Alejandro “Vikingo” Meyer, integrante de Fundación Interactiva para la Cultura del Agua (FIPCA), dialogó con Radio Gráfica tras la vuelta de la travesía en Lago Escondido. Denunció que la patota de Joseph Lewis los hostigó durante la noche en que acamparon frente al Lago.
Meyer fue el responsable, junto a Javier Urien, del grupo de cincuenta marchantes que salió el 4 de febrero por el camino de montaña para llegar a la costa oeste del Lago Escondido y poder navegar en kayacs.
“Llevamos cuatro kayacs al Lago Escondido y pudimos navegarlo para bautizar la isla que está en medio del lago, como Isla de los Patriotas”, describió.
Cuando se acampó en la costa este, donde está la mansión de Joseph Lewis, “hubo graves intimidaciones, hostigaron a los compañeros, gritaban, amenazaban, tocaron bocinas toda la noche, patearon las carpas, hasta prendieron una motosierra”.
Meyer contó a Gráfica que para provocar gritaban: “Perfume si, colonia no”.
También agredieron con caballos y fuste a David Ramallo, el mismo militante que fue arrojado al lago en la marcha de 2019. “Nicolás Van Ditmar (testaferro de Lewis) en persona estaba al frente de la patota”, señaló el referente de FIPCA.
Finalmente informó que todos los marchantes están bien y que a pesar del amedrentamiento, “ya estamos pensando y planificando la 6ta Marcha por la Soberanía“.
LM/MS/RG














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