La Federación de Aceiteros y Desmotadores de Algodón anunció una huelga nacional desde las 00 hs. de este jueves 18 de diciembre, además de sumarse a las movilizaciones convocadas desde la CGT en todo el país, que tendrán epicentro en la Plaza de Mayo. El paro activo será en rechazo a la reforma laboral impulsada por el Poder Ejecutivo a la que califican de “regresiva” y que busca “fortalecer la posición de las patronales y debilitar la de quienes trabajamos“.
El Poder Ejecutivo envió días atrás al Congreso el proyecto de ley con un fuerte ataque sobre los derechos laborales y la búsqueda de debilitar a las organizaciones sindicales. Desde la organización que encabeza Daniel Yofra identificaron tres objetivos que contiene la reforma:
- modificar la negociación colectiva;
- facilitar los despidos, al mismo tiempo que desfinanciar a la seguridad social y
- lograr un mayor disciplinamiento en los lugares de trabajo.
“Este gobierno pretende refundar la relación capital-trabajo. Por eso su primer objetivo consiste en modificar la negociación colectiva, buscando destruir los convenios colectivos de actividad, favoreciendo convenios por empresa y sindicatos por empresa para fragmentar al colectivo obrero. En el mismo sentido busca terminar con la ultraactividad de los convenios”, manifestaron los aceiteros y desmotadores.
Al mismo tiempo denunciaron que “esto se une el intento de limitar al extremo el ejercicio del derecho de huelga“. Eso ocurre a partir de las categorías de “servicio esencial”, donde las organizaciones deben garantizar un servicio mínimo del 75%, y de “importancia trascendental”, a través de la cual deben asegurar el 50%, hecho que califican como una “prohibición de facto” de hacer una huelga.
Luego, sumaron: “El segundo nivel de ataque consiste en la creación de un Fondo de ´Asistencia Laboral´ y la reducción de las contribuciones patronales a la seguridad social, medidas que generarán una transferencia de miles de millones de dólares del bolsillo de los trabajadores al capital privado, y que desfinanciarán al sistema previsional; esto es, más hambre para los jubilados. También implica mayores facilidades para que la patronal despida y menores indemnizaciones para quien sufre la pérdida de su puesto de trabajo”.
Por último, identificaron una tercera de dimensión. Una “ofensiva” que contiene “múltiples cambios en la Ley de Contrato de Trabajo y otras leyes laborales para generar un mayor disciplinamiento en los lugares de trabajo”. “Uno de los más importantes -explicaron- es la creación del ´banco de horas´ que rompe con la jornada de trabajo, obligando a trabajar hasta doce horas por día cuando se le ocurra a la patronal, que además ya no deberá pagar las horas extras como tales”.













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