Por Walter Larrea*
La Ministra de Educación Soledad Acuña, en un zoom de un ciclo de charlas de Fernando Iglesias denominado “Un Café Con Iglesias”, realizado el 7 de noviembre y subido a YouTube al día siguiente realizó una serie de definiciones que trascendieron mediáticamente. Docentes, organizaciones, sindicatos, manifestaron su repudio y los legisladores de la oposición requirieron la presencia de la Ministra en el recinto, pero no cuentan con la mayoría para que se concrete.
El hecho podría ser anecdótico. Pero entrama una línea de pensamiento ideológica que nos permite comprender mejor la estrategia del PRO en CABA, con respecto a la política educativa. Del video de 1 hora y 13 minutos trascendieron algunos fragmentos donde la Ministra da un perfil de los docentes de CABA. Pero en dicho
conversatorio define objetivos a largo plazo, y me parece que es lo mas sustancial de su “confesión”. Dichos objetivos son la modificación del Estatuto Docente y los Profesorados. La modificación del Estatuto Docente encuentra como motivo que el PRO ve como escollo a los sindicatos que no son dóciles, en particular siempre hace referencia a dos, UTE y ADEMyS. A los profesorados los ve como los responsables de formar docentes “ideologizados que bajan línea” a sus alumnos en las clases.
Soledad Acuña se incorpora al PRO a través del Grupo Sophia que es un Think Thank fundado por Horacio Rodriguez Larreta en 1994 cuando estaba a cargo del PAMI. De dicha Fundación salieron los principales cuadros del PRO que ocuparon cargos públicos tanto en la Ciudad, como en Pcia de Bs As y en Nación. En un artículo del blog de la Fundación escrito por su actual directora ejecutiva Julia Pomares, titulado “Los liderazgos ante la prueba más difícil: crear nuevas narrativas de futuro para Argentina” podemos leer lo siguiente: “Un primer elemento central de la narrativa argentina es la utopía del progreso, encarnada por Alberdi y Sarmiento y que se consolida con la generación del 80 y la inmigración europea de fines del siglo XIX: la idea del mérito y la apuesta a la educación como capacidad transformadora”.
En estos 4 renglones podemos ver el núcleo ideológico del proyecto educativo del PRO (que es la base del marco ideológico general de dicho partido), y que encarna Soledad Acuña actualmente. Alberdi, liberal a ultranza para quien había que suprimir las funciones del Estado lo máximo posible. Sarmiento para quien “no había que ahorrar sangre de gauchos” La generación del 80, que fue la elite dominante que sentó las bases del modelo agroexportador que durante décadas entró en conflicto con modelos populares que apostaron a la redistribución de las riquezas y la ampliación de la democracia (la forma de resolver éstos conflictos fue golpear las puertas de los cuarteles militares). La inmigración europea de fines del siglo XIX, propiciada por Alberdi, con preferencia a los europeos del norte, ya que pensaba que serían mejor ejemplo que los europeos del centro o sur. La idea del mérito, que no es mas que la meritocracia, los individuos compiten en la sociedad, como si fuera una gesta deportiva, y llegan a los lugares mas altos los “mejores”. Este concepto está ligado al neoliberalismo y a los regímenes fascistas del siglo XX. Y la Educación como “capacidad transformadora”, hace alusión a la capacidad de la misma para transformar a la sociedad. Y ese el único concepto con el cual podríamos estar de acuerdo, pero claro, depende de qué tipo de transformación buscamos.
Identificando al Enemigo
Al parecer Soledad Acuña ha identificado a la Unión de los Trabajadores Docentes (UTE) como su principal enemigo. En diciembre del 2019 se organizó una protesta ante un acto público para tomar cargos en el área de Primaria que vulneraba el Estatuto Docente. Un año después el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta concurrió al Ministerio Público Fiscal, a través de Juan Bautista Mahiques, para denunciar a 4 miembros de la Comisión Directiva, entre ellos Angélica Graciano, la Sec. Gral de UTE. No sólo se quiere atemorizar a los dirigentes a los que se les ha iniciado la causa, sino que el objetivo final es disciplinar a los docentes, que han mantenido en estos años una conducta coherente de denuncia a las políticas de ajuste, de falta de mantenimiento de los edificios escolares, de las canastas alimenticias (escasas y de mala calidad), y que en éste año en particular, han rechazado los protocolos de presencialidad que llevó adelante la ministra, con apoyo, hay que decirlo, del Ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta (“Nico” para Soledad Acuña).
Desde UTE se inició una campaña por conectividad y computadoras para que el gobierno de la Ciudad provea de dichas herramientas a los estudiantes que en pandemia no tienen condiciones económicas favorables para garantizar el derecho social a la educación y se presentó en la Justicia con un amparo junto con varias Ong’s, para que el Gobierno de la Ciudad cumpla con esa obligación. El juez Roberto Gallardo dio lugar al amparo el 4 de junio de este año, pero Larreta y Soledad Acuña, en vez de repartir computadoras a los estudiantes en situación de vulnerabilidad recusó al juez todas las veces que pudo y apeló el fallo en todas las instancias sin cumplir hasta el día de hoy con la entrega de computadoras. Ni siquiera aceptaron las 6.500 computadoras y tarjetas de datos que ofreció el Ministerio de Educación de Nación para los 6.500 alumnos y alumnas que según la misma Soledad Acuña estaban sin “conexión” UTE denunció las canastas alimenticias nutritivas, que de nutritivo tienen poco, y exigió una tarjeta alimentaria para los alumnos.
UTE también se opuso al uso de patios, terrazas, y plazas para una farsa de presencialidad, cuando el promedio de muertos por covid era de 450 por día. Soledad Acuña insistió tanto con esta apertura que logró que el Consejo Federal de Educación vote la resolución 450 que dispuso un semáforo importado del Banco Mundial que le dio la posibilidad a la ministra de abrir las llamadas burbujas, que en la práctica fueron un fracaso, y hubo contagios como consecuencia.
El Que Avisa No Traiciona
La Ministra cumplió con su palabra. Viene por los Sindicatos que no claudican y mantienen una coherencia entre el discurso y la práctica. Viene por el Estatuto Docente. Y viene por los Profesorados. Con objetivos a corto plazo y mediano plazo. Saben que la Educación es un espacio de resistencia y necesitan en lo inmediato atacar a los Sindicatos para disciplinar a los docentes y en lo mediato “cambiar el perfil” de los docentes para que eduquen en los valores del PRO, que formen estudiantes que no cuestionen la realidad, sino al contrario que “acepten vivir en la incertidumbre y disfrutarla”.
(*) Docente del Polo Mugica y delegado de UTE-CTERA
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