Hace algunos días en un acto en Curuzú Cuatiá, el gobernador de la provincia Gustavo Valdés junto al intendente de esa localidad José Irigoyen, se acercaron a uno de los barrios humildes de la Ciudad, “y como festejo del Día del Niño no tuvieron mejor idea que hacer sorteos entre los presentes, pero sorteos de alimentos y frazadas”, se lamentó en Radio Gráfica José María Serbin, periodista de FM San Antonio de San Luis del Palmar e integrante de la Multisectorial 21-F.
Alguien pudo filmar esa escena del gobernador rodeado de gente humilde, conduciendo el sorteo de una bolsa de alimentos. “Cuando recibí el video, escribí una nota periodística que tuvo amplia repercusión en todo el país”, expresó el periodista en Panorama Federal, y agregó que “esta situación genera mucho dolor, y se ve la insensibilidad que tienen estos personajes: actúan como piensan. Estoy personalmente muy consternado”.
Los funcionarios del gobierno nacional y sus aliados en algunas provincias han dejado de lado las mentiras, los eufemismos y las metáforas que utilizaron en algún momento y con las que pretendieron ofrecer a la comunidad una idea de futuro, mientras realizaban la más brutal transferencia de riquezas en favor de un selecto y siempre más poderoso poder económico, y entregaban la soberanía de la nación.
Ya no ocultan la realidad, sino que la exponen cínicamente, como único destino posible para los más, inscripto en la supuesta naturaleza bárbara que los constituye. Para la mirada elitista de la oligarquía del siglo XXI, sujeto de la banalidad, de la huida de cualquier herencia y tradición, de la ignorancia, disfrazadas de novedad y emprendedurismo, “los facundos” no han dejado de reproducirse desde hace 70 años. Para ellos, el origen si es que tal cosa existiera, explica el destino de los humanos del que no es posible desligarse: el que nace pobre, del mismo debe morir. Aunque en alguna circunstancia un pequeño golpe de suerte puede darle algo para tirar en la olla.
Por eso, el acceso a los alimentos por parte del pueblo pobre, jugado en un sino de tómbola “se conecta con lo que dijo Patricio Bullrich: ‘los que tiene hambre tienen a dónde ir a comer’”, analizó Serbin.
“Lo que hicimos es mostrar que el 49,3% de pobreza que tenemos en Corrientes se evidenció nada menos que con el gobernador”, explicó el periodista.
Y evaluó que “el gobernador de una Provincia haciendo esto no tiene palabra”.
El gobierno correntino registró el impacto que tuvo esa noticia, y después que apareció publicada en el diario Ámbito Financiero “salió a responder con datos en la cuenta de twiter del mandatario provincial: ‘300 mil chicos son alimentados en las escuelas’”, relató.
“La matrícula escolar en Corrientes es de 400 mil chicos”, aseguró el director de FM San Antonio, por lo tanto, más del 70% de los alumnos van a comer a las escuelas, “lo que confirma aún más los datos que tenemos y la certeza de las denuncias que realizamos”, insistió.
“Salen a contestar, pero no se dan cuenta que, justamente, confirman los datos que dio el INDEC en el último semestre de 2018: ‘el 49,5% de la población correntina está en estado de pobreza y un 20% de indigencia’”, precisó el cronista.
Por último, Serbin asintió con los datos oficiales de que “esos 300 mil chicos van hoy a la escuela a almorzar”, pero se interrogó: “¿y la cena? Es tremendo lo que está pasando en Corrientes y en el país”.
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