La renovada coincidencia entre izquierdas y derechas radica en que ambas consideran que los pueblos están siendo derrotados. Cuando se evalúa la realidad internacional sin hojarasca, puede observarse el sentido real. La situación nacional merece dudas e interrogantes. El camino es difícil por responsabilidad ajena, aunque también debido a las propias búsquedas erráticas.
Por Gabriel Fernández *
El PLANETA. El año que termina ha sido extraordinario. Es decir, de imposible comparación con cualquier otro período registrado. Resultó ser, de hecho, un intento audaz del capital financiero internacional por reposicionarse en el control del panorama internacional y un interesante y variado esfuerzo de los pueblos por ganar tiempo para que el proceso post 2008 siga su curso y se plasme en un nuevo equilibrio planetario. La Multipolaridad llegó para quedarse y los indicadores de la periferia se aproximan, ralentizados por la emergencia, a una equiparación significativa e histórica con los del centro en baja.
Si la confirmación de Eurasia y aliados como nuevas potencias indetenibles, si el liderazgo del Papa Francisco en aras de la producción, el empleo y el cuidado del hogar común se ha consolidado, como nada es fácil en esta vida una suerte de golpe de Estado interior en los Estados Unidos pretende operar como freno a ese despliegue. El problema es que la coalición grandes bancos – empresas de armamentos – narcotráfico – medios concentrados sólo puede ofrecer exacción de recursos y conflictos bélicos. Ya no tiene espacio una Alianza para el Progreso que provea inversiones para quedarse con los beneficios: esa hegemonía deteriora los mismos espacios que gobierna.
En el lustro que arranca los Estados Unidos, tras el frustrado intento de insertarse en modo cracker – red neck en la Multipolaridad, y Europa, limada conceptual y espiritualmente por una batalla contra el populismo que convoca risas, seguirán observando el deterioro de sus PBI mientras la coalición de los alrededores continuará apostando por el rol rector de los Estados, la generación de bienes de producción y consumo y las creaciones científico técnicas. No hay lucha de sistemas (capitalismo – socialismo) sino de orientación. Tras tantas décadas de menoscabo y vituperio, la Tercera Posición asentada en la Comunidad Organizada se yergue potente como guía en busca de una construcción diferente a la conocida.
En ese marco, Africa y América latina son territorios en disputa, atravesados por el contraste agudo de los rivales. El primer continente parece inclinarse, sin resolver sus dramas históricos impuestos por el control imperial, hacia una articulación con la variante asiática de de la coalición creciente. El subcontinente que nos incluye está quebrado entre varios gobiernos que apuestan a perdedor y muchos pueblos que necesitan salir del pantano. En esa línea de análisis, el ASEAN rompe viejas ataduras deficitarias y el BRICS, sin la B, afirma un sentido que construyó hace rato. Como la mayor parte de los analistas se mueven con los datos vertidos por los medios monopólicos, no incluyen estas consideraciones en sus planteos.
La República Argentina ha resuelto, sanamente, debatir su rumbo en base a dos grandes opciones productivas, dejando de lado el hundimiento liberal y anti inversor. Parece imponerse una visión exportadora, con un mercado interno de subsistencia, que no afecta los privilegios de la cúspide social. Late, sin embargo, la perspectiva nacional popular industrial –eje de aquella Comunidad Organizada- entre los votantes de la coalición gobernante y en el seno de sus organizaciones más destacadas, como el movimiento obrero, el social y miles de agrupamientos que configuran la trama que delinea un futuro mejor. Como ha ocurrido a lo largo de los años en esta región del mundo, los asuntos se definen en el interior del peronismo.
Las interpretaciones de izquierda y de derecha se equivocan porque su diagnóstico planetario parte de la admisión de una derrota inexistente, justo ahora que –como vimos- más de la mitad del orbe rumbea en otra dirección. Ni siquiera comprenden la densidad de la pugna inter sistémica y enseguida empiezan a declamar contra el capitalismo. Es decir, no visualizan el rol del Papa Francisco en esta contienda. Algunos pretenden avanzar hacia un socialismo que jamás existió y otros revisan libros con el afán de retornar a un Medioevo que tampoco tuvo carnadura equivalente a su narración. Todos ellos parten de una descripción más o menos comprobable sobre el poder de financistas, políticos y medios; todos ellos ignoran el verdadero potencial de los pueblos que se han puesto de pie con tácticas tan delicadas como firmes.
EL PAÍS. Nuestras Fuentes aguardaban el contacto. “La carta de Cristina desmiente eso de la falta de contacto con el Presidente y el acto de la ESMA fue una prueba muy clara”. –Sólo dijimos que estaba en silencio, y hasta que se conoció el texto, que publicamos rápidamente, fue así. “La gran jugada del poder es la división entre Alberto y Cristina, eso llevaría a quebrar el Frente. La relación entre el Presidente y la Vice, y entre Máximo y Massa, deja muy claro que eso no pasa, y que no va a pasar”. –Mejor así. Pero la Vicepresidenta no habló de economía ni de ingresos, habló del Poder Judicial. “Eso indica que el Presidente es Alberto. Cuando ella re tuiteó una nota económica se armó un lío bárbaro. Como acá todo se malinterpreta, dijo lo que quería decir y listo. ¿Qué sentido tendría decir que apoya a Alberto? ¡Si es parte de su gobierno! Eso se descuenta. La unidad está sólida”.
Como la charla se orientaba a tiene gusto a queso, fuimos por otro lado. –Se frenó la recuperación. Los datos de Octubre son malos. Y son del Indec. “Esos datos son de meseta, no de caída, y se van a revertir, por lo que venimos viendo, en estos dos meses. Pero acá lo que hay que ver es que se fortaleció el Banco Central, que el Estado sigue inaugurando obras que van a generar más trabajo, que la relación con las provincias es buena y que las negociaciones con el Fondo Monetario están muy bien encaminadas”. –Perdón que insista, pero la caída del poder adquisitivo se siente. “Hasta ahora el Presidente cumplió lo prometido, siempre tomando en cuenta la pandemia. Bueno, él dijo que en el 2021 los salarios van a superar en cuatro puntos la inflación. Todas las medidas económicas conocidas, todas las que vos mismo diste a conocer, son activas. Benefician la inversión y generan puestos de trabajo”.
Pese al calorcito, este periodista se preparó unos mates para seguir la conversación tras un corte breve. En la re conexión se destacaban las sonrisas. “Mirá, con esto de la estrategia que a veces se critica, no se puede dejar pasar un proyecto esencial que ya se está concretando”. –A ver. “Se va a formar una línea de cabotaje nacional. Será una alianza público privada para desarrollar una línea fluvial propia que operará sobre los puertos argentinos y las industrias que canalizan su producción en esos puertos”. –Cómo va a organizarse. “En tres zonas. Hidrovía del Paraná, Puertos Patagónicos e Hidrovía del Uruguay”. –Quiénes participan. “El Estado está representado por la subsecretaría de Puertos, Vías Navegables y Marina Mercante. La dirige Leandro Cabrera. Está el Astillero Río Paraná Sur, el Centro de Patrones y Oficiales Fluviales y varias firmas privadas como National Shipping”.
Bien, qué más. “El ENRE sancionó a Edesur y Edenor por falta de respuesta a las necesidades nacionales”. Está. “El estudio para determinar quiénes pagarán las nuevas tarifas es muy detallado y no va a ahogar a las empresas del mercado interno”. –¿Y el usuario común? “Tampoco va a sufrir el impacto”. –Veremos. “Mientras, se inauguran obras de energía eólica, se sigue presionando a las compañías para que inviertan lo que exige un país en crecimiento”. –¿Se mantiene la previsión de crecimiento señalada en el Presupuesto?. “Totalmente. La Argentina va a crecer en el 2021, se va a notar. No sólo los indicadores, lo va a sentir la gente en la calle. Va a haber más actividad y más empleo”. Al toque: “Y no te olvides de algo. La popularidad de Alberto sigue alta, muchos entienden las dificultades y valoran lo logrado”. –Pude ver una encuesta de Poliarquía que decía lo contrario. “No es así, son mediciones intencionadas. Está entre el 52 y el 58 por ciento de aprobación”.
PASO, MINISTERIOS, PROVINCIA. En el orden político, avanza la idea de suspender las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias. Este cronista, que acepta los cuidados para la salud promovidos desde el Ministerio nacional, tiene sus dudas. Si para mediados del año entrante se ha aplicado la vacuna y si la continuidad de las precauciones consigue evitar la llamada Segunda Ola –¿qué diría Alvin Toffler del asunto?-, el fundamento de la decisión, ya impulsada con bravura por la jefatura de Gabinete, radicaría en el siempre riesgoso ahorro de los costos políticos. Bandera sin sustento amada por la demagogia liberal y reiterada hasta el cansancio en sus distintas acepciones. Ojalá a nadie se le ocurra decir que “vamos a suspender las PASO para construir más escuelas”.
Más adentro, vale reportar los debates suscitados en Cancillería y –con factores externos- en Trabajo. Los cruces han sido intensos, como ya sabe el lector de estas líneas, pero sus derivaciones no terminan. ¿Hay otros ministerios en la mira? Alguien nos habló de la necesidad de “refrescar” la imagen oficial. También: habrá modificaciones parciales en el área comunicacional, pero sigue sin instalarse la importancia de un viraje profundo que atempere, sin necesidad de confiscar nada, la virulencia de los medios monopólicos. El intento de desmembrar la sociedad que llevan adelante a través de la desfiguración de temas de interés público, es notable. Y si bien puede aceptarse que no inciden en el trazo grueso de las decisiones colectivas, su capacidad para dañar la convivencia persiste sin obstáculos.
Otra. El vínculo del gobernador bonaerense Axel Kicillof con los intendentes mejoró en los últimos dos meses. Algunos acuerdos y un espacio algo mayor para el diálogo facilitaron la recomposición. Sin embargo todo el mundo permanece alerta, pues aquella frase de “nada es para siempre” merece aplicarse con literalidad a los alineamientos del interior provincial. Por otra parte pero en el mismo lugar, en la militancia del Frente de Todos causó cierto escozor la afirmación de Sergio Berni sobre la necesidad de bajar la edad de imputabilidad. Si a esto se le añade su desconocimiento de la trama que hilvana a las hinchadas del distrito –sintetizó como “barras bravas” a núcleos que batallaron fuerte para la victoria electoral del año pasado y se aprestaban a hacer lo propio rumbo a la mitad de mandato- el personaje sigue partiendo las aguas. Un ferviente y pícaro jefe de fanas del Sur bonaerense poetizó en un mensaje a este cronista: “Che Berni, como no conocés lo que pasa en la cancha, pedite comida de cancha que te la llevan a tu casa. ¡No te podemos llevar a la gente, pero El chori Si!”.
ARGENTINA PROFUNDA. El diálogo abierto con Héctor Amichetti resultó contener rastros profundos que ayudan a la comprensión. En el Aire de la Gráfica el motor de la Corriente Federal de Trabajadores bajó con contenidos los ánimos críticos y sin perder bandera alguna en el camino señaló que “a un año, tenemos que decir que el Gobierno metió mucha asistencia en las zonas populares, sostuvo el funcionamiento de muchísimas empresas pymes y cooperativas, todo mientras se ocupaba de cuidar la salud de los argentinos”. En ese sendero precisó “todos sabemos que la situación social está difícil y vamos a seguir peleando para que mejore, pero echarle la culpa a este Gobierno no tiene sentido. Acá hay que mejorar el panorama de los trabajadores desde adentro del Frente, hay que cohesionar las fuerzas y avanzar en conjunto, no es tiempo de rupturas sin destino”.
Esto no lo privó de apuntar que las autoridades económicas, mientras escuchan a los sectores empresariales, deben prestar mayor atención a las propuestas de quienes están ligados directamente al mercado interno. Sobre todo al espacio Producción y Trabajo, que congrega a la Corriente, las regionales cegetistas, numerosísimas pymes de todo el país y asociaciones cooperativas que sacan las papas del fuego cuando la sociedad lo exige. Linda historia la de la Federación Gráfica Bonaerense ¿no? Pasan los años y el primer sindicato de la historia nacional se posiciona exactamente en el lugar justo en distintas circunstancias. Vale la mención.
PERONISTAS. Todo buen peronista debe saber algo: durante su vida aparecerán, periódicamente, numerosos recién llegados que le dirán, con énfasis, que no es lo bastante peronista. Aunque moleste, es preciso tomarlo con humor. Socialistas democráticos, nacionalistas antipopulares, y unos cuantos ideologistas clamarán con fervor que el verdadero peronismo es aquél que niega al peronismo realmente existente en cada período; ese que el pueblo, con sus más y sus menos, va construyendo momento a momento.
De poco servirá que el imputado haya abrevado en una familia de la Resistencia, que su militancia haya sido extensa y coherente; de poco servirá que se referencie en el movimiento obrero y en la obra de Juan Domingo Perón. Igual dirán a los gritos que no es lo bastante peronista y que sus ejemplos en la vida práctica tampoco lo son. El espíritu minoritario que los congrega, continuidad de sus orígenes políticos, los llevará una y otra vez a repudiar las elaboraciones, siempre imperfectas, de nuestra gente. Si jamás confiaron en el saber popular ¿porqué habrían de hacerlo ahora?
DICIEMBRE. Se van arrimando las Fiestas y el pueblo realiza malabares para llegar a las mismas con una mesa razonable. La regresión en el reparto del PBI debe ser revertida. El Estado, como nos han explicado en el aire de la Gráfica desde Horacio Rovelli hasta Juan Valerdi, pasando por Ricardo Aronskind, tiene herramientas para inclinar la balanza y operar en esa dirección. Claro que los estudios no son equivalentes: mientras este último realzó la serenidad monetaria y la creciente en construcción, automotores y turismo, los dos primeros señalaron las dificultades sociales y la ausencia de medidas de corte distributivo.
Puede haber paciencia asentada en los antecedentes y los rasgos del presente, pero es inocultable que la bandera de la Justicia Social es la más concreta y tangible. Tarde o temprano, se hace valer y motoriza transformaciones importantes.
Además, en la Argentina hay personas detenidas por su acción y su pensamiento políticos. Lo apuntamos día a día.
El mundo no será hostil a la Argentina tras la pandemia. El asunto es saberlo y obrar en consecuencia.
- Area Periodística Radio Gráfica / Director La Señal Medios / Sindical Federal
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