Por Franco Cicerone *
Este 22 de abril, en el día internacional de la Madre Tierra, entra en vigencia el Tratado Internacional de “Escazú”. Este convenio que fue ratificado por 12 de los 24 países firmantes de Nuestramérica y Caribe es el primer tratado vinculante en materia de democracia ambiental de la región, poniendo énfasis sobre las imbricadas relaciones que existen entre el hombre y la naturaleza, y dando cuenta sobre cómo se conjugan los derechos humanos de quienes militan por un ambiente sano y la responsabilidad empresarial. Temática imposible de soslayar si queremos evitar la destrucción irreversible del medio en donde se desarrollan y habitan las sociedades humanas, el ambiente vuelve a cobrar relevancia internacional, posicionándose como punta de lanza para la modificación del actual sistema económico depredador que azota nuestra región.
Mediante sus artículos 5 y 6, los países firmantes tienen la obligación de brindar cualquier tipo de información solicitada en materia ambiental a sus ciudadanos; ser informado en forma expedita sobre si la información solicitada obra o no en poder de la autoridad competente que recibe la solicitud; y, ser informado del derecho a impugnar y recurrir la no entrega de información y de los requisitos para ejercer ese derecho. Asimismo, es el primer tratado internacional en pedir a los Estados medidas efectivas y adecuadas para la protección de los derechos humanos de los defensores ambientales.
En materia de la participación ciudadanía en los procesos de toma de decisiones ambientales, el tratado menciona en su artículo 7 que: cada parte deberá comprometerse a implementar una participación abierta e inclusiva en los procesos de toma de decisiones ambientales. De esta manera, se fortalece el vínculo con la ciudadanía, incidiendo de forma directa en las políticas ambientales a desarrollarse, implementar y controlarse.
Por último, se hace mención al acceso a la justica. En su artículo 8, los países firmantes se comprometen a garantizar el derecho a acceder a la justicia en asuntos ambientales de acuerdo con las garantías del debido proceso. Esto significa que los procedimientos judiciales y administrativos en materia ambiental deberán ser claros, equitativos, independientes y expeditos.
Ahora bien, ¿Cuál es la relación entre ambiente, desarrollo sostenible e inclusivo y responsabilidad empresarial?
A lo largo de las últimas décadas diversas problemáticas ambientales se han presentado en la región. cometidos en la región. Muchas de las mismas han sido generadas por la irresponsabilidad de grandes empresas multinacionales que buscaron maximizar beneficios atentando contra los derechos de quienes habitamos estas tierras a un ambiente sano. Tanto el derrame petrolero en la amazonia ecuatoriana por parte de la empresa estadounidense Texaco, como el derrame de solución cianurada por parte de la Barrick Gold en el río Potrerillos y Jáchal en San Juan, Argentina, son algunos de las consecuencias de la desidia empresarial, como de la connivencia y falta de control por parte de los Estados.
En este sentido, los problemas ambientales no reconocen naciones ni fronteras políticas. Sus repercusiones son globales. En un sistema en el que la voracidad del capital financiero y la acumulación basada en la especulación es la norma, resulta difícil establecer regulaciones en materia ambiental de forma individual. Todxs quienes habitamos este planeta formamos parte de un mismo sistema, de un mismo ambiente. Aún más, en este momento histórico inédito, en el que el sistema económico mundial se encuentra en una etapa de transición hacia un nuevo ciclo que aún nos es incierto, debemos buscar la mejor vía para favorecer nuestra inserción internacional, reafirmar y defender nuestros intereses como región y profundizar aquellos procesos de integración que se encuentren en marcha.
De esta manera, son de suma importancia la implementación de los 3 derechos ambientales esgrimidos por el Acuerdo de Escazú (participación, información y justicia). Su legitimación mediante la entrada en vigencia del mismo da legitimidad a la vez que las convierten en una herramienta fundamental para colaborar con el freno a la destrucción del ambiente como al fortalecimiento de los derechos ambientales de la ciudadanía. Esto, a su vez, debe estar acompañado mediante una fuerte acción colectiva, solidaria, de alcance global, junto a Estados que protejan dicha iniciativa, impulse iniciativas de desarrollo sostenible y mitigue los impactos negativos del cambio climático. Más importante aún es recalcar la imposibilidad de preservar nuestro ambiente sin proteger antes a quienes lo defienden. En este sentido, el Acuerdo busca erradicar la violencia hacia aquellos activistas que persiguen la defensa del ambiente en nuestra región, poniendo fin a la sistemática violación de derechos humanos consecuencia de su militancia ambiental.
Hoy en día la actual pandemia que atravesamos producto del Covid -19 no debe ser analizada solo como una crisis en términos sanitarios, es también una crisis ambiental. El voraz avance del hombre sobre la naturaleza plantea nuevos escenarios, los cuales se nos presentan de formas completamente desconocidas. En este nuevo e incierto contexto, las disminuidas capacidades de aquellos Estados que se encuentran en vías de desarrollo no permiten una rápida respuesta para la protección de los derechos de todas y todos. En efecto, el cuidado de la Madre Tierra y la garantía del velo de los derechos humanos están íntimamente ligados al poder relativo y la autonomía que cada Estado posea a la hora de tomar decisiones para resolver dichas problemáticas.
Es por esto que el desarrollo de los países de Nuestraamérica en términos económicos es condición necesaria para la construcción de confianzas y el trato justo de las personas a fin de lograr retornos positivos para el ambiente y las sociedades que la habitamos. Pero, cabe aclarar que dicho desarrollo no podrá ser sino sostenible, para que se satisfagan las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer las posibilidades de las generaciones del futuro para atender sus propias necesidades. Es por ello que ahora, cuando la situación global y regional reviste gran complejidad e incertidumbre, el Acuerdo de Escazú es más necesario que nunca.
Escazú, es el ingreso de los Pueblos de Nuestramérica para el cuidado, protección y preservación de la Madre Tierra!
* Centro para la Igualdad, la Solidaridad, la Equidad y la Participación – CISEP
Licenciatura en Ciencia Política (UNSAM). Integrante del Área de Ambiente y Política (UNSAM). Investigador de incidencia de Empresas de Ingeniería Ambiental en Política de Gestión de Residuos Sólidos Urbanos en CABA.
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