Truchada. Metrovías, concesionaria del subte, contrató a la empresa Alimentaria San Martín para detectar la presencia de amianto en las formaciones sin que esta estuviera habilitada para esa tarea. Beto Pianelli, titular de los trabajadores del gremio de subte, afirmó: “Empezamos a investigar a esta empresa y ahí dimos en que no tenía autorización para hacer muestreos en caso de amianto“. El Colegio Profesional de Química anunció que realizará una denuncia penal sobre Alimentaria San Martín.
Roberto Beto Pianelli, secretario general de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subterráneo y Premetro (AGTSyP), explicó en comunicación con Radio Gráfica. “Metrovías contrató a la empresa Alimentario San Martín para tomar mediciones ambientales en las diferentes áreas del subte; muestras que llevaron a la Superintendencia de la Secretaría de Trabajo y que nosotros cuestionamos por la metodología con que se habían hecho estos muestreos”.
“Empezamos a investigar a esta empresa y ahí dimos en que no tenía autorización para hacer muestreos en caso de amianto. La empresa podía hacer pruebas ambientales, pero no en los casos puntuales por amianto”, detalló Pianelli.
Al descubrir esta situación, desde el gremio avanzaron en la investigación sobre la empresa. “Fuimos al Colegio Profesional de Química a consultar, ya que son ellos los que dan las matricular para realizar estos muestreos. Nos confirman que la empresa no tiene los permisos y a partir de esto el Colegio de Químicos de San Martín comenzó una causa penal a Alimentario San Martín por falsificar la autorización para realizar este tipo de muestreo”, afirmó.
“La empresa que realizó el muestreo sobre la presencia de amianto en el subte no estaba habilitada para realizar esas tareas”.
Consultado Pianelli sobre cuál es la situación de las formaciones y el proceso para quitar ese mineral contaminante relató que “se está trabajando en un desamiantado parcial. En la línea B los trenes Mitsubishi que tiene los asientos de pana, son a los que se le está realizando este desamiantado parcial ya que no se le puede sacar todo el amianto que tiene y por ello son trenes que deberían ir a descarte pero como no hay como suplantarlos hasta que eso pase se realiza este procedimiento parcial. Una parte se saca y a otra se la encapsula para que no se volatilice. Pero eso tiene una duración de un tiempo determinado, que esperemos lleguen antes nuevas formaciones sin amianto”.
Y continuó “Nosotros le estamos exigiendo a SBASE (Subterráneos de Buenos Aires Sociedad del Estado), que como fecha límite a fines de febrero, llamen a una nueva licitación para comprar nuevos trenes porque la única solución es esa. Todavía no se empezó a trabajar en la línea E, donde todas las formaciones tiene amianto. Tampoco en la línea C que no se ha realizado el proceso en la totalidad”.
“Nosotros le estamos exigiendo a SBASE (Subterráneos de Buenos Aires Sociedad del Estado), que como fecha límite a fines de febrero, llamen a una nueva licitación para comprar nuevos trenes porque la única solución es esa”.
La importancia y urgencia que reclaman los trabajadores del subte y premetro proviene de las enfermedades y complicaciones que este material genera. Ya son trece los trabajadores que presentan problemas respiratorios a partir de afección en la pleura (una membrana que recubre las paredes de la cavidad torácica y pulmones).
“Estos trece compañeros se hicieron los estudios, se los realizó la ART. Están siendo monitoreados por nuestro sindicato y médicos especialistas. Lo mismo con las cuestiones técnicas, los ingenieros del sindicato con los delegados y los miembros de la Secretaría de Salud Laboral están trabajando codo a codo para ver que las cosas se hagan bien. Esos compañeros, por ahora, están con licencia ya que no pueden volver a trabajar al lugar en donde se contaminaron”, graficó.
“Todavía estamos en el periodos de búsqueda de amianto, hemos encontrado en sectores, pero cada vez que seguimos revisando encontramos más. No solo está en los trenes sino en las oficinas, en las bombas del desagüe y varios lugares más. Hasta que no encontremos un lugar del cual sepamos con certeza de que no hay amianto, no pueden volver a trabajar. Por eso la empresa y la ART se están haciendo cargo de los salarios caídos de esos compañeros”, contó Pianelli.
Y concluyó diciendo “Estos trece son sobre un total de aproximadamente trescientos casos que se han estudiado, pero deberían pasar por estos estudios más de mil doscientos compañeros, cosa que sabe la empresa y no cumple. Nosotros calculamos por los lugares con amianto que hemos encontrado la cifra puede superar los dos mil trabajadores que deben realizarse los estudios y que con el pasar de los años se vayan sumando más casos que hoy no han sintomatizado todavía”.
JM/GF/RG














Discusión acerca de esta noticia