Artemio López, consultor y analista político, analizó para Radio Gráfica el escenario político y la imagen del gobierno ante la pandemia. Asimismo, repasó los principales problemas de la agenda y su incidencia en la opinión pública de cara al año electoral.
Gabriel Fernández: Hubo medidas apreciables, en un intento de dinamizar la producción. Pero también nuevos aumentos de combustibles, a pesar de los cambios en la empresa de petróleo. Es decir, una situación en la cual hay lugar para críticas agudas, pero también hay lugar para el respaldo. ¿Cómo la ves, Artemio?
Artemio López: Hay muchas alternativas, algunas muy positivas y otras menos. Creo que el gran problema es el poco músculo con respecto a mejorar ingresos familiares, tanto vía salario, como jubilaciones, pensiones o planes de transferencia de ingresos. Todo el conjunto de modalidad e ingreso de dinero a las familias está muy disminuido.
El salario tiene un retraso notable. El salario mínimo, vital y móvil está 8 puntos atrasado en un año. Tuvimos 36 puntos de inflación, con 28 puntos de actualización en marzo, lo mismo sucede con el salario. Estamos en una situación crítica en término de actualización de ingresos familiares.
Sí, hay medidas muy promisorias para resguardar el tejido productivo, obviamente para generar o sostener puestos de trabajo, que es muy importante. Después, el Gobierno tiene una política diseñada para buscar derechos de tercera generación que, aunque sean controversiales, son positivos.
Tiene aristas muy positivas, en la cuestión sanitaria se está manejando bien, más allá del retraso en la distribución de vacunas, que no corresponde a la voluntad del Gobierno, sino que se atrasó la disponibilidad de vacunas a nivel internacional, que esto se va a solucionar.
GF: Arranca esta discusión renovada precios-salarios, en un año electoral. ¿Cómo observás a la opinión pública? ¿Cómo observás la opinión del pueblo argentino frente a la situación? Tomando en cuenta las dificultades y tomando en cuenta las falencias.
AL: Hoy domina el tema sanitario y el tema de ingresos, pero a la medida de que el Gobierno haga un esfuerzo para mejorar el ingreso familiar, que yo creo que lo va a hacer, va a tener una elección de medio término más exitosa. No me extrañaría nada que consiga mayoría en diputados también, por lo tanto en ese sentido hay que esperar.
La polarización va a seguir, los dos modelos van a confrontar, más allá de los candidatos, eso va a signar el comportamiento electoral. Si el Gobierno pone energía en ingresos familiares, y en mejorar la situación de las familias, va a tener una elección de medio mandato muy aceptable, sobre todo para mejorar la participación en la Cámara Baja.
GF: ¿Puede hablarse de una interna en el oficialismo? ¿Hay una pulseada al interior del Frente de Todos?
AL: Tensión puede haber, pero hay un liderazgo de mucha asimetría que le da consistencia a la unidad, porque por fuera del liderazgo, de la construcción del Frente de Todos ¿qué queda para el conjunto de líderes o representantes de la fuerza que lo integran? Muy poco.
Es tan prominente la figura de Cristina Kirchner que, mientras ella se mantenga en la situación en la que está, de preservar la unidad a toda costa, no hay lugar a nadie por fuera de este espacio.
Que hay operaciones, las hay y las va a haber, pero no veo que rompan, no hay manera de romper. Otra cosa sería si Cristina estuviera en una situación de discutir la unidad o plantear eso, pero no está planteado. Al contrario, siempre lo ha dicho, la preservación de la unidad es absoluta y la asimetría en los liderazgos le da garantía de que va a proseguir. No veo a nadie que esté en posición de romper.
Este espacio unificado, es muy poderoso, electoralmente te diría que es una máquina, un dispositivo electoral muy potente, por lo tanto no veo condiciones materiales objetivas para que nadie rompa.
“Tensión puede haber, pero hay un liderazgo de mucha asimetría que le da consistencia a la unidad”
GF: A modo de contracara, de espejo, te pregunto por Juntos por el Cambio. Ha tenido muchas dificultades internas, roces. ¿Va a mantener la unidad con el objetivo de validar su esfuerzo?
AL: Creo que sí, que va a mantener y va a disputar liderazgos, veremos cómo lo soluciona. Pero me parece que no están tampoco en condición de romper, no me parece que las coaliciones que van a atrapar casi el 90% entre ambas estén en posición de romper.
Veremos cómo resuelve eventualmente la transición de nuevos liderazgos, una fuerza como la opositora, Juntos por el Cambio, tiene que ver cómo reemplazar la figura de Mauricio Macri, porque se necesita más que declaraciones públicas y encuestas truchas por los diarios.
Acá hay un dirigente que fue derrotado pero tiene un electorado que se siente representado, por lo tanto no se resuelve la cuestión diciendo que ‘ya se ha resuelto’. Hay que ganarle una elección interna a Macri, desplazarlo en términos electorales, no con declaraciones. Lejos está de que haya un liderazgo que pueda competir con Mauricio Macri, hoy, incluido Horacio Rodriguez Larreta, que si no tuviera la cobertura mediática, estaríamos frente a una situación catastrófica en CABA.
Todavía no veo cómo van a reemplazar a Mauricio Macri porque me parece que van a a tener que dar respuesta electoral a ese liderazgo, y no veo a nadie a disposición para una interna.
GF: Con el tema presos políticos hay un cruce muy duro dentro de la militancia nacional acerca del rol del Gobierno. Hay coincidencias alrededor de pedir la libertad, hay hostigamientos y críticas justificadas y fundamentadas sobre el Poder Judicial, sobre la Corte Suprema de Justicia, y hay distintas visiones de lo que debería hacer el Poder Ejecutivo. ¿Cuál es tu visión?
AL: Tiene que liberarlos. La modalidad de que esto se pueda realizar es una discusión pero no el objetivo. El objetivo es que no haya presos políticos en un gobierno popular y democrático.
Estoy totalmente convencido de que lo que hay que hacer es terminar con los presos políticos y los mecanismos por los cuales se terminara, no soy el más indicado para resolver esta cuestión. Pero, acá el objetivo primordial es que no pueden existir prisioneros políticos, gente presa por el régimen anterior con los mecanismos que todos conocemos, durante el gobierno popular y democrático. ¿Cómo lo harán?. No se, pero el Gobierno tiene herramientas, indultos, cuestionar cómo se dieron los casos, poner energía en el tema de la Corte, alguna forma hay que encontrar, pero lo que no puede pasar es convivir con presos políticos. Eso es gravísimo.
GF: Otro punto es qué hace el Gobierno frente al empresariado. De entrada diagnosticamos que los problemas importantes eran monopolios, medios y justicia, y se sigue sin hallar una solución acabada. Con el tema de la formación de precios, si no se logra resolver en el primer semestre de este año va a ser muy difícil desarticular un poder concentrado tan potente instalado sobre todo en las empresas de alimentos, tanto internas como exportadoras en Argentina.
AL: El ministro Martín Guzman había dicho que el objetivo es que los salarios le ganen a la inflación por un par de puntos, por lo menos, por lo cual me parece que las políticas tienen que estar destinadas a eso. Ni hablar de la recuperación después de casi 19 puntos de caída durante el macrismo. Todavía se está absolutamente en deuda.
Me guío por las palabras del ministro: el objetivo del Gobierno es que los salarios recompongan poder adquisitivo real estando por encima de la inflación. Veremos si se cumple. El año pasado no pasó, los salarios siguieron por debajo de la inflación. Así que esperemos que este año se corrija porque es un contrato electoral fehaciente del Frente de Todos y porque electoralmente es clave esa circunstancia.
El Presidente lo tiene claro, que el consumo doméstico es el gran impulsor del crecimiento, y al mismo tiempo, de las inversiones, porque si no ¿quién invierte en un país que no crece? Ningún país crece sin inversión, pero nadie invierte si el país no crece. Para invertir, primero hay que crecer y para crecer hay que poner mejores salarios.
GF: Uno de los obstáculos es la propaganda de los grandes medios destinados a señalar que el empresariado ‘no puede absorber los aumentos’, que ‘no hay inversión’, que ‘se sigue cargando tributariamente´. ¿Qué pasa con los medios? ¿Por qué operan en contra del Gobierno como si se tratara de la revolución marxista leninista? ¿Qué pasa con el buen trato con Clarín? Se sigue apostando a una buena actitud, tanto a nivel económico, por la pauta, como a nivel entrevistas, que no da ningún resultado.
AL: No tiene una política de medios el oficialismo, tampoco tiene una política de impulsar medios alternativos. Es uno de los puntos que el Gobierno debería tomar nota como deficitario, no está funcionando, porque ni siquiera puede comunicar lo que hace, y hace muchas cosas, y muy bien, y no logra comunicar porque los medios le juegan en contra sistemáticamente.
Sinceramente, no entiendo qué es lo que se busca con esto, a donde se apunta. Con el tema de las vacunas fue muy violento, la forma en que destratararon la gestión de Ginés Gonzáles Garcia, la del mismo Presidente, la forma en que se trata el tema de la provisión de las vacunas, el tema de la pandemia en Formosa, lo que han dicho, excede toda racionalidad.
Hay una concepción mediática que no se corresponde con la que tiene el Frente. No hay reciprocidad. Hay que cambiar porque evidentemente no responde a este país el sistema de distribución de medios, la forma en que se administra las comunicaciones en Argentina no es la que el Gobierno supone. Evidentemente falló, eso no anduvo, no hubo la respuesta esperada.
“No tiene una política de medios el oficialismo, tampoco tiene una política de impulsar medios alternativos”
GF: A pesar de todo, continúa en el pueblo argentino una visión histórica que logra, después de tantas décadas, reposicionarse. Con todos los medios en contra, con errores propios, y sin embargo esa mirada nacional, popular, democrática, transformadora, industrialista, sigue vigente en la base social.
Pasó Perón, pasó Eva, pasó Néstor y pasó Cristina, y el movimiento obrero. El liderazgo popular y el movimiento obrero funcionando aún con sus contradicciones, como todo movimiento organizativo, como todo movimiento donde confrontan intereses diversos en su interior, aún a pesar de eso, explica el por qué Argentina se vuelve a levantar de sus ruinas.
Néstor Kirchner puso fin a casi 30 años de neoliberalismo en Argentina. Acá hay una juventud que vio construirse como sujeto político durante la gestión de Néstor y Cristina. Esto es evidente.
Con todas las contradicciones que hay, que nadie está de acuerdo con nadie, eso es así, pero en Argentina la perspectiva histórica sigue teniendo vigencia, y es cierto que se frenó la más grande ofensiva neoliberal en democracia, en una sola y única elección, contra un Gobierno que estaba pensando en quedarse uno, o dos períodos más, con todo lo que venía por detrás.
Sin embargo, aún con sus contradicciones, la perspectiva es una sola.
- Entrevista realizada por Gabriel Fernández en La Señal (lunes a jueves de 18 a 20, viernes de 19 a 20)
- Redacción Carolina Ocampo
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