Panorama sindical. Efecto Vicentin

Por Lucas Molinari y Leonardo Martín

“Cómo abordemos el caso Vicentin será la medida para lo que viene”, opinó en redes sociales un dirigente en enero. Antes que la pandemia se afirmara en nuestro territorio. Previo a que el presidente haya tomado el tema en sus manos. Esa frase resuena este domingo tras una semana de anuncios económicos que en el balance no son auspiciosos para el campo del pueblo. 

Opinó sobre los anuncios del ministro Martín Guzmán, el economista Horacio Rovelli: “Dejarle al Banco Central que fije la tasa de interés y el tipo de cambio (devaluación a los saltos), sin ningún parámetro sino su buen saber y entender, es darle el poder a los diez grandes bancos privados del país que son sus mandantes, es poner al zorro que cuide el gallinero. Se reedita el clásico tasa de interés vs precio del dólar en desmedro del salario, del empleo y de  la pequeña y mediana producción”. Y agregó que “en un marco de pobreza y desocupación creciente, se posterga la reanimación del consumo  y con ello el nivel de vida de la población, se encarecerán los precios de los alimentos, sobre todo de la carne  y el costo del dinero, que es una combinación que deprimirá más el mercado interno, que es la antípoda del plan económico presupuestado para el año que viene”.

También consultamos a Claudio Lozano, integrante del directorio del Banco Nación quien expresó: “Comparto las compensaciones a los pequeños y medianos productores que están segmentadas por tipo de explotación. Comparto los estímulos fiscales para agregar valor en la producción industrial. Y me parece muy complicada la decisión del Banco Central de acelerar la devaluación y complicadísimo convalidar una baja de las retenciones, que ya se las cobraron a los productores los exportadores que están reteniendo 4 mil millones de dólares”.

“Lo más grave” continuó Lozano “es que parece ser una moneda de cambio en el marco de un acuerdo que espero no se concrete con el Consejo Agroindustrial Argentino, que no es otra cosa que llevar al extremo el proceso de sojización al palo de la Argentina. Es decir, esta parte de las medidas convalidan las presiones de carácter desestabilizador de quienes han venido en estos últimos meses tratando de condicionar al gobierno nacional. Y creo que el gobierno queda muy condicionado en materia de manejo de las divisas. Los exportadores en ocho meses exportaron 37 mil millones de dólares e ingresaron solamente 33 mil, o sea que hay 4 mil millones que están afuera y que serían sumamente importantes hoy”.

También se pronunció el recién lanzado “Espacio de la Producción y el Trabajo Nacional” en un comunicado. Denunciando las presiones desestabilizadoras, alertó: “Con devaluaciones cambiarias que conllevan una redistribución regresiva de los ingresos reales de la mayor parte de la población no se evitará la escasez de divisas y se ahondará la crisis estructural social y económica del país”.

Previo a los anuncios el dirigente chacarero Pedro Peretti, en diálogo con Gráfica, ya había personificado parte del “lobby”: “El que está detrás de todo es el CEO de Cargill, Gustavo Idígoras, el presidente de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA), donde se nuclean las más grandes exportadoras de granos que facturan entre 27 y 30 mil millones de dólares al año, y que son en definitiva las que presionan y fijan el tipo de cambio”.

Efecto Vicentin, porque estas decisiones implican un importante y riesgoso costo político. Son medidas que podemos explicar por la falta de intervención del Estado en el estratégico mercado granario y como consecuencia de la marcha atrás en el control de la “empresa vaciada”, que podría quedar en manos extranjeras (Glencore).

La semana pasada decíamos “Cantar retruco” como gobierno y como Pueblo, en este caso no titulamos “irse al mazo”, porque la disputa continúa. 

MODELO EN DISPUTA. El debate del modelo productivo está en curso. En el lanzamiento del Espacio de Producción y Trabajo, que más abajo comentaremos, el curtidor y diputado Walter Correa expresó: “Hay que contraponer el círculo celeste y blanco al círculo rojo”.

Pedro Peretti habló en Gráfica  del proyecto de “granjas chinas”: “Nació en el macrismo, fue firmado el 6 de septiembre del 2019 a espaldas de todos los organismos nacionales que entienden del tema como la Institución Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y el Centro Nacional de Servicios de Diagnóstico en Salud Animal (CENASA). Lo firmó el macrismo y una organización que representa a los grandes productores de cerdos de la República Argentina que lidera Juan Luis Ucelli que es un ingeniero lobbista”.

“Es un proyecto que, tal como está, es inexplicable que Cancillería Argentina lo haya tomado y lo haya tratado de llevar adelante. Además, es un proyecto de contenido colonial y racista, las dos cosas son un inconveniente para un gobierno nacional y popular como el nuestro. Tiene que ver con fábricas de cerdos de un tamaño desmesurado, que son desaconsejables desde todo punto de vista: ambiental, social, económico, productivo, y además quieren ponerlos en una determinada zona geográfica que es muy pobre, con muy poca agua. Estas granjas consumen un millón y medio de litros de agua por día, y que además generan un olor a bosta y otras cuestiones sanitarias que hacen invivibles los 200 kilómetros alrededor”.

“Por eso lo ponen allá, en el NEA y el NOA, para que los pobres, los degenerados que encima no tienen para comer, sigan oliendo a bosta de cerdo. No los ponen en Pergamino, ni en Rosario, ni en Salto, ni Varadero. Los ponen allá donde viven las comunidades originarias. Es un proyecto de profundo contenido racista”, denunció Peretti.

Pero lejos de negar un acuerdo con el gigante asiático, Peretti propuso: “Nosotros estamos de acuerdo con venderles cerdos a China, estamos de acuerdo con aumentar la producción, pero hacerlo en condiciones ambientales óptimas, amigables, en condiciones sanitarias que no afecten a la población, y que estén distribuidas en toda la geografía del país”.

17 DE OCTUBRE. Se viene un hecho que promete tener potencia política, con novedades tecnológicas que buscan una participación virtual multitudinaria. Hablan de hasta más de un millón de personas que seguirán el acto por una aplicación. Todo una novedad que se verá cómo resulta y qué participación genera en la militancia.

Por lo pronto, será un acto anfibio que tendrá su pata en el mundo palpable y otra en el virtual. Alberto Fernández estará en la CGT, en el salón Felipe Vallese, acompañado de más de una veintena de dirigentes sindicales con una lista previsible de integrantes del Consejo Directivo. Se espera que haya gobernadores y otros dirigentes políticos participando en forma virtual.

El gobierno del Frente de Todos necesita de calor popular en un momento donde viene recibiendo cotidianamente operaciones de desestabilización. Refrendar y renovar entusiasmo entre los propios adherentes es una necesidad, así como mostrar fortaleza en base a un apoyo multitudinario. La pandemia y la responsabilidad social, han evitado que haya una demostración callejera de esa potencia. Frente a las frecuentes marchas “anticuarentena”, muy minoritarias, pero sobremoduladas en las coberturas de los medios de comunicación patronales, falta la respuesta callejera propia para contraponer.

Rápida de reflejos, la CGT se puso a la cabeza de una fecha emblemática congregando a diversas tribus del campo nacional. También aprovechó la situación para impulsar la presidencia de Alberto Fernández del Partido Justicialista, una de las tantas renovaciones de autoridades demoradas por la pandemia.

Será la segunda visita de Alberto al edificio de la calle Azopardo desde que fue electo presidente. Fue aquel día en donde dijo que “el movimiento obrero va a ser parte del gobierno desde el 10 de diciembre”. Se verá en los próximos días el alcance que tiene, los actores que participarán y hasta donde se abrirá el juego.

ESPACIO PRODUCCIÓN Y TRABAJO. El lunes se lanzó un valioso espacio donde confluyen organizaciones sindicales, pymes, cooperativas y rurales en una alianza estratégica que coinciden en la mirada nacional e industrial. Participan del mismo, entre otros, la Corriente Federal de Trabajadores, CTA de los Trabajadores, la Mesa Nacional de Unidad PYME (que concentra una variedad amplia de entidades del rubro), CGERA, Conarcoop, Fecootra, CNCT, Canpo, ANRAF, Grito de Alcorta y Gestara. Como señalaron los dirigentes, un espacio abierto a nuevas organizaciones y a enriquecer desde las propuestas.

”Las organizaciones que nos reunimos en este espacio ponemos el eje la producción y el trabajo, es lo que necesitamos para sacar adelante a la Argentina”, expresó el dirigente gráfico y de la Corriente Federal, Héctor Amichetti.

Por su lado, Hugo Yasky, destacó: “podemos empezar a concretar una idea en la que veníamos trabajando, construir un sujeto colectivo con sindicatos, pymes, cooperativismo y organizaciones sociales”.
“Queremos constituir un sujeto político colectivo, que sea capaz de ser interlocutor con el Gobierno. En la convocatoria al Consejo Económico y Social este espacio tiene que estar representado”, añadió el referente de la CTA de los Trabajadores.

Del Zoom de lanzamiento participaron los ministros Claudio Moroni (Trabajo), Luis Basterra (Agricultura), el senador Oscar Parrilli, el presidente del banco BICE, José Ignacio de Mendiguren, los diputadas Fernanda Vallejos y Rosana Bertone. De los diputados nacionales de extracción sindical o cercanía política estuvieron, Vanesa Siley (Judiciales), Walter Correa (Trabajadores del Cuero), Patricia Mounier (docentes privados), María Rosa Martínez y Pablo Carro (CTA de los Trabajadores. También dieron el presente la senadora de la provincia de Buenos Aires María Reigada (CTA de los Trabajadores) y la diputada del mismo distrito, Soledad Alonso (Secasfpi).

Este paso en la unidad y en la institucionalidad del espacio es parte de un proceso que lleva tiempo de maduración. Los cuatro años de macrismo, la mirada destructiva sobre la producción nacional que representó Cambiemos, fue acercando posiciones en sectores que lograron construir un programa común. Una frase que se escuchó en varias oportunidades fue la necesidad de pasar de una agenda de resistencia y reclamo, a una propositiva.

Entre los puntos centrales existe un planteo de un Estado presente en la “orientación, regulación y planificación de la actividad económica y la atención de las necesidades sociales”; la recomposición del mercado interno; la recomposición de salarios y jubilaciones; una mayor regulación del sistema financiero enfocando los recursos hacia el sector productivo y no a la especulación; control del comercio exterior; desdolarización de las tarifas y arraigo rural, entre una variedad de propuestas.

Un desarrollo para seguir con atención.

PARITARIAS. Lo planteó Martín Guzmán en el anuncio de las medidas económicas del jueves pasado: Por primera vez desde que comenzó la pandemia, la recaudación tributaria de septiembre tuvo un alza en términos reales respecto al mismo mes del año anterior. Un dato alentador sobre la actividad económica y la recuperación, el primero positivo en la medición interanual en la pandemia.

En ese contexto, una herencia que va a dejar la pandemia es una enorme desigualdad salarial entre sectores y ni que hablar entre los trabajadores formales con los informales. Estamos en un año donde hay una variedad de gremios, especialmente los de actividades esenciales, han logrado cerrar paritarias con un promedio entre 25 y 30%, en algunos casos incluso más. La herencia de la pandemia será un mercado laboral deteriorado y desigual.

Hay actividades privadas que siguen en la negociación y con una expectativa de recomposición salarial baja, mientras otras aspiran a seguir cobrando el ATP como mayor expectativa, caso de los puestos ligados al turismo y espectáculos.

Vamos a un caso emblemático, el de los trabajadores de Comercio. La recomposición salarial que se había anunciado era de $5.000 a pagar entre septiembre y marzo. El incremento salarial es apenas del 12% para una paritaria vencida en abril pasado. Esto significa la pauperización de un sector que tuvo trabajadores presenciales, expuestos a los contagios de Covid-19, en muchos rubros que no bajaron ventas. De ahí que haya tomado fuerza dentro del gremio de discutir la paritaria por rama.

ESTATALES. Esta semana, el Gobierno nacional y UPCN cerraron el acuerdo salarial entre octubre y diciembre, que consta en un magro incremento del 7%, con la promesa de sentarse a discutir nuevamente en diciembre para el primer tramo de 2021. ATE, parte de la negociación, rechazó la suma y avanzará en una jornada de protesta el próximo martes 6 de octubre con movilización y apagón virtual.

La cifra es muy baja, frente a un proceso de deterioro profundo durante el macrismo que superó el 30%. Mirando el panorama completo, si bien es cierto hubo una caída en la recaudación fiscal y paralelamente el gobierno implementó  medidas como el IFE y ATP para que no haya un derrumbe social profundo… sin recomposición salarial no habrá recuperación del mercado interno.

Por otro lado, la paritaria estatal bonaerense fue rechazada. La oferta consistió en un aumento del 10% para el último trimestre del año. Continuarán las negociaciones. Lo mismo con los docentes bonaerenses en donde los gremios tampoco aceptaron la propuesta de un incremento del 23,5% en base al salario de marzo 2019.

Finalmente, mencionar que los gremios universitarios se manifestaron con un apagón virtual el lunes pasado. En el comunicado de CONADU se planteó la consigna: “Reconocer el trabajo docente universitario en pandemia”, reclamando una “recomposición salarial que permita sostener el ingreso frente a la inflación”.

ENFERMERÍA. Este 1° de octubre se dio otra masiva marcha de enfermería en el marco de un paro, tras la represión del 21 de septiembre. Es un proceso “desde la base” que está buscando canales de representación. En la Ciudad de Buenos Aires el gobierno de Larreta se niega a escuchar el reclamo, de quienes están en la primera línea de batalla al Covid-19.

La movilización fue del Congreso a Plaza de Mayo y terminó en la Legislatura porteña (vallada). Estuvo el acompañamiento de referentes sindicales y políticos. El colectivo de enfermería viene pujando y de lograr la legítima reivindicación, no sólo implicaría un aumento salarial y de derechos laborales, también se abriría la posibilidad de agremiación a un sindicato de enfermería, ya no estarían bajo el encuadramiento del gremio de municipales. Una lucha que hay que seguir de cerca. Cabe remarcar que desde el 2003 se crearon quince nuevas Universidades Nacionales en Argentina, como la de Avellaneda y Florencio Varela, que forman en licenciatura en enfermería. Es un contrasentido que después de cinco años de estudios, de realizar posgrados, no estén en la carrera profesional. ¿Puede un hospital ser atendido por trabajadores administrativos?

CGT, 90 AÑOS. Vale repasar la historia con Alberto “Pepe” Robles en su artículo sobre este aniversario que definió: “El peronismo antes de Perón” y donde afirma: “La CGT expresó ese nuevo sindicalismo surgido de la democracia y en la democracia, que luego del colapso que causaron las masacres obreras de 1919-1922, comenzó a buscar un modo de convertirse en actor de la democracia. La mitad de los cargos de la CGT recayeron en la Unión Ferroviaria. La mayoría de las organizaciones obreras abandonaron la forma de sindicatos de oficios por localidad y adoptaron la forma de uniones o federaciones únicas por rama de industria nacionales. Con la vista puesta en el país como un todo, la CGT abandonó en la década de 1930 la bandera roja y “La Internacional”, reemplazándolas por la bandera celeste y blanca y el himno nacional. Simultáneamente los sindicatos de la CGT crearon las primeras obras sociales para prestar servicios de salud y turismo social para la clase obrera (municipales, bancarios, ferroviarios)”.

A la vez retomar un fragmento del escrito que hizo Héctor “Gringo” Amichetti del sindicato gráfico: “Al cumplirse 90 años del acontecimiento histórico que dio origen a la CGT hay que pensar en recuperar el poder de esa organización, rescatando la actitud de un puñado de compañeros que allá por marzo del ’68, en un Congreso de la Central que llevaba el nombre del entrañable Amado Olmos, afirmaron con convicción que “el movimiento obrero no es un edificio, ni cien edificios; no es una personería ni cien personerías; no es un sello de goma ni es un comité; no es una comisión delegada ni es un secretariado. El movimiento obrero es la voluntad organizada del pueblo, y como tal no se puede clausurar ni intervenir” y yo agregaría: tampoco doblegar”.