratégica, como plantean varios dirigentes en relación al futuro de la Confederación General del Trabajo.
EL OPORTUNO RESCATE DE SANCOR
Supo ser una de las empresas lácteas más importantes del país. Una marca prestigiosa presente en la cotidianeidad de millones de argentinos con sus productos, con la particularidad de ser una cooperativa fundada en 1938 por productores de Santa Fe y Córdoba.
Desde hace más de 15 años atraviesa una crisis profunda, agudizada desde el año 2016. La cooperativa contaba en 2017 con 5.100 trabajadores, actualmente cuenta con 1.700. A partir de un “Plan de Saneamiento de Deudas y Recuperación Productiva” acordado en 2018, la empresa vendió siete plantas industriales en diferentes localidades de Córdoba, Santa Fe y provincia de Buenos Aires. También marcas y la fabricación y comercialización de productos frescos. Aún así, no puede sostener los salarios de los trabajadores.
El sindicato lechero ATILRA ya tuvo durante 2016 y 2017 un escenario de alta conflictividad con la empresa, una de las salidas para salvar los puestos de trabajo fue introducir cambios en el convenio colectivo para toda la actividad, que se materializó en 2017. Las cámaras patronales aprovecharon la necesidad del gremio de sostener los empleos, el macrismo promovió la situación.
“Desde 2016 Sancor entró en una situación de crisis financiera por un muy mal manejo económico por parte de quienes estaban al frente de la cooperativa”, cuenta para este Panorama, Heber Ríos, secretario Gremial de ATILRA a nivel nacional y referente de la seccional de General Rodríguez.
“Actualmente hay trabajadores cobrando el 50/60% de los que les corresponde, en otros casos solo 10 mil pesos. No se puede seguir sosteniendo esta situación, ya no se puede soportar”, agrega Ríos.
“Algo que nosotros expresamos como organización cuando fue la reestructuración en 2018 es que la cooperativa no podía seguir manejada por aquellos que la habían llevado a esta situación”, indica.
Actualmente SANCOR procesa 400 mil litros de leches mensuales cuando previo a la crisis llegó a procesar 6 millones.
Desde ATILRA Nacional, que conduce Héctor “Etín” Ponce, lanzaron esta semana un comunicado advirtiendo que se encuentran “coordinando las medidas de acción sindical que, por la magnitud del problema, habrán de abarcar a toda la industria láctea”.
Allí mismo detallaron que hay un contacto “fluido con las autoridades gubernamentales nacionales del más alto nivel” que “han mostrado compresión, receptividad y predisposición para evaluar alternativas que puedan salvaguardar las fuentes de trabajo”.
En estos días se han desarrollado reuniones, donde desde el propio gremio expresaron dos salidas, nuevas inversiones privadas o mismo la conformación de una nueva cooperativa conformada por los actuales trabajadores, pero sin la conducción que ha llevado a la empresa a una profunda crisis.
La preocupación tanto de dirigentes como de funcionarios del gobierno es la posibilidad de una mayor concentración en un sector tan sensible como el lácteo, en un contexto donde el precio de los alimentos viene superando ampliamente el promedio de la inflación general.
Un interrogante está en el rol que puede tener el sindicato en el rescate de la empresa. El comunicado de esta semana se puede entender como una presión para plantear que deben ser protagonistas del futuro de SANCOR.
Desde el INAES (Instituto Nacional de Economía Social), una fuente nos cuenta que el ministro “Kulfas quiere intervenir, quizá con un fideicomiso donde participe el Estado, los cooperativistas y el sindicato, porque comprende que recuperar el control de empresas con precio testigo es fundamental y de supervivencia en este contexto inflacionario”.
PARITARIA UTA – GIRA POR EUROPA – TARIFAS
Esa semana se volvió a postergar la definición de la paritaria de los trabajadores colectiveros. Los cortes en los accesos a Capital Federal mostraron ante las cámaras un enojo del laburante que no llega a fin de mes.
“El avance que se logró esta semana es que desde el gobierno sentaron a los dueños de las empresas para que pongan algo”, explicó un dirigente de comisión directiva de UTA, que fue optimista en un acuerdo mañana lunes. Se estaría llegando a 80 mil como salario en bruto con retroactivo para el mes de abril. Como venimos comentando, la gran diferencia está en el cierre del acuerdo 2020 “porque deberíamos estar discutiendo sobre un básico de 71 mil pesos desde enero y seguimos con 63 mil porque todavía no blanquearon el 11,4% de la paritaria del año pasado”, remarcó Esteban Simonetta delegado de le línea 60.
“Se va a reunir Guzmán con el ministro de Transporte para ver los números”, nos explican desde UTA (¿más subsidios para cubrir el aumento salarial?), dejando en claro que la postergación en la definición esta semana se debió a la ausencia en el país del Ministro de Economía.
El destacado alumno del Nobel Stiglitz e hincha tripero anduvo por el viejo continente con Alberto Fernández. El Presidente está cumpliendo con su promesa de campaña de llegar a un acuerdo por la deuda externa. Aunque vale recordar que hubo otros planteos prioritarios para nosotros: Como candidato insistía en el desafío de construir una Argentina en donde “todos puedan comer en sus casas y vivir modestamente bien”.
Como sea, ningún referente sindical ni político oficialista plantea hoy que el no pago de la deuda. Si de llegar a un “buen acuerdo”, que parece muchas veces un concepto abstracto.
Aunque saquen los intereses punitorios y hagan un plan a 20 años ¿será posible pagar y que todos los argentinos puedan comer en sus casas y vivir modestamente?
El gobierno en principio se propone patear la pelota para adelante y va a necesitar para “reestructurar” la aprobación de Estados Unidos. Esta potencia al tener el 17% de los votos en el organismo, corta el bacalao porque hace falta 85% de acuerdo para cualquier definición por fuera de lo ya establecido.
Ahora bien, vale recordar las palabras de Fernández en la inauguración de las sesiones ordinarias del Congreso este 2021, donde anunció la “querella penal” desde el Estado contra los funcionarios que nos endeudaron. A la vez, hay una Comisión Bicameral que próximamente publicará un informe con los grandes beneficiarios privados de esa toma de deuda.
Allí tenemos por ejemplo a quienes también acumularon pingües ganancias con los tarifazos. En este sentido, Carlos Minucci, secretario general de APSEE, sostuvo en Gráfica que “es inaceptable seguir pagando subsidios energéticos a las empresas para que los fuguen” y agregó: “Lo del fondo no fue un préstamo, fue un robo del FMI junto con Macri. ¿Y ahora nosotros tenemos que pagarle la deuda a Macri, a (Marcelo) Mindlin, a (Luis) Caputo?, ya es demasiado”.
Minucci viene planteando hace años que es fundamental que el estado intervenga y controle el sistema energético que hoy está en su mayoría en manos privadas y extranjeras. Parte del programa de la Corriente Federal de Trabajadores que entraría en colisión con los “papers” del FMI.
CONFLICTO EN POLKA
Trabajadores de una de las productoras de contenidos audiovisuales más importante del país llevaron adelante a lo largo de la semana protestas con una retención de tareas de una hora por día ante incumplimientos salariales. Una medida en medio de una postura abiertamente antisindical de una empresa donde comparten el capital accionaria el Grupo Clarín, Adrián Suar y Fernando Blanco.
Para comprender esta medida hay que repasar lo sucedido desde el comienzo de la pandemia. Con la imposibilidad de producir por las medidas de cuidado tomadas por el Gobierno nacional en 2020 se acordaron suspensiones en los más de 300 trabajadores en base al artículo 223 bis de la ley de Contratos de Trabajo (LCT) por el cual cobraban el 75% del salario, inicialmente acordado hasta el 31 de marzo de este año. En ese marco, la empresa abrió retiros voluntarios que fueron aceptados por 150 trabajadores.
Desde marzo, Polka ha retomado la producción con una nueva tira (La 1 5-18), pero evitando convocar a 33 trabajadores, mayormente integrantes de la Comisión Gremial Interna, para no pagarles ni un centavo de los salarios del mes de abril: “No es digno que cobren sin trabajar”, argumentaron desde la patronal descartando la continuidad del artículo 223 bis de la Ley de Contrato de Trabajo.
“La decisión de la empresa fue pagar el 100% de los salarios a quienes fueron convocados a trabajar el mes completo, pero a quienes han trabajado una parte o directamente no fueron convocados o cobraron una parte o directamente nada”, contó Gerardo “Charango” Prado, integrante de la Comisión Gremial Interna.
“Hemos denunciado a la empresa por incumplimiento del pago de salarios, por discriminación y por una actitud antisindical muy evidente que la empresa ha tenido desde que comenzó este conflicto”.
“También hemos denunciado a la empresa por protocolo Covid, tenemos lamentablemente un compañero muy querido fallecido la semana pasada, llamado Luis González, y una docena de casos positivos. La empresa no hace los controles y testeos salvo que insistamos”, agregó
“El lunes vamos a realizar una asamblea para ver los pasos a seguir”, completó Prado.
Este conflicto se da en el contexto de una política que lleva adelante Polka, así como otras productoras, de avanzar hacia un esquema laboral de contratación por un tiempo determinado para reemplazar a los trabajadores fijos.
Con su surgimiento en los años noventa, Polka, tuvo en sus inicios un esquema de contratación, en el cual, los trabajadores facturaban como monotributistas. A partir de luchas y reclamos sindicales, más la fuerza de las políticas del kirchnerismo, se logró la regularización en la contratación. Hoy buscan flexibilizar para “bajar” el “costo laboral”. Los cuatro años de macrismo no le alcanzaron para consolidar esas políticas, pero la pandemia les permitió apretar el acelerador.
PARITARIA FATPREN
La federación de sindicatos de prensa que conduce Carla Gaudensi continúa la discusión salarial en varias provincias. “Ofrecieron el 17% por seis meses que consideramos insuficiente. Este lunes tenemos audiencia, de no mejorar la oferta vamos a volver a ir al paro el jueves”, explicaron a Gráfica y anunciaron un “paro con movilización en Provincia, Ciudad de Buenos Aires, entre otros lugares”.
Si bien SIPREBA no es el gremio paritario de la Capital Federal, donde están las redacciones de los “medios nacionales”, tiene presencia en afiliados y comisiones internas. Por lo cual, en Clarín por ejemplo vienen acompañando con medidas, la discusión salarial de las provincias.
Es parte de un proceso organizativo que viene creciendo en una actividad cada vez más precarizada, con una dirigencia gremial joven que también busca intervenir en el fragmentado mapa sindical argentino.
CONFLICTO EN PÁGINA/12
La comisión interna de SIPREBA (Sindicato de Prensa de Buenos Aires) en Página/12, exige reconocimiento de la actividad gremial ante el empresario y pluri-dirigente Víctor Santa María. En el pliego de reivindicaciones está la recomposición salarial y las condiciones de contratación, porque prima la flexibilización laboral.
Esta semana se desarrolló un paro de 72 horas en el diario después de varias medidas de fuerza y ante el faltazo de la empresa a la audiencia en el Ministerio de Trabajo.
Desde la comisión interna denunciaron: “Las gestiones de Macri en el país y Santa María en Página/12 destrozaron nuestros salarios, históricamente bajos. En 2015 estábamos 14 puntos sobre la línea de pobreza, hoy la mayoría estamos muy por debajo. Peor aún, están los mal llamados colaboradores. Hay compañeros/as en situación de contratación irregular y también en categorías distintas a las de la tarea real que ejercen. Algunos de ellos/as están fuera de convenio e incluso fueron afiliados/as compulsivamente a sindicatos de otra actividad”.
Un conflicto en un medio hoy “oficialista”, que tiene a un ex-Ceo suyo en la Secretaría de Medios de la Nación, en un grupo que arma y desarma “proyectos”, con una velocidad propia de las actividades financieras (en las próximas semanas desmantelarán Radio Gol FM 94.7).
YAPA. EL DÍA QUE PICCININI Y PAULÓN HICIERON LLORAR A LORENZO
Murió Alberto Piccinini, dirigente histórico de la Unión Obrera Metalúrgica de Villa Constitución y referente del sindicalismo de liberación. Queremos recomendar la entrevista a Victorio Paulón, su compañero de militancia, realizada durante el macrismo en Gráfica. Y escribimos acá una anécdota que quedó fuera de aquel programa, pero vale la pena, por su carga simbólica.
Lorenzo Miguel fue parte de la intervención a aquella seccional tras el “Villazo”, el 20 de marzo de 1975. En esos años de represión previos a la dictadura hubo varios dirigentes que fueron encarcelados por “combativos”, otros fueron perseguidos tras el golpe.
Con la vuelta de la democracia hubo luchas como la histórica huelga de Acindar de 1991, en la que según cuenta Paulón en este programa “En Movimiento”: Hubo una reunión que tuvieron él y Piccinini con Lorenzo explicándole que en ese conflicto se jugaba “la continuidad del convenio colectivo metalúrgico y él acompañó, no traicionó”.
Encuentros y desencuentros en un sindicato que Victorio define de este modo: “si el sindicalismo fuera una religión, la UOM sería la catedral”.
La cuestión es que en el año 2000, las diferencias habían llevado a la Seccional de Villa Constitución, no sólo de plantear integrar la central obrera paralela (CTA), sino también armar un sindicato paralelo. Se daba en un contexto de gran crisis del gremio que de 500 mil afiliados metalúrgicos en los ´70, sólo quedaban 50 mil.
La respuesta llegó: Lorenzo Miguel y el secretariado general definieron expulsar del sindicato a un grupo de dirigentes entre los que estaba Piccinini. Pero, como corresponde, les daba el derecho a defenderse en el Congreso Anual de delegados de Mar del Plata.
Cuenta Paulón: “Fue la primera vez en la historia que una expulsión no la pudieron hacer pasar, Fue muy fuerte, primero habló Piccinini de su historia, de lo que había pasado. Cuando me tocó a mi le dije al Barba Gutierrez, ¿Quiénes van a votar para expulsarnos, ustedes? Y usted Lorenzo (Miguel): ´Acuérdese que si hemos convivido todos estos años, es porque usted y nosotros nos veníamos rascando las pulgas de la dictadura´. Y se largó a llorar, al viejo se le caían las lágrimas… Yo terminé de hablar y me fui, ya había unos 300 compañeros afuera con bombos y me sigue (Naldo) Brunelli y me dice ´vení, vení, que van a revertir la expulsión´. Y efectivamente fue así, y ahí empieza a darse un proceso muy interesante al interior de la UOM donde se planteaba la federalización de los recursos, porque hasta ese entonces la UOM Nación recaudaba y distribuía como quería. Entonces empezamos a plantear que el 80% de la recaudación sindical y de la obra social tenía que volver a la seccional. Finalmente se aprobó eso”.
Y Victorio reflexiona: “Yo nunca creí que podríamos conducir la UOM, pero sí que fuimos parte de un proceso interior que posibilitó que hoy haya nuevas figuras, la generación posterior a la nuestra, hay no menos de cinco o seis secretarios generales con una cabeza distinta. Logramos que se abrieran de la práctica corporativa, de lo que el vandorismo había hecho del sindicato”.
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