El 23 de septiembre de 1947, durante el gobierno del presidente Juan Domingo Perón, se promulgó en Argentina la Ley 13.010 que instituyó el voto femenino. Este es un mes de fechas importantes para el derecho al sufragio de las mujeres y es por ello que recordamos a quienes fueron claves para alcanzar, hace 73 años, el derecho a votar y ser votadas.
Por Juliana Milanesio*
El nombre de Eva Duarte de Perón nos viene a la cabeza instantáneamente, porque fue ella quien encabezó la conquista de este derecho y finalmente la promulgación de la Ley en septiembre de 1947. Hubo, además, experiencias previas y nombres como el de Julieta Lanteri, que en 1911 había conseguido estar en el padrón electoral.
Pero la media sanción de la Ley que permitió consagrar el derecho, se obtuvo el 21 de agosto de 1946 en el Senado. Así, después de un poco más de un año, fue aprobada, el 9 de septiembre de 1947, la Ley 13.010 de “Derechos Políticos de la Mujer”, la cual superó a los proyectos similares planteados por la oposición. Para celebrar su promulgación, días más tarde, la CGT convocó a un acto el 23 de septiembre en la Plaza de Mayo.
Septiembre es un mes icónico para el voto femenino. Durante la gestión de Perón se consolidó y promulgó la norma que tuvo un recorrido previo, y que vale la pena contar…
Julieta Lanteri, quien planteaba que las mujeres tenían derecho a votar y a ser reconocidas como iguales que los hombres, se presentó ante la Justicia para que le reconocieran su derecho a sufragar y, para sorpresa de muchos, le fue conferida la posibilidad de emitir su voluntad en los comicios de ese año. En un fallo se estableció que “no había impedimento legal para impedir que una mujer ejerciera el derecho al voto”, y así Lanteri quedó incorporada al padrón como la única mujer. Votó en el barrio de La Boca, en las elecciones municipales que se desarrollaron el 26 de noviembre de 1911 convirtiándose, así, en la primera mujer que logró manifestar su voluntad electoral en Argentina y Sudamérica.

En 1912, con la ley Sáenz Peña, se estableció el voto universal, secreto y obligatorio. Pero, también teniendo en cuenta lo que Julieta había logrado, se fijó una restricción que parecía hecha a medida: el padrón electoral se basaba en el empadronamiento militar, en el que sólo figuraban hombres.
Más tarde, en 1921, el ala femenina del Partido Socialista promovió los ensayos de voto femenino con motivo de las elecciones municipales. Le siguió San Juan, que en 1927, luego de reformar la Constitución provincial, permitió la participación de las mujeres en la elección de cargos públicos.
Así fue que todo ese camino recorrido por las sufragistas que habían luchado por sus derechos en nuestro país encontraron, más adelante, quien irrumpiera en la historia y encausara esa lucha que venía desde hace años. Nombres como Carolina Muzzilli, Alfonsina Storni y Salvadora Medina Onrubia fueron, previamente, claves.
Pero fue Eva Duarte de Perón la encargada de representar masivamente a las mujeres de nuestra patria. La mujer que fue la voz de aquellas y aquellos que lo requerían. Eva impartió sus discursos por radio, religiosamente, incitando a las mujeres a luchar por sus derechos. Fue así que el 23 de septiembre de 1947 dio uno de sus discursos más entrañables:
Las mujeres recién pudieron votar en las elecciones de 1951 y hacer valer toda esa lucha que se venía gestando. Además del derecho a votar, también se consiguió el de ser votadas; por lo que en esas elecciones ingresaron al Congreso Nacional las primeras parlamentarias. En 1951 ocuparon el 15,4% del total de diputados/as y el 20% del Senado, mientras que en 1955 aumentaron al 21,7% y al 22,2 % respectivamente.
Por eso hoy recordamos a esas mujeres que lograron el reconocimiento de los derechos cívicos y políticos de las mujeres. Y, en especial, a nuestra abanderada de las y los humildes, Evita que inició un camino que, con nuevos desafíos, aún hoy seguimos transitando.
(*) Columna “la fea, sucia y mala de la semana” en Feas Sucias y Malas (sábados de 9 a 12hs)














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