Rodolfo Paverini es el titular de la Confederación Argentina de Deportes (CAD). En términos formales, la máxima autoridad del deporte argentino. El DNU presidencial modificó las reglas de juego del deporte. ¿Se vienen las Sociedades Anónimas Deportivas? ¿Que sucederá con las leyes del deporte? ¿Que rol ocupa el Comité Olímpico en este momento? Entrevistado en Abrí la Cancha, Paverini no tuvo pelos en la lengua:
ORGANIZACIÓN: “Es importante que la gente sepa que en nuestro país el deporte se rige a través de la Ley 20.655, más conocida como La Ley del Deporte. El sistema institucional del deporte está compuesto por las entidades superiores (Confederación Argentina de Deportes, Comité Olímpico Argentino y Comité Paralímpico Argentino); luego, el sistema de confederaciones, federaciones y asociaciones deportivas nacionales, que son rectoras de cada disciplina deportiva (Por ejemplo, AFA en el fútbol). Finalmente, a las entidades de primer grado, que son los clubes. La Confederación Argentina de Deportes aglutina a todos, incluso al Comité Olímpico y Paralímpico. Ellos tienen la función de la representación olímpica y paraolímpica; la CAD tambén alberga a deportes por fuera del sistema de confederaciones y los autóctonos.
EL CONTRATO DEL DEPORTE COMO ASOCIACIÓN CIVIL: “El DNU y sus facultades quedan vigentes, el mismo va por encima de los estatutos de las asociaciones y federaciones del deporte. Por lo tanto, el deporte no existirá como lo conocimos en Argentina. El gobierno quiere instalar que la transformación en Sociedades Anónimas es optativa, cuando en verdad no es así. El ejemplo más claro es que la obligación que tendrían las asociaciones de aceptar nuevos actores con otra figura jurídica que no sea la de Asociación Civil, por más que las mismas no lo acepten en sus estatutos. Aparte, una cláusula transitoria del DNU obliga a las asociaciones a modificar sus estatutos en el espacio de un año. Si dentro de un año, los estatutos no están modificados, el Estado sancionará a las asociaciones . Todo esto tiene una relación directa con el artículo 20 de la Ley del Deporte en el cual el Estado garantiza la autonomía y la libre gestión de las asociaciones civiles deportivas que componen el sistema institucional del deporte.
EL POSIBLE CONFLICTO INTERNACIONAL: “El DNU nos puede poner en un serio problema porque todas las entidades internacionales que rigen el deporte plantean que si el Estado se inmiscuye en la vida institucional de una federación, automáticamente se le quita la membresía. Acá no hay tu tía. Recordemos lo que pasó hace poco con la Federación Brasileña de Fútbol. Si bien todavía no existe comunicación oficial por parte de las instituciones del deporte argentino, si esto llega a FIFA o al Comité Olímpico Internacional, el deporte argentino la situación puede ser muy tensa. Los gobiernos no pueden sacar la facultad de autonomía de las asociaciones, federaciones o confederaciones. Eso está pasando en Argentina”.
SOCIEDADES ANÓNIMAS DEPORTIVAS Y EL NARCO: “Este tema tiene dos aristas. Por un lado habrá inversores de grandes capitales; pero por otro lado quedaremos a expensas del narcotráfico. En el DNU las SAD son uninominales. Hay muchas cosas que creímos que nunca iba a pasar y pasaron. Existen experiencias similares en otros lugares del mundo, como en Colombia. Para estos capitales sin filtro es muy sencillo ingresar al mundo del deporte argentino“.
LA POLITICA, EL DEPORTE Y LA NECESIDAD DE UNA INDUSTRIA DEPORTIVA: “En todos ámbitos hay movimientos corporativos. El deporte no es ajeno. Todo esto ha redundado en un deporte chico. La política quiere fotos con los atletas y las medallas. En momento de campaña, fotos en los clubes, entregar subsidios, conos y pecheras y parecería que esa es una política deportiva. Desde la Confederación planteamos la idea de la industria del deporte. Desde el club de barrio, sus profes, padres, espectáculos. De ahí, hasta el deporte internacional. Si agarramos la torta del PBI argentino vemos cuanto genera cada industria como recaudación para el país. En diciembre de 2019 le planteé al ministro Matías Lammens a realizar estadísticas ante un Estado que se niega a hacerlas. Supongamos que el PBI del deporte sea del 0.5%. ¡Era una gran riqueza! Para eso necesitas mano de obra intensiva. Sin cifras oficiales, estamos hablando de 200.000 puestos de trabajo. Si esto se organizaría, el deporte sería mas grande de lo que hoy se comprende”.
POLITICAS DEPORTIVAS: “Vale destacar que los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner tuvieron una política virtuosa hacia el deporte. En 2009 se creó el ENARD, un ente bipartito entre el Estado y el Comité Olímpico Argentino para financiar al deporte de alto rendimiento. Hay un empresario llamado Gerardo Werthein que se arroga su paternidad, algo que es incorrecto, porque la decisión política de su creación fue de Cristina Fernández. El despegue en el medallero olímpico de Londres 2012 fue un espaldarazo para el deporte de alto rendimiento. En 2014 se realizó la actualización de la Ley del Deporte. La misma tenía tres aristas: por un lado, el tema federal con el CONADE y los consejos provinciales y municipales; por otro lado una política de Género única en el mundo y la Asignación Universal por Hijo al Deporte, que era la inclusión de millones de pibes al sistema deportivo institucionalizado a través de los clubes de barrio.
¿Que pasó después? Mauricio Macri fue presidente y Gerardo Werthein fue el titular del COA. La ausencia de políticas públicas hizo que los deportes más poderosos sean cada vez más poderosos porque allí se dispone el dinero del ENARD. Los Juegos Olímpicos de Río 2016 tuvieron una inercia de política virtuosa y desde ese momento decayó el sistema olímpico y deportivo argentino. Cuando quisimos modificar desde la política la estructura del ENARD, los diversos gobiernos privilegiaron sus relaciones en detrimento a las necesidades reales del deporte”.
Periodista / Abrí la Cancha.
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