El referente de la Federación Gráfica Bonaerense (FGB) y la Corriente Federal de Trabajadores, Héctor “Gringo” Amichetti dialogó con Radio Gráfica en donde repasó una serie de temas. Valoró el rol clave de la CGT para conducir la confrontación con Milei en un contexto de crisis de representación política destacando que debe jugar un rol clave para unir a los sectores nacionales con una propuesta programática. También advirtió que el Gobierno está realizando un virulento ataque al sistema solidario de salud con el objetivo de desfinanciarlo y favorecer la mercantilización de la salud.
La conflictividad social crece y lo va a seguir haciendo en el período venidero ante el rumbo económico y político que tomó el Gobierno nacional encabezado por Javier Milei que excepto a los actores concentrados, no deja sector sin agredir.
En poco más de dos meses de gobierno ha pulverizado salarios y jubilaciones que ya venían deterioradas, quita o ajusta programas sociales para los sectores más postergados llegando al punto de no enviar medio kilo de arroz a los comedores populares. Paralelamente busca desfinanciar a las universidades, a la cultura, a aquellos que necesitan tratamientos médicos imprescindibles. Esto solo mencionando a algunos de los muchos afectados por la motosierra.
En ese contexto, la Confederación General del Trabajo (CGT) emergió como el actor más trascendente para detener el avance de Milei habiendo realizado un paro general con movilizaciones en todo el país, logrado la suspensión judicial por inconstitucionalidad del título IV referido a los derechos laborales del DNU 70/2023 además de no avanzar el trámite legislativo de la ley Ómnibus. Ante una motosierra que profundiza su acción, ¿cómo seguir?
Al respecto, Héctor Amichetti evalúa: “Ha habido una postura muy clara en el Confederal de CGT como en el posterior Plenario de Delegaciones Regionales en cuanto a que había que definir un plan de acción que no solo pasaban por el paro y movilización del 24 de enero. Hay una consciencia absoluta de que este gobierno viene a destruir los derechos de amplios sectores del pueblo argentino y lo está llevando adelante. Hay una responsabilidad enorme de la CGT ante la debilidad de la referencia política en el pueblo argentino tras la derrota electoral“.
En su visión, Amichetti expresó que “el rol que debe cumplir el movimiento obrero organizado y la CGT es el de la unificación de las demandas populares. No solo las reivindicaciones laborales, sino a todos los sectores que están siendo golpeados de la cultura, la educación, el sector pyme, de todos los sectores productivos en general“.
“Todavía hay un sector de los trabajadores que tiene expectativa en mejorar tras este ajuste. Es necesario recuperar la confianza de los sectores del mundo del trabajo para que acompañen las decisiones que podemos ir tomando desde movimiento sindical”, enfatizó.
“Sería importante que la CGT recobre un rol central en l defensa de los intereses de la nación, la unidad de los trabajadores tengan o no sindicato. Hay en marcha un proyecto de disolución nacional. Es una oportunidad para que la acción de la CGT abarque a todos los sectores nacionales en este momento de crisis de representación política. Es necesario reconstruir al frente nacional“.
“El neoliberalismo ha hecho mucho en nuestra fragmentación para avanzar sobre nuestros intereses. El movimiento obrero puede presentar una alternativa con un programa de salida, que de esa resistencia salga lo mejor de nuestra historia con una propuesta programática. Entender que hay intereses comunes que nos unifiquen. De no ser así no hay duda de que el gobierno viene a destruir los derechos de gran parte del pueblo argentino. Tenemos que reivindicar nuestra convicción sobre la soberanía y justicia social que parecen querer ser desvirtuados por el gobierno“, propuso Amichetti. .
“Es difícil que cierre este modelo por la cantidad de pueblo que deja de lado. El desafío más grande de la resistencia con la mayor unidad tiene que surgir una alternativa a los límites que hemos tenido y tiene que surgir otra forma de hacer política y otras democracia que no sea solo lo electoral sino construir una fuerza política que confíe en el protagonismo popular. Es fundamental el protagonismo popular, las organizaciones entrelazadas y sosteniendo a un gobierno que pueda desarmar a estos factores de poder que hacen de la democracia una democracia precaria”.
“BUSCAN QUEBRAR A LAS OBRAS SOCIALES”
Esta semana, el Gobierno publicó los decretos mediante los cuales desregula al sistema solidario de salud materializado en las obras sociales favoreciendo a las empresas de medicina prepaga. Pero el ataque no se agota allí, también busca asfixiarlas a través de su desfinanciamiento reteniendo los recursos del Fondo de Redistribución y discontinuando otros recursos que apuntalan al sistema.
“El Gobierno busca imponer un manejo comercial del sistema de salud por parte de muy pocas empresas. Primero les permite a las empresas de salud poner la cuota que quieren para que les cierren sus negocios y por otro lado las introduce para que rompan al sistema solidario de salud. Eso tiene como objetivo central romper esa construcción que fortalece a las organizaciones sindicales. A pesar de la desregulación de los años noventa, que se profundizó en el 2001, sigue instalada en el esquema de atención de salud de los argentinos”, analizó Amichetti.
“Hay un objetivo muy claro de ir a un sistema de salud en donde el que puede lo pago y el que no tiene que ir a prestaciones mínimas. Vamos a un sistema brutal como el de Estados Unidos”, puntualizó el referente gráfico.
“Hoy el sistema de salud está en crisis por el alto nivel de mercantilismo de la salud, la introducción de nuevas tecnologías, medicamentos, prótesis. Hoy los sindicatos aportan a las obras sociales para sostener el sistema de salud y no al revés como se piensa”.
“Buscan acelerar el desgaste y el quiebre de las obras sociales sindicales. Con este Gobierno no hubo ningún aporte con el Fondo de Redistribución que es dinero que aportan los trabajadores y empleadores. Si a esto sumamos que había un sistema que se comenzó a implementar durante la pandemia con Repro para sostener el sistema de salud que el gobierno ha cortado a partir de este mes. Y está amenazando con cortar otros aportes como el SUMA que sirven para aliviar el descreme de los años noventa. Buscan quebrar a las obras sociales”, concluyó.
“Lo dijo Sturzenegger días atrás en donde la estrategia era empobrecer a las organizaciones sindicales y sociales para una mayor concentración, entrega y destrucción de la solidaridad y la justicia social a la que consideran aberrante. Vamos a tener que enfrentar eso uniendo fuerzas con todas las obras sociales y de los beneficiarios para ponerle freno a este gobierno que tiene de desfinanciar a las organizaciones sindicales”, Completó.
Es dificil que cierre este modelo por la cantidad de pueblo que deja de lado. El desafío más grande de la resistencia con la mayor unidad tiene que surgir una alternativa a los límites que hemos tenido y tiene que surgir otra forma de hacer política y otras democracia que no sea solo lo electroal sino construir una fuerza política que confíe en el protagonismo popular. Es fundamental el protagonismo popular, las organizaciones entrelazadas y sosteniendo a un gobierno que pueda desarmar a estos factores de poder que hacen de la democracia una democracia precaria.
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