En octubre de 2020, se realizará en censo número once desde 1869. Como expresamos en la entrega anterior será histórico al incluir la variable por la identidad de género. Ya en 2010 se había incluido las parejas del mismo sexo, a partir de la ley de matrimonio igualitario que se había sancionado hacía poco.
Por Juliana Milanesio*
La inclusión sobre la autopercepción del género es un paso histórico que conlleva responsabilidades y desafíos tanto para quienes realizarán el censo como para aquellos que responderemos el mismo. Reflexionamos cómo pensar esta identidad, que significa en términos políticos visibilizar aquello que estuvo apartado de la óptica pública desde siempre y como la ciudadanía puede aportar, para que los datos que devuelva sean los más precisos y riguroso posibles.
Nuevos desafíos para censar y ser censado
“Cuando le censista nos pregunte tanto el sexo de la jefa/jefe y las personas que viven en ese hogar, la pregunta siguiente que se incluye es: como se identifica a partir de su identidad de género. Se van a leer 6 opciones: mujer cis, varón cis, mujer trans/travesti, varón trans, otro y no sabe. Lo que esto significa es que el Estado, más allá de la Ley de Identidad de Género, pone la temática en una de sus políticas públicas más importantes, como es el censo. Es un hecho histórico para toda la población porque todos vamos a contestar sobre nuestra identidad de género, ya que todos la tenemos. Esto no solo es una política reparatoria y de registro para la población trans, es una política contra la exclusión y discriminación” remarcó Florencia Feldman presidenta de 100% Diversidad y Derechos.
Paula Arriagada, ex candidata a diputada nacional por el Frente de Todos en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, habló con Radio Gráfica. Remarcó la importancia de la capacitación a los censistas, responsables de informar, explicar y recabar la información. “Es fundamental que le censista pueda acercarse de un modo amigable y en confianza. Quien es censado muchas veces no sabe para qué se usa esa información y en los lugares más pequeños, donde se conocen todos con todos, también es difícil asumir algo que todavía la persona trans puede no tenerlo asumido del todo. Es allí donde creo que está el desafío, en generar la confianza para que las personas puedan hablar de cómo se auto perciben” expresó.
El INDEC elaboró un material de consulta sobre los desafíos para la medición de la identidad de género en el Censo de Población.
El protagonismo de lo invisibilizado
El censo dará visibilidad a un colectivo estructuralmente estigmatizado y violentado por el Estado y la sociedad en general. ¿Cómo pensar los espacio y políticas públicas entendiendo esta problemática?
Paula no titubeó ni un segundo ante esta pregunta: “Entendemos y agradecemos a los organismos LGTB+ por impulsar y poner la personería jurídica, que muchos de los colectivos de base no tenemos. Pero me parece que si la comunidad trans/travesti no es la protagonista de esta inclusión y de otras políticas públicas, nos quedamos a medio camino. Necesitamos las representaciones en los espacio y no que solo se vean los rubios y blancos. Somos de distintas clases sociales y con distintas dificultades, todos necesitamos estar visibles”.
Expresó además que “Hay que generar memoria y para eso debemos ampliar la base de datos desde la que se construye la historia. Mujeres trans y travestis han marcado la diferencia. La vida que vivimos actualmente es así, porque antes que nosotras estuvieron otras que lograron lo que hoy tenemos” expresó.
La inclusión de la variable tuvo un largo recorrido. 100% DYD logró saltar los obstáculos, que no eran más que presupuestarios, para que se incluyera en el cuestionario base.
Sobre ello Florencia comentó a Radio Gráfica que “la dificultad se debe a que cada renglón que tiene el censo, es dinero. La realización tiene una traducción monetaria en una cantidad pesos y no había intención de ampliar el presupuesto. Daban seis opciones y logramos que incluyeran el género travesti. Fuimos con compañeras travestis a las reuniones al preguntarle su identidad de género, le contestó: travesti. Porque la identidad travesti es una identidad política, por eso es importante que esté en el censo”.
La pregunta por la identidad de género no es una pregunta más. Él estar presente en el cuestionario base les legitima, les visibiliza, les representa. Y permite a esta población pensarse en esos términos desde lo individual, lo colectivo y lo estatal, por primera vez en la historia latinoamericana.
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