Osasuna es uno de los cuatro clubes españoles que no se transformó en Sociedad Anónima Deportiva. Contra todo ejemplo privatizador que viene desde Europa, allí también los socios se organizan y en este caso, el nuevo estadio del club navarro tendrá una tribuna popular. En Radio Gráfica dialogaron con Abel Díaz, socio compromisario de Osasuna. Un testimonio fundamental para romper el mito privatizador y el rol pasivo de los hinchas.
Por Carlos Aira*
El 30 de junio de 1992 el fútbol español cambió para siempre. Por cédula real, los clubes de fútbol de Primera y Segunda División debían transformarse en Sociedades Anónimas Deportivas (SAD) si mantenían deudas a la fecha. Tan sólo cuatro clubes quedaron fuera de la orgía privatizadora: Real Madrid, Barcelona, Athletic de Bilbao y Osasuna.
Osasuna. Salud, en Euskera. Nombre vasco para un equipo navarro. Zona de alta conflictividad en tiempos de lucha armada y un club que es orgullo de la ciudad de Pamplona. Durante años, el Sadar fue el estadio más complicado para los grandes de España. Un equipo dificil por varias razones: una escuela de fútbol, compromiso con la camiseta y una hinchada compenetrada. Los Indar Gorri. La Fuerza Roja. Desde 1987, cuando se suspendió un partido ante Real Madrid por agresión al arquero Paco Buyo, durante años cada partido entre Rojillos y Merengues fue un capítulo aparte. Dentro y fuera de las canchas.
Pero el fútbol cambió con el siglo XXI. Osasuna pagó muy cara su osadía de dignidad. Fue perseguido por Javier Tebas, titular de la Liga de Fútbol Profesional. El mismo hombre que Daniel Angelici invitó al país en marzo de 2016 para poner las bases de la privatización del fútbol argentino. A Osasuna se lo consideró el mal ejemplo del fútbol español. Sus hinchas no pudieron ingresar a su estadio portando banderas nacionales. Tampoco hacer más reivindicaciones políticas o sociales. Las deudas se fueron acumulando y la Liga fue estrangulando a Osasuna buscando su desaparición. Pero los socios no cedieron y no entregaron a su club que estuvo a punto de desaparecer en 2015. Un milagroso gol en tiempo de descuento mantuvo a Osasuna en Segunda División y con vida.
Osasuna renació en sus cenizas. Regresó a Primera División y en 2020 golpeó con dureza a quienes creían que el fútbol era cosa de dueños y espectadores pasivos: los socios decidieron que el nuevo estadio tenga una tribuna para ver el partido de pie. Como las viejas tribunas populares. Algo que no existe en ningún estadio español hace un cuarto de siglo.
En Abrí la cancha entrevistaron a Abel Díaz, socio compromisario de Osasuna, quién explicó con detalles la movida:
“En los últimos años, la Liga de Fútbol Profesional está obligando a realizar reformas en los estadios. A nosotros nos intimaron a colocar una nueva estructura lumínica para la televisión, porque aquí la televisión tiene más derechos que los aficionados. A raíz de esto, la capacidad del Sadar pasaba de 19.000 a 16.000 espectadores. Por eso los socios entendimos necesaria la remodelación del estadio. Se presentaron cuatro proyectos y fuimos los socios quienes ejercimos el voto.
Salió ganador el proyecto Muro Rojo. La tribuna tendrá asientos Rail Seat que permiten ver el partido de pie al ser los mismos rebatibles. Recordemos que todos los estadios españoles deben tener asientos y los mismos corresponder a un socio, abonado o entrada. Una vez que se aprobó el proyecto, se presentó a la asamblea de socios compromisarios quienes decidimos el endeudamiento. Este año, para nuestro centenario en octubre, tendremos la gran obra terminada”, expresó Abel Díaz en Abrí la Cancha.
El socio compromisario de Osasuna remarcó en Radio Gráfica el sentido social de su club dentro de un mundo de Sociedades Anónimas Deportivas: “Lo importante es que Osasuna sigue siendo un club de socios. Gracias a esto se pudo hacer este sistema participativo: elegir el proyecto y discutirlo. En el futbol español en caso que no seas socio, el dueño elige su proyecto, no pregunta a los aficionados, contrata a su amigo contratista, comisiones y todo el asco que se vive en el futbol europeo. El problema de las SAD no son solo los resultados. Valencia está en manos de un singapurés que hace y deshace a gusto o Elche, que fue comprado por el argentino Cristian Bragarnik. Lo que sucede en esa SAD es de cuidado: se desprendió de los jugadores que le dieron el ascenso para traer futbolistas representados por él”.
El Club Atlético Osasuna fue fundado el 24 de octubre de 1920. Fue uno de los pocos clubes que durante la dictadura franquista mantuvo su nombre en euskera. Leonel Gancedo, Bernardo Romeo, Daniel Montenegro y Luis Ávila son algunos de los argentinos que han vestido la camiseta del club navarro.
(*) Periodista. Conductor de Abrí la cancha (Lunes a viernes, de 20 a 21hs. Domingo, de 23 a 00hs)
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