Por Leonardo Martín
La Mesa Sindical el Salario no es Ganancia -donde confluyen más de 60 organizaciones gremiales- salieron a criticar la decisión del Poder Ejecutivo nacional y también a gobernadores de avanzar con una restitución del Impuesto a las Ganancias a la Cuarta Categoría.
En un comunicado de prensa expresaron: “Si hay plata. No la tenemos los trabajadores. El salario no fue, no es ni será ganancia“. “Desde la Mesa Sindical comunicamos nuestra oposición al intento antidemocrático de revertir la derogación de la cuarta categoría y de restablecer la poda salarial a un millón y medio de trabajadores/as mediante un mecanismo de coerción institucional“, agregaron.
Sumado a ello adelantaron que “nos uniremos, nos movilizaremos y lucharemos por consolidar la derogación del impuesto a las ganancias que significa una rebaja salarial y lograr un aumento del salario mínimo, vital y móvil“.
Días atrás, el vocero presidencial Manuel Adorni informó que el Gobierno nacional tiene como objetivo que los trabajadores vuelvan a pagar Impuesto a las Ganancias. De fondo existen presiones de los gobernadores para obtener recursos frente a un tributo coparticipable en un contexto donde mucho de los mandatarios provinciales vienen bregando por su restitución o al menos un reajuste en las partidas para disponer de esos recursos.
En la conferencia de prensa que dio días atras, Adorni manifestó: “Cualquier corrección al alza de impuestos, como en este caso de Ganancias, va a ser primero de cortísimo plazo. Es el telón para lo que viene, y siempre vamos a hablar con la verdad y ser los primeros que cuando haya un aumento en algún impuesto, que en el cortísimo plazo lo corrijamos y volvamos al estado anterior”. La historia argentina es pródiga en ejemplos de impuestos temporales en marcos de emergencia que terminan siendo para siempre.
Asimismo, el ministro de Economía Luis Caputo intento desligarse y cargar el costo político sobre sobre las provincias a las que apuntó por ser “las más interesadas en que esto se de vuelta”.
Cuando fue la derogación en septiembre pasado de Ganancias, Massa había negociado mecanismos de compensación de recursos para las provincias que con la victoria de Milei y su plan motosierra quedaron desactivados.
El Impuesto a las Ganancias a la Cuarta Categoría fue derogado en septiembre pasado en una votación a la que Javier Milei, entonces diputado, votó positivamente. Allí se estableció que fueran alcanzados por el tributo aquellos trabajadores que perciban a partir de 15 salarios mínimos, vitales y móviles con lo cual según informó el Ministerio de Economía comandando entonces por Sergio Massa que solo lo pagarían 80 mil trabajadores, funcionarios de muy altos ingresos frente al millón que lo hacía en esos días de septiembre, tan cercanos y lejanos a la vez.
Para lograr esa derogación fue importante el trabajo de esa Mesa Sindical que impulsó una serie de acciones para visibilizar el tema, que apoyo el proyecto de ley presentado por Sergio Palazzo que introducía modificaciones progresivas y que luego fue el espacio interlocutor de Massa para afinar el proyecto finalmente sancionado.
Desde el espacio expresaron: “El gobierno y una mayoría de gobernadores intentan poner sobre las espaldas de los trabajadores/as la resolución de una crisis que se profundizó estos últimos días. El primer intento conjunto es restablecer el injusto impuesto a las ganancias contradiciendo el propio voto a favor de su derogación que consumaron los actuales presidente y vicepresidenta en su condición de diputados en la sesión del 19/9/2023”.
“Desde el gobierno nacional nos quieren convencer de que una inflación del 250% anual es mejor que una de 160%, que los aumentos siderales y diarios de precios son un signo de salud económica, que el dólar a $800 pesos no trae consecuencias, que los despidos masivos o suspensiones son una solución, que la quita de derechos laborales es virtuosa (como en la época del menemismo en que terminamos con 20 millones de pobres), que emplear la violencia para enfrentar la protesta social es racional y que la estanflación es una secuela inevitable que las mayorías debemos aceptar con resignación”, apuntaron.
“No es legítimo que nos pretendan quitar esa conquista porque no tienen voluntad política de cobrar el impuesto a quienes tienen ganancias, rentas extraordinarias o beneficios de la especulación financiera. No es legítimo que usen a los trabajadores como chivos expiatorios por su incapacidad para acordar un nuevo reparto de impuestos existentes entre las provincias y el estado nacional”, concluyeron.
La Mesa Sindical el Salario no es Ganancia se conformó a mediados de 2022 como respuesta a un reclamo de más de una década en rechazo al tributo y en meses donde los descuentos en los salarios se hicieron sentir muy fuerte en los ingresos.
Aún no están las precisiones finales del proyecto de ley que enviará el Gobierno al Congreso, pero ha trascendido un borrador con los aspectos principales. Allí se establece un piso de $976 mil pesos de salario bruto para el pago del Impuesto, además de avanzar con la motosierra sobre ítems que habían quedado exentos en el último período.
Dentro de las posibles modificaciones hay previsto un verdadero sablazo a los autónomos. En el caso de los autónomos no pagarán Ganancias hasta $435.097 mensuales (solteros sin hijos) y hasta $605.088 (casado con 2 hijos), un verdadero desproposito en un momento en donde la Canasta Básica en noviembre fue de 390 mil pesos según informó el INDEC. Esto sin contar la estampida inflacionaria del diciembre.
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