Por Lorena Fernández Bravo
Según la Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer emitida por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1993, la violencia contra la mujer es “todo acto de violencia que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada”.
Esta Declaración dice que la violencia dirigida hacia las mujeres puede tener distintas formas, entre ellas podemos encontrar:
- Violencia física: es la que se ejerce a través de la fuerza física y tiene como último eslabón el feminicidio.
- Violencia simbólica: conocida como madre de todas las violencias porque contiene en sí misma otras violencias y porque está tan naturalizada que muchas veces no es percibida ni por las mismas víctimas. Como por ejemplo, creer que por ser hombre se es mejor, que lavar los platos es cosa de mujeres o que existen razones para ejercer violencia física sobre una mujer solo por su condición de género.
- Violencia psicológica: cualquier acción que tenga el objetivo de degradar a la mujer como personas o tratar de controlar sus acciones o decisiones. Por ejemplo, cuando se dice “No servís para nada”, “Si te vas me mato”, “si me denuncias no ves más a tus hijes”.
- Violencia económica o patrimonial: se da cuando el hombre maneja los recursos comunes, cuando siendo el único sostén del hogar regatean los recursos necesarios para llevar una vida digna o cuando no se aportan las cuotas alimentarias de hijas e hijos.
- Violencia sexual, se produce cuando se llega a concretar una relación sexual por insistencia, cuando se tocan las partes íntimas de otra persona sin su consentimiento o también cuando se hace un comentario con connotación sexual que quién lo recibe no quisiera hacerlo. Hay muchas pequeñas acciones que no concebimos como violencia sexual pero lo son.
Según las Naciones Unidas, “los efectos psicológicos adversos de la violencia contra las mujeres y niñas, al igual que las consecuencias negativas para su salud sexual y reproductiva, afectan a las mujeres en toda etapa de sus vidas. Por ejemplo, las desventajas tempranas en materia de educación no solo constituyen el obstáculo principal para alcanzar la escolarización universal y hace cumplir el derecho a la educación de las niñas, luego también le restringe el acceso a la educación superior a la mujer y limita sus oportunidades de empleo”.
¿Por qué se dice que la violencia de género está dirigida a mujeres?
Porque, por ejemplo, según la Oficina de Violencia Doméstica, de las personas afectadas por hechos de violencia doméstica entre el 2018 y el primer semestre del 2020, el 46% fueron mujeres y niñas a partir de los 14 años.
A su vez, entre el 20 de marzo y el 16 de agosto, la misma oficina atendió 159 personas mayores de 60 años, entre las cuales había 4 mujeres por cada varón afectado.
Y del otro extremo etario, según el Ministerio Público Tutelar (MPT), encargado de proteger los derechos y garantías de niñas, niños y adolescentes, de las personas de entre 12 y 14 años que va a declarar casi el 70% son niñas y el 99% de las entrevistas se relacionan con casos de abuso sexual.
Por último, según las estadísticas de la Línea 144, entre enero y septiembre del 2020 se recibieron 81.677 comunicaciones por violencia de género. El 98% de las personas que se comunicaron fueron mujeres y el 91% de los agresores fueron varones.
¿Por qué el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer se conmemora un 25 de noviembre?
El origen radica en la necesidad de honrar la memoria de las hermanas Mirabal, María Teresa, Patria y Minerva, tres activistas políticas de la República Dominicana que fueron brutalmente asesinadas el 25 de noviembre de 1960 por oponerse al gobernante dominicano, Rafael Trujillo, por defender la libertad y por combatir las injusticias.
Las tres hermanas fueron conocidas como “las mariposas” y se convirtieron en un símbolo de lucha contra las violencias de género en el mundo. En 1981, a raíz de la huella que dejaron, en el Primer Encuentro Feminista de Latinoamérica y el Caribe en Colombia se decidió reconocer este día en su memoria.
Actividades para generar conciencia y buscar la verdadera eliminación de la violencia
En este marco, el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación lanzó la Campaña de Prevención de las Violencias por Motivos de Género junto a talleres de sensibilización sobre los distintos tipos y modalidades de violencias en la provincia de Buenos Aires, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en Córdoba, Salta y Comodoro Rivadavia; la firma de convenios para llevar adelante diversas acciones de fortalecimiento de las políticas de género y diversidad en las distintas provincias y municipios de la Argentina; la puesta en marcha del programa contra las Violencias Extremas en Tucumán, que se realizará en simultáneo en distintos puntos del país; reuniones con organizaciones comunitarias y un encuentro con mujeres de América Latina entre otras actividades.
🟣 | DÍA INTERNACIONAL POR LA ELIMINACIÓN DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO
El Congreso se ilumina para seguir acompañando la visibilización de las violencias y la lucha contra las desigualdades.#UniendoVoces🇦🇷 pic.twitter.com/jfYAad3dZt
— Diputados Argentina (@DiputadosAR) November 26, 2020
Por su parte, la Defensoría del Público y la Cámara de Diputados de la Nación presentaron las “Recomendaciones para el tratamiento mediático de la participación política de las mujeres, lesbianas, travestis y trans” con el objetivo de aportar herramientas para prevenir la violencia política por razón de género, ya que según una encuesta realizada por el Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA), ocho de cada diez mujeres que participan en política aseguran haber vivido situaciones de violencia en ese ámbito.
Promover la conciencia sobre las distintas formas de la violencia y reflexionar sobre los patrones culturales sobre las que se sostienen, así como los dispositivos que brinda atención, contención e información, como la Línea 144, son ejes fundamentales para avanzar en la eliminación de todos los tipos de violencia por motivos de género.
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