En diálogo con Carlos Aira, el periodista Alejandro Fabbri analizó los factores extradeportivos que atraviesan la final de Copa Libertadores que se disputará el domingo entre River Plate y Boca Juniors en Madrid.
“Es el partido más importante en la historia de River y Boca. No hay instancia más importante donde se hayan enfrentado. Pero acá existe terror a perder. El que gana está esperando ganar para enrostrarle en el rostro al otro que ganó. El pretender que su equipo gane, no para disfrutar el dale campeón, sino para burlarse en las redes sociales, personalmente, oficina, facultad o donde sea, del rival caído es algo muy propio de los últimos años. Una cultura de la destrucción de la posición que se acepte una derrota y se valore el derrotado. La doctrina del bilardismo elevada a la enésima potencia por un grupo de imbéciles y apoyados por medios de comunicación donde e imbéciles que trabajan de periodistas que hacen de esa cultura una religión”; expresó Fabbri en Abrí la Cancha.
Alejandro Fabbri dio cuenta del entramado de la Conmebol: “Están al frente quienes fueron mano derecha de la banda de delincuentes que estaban al frente de la corrupción del fútbol sudamericano”; y agregó: “Alejandro Domínguez es hijo de una de las familias mas adineradas de Paraguay. Aceptó la orden de Infantino para que el partido se jugara en Madrid cuando ellos habían arreglado con los qataríes. El argumento de Infantino, hablando con Florentino Pérez, es el mismo que repite la dirigencia española: no les interesa el partido, sino la locura argentina. El fanatismo por el fútbol. Hablé con varios periodistas españoles y están más pendientes del banderazo. Lo ven como algo exótico y ridículo”
El autor de “El Nacimiento de una pasión“, “Historias secretas de los mundiales” e “Historias negras del fútbol argentino” también expresó exagerada la presión sobre River y Boca en términos históricos sobre la Copa Libertadores: “La televisión y los medios argentinos que lo venden como la mega final del universo y que ambos clubes están obligados a ganar la Copa. Pero en 58 ediciones, los equipos argentinos ganaron 24. Dentro de las 58 copas, Boca ganó seis y River cuatro. Un porcentaje que no es relevante. Lo que demuestra que no es fácil ganar la copa ni están obligados a ganarla. Lo cierto es que uno va a ganar y el otro deberá seguir participando en la próxima copa libertadores y punto. El fútbol no termina en este partido”
Finalmente, Alejandro Fabbri brindó una mirada sobre la final de Copa Argentina entre Gimnasia y Rosario Central: “Ambos clubes le demostraron al país que el fútbol argentino no es Boca y River. Argentina no es Uruguay. A pesar del bombardeo mediático de las empresas publicitarias que nos quiere hacer creer que todos somos de Boca y River, esto no es así afortunadamente”
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