Trabajadores del Sindicato de Luz y Fuerza de Córdoba se movilizaron hoy en rechazo a la privatización de la Empresa Provincial de Energía (EPEC) y por la reapertura de paritarias que garantice una inmediata actualización salarial.
“Hace un año y medio que estamos con un conflicto, resistiendo a una reforma laboral a los cordobeses, sin discusión paritaria en el 2018 y el 2019 de acuerdo a la inflación”, resaltó Gabriel Suárez, secretario general de Luz y Fuerza Córdoba, a Radio Gráfica.
En los últimos dos años, los trabajadores recibieron aumentos de las remuneraciones dispuestas de manera unilateral por parte de la empresa: un 15% en 2018 y un 10% en 2019 y, además, “han quedado pendientes el cubrimiento de cargos”, señaló Suárez.
“Pero lo que más nos preocupa es que en este último tramo quieren avanzar en la privatización de EPEC”, denunció el dirigente lucifuercista, y explicó que “por eso hoy movilizamos en el centro de la ciudad de Córdoba, para manifestar nuestro rechazo a cualquier intento de privatización, en defensa del Convenio Colectivo y la reapertura de la discusión salarial en serio”.
“Manifestamos nuestro rechazo a cualquier intento de privatización”
Desde el sindicato pretenden que se discuta la pauta salarial y que no sea una imposición como se ha venido dando en este tiempo, “donde ha habido un aumento unilateral, inconsulto, ilegítimo e insuficiente”, calificó el secretario general.
“Quienes conducen la empresa (EPEC) dicen que ‘son directivas emanadas directamente del gobernador (Juan Schiaretti)’”, advirtió Suárez, aunque admitió que “no nos llama la atención, porque el gobernador ‘coquetea’ con la boleta corta (para las próximas elecciones presidenciales del 27 de octubre)”.
El dirigente gremial interpretó que esa posición política del gobernador “significa obtener algunos votos para que este modelo de expulsión social, que se tiene que retirar del país, continúe”.
Una empresa importante que está en manos del estado, que ha dado garantías en calidad de servicio y en agilidad del mismo, “está asediada por un grupo con avidez privatizadora”, insistió Suárez.
Algunos gerentes que hoy integran la conducción de la empresa “tienen más poder que el propio Directorio”, evaluó el sindicalista, pero lo más preocupante es que “vienen con una carpeta bastante ‘jodida’: con un desguace en Fiat, en FADEA, con asesoramiento a las empresas de la familia del presidente de la nación, con IECSA que es también una vinculación con la familia (de Nicolás) Caputo”, detalló.
En referencia al proceso de privatizaciones que impulsó el menemismo en la década del 90, que enajenó la decisión soberana de la Argentina sobre el uso de la energía, y que durante el apogeo de la oligarquía macrista se transformó en una herramienta clave para la distribución de la riqueza a favor del capital, Suárez analizó que “la receta que ya hemos vivido se quiere implementar en la empresa. Por eso no descartamos que EPEC sea otra de las frutillas del postre”, antes del final del ciclo conservador.
“Si el país no tiene una matriz energética, si no tiene una política energética, habla de la circulación económica de empresas que ni siquiera invierten se queden con el paquete de las ganancias de la energía”, evidenció el dirigente de Luz y Fuerza.
Sin embargo, las políticas de privatizaciones, que colocan los servicios esenciales como bienes mercantiles regulados por “la oferta y la demanda” fueron repudiadas en las elecciones PASO del 11 de agosto, por eso también Suárez consideró que “estamos ante una gran posibilidad democrática de terminar con este modelo de exclusión social, y de incorporarnos nuevamente con el rol del estado para cumplir los beneficios del pueblo y el crecimiento de la patria”.
“Estamos ante una gran posibilidad democrática de terminar con este modelo de exclusión social”
Por último, Suárez definió que “la energía debe ser un servicio público, un derecho humano que le llegue a todos los argentinos con un valor adecuado de la tarifa, no dolarizadas”.
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