Por Lorena Fernández Bravo
El martes 14 de julio tuvo lugar en el Congreso la tercera reunión informativa sobre el tratamiento de distintos proyectos por cupo laboral de las personas trans y travestis, con el objetivo de elaborar uno nuevo que incluya entre el 0,5% y el 1,5% de este colectivo en la Administración Pública Nacional, sistema de capacitación, financiamiento de microempredimientos e incentivos para empresas privadas.
“Agregamos esta reunión, que no estaba planificada desde un inicio, porque nos parecía fundamental acompañar procesos de visibilización al colectivo de varones trans, que ha sido un grupo al que le cuesta tener espacios donde sean escuchados”, afirmó Mónica Macha, presidenta de la Comisión de Mujeres y Diversidad de la Cámara de Diputados.
El debate de la Ley Nacional de Cupo Laboral Travesti Trans comenzó el 23 de junio. Esta norma tiene como antecedente la ley impulsada por la referente travesti Amancay Diana Sacayán en 2010 y aprobada en 2015 en la provincia de Buenos Aires. La diputada Mónica Macha agendó tres reuniones informativas para comenzar el debate de la iniciativa. La primera fue con especialistas y organizaciones y la segunda con funcionarixs de gobierno.
Esta tercera reunión fue coordinada por Julia Amore, militante y activista feminista – transfeminista por los DDHH y Ese Montenegro, activista trans. En esta ocasión 16 varones trans y/o no-binaries expusieron sobre los proyectos presentados y las vulneraciones que sufren en la actualidad.
Gabriel Diaz Villa, docente de ESI en la Universidad de Buenos Aires (UBA) y representante del Movimiento Antidiscriminatorio de Liberación (M.A.L), afirmó que el inicio del tratamiento de la ley tiene el objetivo de transformar las vidas hoy vulnerabilizadas de sus compañerxs.
Destacó la exclusión estructural que asola a toda la comunidad Travesti Trans, con mayor o menor crudeza, según se cruce con otras variables de desigualdad. En relación aportó que, “solo el 5% de nuestro colectivo acceder a trabajo formal“.
Sobre la importancia de tener un trabajo estable, expresó: “Como todos sabemos, el trabajo es el organizador de la vida social y también de la vida a secas. Es la posibilidad de planificar y de proyectarse en el futuro. De la mano de la inclusión laboral vendrá la verdadera inclusión social y la transformación de las instituciones, como dijo Sai Sacayán, si una travesti entra al Estado, le transforma la vida a esa travesti, si muchas travestis entran al Estado cambian al Estado”.
En su intervención, Lautaro Lucas Cruz, Co Fundador de la ONG Trans Argentinxs y activista trans, afirmó como trabajador estatal, que la vida de las personas travestis, trans y no-binaries cambia radicalmente al ingresar a un trabajo digno y remarcó los puntos que cree más necesarios: la concientización de la sociedad, que la ley sea para todas las provincias y que sea interseccional.
Algunos de lxs oradores como Patricio Alejandro Salto de la Asociación de Travestis Trans Nacional (ATTTA), Thiago Galván secretario de Identidades Trans, Travestis, Intersex y No Binaries de la Liga LGBTIQ+ de las Provincias y Sebastián Ignacio Medrano desde el Movimiento Trans Nadia Echazú, coincidieron en reclamar que la ley no incluya solo el trabajo estatal, sino que se amplíe para las empresas privadas y cooperativas.
En este sentido Galván expresó: “La decisión política del Estado no puede reducirse a una par de lugares de trabajo en algunas dependencias públicas, debemos poder pensar en la inclusión en el sector público y privado, en el cooperativismo y emprendedurismo, ampliando el universo de oportunidades para que todas las personas trans y travestis podamos pensar y desarrollar nuestro propio proyecto de vida”.
Al mismo tiempo, Medrano insistió: “El cupo laboral debe contemplar el empleo privado. Es de vital importancia que existían no solo incentivos a través de beneficios fiscales para aquellas empresas privadas y PyMes que contraten personal del colectivo trans travesti, sino que todas aquellas empresas que se benefician de políticas públicas como créditos, subsidios o que sean proveedores del Estado deban mostrar políticas de inclusión efectivas y reales del colectivo trans travesti”.
Otros dos puntos en los que hubo coincidencias fue en la necesidad de tener en cuenta la interseccionalidad, contemplando las diversas características del colectivo para poder responder a sus necesidades y el referido a una jubilación reparatoria para personas travestis y trans. Sobre esto último, Eugenio Tabot Wright, activista de la Convocatoria Federal Travesti y Trans Argentina, afirmó: “Se lo debemos a quienes han sobrevivido una vida entera de atropellos institucionales”.
Señalando la desigualdad que sufre el colectivo, Tomás Máscolo, periodista en La Izquierda Diario, militante del Partido de Trabajadores Socialistas (PTS) y activista de la diversidad sexual, sostuvo en su exposición: “Mientras las personas travestis, trans transgenero y transexuales no tengamos derecho al ejercicio libre de nuestra sexualidad sin ser juzgadxs. Mientras no tengamos el control de nuestros propios cuerpos y nuestra vida. Mientras existan leyes que otorguen algunos derechos a algunas personas de los que son privadas otras, solamente por tener una identidad de género o una orientación sexual distinta a la heteronorma, vamos a seguir luchando por la igualdad ante la ley y por la igualdad de la vida”.
Por su parte, Thiago Galván resaltó la ausencia de personas trans y travestis en la docencia, como autorxs de libros y también en el Estado, el Congreso y los Ministerios: “Vivimos en una sociedad que nos sigue invisibilizando, excluyendo y precarizando, que nos condena a la indigencia y a la pobreza, vivimos en una sociedad que no se hace cargo de nuestros dolores porque históricamente no le dió valor a nuestras vidas”.
En la misma línea, haciendo referencia a los atropellos de los que históricamente son víctimas las personas travestis y trans, Eugenio Tabot Wright repasó: “El respeto de nuestros derechos fundamentales, como el acceso al trabajo formal, sigue siendo una deuda pendiente cuando ya han pasado ocho años de la Ley de Identidad de Género y están por cumplirse 10 del matrimonio igualitario. Esta injusticia histórica, germen del transodio, persiste en la actualidad. Todos lo años perdemos a decenas de compañeres, ya sea por travesticidios, transfemicidios o por el abandono del Estado”.
Mariano Galeano de Red Diversa Positiva de la provincia de Chaco remarcó como se vive esta problemática en su provincia: “Hay una población de varones trans y no-binarios que van de los 17 a los 45 años, casi el 99% no tiene una vivienda propia, no tienen el 100% del acceso al tratamiento hormonal continuo y más del 90% obviamente que no cuenta con un trabajo formal”.
Y agregó: “Quiero resaltar que los varones trans y no-binarios ejercen el trabajo sexual, tenemos varones trans que viven con VIH que son violentados y abusados por la sociedad. Ser varón o no-binario no quiere decir que nos estamos adaptando al sistema patriarcal, al contrario, somos varones con vulva que vivimos violentados desde la niñez. Necesitamos estar presentes en cada una de estas discusiones políticas para ser escuchados y contar desde nuestra vivencia cuales son nuestras problemáticas”.
Desde el otro extremo del país, Benjamin Génova, referente de Varones Trans y No Binarios de Neuquén y Río Negro, transmitió la realidad de esa región siendo varones trans y no-binaries: “En esta organización, de los 40 que somos, 22 no tienen trabajo y 17 compañeros están esperando que la salud pública neuquina les otorgue el derecho de acceder a la masculinización de tórax. No somos prioridad en nuestra provincia para poder acceder a estas modificaciones corporales que garantiza la Ley de Identidad de Género”.
En su exposición, Alan Otto Prieto de la organización Capicua Diversidad habló sobre la necesidad de acompañamiento y capacitación para las personas que ocupen los nuevos puestos laborales y sus compañeres: “Es fundamental, porque la realidad es que cuando tenemos que transitar los espacios con otros compañeros y compañeras de trabajo muchas veces es sumamente complejo cuando no tienen información, cuando existen barreras y discriminaciones que están sumamente naturalizadas. Se termina convirtiendo en un tránsito bastante difícil de soportar”.
En representación del Frente Federal de Transmasculinidades por la Ley de Cupo, Anthuan Darío Aranda mencionó los puntos para él más importantes: “Esta ley debe ser indiscutiblemente de orden público. Los gobiernos provinciales deben reconocer y dejar de atentar contra derechos ya adquiridos. La idea es dinamizar el acceso de documentación y el efectivo cambio registral en el caso de ser así deseado”.
Con respecto a las jubilaciones remarcó: “Teniendo en cuenta la vulnerabilidad específica de nuestra comunidad, hay que aplicar un recorte de edad”. Y sumó: “Proponemos que cualquier persona travesti trans gestante con posibilidad de lactancia tenga derecho al periodo de licencia por maternidad y/o paternidad; licencia por tratamiento hormonal y/o quirúrgico; inclusión laboral de docentes trans y travestis en los distintos niveles educativos; implementación real de la ESI y garantía de permanencia en las escuelas; protección del despido por motivos de discriminación a través de una dirección que reciba denuncias y brinde capacitaciones; y formaciones pagas a personas travestis y trans para que accedan a puestos de alto y medio nivel profesional”.
A su turno, Lucas E. Roda trans no-binarie, de la organización estudiantil (Re) Pensando de la Universidad Torcuato Di Tella, habló desde su experiencia y sostuvo que su preocupación es lo que va a suceder cuando tenga que salir al mercado laboral: “Sabemos y conocemos que nos excluye”. Y agregó: “¿De qué manera esta ley va a poder incorporar a esta población, de qué manera va a poder responder a estas nuevas poblaciones que están intentando introducirse al mercado laboral?”.
Santiago Nahuel Quizamas, presidente de Varones Trans de Santa Fe, manifestó la experiencia desde el lugar de los integrantes de su organización: “En cada rincón del país hay una persona trans esperando ser reconocida. Muchas veces mis compañeres y yo quedamos exentos de las discusiones de la comunidad trans y travesti, de los espacios de militancia o de formación política. Muchas veces debemos hacer un esfuerzo doble para acceder a reuniones como esta por la idea de que adquirimos supuestos privilegios de varones cis, lo cual invalida la identidad de varón trans. Creer que en lo laboral igualamos las posibilidades de acceder a un trabajo por la sola idea de que la Ley de Identidad de Género nos permite operarnos, hormonarnos o hacer cambios registrales es mentira, algunes nunca tuvimos la oportunidad de un trabajo formal o registrado”.
Sebastián Ignacio Medrano agregó la discusión sobre la idoneidad requerida para los puestos de trabajo: “Necesitamos que ese requisito sea abordado con una perspectiva inclusiva, sabemos que constitucionalmente es necesario para acceder a cualquier cargo dentro de la administración pública, como también es requisito constitucional que el Estado garantice la educación. Sin embargo nuestro colectivo ha sido expulsado de todo los espacios de la sociedad incluyendo el educativo”.
Como coordinador de Asociación de Travestis, Transexuales y Transgéneros de Tucumán (ATTT), Lorenzo Franco mencionó algunos de los beneficios de la aprobación de la ley: “Incentivar a les compañeres a terminar sus estudios o comenzar nuevos para seguir formándose, tener derechos laborales e incluso desarrollar múltiples habilidades por el hecho de estar activamente trabajando”.
Entre las discriminaciones que sufre el colectivo, el referente destacó: “Tenemos garantizada la exclusión de todos los sistemas, del de salud, del educativo e incluso del sistema familia para quienes no nos hemos atrevido a desafiar el sistema hetero cis tan normado y legitimizado en nuestra sociedad argentina. Pedir y exigir que se cumplan estas leyes para nosotros es dignidad, soberanía y justicia social”.
El formador para el Cambio Cultural y Activista transexual en la provincia de Córdoba, Fernando Martin Rodriguez, aportó los siguientes datos: “En Argentina hay aproximadamente 13 mil personas trans, de las cuales 9 mil hicieron el cambio registral, otros no lo hacen por temor a más discriminación de su familia o de la sociedad. De esta cifra, solo el 9% accede al mercado laboral formal. En el Estado Nacional el 1% que algunos proyectos presentados solicitan da un aproximado de solo 2 mil puestos de trabajo. Recordemos que más del 80% de las personas trans no tiene acceso a un trabajo formal. Una ley de cupo laboral tampoco va a resolver una problemática que es extrema sino que intenta equiparar oportunidades, una ley que será una nueva herramienta de lucha para nuestra comunidad”.
Sasa Testa, activista trans no-binarie, se dirigió a los funcionarios públicos: “Hoy diputados, diputadas y diputades tienen en sus manos una oportunidad histórica, la de hacer fehaciente una revisión crítica de la historia del derecho y correrse del paradigma positivista que dice que todos somos iguales ante la ley. ¿Somos todos, todas y todes realmente iguales ante la ley, cuando muchas personas quedan por fuera del sistema laboral culminando sus vidas a la precariedad y a la vulneración de la dignidad humana tan solo por reconocer una identidad de género distinta de las que nos fue asignado al nacer? Sinceramente creo que si aquella frase casi axiomática fuese verdadera, no estaríamos aquí hablando de la necesidad y la urgencia que representa aunar esfuerzos para construir una sociedad más justa y más diversa y por ello, más libre”.
Para finalizar con las exposiciones, Natal Delfino, activista trans y miembro de Orgullo y Lucha, en el mismo sentido resaltó: “Hoy tenemos la oportunidad histórica de volver realidad efectiva la base de nuestra soberanía que es el trabajo y por eso necesitamos que haya una ley de cupo laboral que sea efectiva, articulada, contundente y de pleno consenso”.
También participaron de esta última reunión las diputadas Mara Brawer, del Frente de Todos y Flavia Morales del Frente de la Concordia Misionero, quien expresó: “Sabemos que la ley de contrato de trabajo es muy antigua, que la ley de cupo le va a devolver algunos de los derechos pero no va a sanar todas las heridas que están abiertas y hay que ir cicatrizando pero es devolverles un poquito la dignidad”.
Mónica Macha cerró la reunión dando cuenta de la intención de la Comisión de formular un mejor proyecto: “Hay muchos proyectos presentados y cuando tengamos la posibilidad de dictaminar, que espero sea muy pronto, de los primeros proyectos, sino el primero, que vamos a tratar en la Comisión, es el dictamen que podamos lograr de manera conjunta porque esto también tiene que ver con la justicia social, con los derechos, con la ciudadanía”. Y agregó: “Esta posibilidad de pensar las distintas necesidades nos va a permitir constituir el texto de una ley más abarcativa, más justa”.
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