Norberto Galasso tal vez sea el historiador más importante del campo nacional y popular. A sus 83 años, es una referencia ineludible. En una larga conversación con Gabriel Fernández en La Señal, dejó sentada su visión sobre el final del ciclo macrista, su legado en forma de libros y una mirada a fondo de la actualidad.
Galasso, indicó: “Estoy esperando que termine esta pesadilla. El gobierno de Mauricio Macri ha sido una tragedia para los argentinos. Una experiencia neoliberal extrema que nunca imaginamos que se volvería a producir. Tal vez pensamos en un régimen reaccionario que volviera al país a un estadío anterior a 1930, pero nunca el ahondamiento tan profundo entre ricos y pobres en medio de una crisis total”.
“El gobierno de Mauricio Macri ha sido una tragedia para los argentinos”
“El gobierno de Mauricio Macri toma medidas porque no sabe como salir del enredo –añadió. Medidas en las que no creen pero les permiten llegar hasta el final de esta tragedia. Pero no sé si podrán llegar hasta el final. Lo cierto es que asistimos al final de ésta experiencia y estamos en las puertas de una Argentina distinta“.
En una mirada autocrítica, admitió que “supusimos que doce años de kirchnerismo eran suficientes para ganar la batalla cultural. En ese tiempo fui invitado a ámbitos que me eran esquivos, como universidades o colegios militares. Pero no fue suficiente. Hay falsedades y mitos instalados. Los medios de comunicación hicieron posible que se acentuara la minoría reaccionaria que se piensa rubia de ojos celestes y desprecia a los obreros. Nada que no hayamos visto pero desde 2015 se llevó a niveles increíbles”.
El tema de la conciencia atrapó las preocupaciones del historiador: “El campo nacional y popular deberá consolidar una cultura nacional que impida el control transitorio de los medios. Hubo sectores de clase media porteña que han votado contra ellos mismos. Tendremos que cuidarnos de no cometer errores y consolidar una fuerza popular transformadora que no deje cuestiones por resolver”.
“El gobierno de Mauricio Macri fue una experiencia mitrista -definió, terminante-. El presidente más cercano a Bernardino Rivadavia. Fue volver a la concepción del hombre puerto que mira hacia el exterior y rechaza su vinculación con los trabajadores. Cuando observo egresados de Ciencias Económicas orientados por la educación pública argentina pienso ¿qué les enseñan? ¡Que la inversión pública es un gasto!. La Universidad Pública argentina genera Pinedos, Martinez de Hoz, Prat Gays y Melconianes. Excepcionalmente genera economistas con paradigmas reales. La Universidad es un problema a tratar. Con la autonomía universitaria no se puede meter mano dentro de los programas y las designaciones docentes”.
Por eso, “después de la experiencia del kirchnerismo, donde se desendeudó y se produjo un profundo mejoramiento de la calidad de vida, aparecen tipos como González Fraga diciendo que “a los trabajadores les habían hecho creer... Es el mismo González Fraga que atrajo conocidos narcotraficantes. O Mauricio Macri, con sus casos de corrupción a cuestas. Esto no puede volver a repetirse. Tuvimos muchos muertos del 2001, hoy tenemos jubilados que no toman sus medicaciones o pibes que no comen”.
El futuro insertó su esperanza en el diálogo. “El Frente de Todos fue lo mejor que pudo organizarse en las condiciones actuales. Enlaza al campo popular que venía mal con todas las campañas contra Cristina. Se logró algo importante como un frente amplio. Hay gente que no me cae simpática, pero hay que vencer al adversario. Hay que acentuar los objetivos a través de figuras nuevas. Axel Kiciloff logró un triunfo electoral casi sin recursos. Un avance muy notable en medio de grandes dificultades. El Frente tendrá que trabajar sobre un país endeudado con un mercado interno raquítico. Dificultades que habrá que ir salvando y consolidar una nueva fuerza popular a partir de transformaciones importantes”
Al marcar la importancia de operar a fondo sobre la inteligencia argentina, Galasso señaló: “Nosotros hemos quedado atrasados al no crear un gran medio nacional, con muchos periodistas que debieran ocupar un lugar importante, como vos Gabriel. Debimos profundizar y no lo hicimos. Esto se está pagando con la supervivencia de la vieja Nación mitrista con todos los prejuicios aristocráticos y el inmenso poder de fuego de Clarín. Faltó hacer hincapié en el desarrollo de la comunicación popular. No le hemos dado la debida importancia”.
“Nosotros hemos quedado atrasados al no crear un gran medio nacional, con muchos periodistas que debieran ocupar un lugar importante, como vos Gabriel”
Hoy día, “los medios admiten la catástrofe, pero no modifican su lineamiento liberal económico sin señalar la consecuencia de una causa clara. No se equivocaron sino lo planificaron. Lo mismo que pasa en los medios pasó en el campo de la Justicia. Este triunfo que estamos logrando es prueba que los pueblos siempre vuelven. Lo mismo en el mundo sindical”.
Los nuevos libros
Gabriel fue mencionando los títulos que tenía en su mesa de trabajo. Así, interrogó a Galasso sobre Inocencio Esquilmao, Germán Abdala y Un largo viaje hacia el socialismo nacional y la unidad latinoamericana. Todos de Colihue. El investigador fue brindando las claves de cada obra.
“Del Televisor a la Cacerola fue un libro escrito luego de la crisis del 2001 -dijo Galasso-.El personaje era Inocencio Esquilmao. El salió a la calle al grito de Piquete Cacerola / la lucha es una sola. Inocencio porque esperaba algo del gobierno de la Alianza. Con los años, los piqueteros pasaron a ser desarreglados y tomó distancia. Cuando llegó esta experiencia del macrismo, este personaje reviviría su viejo rechazo a la clase trabajadora y la actitud ante la vida de que él es el único triunfador y no las políticas alrededor. Saqué a relucir a Inocencio cuando afirmaba que éstos eran los mejores economistas de los últimos cincuenta años. Inocencio no comprendía que Aranguren dolarizaría las tarifas de luz y gas. Estaba poniendo la cabeza para guillotinarla. Inocencio no comprendió que los que tienen mucho son dueños de una codicia tremenda para arrebatarle a los pueblos, vivir en mansiones en el exterior. Todo esto es característico de estos hombres“.
“La biografía de Germán Abdala fue un pedido de Daniel Catalano. Lo conocí muy bien a Germán. Viví muy cerca su evolución. Su lucha de jovencito contra la burocracia sindical. Abdala, junto a De Gennaro, llevó adelante una lucha por el sindicalismo popular. Comprendió que el sindicalismo tiene un techo y hay que ir a la política. Se metió en la misma y formó el Grupo de los 8 junto a Luis Brunatti. No querían cargos, sino enfrentar la traición del menemismo. Germán siguió luchando. Entendía que el peronismo había claudicado ante el menemismo y decidió avanzar al campo nacional por izquierda. A pesar de su terrible enfermedad que dio lugar a veinte operaciones, luchó contra las privatizaciones. Siguió desarrollando pensamiento y lucha. Recuerdo la última vez que lo vi, después de una excelente exposición. Recuerdo que me dijo: ¿el pacto social del 45 hacerlo con Perez Companc y Techint? En cada época buscar los intereses de los trabajadores y luchar. Tenía una calidez y ternura extraordinaria”.
Finalmente: “Una Memoria Política es un libro que también me pidieron. La mía es una vida dedicada a la política. Provengo de una familia radical, salvo mi viejo que era socialista con tendencia popular, e hizo que al principio fuera un muchachito que leyera cosas de los viejos socialistas. Hubo mucho que desaprender. Creí toda la fábulas. Por suerte traté a Jauretche, el colorado Ramos –aunque luego me decepcionó– a Puiggros y Hernández Arregui”.
El conductor lo indagó sobre el proceso vivido por el creador del Frente de Izquierda Popular (FIP).”Abelardo Ramos tuvo una juventud que le hizo creer en las picardías. Muy propio de los años 30. Hizo una gran tarea periodística, política, historiográfica. Pero cuando le propusieron la Embajada de México, no le preocupó que lo ofreciera Menem y llevó a la disolución del partido a pesar de la vigencia de muchas de sus obras”.
“Hice este largo periplo escribiendo, relatando y de esa experiencia lo mejor es contarla. Soy consciente de la obra realizada. Hice lo que pude. Algunas cosas estuvieron bien. Otras, quedaron por hacerse. El objetivo era la creación de un gran partido revolucionario y no lo logramos, existen distintas facciones de la izquierda nacional que no son representativas. Nos juntamos con las mejores experiencias de la clase trabajadora. Han sido consecuentes con ellas mismas. Las apoyamos como pudimos”.
Finalmente, enfatizó: “Hay que multiplicar las Radio Gráficas. Por altura, calidad y conocimiento”
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