Es de público conocimiento la intención del gobierno porteño de erradicar las tradicionales parrillas callejeras en los estadios de la Ciudad. En Desde el Barrio, Pablo Dorigo, referente de la Organización de Vendedores de Eventos Masivos (OVEM) que integra la CTEP, explicó qué hay detrás de esta decisión y cuáles son las incoherencias en las que incurre la administración macrista para justificarla.
“En un año electoral sirve vender la lucha contra la violencia en el fútbol como campaña política, el problema es que nos meten en una bolsa en la que no tenemos nada que ver. Además aprovechan y allanan el camino para el negocio de los Food Trucks”.
Esta comenzó a aplicarse desde principio de año. “Antes de que se haga público y salga en el Boletín Oficial. En el primer partido de River de local, a las pocas parrillas que sostenían el permiso las sacaron. Algunos compañeros tenían que trabajar a escondidas vendiendo pulseras, o porta carnets. Es importante aclarar que además de las parrillas, tampoco pueden trabajar los típicos ´gorro, bandera y vincha´, ni vender bebidas, ni nada“ comentó Dorigo y resaltó que “somos más de 200 familias que laburamos de esto. Hace más de un año que venimos peleando por la regularización de nuestro sector, no es que nos juntamos ahora al calor del conflicto”.
En los últimos meses, muchas de las parrillas sostenían sus permisos con amparos para que los dejen trabajar. en este caso la decisión del GCBA fue dejar de otorgar esos permisos y cortó con aquellos en espectáculos deportivos y musicales. “Intentamos dialogar con el gobierno para que se regularice la actividad pero no hay respuesta“.
La primera justificación oficial la dio la flamante titular del Comité de Seguridad en el Fútbol, Valeria Sikorski en una nota al diario Clarín. La funcionaria expresó que “Al sacar los puestos de comida, estamos atacando una de las fuentes de negocio de los violentos (sic)”. Ante este comentario fácilmente refutable, el militante de OVEM señaló: “no sé que financiamiento tiene la barra con laburo de otra gente. Cualquiera que va a la cancha sabe que si la barra tiene un negocio para financiarse no es precisamente la parrilla de un laburante que se está ganando el mango para darle de comer a su familia”.
Según Pablo, el GCBA entiende a este accionar sistemático contra la economía popular como un buen método de campaña. “Yo fui víctima del desalojo de Once, volví a los tumbos porque no puedo dejar de trabajar. Todos los eneros pasa lo mismo, cada año sabemos que en algún lugar van a caer porque sienten que eso vende políticamente“. Y agregó que en el modelo de Ciudad que intentan imponer “Que un Starbucks ponga mesas en la vereda es una usurpación legal del espacio público pero no tienen problemas; los demás no, los demás somos delincuentes”.
El entrevistado ilustró bien una posible salida al conflicto que el Gobierno de Larreta pretende evitar: “en el Municipio de Avellaneda fuimos parte de la regularización de los puestos, se logró hacer. Quienes van a la cancha de Racing e Independiente pueden ver cómo están ubicados, están regulados y vamos hacia incluso que se use un mismo tipo de puesto. Es algo viable” y reafirmó que “hay dos caras para mostrar: la de perseguirte o la de regularizar, depende de cada municipio”.
El discurso más escuchado sobre las parrillas tiene que ver con el control bromatológico o la higiene de los puestos, un planteo que se evita desde la Ciudad ya que la respuesta sería clara: “te estamos pidiendo la regularización. Eso implica el pago de monotributo social -que ya estamos pagando-, libreta sanitaria que también tenemos y controles de bromatología que le corresponden al gobierno”.
En relación a la posibilidad de reemplazar las parrillas por Food Trucks, Dorigo señaló que “poner trailers de 400 mil pesos es inviable. Por ley hoy pueden estar sólo en algunos parques y horarios, no les está rindiendo. Esa demanda empresaria la tienen que solventar de alguna manera por eso buscan espacios” comentó.
En otro de los argumentos, se señaló la necesidad de las parrillas en las afueras de las canchas para cubrir una necesidad. “Supongamos que a nosotros nos sacan, ¿quién cubre esa demanda? En un estadio lleno de gente con las concesiones que hay adentro no pueden comer todos los espectadores, además de que es incómodo y caro. Hay que tener una opción afuera”.
Mientras se continúa gestionando una reunión con las autoridades porteñás, la CTEP organizará este jueves al mediodía un “Parrillazo” en el Obelisco, “vamos a regalar choripanes a la gente para visibilizar el problema. Estuvimos en San Lorenzo y en Boca y el domingo vamos a ir a River a juntar firmas y volantear para que entienda y se masifique el reclamo” concluyó Pablo Dorigo.
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