El Congreso de la Nación avanza en el debate por la reforma del Ministerio Público Fiscal. El proyecto, que fue aprobado por el Senado en noviembre del año pasado, será modificado antes de ingresar a la Cámara baja. “Tenemos un problema bastante grave en el conjunto de la dirigencia política, y es que no logra ponerse de acuerdo en cargos muy importantes”, expresó Alberto Binder, titular del Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales y Sociales (INECIP), en Radio Gráfica.
Desde el 2017, cuando las presiones del Ejecutivo ocasionaron la renuncia de Alejandra Gils Carbó a la procuración, el Ministerio Público Fiscal se encuentra bajo el interinato de Eduardo Casal. “La peor de todas las situaciones es la continuación del interinato, esto es de una patología ya extrema. No conozco ningún caso que haya durado 3 años, dejó de ser interino, ya es un nombramiento violando las normas constitucionales”, manifestó el jurista.
La iniciativa aborda dos aspectos centrales. Por un lado, le otorga un carácter temporal al mandato del Procurador (actualmente vitalicio), que se encarga de delimitar cómo se persiguen determinados delitos. Por el otro, que es el que despierta mayores controversias, modifica el mecanismo de designación, pasando de una mayoría agravada (2/3 de los votos) a una mayoría absoluta (la mitad más uno).
“La gran reforma es ponerle plazo. Cuando vos le ponés plazo, cambia toda la dinámica del Ministerio Público. El Procurador sabe que va a tener que volver al llano, eso hace que no haga locuras porque sabe que va a tener que rendir cuentas”, opinó Binder e hizo hincapié en la importancia de que haya una sintonía entre la política de persecución penal y la política criminal y de seguridad del Estado.
“El carácter vitalicio, que hace que quede una persona por años, responde a un modelo antiguo que ya nadie sostiene. En eso hay consenso, y eso es lo más importante de la ley”, agregó.
El jurista explicó el origen del mecanismo de designación a través de la mayoría agravada y afirmó que “lo que era una cláusula prudencial se convirtió, desde hace tres años, en una imposibilidad de nombrar a alguien”.
“A Gils Carbó la presionaron ilegalmente hasta que la forzaron a ir, pero tampoco el Ejecutivo en la época de (Mauricio) Macri se puso de acuerdo sobre el candidato. Hoy tenemos el mismo problema. No solo es un problema con la oposición. Desde el oficialismo no se ponen de acuerdo con el candidato. Con lo cual, el segundo tema de la ley que está en discusión es aligerar las mayorías, para ver si esto facilita el acuerdo dentro de la coalición gobernante”, sostuvo.
Y aclaró: “No tengo claro cómo viene la cuestión, si tener una figura de consenso va a habilitar la reforma o si es la reforma lo que va a habilitar el candidato de consenso. Pero, de todos modos, ojala los diputados terminen de juntar los votos que faltan, haciendo todas las reformas en otros aspectos de la ley, que me parecen que son absolutamente menores frente al problema que estamos enfrentando en términos políticos”.
- Entrevista realizada por Lucas Molinari y Leila Bitar en Punto de Partida (lunes a viernes de 8 a 10hs)
- Redacción por Erika Eliana Cabezas
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