Es sutil pero palpable: la pandemia de coronavirus es utilizada para instalar las SAD en nuestro fútbol. En un mundo deportivo que se cae a pedazos, los mercaderes del templo operan con discreción su cambio de reglas para un pueblo díscolo: capitales sin origen claro salvando clubes fundidos por la pandemia. Fútbol con hinchas sentados, sin abrazos y pasión de póster.
Por Carlos Aira (*)
La pandemia global de COVID-19 afectó toda la estructura del fútbol global.
Cada país tiene su realidad. AFA, en consonancia con su solapada alianza con el gobierno nacional, adoptó una postura sanitarista. Todas las fuentes consultadas coinciden que la actividad no regresará hasta que no estén dadas todas las condiciones. En este mes de aislamiento social obligatorio, los clubes han brindado sus estructuras al servicio de gobiernos municipales y provinciales. También pidieron auxilio al gobierno nacional. Ferro Carril Oeste y Lanús, dos instituciones con fuerte trabajo social, han sido las primeras en levantar la mano.
“No somos una empresa, pero los clubes somos asociaciones civiles que empleamos y brindamos servicio a la comunidad. Es por eso que nos presentamos a pedir el Repro y nos dijeron que prodriamos ingresar al programa”, explicó Daniel Pandolfi, presidente de Oeste. El club de Caballito tiene más de 600 trabajadores.
Pero los privatizadores ven en la pandemia una posibilidad.
Andrés Fassi es el vicepresidente de la Corporación Pachuca y presidente de Talleres de Córdoba. Hombre del fútbol empresarial y no lo esconde. Sin el paraguas protector de Superliga y Mauricio Macri, sabe que está en la mira de la nueva estructura de AFA.
En estos tiempos de cuarentena, Fassi redobló su apuesta. Primero anunció el regreso a la actividad del plantel profesional de Talleres. Presentó una propuesta que fue inmediatamente rechazada por Héctor Pichi Campana, secretario de Deportes cordobés. ¿Por qué Fassi llevó adelante una medida sin sustento? Impacto mediático. Un contrapunto liberal a la posición ultrasanitarista de AFA y el gobierno de Alberto Fernandez.
La avanzada de Fassi no finalizó allí. Ante una AFA que le pone freno a las SAD, el cordobés disparó con artillería pesada. Consultado en TyC sobre el futuro campeonato de 30 equipos, declaró: “El que tiene que estar en Primera que esté en Primera; el que tiene que estar en el ascenso que esté en el ascenso; quien deba desaparecer que desaparezca”. Una provocación. Lisa y llana.
Dentro de AFA no se callaron. Nicolás Russo. Presidente de Lanús, hombre de la mesa chica de AFA, con llegada directa a Sergio Massa. El dirigente granate expresó: “El fútbol argentino no tiene nada que ver con el mexicano”. Por su parte, Daniel Ferreiro, vicepresidente de Nueva Chicago, también cercano a Tapia, publicó en su cuenta de twitter: “Si Talleres tiene problemas financieros, llama al Grupo Pachuca y los resuelve. Nosotros no le vamos a pedir disculpas por ser pobres”.
Andrés Fassi logró su cometido: se erigió como el dirigente que combate a la AFA. En los últimos días, sus declaraciones despertaron el interés de Clarín y Perfil. En un reportaje brindado al medio de Fontevecchia, el presidente de Talleres visualizó el fútbol argentino después de la pandemia. Sus palabras son toda una declaración de principios: “nuestro fútbol va a salir muy dañado y habrá que ver como se comporta el mercado. Hoy dependemos mucho de Europa, México y Estados Unidos. Habrá que afianzar nuestro perfil de país exportador de jugadores”
Mercado interno ante corporaciones financieras globales. Lo que se esconde detrás de ésta avanzada. El modelo mexicano se intentó imponer en nuestro país. Tanto en lo deportivo como en lo institucional. Cristian Bragarnik ha sido el embajador. Los éxitos de Fassi en Talleres permitieron su exposición ejemplificadora. ¿Pero que hay detrás de éste modelo? Como deslizó Enrique Sacco, ex gerente de gestión de Superliga, el futuro serán las plazas. Sacco conoce del tema: fue quién llevó a Sportivo Barracas durante años a Bolivar y cambió su histórico nombre por Barracas Bolivar. En México, el histórico y popular Atlante dejó el DF cuando sus dueños decidieron llevarlo a las playas de Cancún. No hay derecho al pataleo.
México como modelo exitoso. En la última semana, los dueños de los equipos decidieron que la segunda división no tendría ascensos ni descensos en los próximos cuatro años. La razón suena a excusa: formar valores para la próxima Copa del Mundo. Convenieron que solamente podrán tener cinco contratos para jugadores mayores de 25 años. En un día, 250 futbolistas profesionales quedaron desempleados. ¿Andrés Fassi aceptaría que Talleres transitara cinco temporadas en Primera Nacional sin posibilidad de movilidad? La masa societaria, sin dudas lo reprobaría.
Pero en la volada se suman todos. Incluidos representantes de jugadores con ínfulas. Ante una apertura privatizadora, sienten que pueden manejar los clubes. Juan Cruz Oller es uno de ellos. Al igual que Fassi, cuando se busca reflotar la privatización de los clubes, su palabra siempre está presente en los medios. En el canal TNT, dueño en parte de los derechos de televisación de la primera división, el representante deslizó que “FIFA no sabe que hará con el futuro del fútbol” y aseguró que la única salvación de los clubes post-pandemia será un gerenciamiento “Que el club que tenga una situación dificil, tenga la posibilidad de apoyarse en un tipo que lo ayude”.
Sin aclarar quienes pueden ser esos tipos (las experiencias de mecenas variopintos no son muy gratas en otras latitudes del mundo), Oller fue explícito en el programa En el programa radial de Martín Liberman, otro operador de las SAD. Ante una situación que calificó de apocalíptica, exigió que el estado se corra de la ayuda a los clubes ya que la única opción son los capitales privados. Tomó un ejemplo por demás curioso:
“¿Como hace Gimnasia y Esgrima de La Plata para competir contra Estudiantes que tiene cuatro Copas Libertadores, un predio digno de Europa y un control financiero espectacular?¿Cómo hace sin la ayuda del capital privado? El dinero del privado le permitará (a Gimnasia) competir con Estudiantes, mejorar su imagen y generar mas recursos para la liga”
Rafael Ton es un hombre del pensamiento nacional. Autor del “Sindrome de Doña Florinda” entre otras obras Su pasión por Gimnasia es desbordante. Ton levantó el guante y le respondió a Oller:
“No hay una sola alternativa para los clubes, como falazmente propone Oller. El vive de eso, que es otra cosa. Le conviene que los socios de los clubes creamos que la privatización es la única salida. En el caso puntual de Gimnasia, el peor daño que ha sufrido es, justamente, el gasto en jugadores que no rindieron. Jugadores que llegaron con inversiones privadas, es decir, empresarios que prestaron dinero y compraron mal a su antojo, y fue Gimnasia quién pagó sueldos y cayó en el promedio. Y esto de los refuerzos va más allá de los nombres. Hay algunos clubes de menor convocatoria que Gimnasia que han sumado jugadores por su fama y no le han representado éxitos deportivos, ni han podido llenar su cancha”,
“Carlos Griguol mostró un camino mejor: formar y no comprar. Lamentamente, el ingreso de aquellas ventas, en lugar de invertirse en obras se terminó yendo por el agujero negro de los refuerzos qué, en la mayoría de los casos, reforzaron los bolsillos de intermediarios. Gimnasia forjó a Monetti, Casco, Magallán, De Blasis, Nacho Fernández, Cuevas. Antes Luli Aued, Chirola Romero, Messera o los Mellizos Barros Schelotto. Eso produce ingresos y apuntala triunfos más sólidos que la tómbola de los refuerzos. Es una total falacia que la única salida del éxito sea darle el fútbol a empresarios. Gimnasia desmembró un promedio de tres años contratando un gerente como Roberto Depietri, cambiando técnicos (Alfaro, Soso, Sava, Troglio, Ortiz) hasta la llamada providencial de Maradona, salvó una dirigencia que no había escatimado errores futbolísticos”, expresó Ton para Radio Gráfica.
“Gracias a Maradona, Gimnasia es el equipo más mirado luego de Boca y River. Se verá la capacidad de la dirigencia para hacer negocio con eso. La gente sabe de memoria las formaciones de Gimnasia. El amor que despierta Maradona, combinado con la identidad popular de Gimnasia logran eso. Lo que queda claro es que la compra de refuerzos por parte de empresarios no es garantía de triunfos. El Gimnasia de Griguol tenía a Sanguinetti, Márcico y Albornoz, pero el plantel surgió del trabajo que se hacía en el club. El Lobo que le ganó 6 a 0 al multimillonario Dream Team de Macri y Bilardo es un ejemplo simbólico y concreto”, puntualizó Rafael Ton.
Finalmente, el escritor platense pidió cautela ante la avanzada privatizadora: “Hay que tener mucha precaución con lo que viene. El fútbol es un eslabón privatizador que les falta. Antes, el pretexto fueron las barras bravas. Hoy, el coronavirus. Nos quieren dejar sin estadios y sin hinchadas, meta de las Sociedades Anónimas Deportivas. Les molesta lo popular en Argentina. Para el poder real, es muy peligroso el tema de la expresión popular y el fútbol es una caja de resonancia”, analizó Ton en Abrí la Cancha.
(*) Periodista. Colectivo de Dirección de Radio Gráfica. Conductor de Abrí la Cancha
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