Por Gabriel Fernández *
La afirmación del rumbo nacional popular industrial es la información preeminente de la actualidad. Surge de la mixtura observada entre varios factores prácticos: el Presupuesto 2021, el tipo de negociación encarada ante el Fondo Monetario Internacional, el avance sobre el impuesto a las grandes fortunas, la formulación de un Plan de Desarrollo Humano Integral, la elaboración de una nueva Ley de Hidrocarburos, la renovación de la asistencia a las zonas desfavorecidas, la ratificación de la propuesta de Reforma Judicial, el alineamiento argentino frente a América latina. Entre otros puntos de importancia que ofrecen densidad a ese sentido.
En cada uno de los pasos citados es posible encontrar deficiencias y tensiones. Las mismas son analizadas en estas líneas. Pero esas regiones oscuras no alcanzan para nublar el conjunto y dar crédito a las objeciones absolutas que surgen desde distintos flancos del mundo político y, claramente, desde los medios concentrados en tanto voceros del poder rentístico que desbarató la economía nacional. Esto se evidenció en las calles durante las tres grandes manifestaciones populares recientes en las cuales la memoria se enlazó con el respaldo presente a la gestión, inocultable aún en las mediciones de quienes se desentienden del destino nacional.
El apoyo social se despliega en la totalidad del movimiento obrero organizado, excepción hecha del grupo de amigos que comanda Luis Barrionuevo (con el inestimable aporte de Julio Bárbaro), de las pequeñas y medianas empresas en todas sus manifestaciones, de las cooperativas y entidades de la economía popular, de las organizaciones sociales y ha llegado al seno de la Unión Industrial Argentina y los ruralistas; en ambos casos, la polémica sobre el aporte extraordinario quebró la antigua pujanza interior antinacional y reubicó a protagonistas de interés. Sólo resta la integración clara del Espacio Producción y Trabajo que fomenta la Corriente Federal de Trabajadores aunque el diálogo –también allí- se ha intensificado.
Los roces internos en el Frente de Todos existen, pero distan de ser fracturas como narra la prensa hegemónica. Las discusiones parten de las necesidades de los protagonistas: sin unidad no hay posibilidades de llevar adelante una acción política con el vigor básico para modificar aspectos heredados de la realidad. La difundida idea de anular esa variable dentro del análisis configura un error intencional, pues efectivamente la situación recibida de la gestión anterior es catastrófica ya que incluye la cuasi disolución de las herramientas estatales destinadas a operar como contralor de la economía nacional. Si a esto se le suma el endeudamiento forzado y la ausencia de firmas públicas en zonas clave –prohijada por el menemismo- el cuadro de situación se forja con datos hostiles.
La carencia de esas herramientas y de esas empresas públicas es el factor que determina, en ligazón con la estrechez de divisas, las dificultades para lograr el control de precios imprescindible para que los esfuerzos no se vayan al demonio. Como lo señalamos semanas atrás, la inflación fomentada por las compañías monopólicas de cada rubro puede deteriorar el respaldo indicado en los párrafos anteriores y debilitar el curso. La determinación del poder concentrado de hostigar políticamente la administración de Alberto Fernández y Cristina Kirchner se encauza a través de su tarea económica. Todo esto ha sido evaluado por las organizaciones sindicales y sociales, que comprenden la importancia de sumar al proyecto de desarrollo en vez de correrse ante las falencias del mismo.
No existe en la práctica una opción política nacional popular con capacidad y número para relevar a la coalición gobernante. El pueblo argentino avanza con lo que tiene entre manos o no avanza. En esa dirección, cabe apuntar el éxito parcial de las tareas destinadas a fragmentar la oposición liberal oligárquica ante la desesperación de la Asociación Empresaria Argentina transmitida mediante sus comunicadores. Las reyertas entre macristas, larretistas, vidalistas y varios radicales es un logro del presente que necesita desplegarse con más intensidad rumbo a los comicios del año venidero. En todos los puntos, la ausencia de una política de comunicación oficial damnifica las perspectivas de aunar conceptos y acciones, y de impactar sobre los que apuestan al fracaso.
Nos tomó trabajo congregar datos que surgen dispersos. Pero es interesante conversar con elementos concretos sobre la mesa. Ahí va. Y nadie podrá decir que embellecemos este presente.
ALGUNOS DATOS. La gran conclusión merece ser planteada en el encabezado. Mejor no votar, ni apoyar de modo alguno, a las propuestas liberales que fomentan la retracción económica. Cada vez que las mismas arriban al gobierno, desarticulan la economía productiva y perjudican a la mayor parte del pueblo argentino. A través de dictaduras, promesas incumplidas y algún planteo directo, el deterioro resultó evidente. Los espacios relativamente breves en los cuales la visión nacional popular industrialista logró el control del Estado mejoraron el panorama pero no lograron desandar el daño causado en todas las áreas de la vida nacional.
Formuladas estas observaciones, resulta preciso volcar algunos datos que pueden contribuir a un análisis aproximado del presente y, a partir de allí, de las soluciones destinadas a morigerar los efectos de la acción económica de la gestión previa y promover instancias que concreten un crecimiento general genuino y persistente. En las semanas recientes se han desplegado al interior del movimiento nacional varias polémicas. Todas ellas referenciadas en posiciones que estiman tan posible como válido el andar oficial para arribar a ese destino, como las que caracterizan la gestión como una adecuación relativa a los parámetros perjudiciales para la industria, el trabajo y en definitiva, la Patria.
Sin embargo, percibimos que como pocas veces en nuestra historia las posturas flotan en el vacío y los ejemplos concretos para su sostén argumental rara vez trascienden declamaciones con fuerte impronta maniquea. Así, nos preguntamos cómo está la situación nacional hoy. No pretendemos abarcar la totalidad, pero sí ofrecer datos centrales.
El interrogante no se propone historiar, pues evita un cruce con quienes suponen que el hundimiento productivo y el beneficio rentístico merecen una nueva oportunidad, y con aquellos que dudan acerca de los efectos del gobierno macrista sobre nuestra comunidad. La idea es brindar elementos a los que polemizan desde una perspectiva asentada en la Comunidad Organizada. Veamos.
INDUSTRIA. La actividad industrial subió durante septiembre 3,4 por ciento en relación a igual lapso del año pasado y quebró así ocho meses consecutivos de bajas interanuales, informó este jueves el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). Además, la actividad de ese mes se ubicó 4,3 por ciento por encima de la de agosto. De esta manera, el indicador recortó la caída anual a 10,8 por ciento, informó el organismo.
La industria volvió a crecer en octubre, según el índice adelantado de actividad industrial que elabora el Centro de Estudios para la Producción (CEP), del Ministerio de Desarrollo Productivo. El informe, que coincide con el INDEC, se elabora sobre la base del consumo de energía eléctrica de las empresas y anticipó una mejora del 0,4% con respecto al mismo mes de 2019.
Materiales para la construcción, maquinaria agrícola, línea blanca y acero fueron algunos de los rubros que explicaron la expansión.
Según el informe del organismo oficial, 10 de las 16 divisiones de la industria manufacturera presentaron subas interanuales. “En orden a su incidencia en el nivel general, se registraron incrementos en ‘Sustancias y productos químicos’, 15,2 por ciento; ‘Alimentos y bebidas’, 6,1; ‘Maquinaria y equipo’, 21,2; ‘Muebles y colchones, y otras industrias manufactureras’, 18; ‘Madera, papel, edición e impresión’, 6,8; ‘Vehículos automotores, carrocerías, remolques y autopartes’, 9,6; ‘Otros equipos, aparatos e instrumentos’, 9,8; ‘Productos minerales no metálicos’, 5,2; ‘Productos de caucho y plástico’, 6,1 y ‘Productos de tabaco, 7,8”, señalaron desde el INDEC.
En tanto, “mostraron caídas las divisiones ‘Industrias metálicas básicas’, 15,8 por ciento; ‘Prendas de vestir, cuero y calzado’, 21,3; ‘Refinación del petróleo, coque y combustible nuclear’, 19,6; ‘Productos textiles’, 19,2; ‘Productos de metal’, 5,4 y ‘Otro equipo de transporte’, 31,7”.
PRECIOS Y SALARIOS. La suba de precios se mantiene cerca del 3% mensual, pese a que hay una menor demanda por las restricciones sanitarias, buena parte de los precios incluidos en el índice de precios al consumidor (IPC) están bajo controles y que el Gobierno adecuó moderadamente el tipo de cambio oficial e influyó en el ilegal. Es decir, la administración está fracasando en esta necesaria tarea de contención.
Desde octubre, el sueldo mínimo, vital y móvil es de $18.900 para aquellos que cumplan una jornada laboral completa, y de $94,50 por hora para los jornaleros. Desde el 1 de diciembre, esas sumas pasarán a ser de 20.587,50 y 102,94 pesos, respectivamente. La suba se completará a partir del primero de marzo del 2021, cuando el salario mínimo por mes para los trabajadores de tiempo completo se fijará en $21.600, y el de los jornalizados, en 108 pesos por hora. Por otra parte, el Poder Ejecutivo también confirmó una actualización de los montos mínimo y máximo de las prestaciones por desempleo, los cuales son de 6.000 y 10.000 pesos, respectivamente.
El dólar ilegal bajó por segunda jornada consecutiva este viernes, al ceder $2 a $161, con lo que acumuló un retroceso de $11 en la semana. En consecuencia, la brecha cambiaria con el dólar oficial mayorista se achicó 15 puntos, desde el 115,7% verificado el viernes pasado hasta el actual 100,4%. Sin embargo, las empresas alimentarias presionan al gobierno para que autorice más aumentos de precios.
Incluyendo el conjunto de los trabajadores, en un promedio difícil de determinar, la pérdida del poder adquisitivo de los salarios en 2020 alcanza el 5 por ciento. El porcentual es elevado, porque un gran número de asalariados –economía popular, cooperativas, firmas paralizadas por la pandemia en el primer semestre- apenas sostienen el mismo ingreso nominal frente al alza continua del costo de vida.
Durante el primer tramo del año, el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) implicó una tenue ayuda a nueve millones de personas. En ese período representó unos cinco mil pesos mensuales para cada una, sin anulación de ayudas sociales previas. Tras su eliminación, el Estado impulsó como relevo el Plan Potenciar Trabajo y su derivado Plan Potenciar Joven. Su aplicación está en curso y según el Ministerio de Desarrollo Social generará unos 300 mil puestos de trabajo afincados en cinco sectores productivos.
La pobreza alcanzó al 40,9% de la población argentina en el primer semestre de 2020. Se trata de uno de los peores índices en nuestra historia. Con estas cifras se calcula que 18,5 millones de argentinos son pobres y 4,7 millones son indigentes. En cuanto a los grupos de edad, un 56,3% de las personas entre 0 y 14 años son pobres. Nuestros pibes.
BANCOS. Los bancos en la Argentina siguen obteniendo resultados netos positivos. Así lo señala un informe de la sociedad de bolsa Capital Markets Argentina (CMA): el sector bancario acumuló una ganancia de $117.117 millones en los primeros seis meses de 2020.
Las abultadas ganancias no se corresponden con las trabas que imponen para que Pymes, comerciantes y profesionales autónomos puedan acceder a créditos accesibles para hacer frente al parate económico generado por la pandemia.
Una de las polémicas del año se observó entre el área económica oficial y las entidades crediticias privadas, pues las mismas desobedecen las instrucciones específicas destinadas a fomentar el crédito. No se conocen medidas explícitas para sancionar esa actitud.
MATERIAS PRIMAS. El precio de la soja registró una suba semanal del 2,9% en el mercado de Chicago y cerró el viernes precedente a este artículo en un nuevo máximo desde junio de 2016. Por su parte, el maíz también cerró con ganancias debido a la fuerte demanda externa del grano estadounidense.
El contrato de enero de la oleaginosa subió 0,4% (u$s1,56) hasta los u$s434,23 la tonelada. De esta manera, el valor acumula un crecimiento del 11,8% en lo que va de noviembre. La harina acompañó la suba del poroto, con una mejora del 0,3% mientras que el aceite descendió 0,4%. El maíz avanzó 0,1% (u$s0,10) y se posicionó en u$s166,43 la tonelada. Así, de manera similar a la soja, en la semana acumuló un incremento del 3% y en el mes exhibe una variación positiva del 6,1%.
Los precios del petróleo subieron este viernes y sellaron su tercer avance semanal consecutivo, alentados por los exitosos resultados de ensayos de vacunas contra el Covid-19, aunque las nuevas restricciones en varios países por rebrotes virales limitaron las ganancias del barril.
PERSPECTIVAS. Se lanzó el Plan de Desarrollo Humano Integral elaborado entre la CGT y las organizaciones sociales. La propuesta, originalmente lanzada por movimientos sociales, incluye varias facetas. Iniciativas económicas, ambientales y sociales. El objetivo esencial es “Crear trabajo”. A su través se prevé originar más de 4 millones de puestos laborales. Si bien el número es alentador, la instrumentación amerita profundización. Según los informes, 240 mil serían “bajo convenio colectivo” y más de 4 millones “de la economía popular”. Las tareas incluyen desde construcción, hasta desarrollo de obras y trabajos industriales.
El beneficio de la generación de empleo es evidente; pero también lo es la compleja amalgama entre los involucrados. De no adoptarse las medidas imprescindibles para la elevación de los retiros en la economía popular, estos pueden traccionar hacia abajo los salarios de quienes, en las mismas actividades, se encuentran bajo convenio. La iniciativa, positiva por su intención, puede derivar en un aplastamiento del ingreso promedio si no se registra una intervención directa y permanente del Estado Nacional. Esa presencia deberá alzar de inmediato los recursos destinados a cooperativas y pymes para no derivar, en algunos meses, en desajustes que serán aprovechados por las empresas para reducir su masa salarial.
El Plan de Desarrollo Humano Integral plantea siete ejes centrales: la promoción del trabajo como ordenador social; el poblamiento del país; la integración de las ciudades mediante el acceso al suelo; la conectividad del territorio a través de una propuesta de transporte multimodal; la reactivación de la producción; la recuperación del ahorro en moneda nacional; y el cuidado de la “casa común” con propuestas que contemplen la ecología integral.
El proyecto implica una inversión inicial anual de 750 mil millones de pesos, el equivalente al 2 por ciento del Producto Bruto Interno. Esto generará un impacto en la actividad económica de 865 mil millones de pesos, lo cual redundaría en mayor recaudación fiscal.
GUZMÁN, CAFIERO, MARTÍNEZ. El ministro de Economía, Martín Guzmán afirmó que “Con la misión del FMI avanzamos en los lineamientos del programa que reemplazará el fallido programa anterior. Deberá estar trazado por nosotros, desde la acción colectiva y el entendimiento de lo que necesitamos”, sostuvo el funcionario. El ministro señaló, hace 24 horas, que “la premisa es crecer para apuntalar la estabilización económica”. “Estamos trabajando sobre un programa que permita no tener que enfrentar pagos con el FMI durante los próximos 4 años y medio”.
Precisó que “El objetivo contenido en el Presupuesto es que los salarios crezcan cuatro puntos por encima de la inflación porque la recuperación del poder adquisitivo del salario es central, tanto para el bienestar de los trabajadores como para la recuperación económica del país”.
El jefe de Gabinete, Santiago Cafiero destacó que el Presupuesto 2021 es “de recuperación, con una fuerte inversión social”. “Sólo hay que ver el Presupuesto 2021 aprobado por el Congreso, con un 8 por ciento de aumento. Es un Presupuesto de la recuperación, con una fuerte inversión social. Estamos aumentando los recursos”.
El proyecto sancionado contempla para el año próximo una inflación en torno al 29%, un crecimiento de la economía de 5,5% y un déficit fiscal del 4,5%. En tanto, se espera que la divisa estadounidense cierre hacia fin de año a un promedio de $102,4.
El secretario de Energía de la Nación Darío Martínez anunció que “Estamos trabajando en un proyecto de ley de estímulo a la producción y va a tener un capítulo completo para fortalecer el valor agregado nacional”. “Vamos a aportar una propuesta que busque aumentar la producción de petróleo”, añadió. El funcionario aseguró que el primer paso se dio con el nuevo marco regulatorio del gas. “Con el Plan Gas vamos a aumentar la producción para revertir el declino (estimado en 12% interanual)”.
Sobre el contenido de la ley, el secretario y ex diputado nacional dijo que el “objetivo no es hacer artículos revolucionarios”, sino “poner reglas claras para recuperar confianza y poder transformar los recursos en producción, y al final del día, ver que esos pesos se transformen en dólares, y abastecer el mercado interno”.
Según el funcionario, la nueva norma incluirá incentivos a la producción de crudo, que al igual que los subsidios previstos en el Plan GAsAr, son “esfuerzo fiscal” en una primera etapa, que en mediano plazo pasan a ser “ahorro fiscal”. Martínez aclaró que ese “estímulo” que se da a las empresas tiene condicionamientos: mayor valor agregado nacional.
Pintura Oscar del Barco
EL SERRUCHO. Argentina es una de las economías más grandes de América latina, con un Producto Interno Bruto (PIB) que supera los 450 mil millones de dólares. Durante la década menemista, complementada con esmero por la Alianza –Domingo Cavallo fue un enlace significativo- ese indicador estuvo aplanado en 300 mil millones. En la Década Ganada peronista kirchnerista se duplicó hasta alcanzar los 600 mil millones. Con rapidez, el período macrista lo hizo descender a 500 mil. Su recesión, combinada con la pandemia, derivó en los guarismos presentes. La caída interanual del 16,2 ya es histórica y salta a la vista el origen dual del problema.
La historia nacional es contundente. En modo serrucho, cuando se impone un proyecto liberal oligárquico todo va para abajo y cuando se yergue una opción nacional popular todo sube. Las tonterías de los especialistas en los grandes medios y su anverso, las torpezas narrativas de la izquierda, pretenden difuminar una imagen nítida, surgida de los datos esenciales. Ahora bien, encuadrar la gestión actual en el lineamiento anti nacional y anti productivo por las ostensibles dificultades implica presuponer que resulta sencillo salir de los ciclos recesivos inducidos y que resulta más fácil aún salir de los ciclos recesivos inducidos en medio de una emergencia sanitaria.
La base de sustentación del gobierno del Frente de Todos es transparente. No hace falta un análisis sociológico para visualizar los ejes de su fuerza social impulsora. Si los modos empleados por presidente y vice pueden percibirse contrastantes, la coincidencia entre ambos merece certificarse cual evidente: una firme decisión de supervivir políticamente y dejar un surco fértil ante la historia. Esta consideración se asienta en la realidad integral y no en las anécdotas personales que ligan a uno u otra con algún personaje indeseable. El manejo que están realizando desde el Estado los sitúa en el espacio que hace subir el filo del serrucho.
DOS VACUNAS. Este planteo no desdeña la objeción. El gran desafío para las entidades obreras y sociales radica en la batalla por la distribución del PBI y por tanto el mejoramiento general de los ingresos populares. Para eso necesitan dar una pelea simultánea a favor del fortalecimiento del Estado y de la designación de funcionarios adecuados en aquellas áreas que obstaculicen el decurso productivo. Ellos lo saben; lo único que hacemos aquí es sacar a luz los retos en marcha. Las cosas nunca fueron fáciles para nuestra gente y no lo son en esta etapa.
Es tiempo de preparar unos mates. Descansar un poco y rezar para que las discusiones que manen de este texto admitan como premisa su lectura, ya que para consignas llanas están los dignos volantes, los confusos twitters y las magníficas paredes. Quienes señalan que la masiva región de la población que respalda al gobierno lo hace “ciegamente”, no ven –qué paradoja- lo que tienen ante los ojos. Y se empeñan en olvidar que lo mejor es enemigo de lo bueno.
Este periodista agradece a las numerosas Fuentes que en esta ocasión acompañaron el volumen informativo; a las de siempre y a una decena de investigadores que aportaron lo suyo aún en desacuerdo con los ejes conceptuales planteados en la nota final.
La primavera ha llegado. No para los bolsillos, claro. Empieza un calorcito que dará que hablar a comienzos de año. Por entonces, muchos ciudadanos transpirados aguardarán para ser inyectados con la vacuna. Será de aplicación voluntaria, anunció el ministro de Salud Ginés González García.
En realidad, habría que contar con dos vacunas; usted lo sabe, lector.
- Área Periodística Radio Gráfica / Director La Señal Medios / Sindical Federal
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