Si no se toma nota políticamente de lo que está pasando en el mundo, “en uno o dos años tenemos otra pandemia, que no va a ser igual, va a ser peor”, advirtió en Radio Gráfica Rubén Cortina, secretario de Asuntos Internacionales de la Federación Argentina de Empleados de Comercio y Servicios (FAECyS) y presidente de UNI Américas, regional del sindicato internacional UNI Global.
En diálogo con Punto de Partida, el dirigente de la federación sindical internacional que representa a 20 millones de trabajadores de la economía de servicios convocó a “comprender esta catástrofe y en qué realidad política global se está dando”, y argumentó que “es necesario tomar medidas políticas y económicas globales para que estos acontecimientos catastróficos no vuelvan”.
De hecho, el COVID-19 es de la familia de los virus de la gripe aviar y del SARS explican los investigadores científicos, lo que habilitaría a pensar a los profanos que el coronavirus es un rebrote elevado a la enésima potencia de pandemias anteriores.
“Hay que salir del debate de la cuarentena y preguntarse, ¿en qué mundo van a vivir mis hijos, mis nietos?”, propugnó Cortina, puesto que nos colocan en el enredo de una discusión sobre cuestiones que para nada dejan de ser importantes, cómo actuar en la coyuntura, por ejemplo, pero que se minimizan frente a los peligros que se ciernen sobre regiones enteras.
La agenda de las élites liberales y conservadoras plantea sólo cómo volver a la normalidad, con qué ritmo se regresa a la producción y al trabajo, cuando la pandemia pone en evidencia que en el mundo nada es normal, todo se ha trastornado, por eso “hace falta un cambio cultural global para que los sectores del poder económico comprendan que en el futuro del mundo le va la vida a ellos también”, expresó el dirigente de la Federación de Trabajadores de Comercio.
“Es necesario tomar medidas políticas y económicas globales para que estos acontecimientos catastróficos no vuelvan”
“Acá hay un intento de sacar el debate de la pandemia, encasillarlo en un tema médico y sanitario, evidentemente lo es, pero el trasfondo de la cuestión, es decir, por qué se produce esto, es un tema eminentemente político, de organización mundial”, definió.
“Este no es un problema que afecta a las grandes mayorías pobres del planeta”, como adujo desde el inicio de la pandemia cierto pensamiento progresista, al no observar el hecho paradójico de que el coronavirus profundiza las desigualdades sociales de manera monstruosa, quizás como nunca antes y, simultáneamente, instituye una igualdad absoluta, desde el momento que el virus ataca a todos los sectores de las sociedades sin distinción. “Afecta a todo el mundo”, observó Cortina.
El sindicalista analizó que a pesar del esfuerzo que hacen algunos estados y las comunidades enteras en vastas regiones del planeta para detener y eliminar la circulación de la enfermedad pandémica, no está exenta de una contradicción flagrante: “estamos atacando un virus global desde las ópticas nacionales, no hay ninguna coordinación, las instituciones internacionales están perdidas. Salvo la Organización Mundial de la Salud (OMS), el resto de las organizaciones regionales, Naciones Unidas, por ejemplo, no tienen una coordinación”, se lamentó.
“Pero la tendría que haber: es un fenómeno global, uno está pendiente de lo que pasa en otras partes del mundo”, explicó. Sin embargo, “no hay ningún cambio de las corporaciones financieras globales que ponen en jaque la economía de los países”, consideró.
“Estamos atacando un virus global desde las ópticas nacionales, no hay ninguna coordinación, las instituciones internacionales están perdidas”
“Acá ha caído una bomba atómica”, sentenció el dirigente de FAECYS, que nuclea a más de 1 millón de trabajadores afiliados a sindicatos argentinos, y agregó que “hay que ser conscientes de la gravedad de esta pandemia desde el punto de vista económico, porque hay muchas empresas que jamás van a volver abrir sus puertas no sólo en la Argentina, sino en otras partes del mundo”.
UNI Global está muy preocupada porque “hay que ir con mucha fuerza a un debate mundial donde el movimiento sindical tiene que jugar un rol, tener un protagonismo”, mucho más porque los sectores del poder económico “tienen que tomar nota que este tipo de problemas que surgió con el coronavirus le va la vida a ellos también. El modelo económico pregonado por ellos entró en crisis”, aseguró.
Mientras la cantidad de contagiados y fallecidos por coronavirus continúa en aumento en el centro de Europa, Estados Unidos, Asia y América Latina, “el 80% de la población mundial está parada. Tomemos noción de lo que está pasando: estamos llegando a 200 millones desocupados potenciales después que pase la pandemia”, anticipó.
En el tratamiento del coronavirus se trasluce el debate geopolítico y, en ese sentido, “da la sensación que ya el G-20, que a partir del 2008 se transformó en una cumbre presidencial, no alcanza”, opinó Cortina. Las dos primeras reuniones del G-20 lograron regular la cuestión financiera internacional, “pero a partir de la tercera reunión empezó a fallar. Hoy frente a esta situación da la impresión que el G-20 es insuficiente”, interpretó.
“Hay que debatir el futuro de Naciones Unidas, el esquema de la arquitectura internacional, porque es evidente que cualquier virus que nazca en cualquier lado te puede generar una pandemia que afecta a todos los países, a todos los sectores sociales” evidenció.
“Pero no hace falta que la pandemia termine”, examinó Cortina, para que los actores fuertes a escala global se sienten a negociar cómo continuamos con la vida en el Planeta.
Pero por ahora “el único actor real activo en el mundo es el Estado, nadie más está siendo nada”, destacó.
“La pandemia no es un fenómeno astrofísico, es un fenómeno de la realidad de la falla del sistema”, caracterizó el dirigente de Comercio, y añadió que “por lo tanto, tenemos que discutir el sistema en el futuro, porque somos irresponsables si no discutimos esto: el rol del estado, el cambio climático, el tipo de globalización, su democratización, esta locura de todos hacinados en las grandes urbes, la usurpación de la naturaleza. Si no vamos a volver a tener estos problemas”.
“La pandemia no es un fenómeno astrofísico, es un fenómeno de la realidad de la falla del sistema”
La investigadora uruguaya Silvia Ribeiro, directora para América Latina del Grupo de Acción sobre Erosión, Tecnología y Concentración (ETC), con estatus consultivo ante el Consejo Económico y Social de Naciones Unidas, sitúa la génesis del virus en el hacinamiento de la producción de animales para consumo humano y en los hábitat hacinados en los que viven las poblaciones humildes y empobrecidas en todas partes del mundo.
Por eso, “la pandemia es perfectamente previsible, perfectamente controlable en la media que se sepa en qué escenario se va a desenvolver”, ponderó, pues “el coronavirus no es un asteroide que va a chocar contra la Tierra indefectiblemente dentro de cinco años”, comparó.
UNI Global es una federación internacional de trabajadores que están afiliados a sindicatos como Comercio, Bancarios, Comunicaciones, Medios, Gráficos, Postales, Trabajadores de la salud, todos los trabajadores que se desempeñan en la economía digital moderna y de servicios.
La elección de la presidencia expresa el reconocimiento al sindicalismo argentino y, particularmente, en el sector de servicios, es decir, “representamos cerca de 1 millón de trabajadores de la Argentina también”, precisó el dirigente.
“Que todos los logros en materia de protección de los trabajadores se mantengan después de la pandemia”
UNI Global aborda el debate alrededor de la pandemia en tres niveles. El primer nivel es “la atención en la coyuntura para la protección de nuestros trabajadores afiliados desde el punto de vista de su seguridad y su salud”, relató.
“Hemos enviado una cantidad importante de protocolos y proyectos de acuerdos con empresas para tratar de proteger a los trabajadores en sus lugares de trabajo, en los que no hay cuarentena”, especificó, y brindó el ejemplo en el sector Comercio: “los trabajadores de los supermercados e hipermercados no están en cuarentena”.
En segundo lugar, desde UNI Global están viendo la necesidad de que esto no sea excepcional por la cuarentena, “que todos los logros en materia de protección de los trabajadores se mantengan después de la pandemia y no pasen a ser excepcionales como lo son ahora. Que se incorporen a los acuerdos colectivos, a las Convenciones Colectivas del futuro”, alentó.
Y por último, propician “un debate muy político, qué vamos a hacer a partir de ahora, qué vamos a hacer para prevenir una segunda pandemia, cómo hacemos para debatir los grandes temas de esta globalización injusta, excluyente y asimétrica con todos los elementos que son los que determinan la existencia de la pandemia”.
“El Fondo Monetario Internacional dice ‘olvídense del déficit fiscal, emitan’”, remarcó el presidente de UNI América, y subrayó que “hay una serie de temas que cinco meses atrás eran tabú. Me parece muy importante que los movimientos sindicales nacionales interrelacionados con el internacional tomen partido activo en el debate del porvenir”.
“Todo esto está en le debate hoy, transcurre en medio de tensiones objetivas”, explicitó. Se están hablando cosas, “se está ‘cocinando’ el futuro: la Declaración que firmó Macri, Vargas Llosa…están activos”, indicó.
“Me parece muy importante que los movimientos sindicales nacionales interrelacionados con el internacional tomen partido activo en el debate del porvenir”
Por ese motivo esencial “es necesario salir a protagonizar, y esto se discute poco. Se discute mucho el costado técnico, la cuestión de la cuarentena, hasta muchas veces nos dejamos llevar por el debate entre economía y salud. Porque es un debate tonto: son dos cosas inescindibles”, reflexionó.
Por último, desde el lugar de los trabajadores organizados y el Sur del mundo, Cortina animó a continuar con “la construcción de un nuevo multilateralismo, pero con el agregado de esta catástrofe, de la bomba atómica que ha caído en el mundo que es la pandemia”, concluyó.
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