Por Leonardo Martín
Las imágenes de universidades tomadas, de asambleas y clases públicas se multiplican en los últimos días en diferentes puntos del país, frente a un brutal desfinanciamiento por parte del gobierno del sistema universitario y de una retórica y acción de permanente provocación. En ese contexto, comienza a emerger con fuerza el movimiento estudiantil que viene un período de retracción como actor social en la vida pública. También, una medida de fuerza con un paro nacional dispuesto por los gremios docentes y no docentes para este jueves 17 de octubre. En medio de ello, son más de 60 facultades tomadas por estudiantes.
Se ha descrito en muchas oportunidades, pero vale la pena recordarlo. La situación en las universidades es dramática por la motosierra del Gobierno y una situación económica y social que impacta en los estudiantes. Es tan grave la situación que llevó a una unidad en la acción a rectores que confluyen en el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), los sindicatos docentes y no docentes agrupados en el Frente Sindical de las Universidades Nacionales y centros de estudiantes.
La baja de presupuesto no tiene parangón al menos en los últimos 40 años de democracia. Salarios de docentes y no docentes que perdieron casi el 60% del poder adquisitivo desde que asumió Milei; programas de investigación y extensión desfinanciados; gastos de funcionamiento para lo mínimo necesario. Como rasgo de época docentes e investigadores que comienzan a dejar sus puestos porque los salarios rozan la miseria, en casos de científicos de alta calificación con la oportunidad de continuar su carrera en el exterior. El presente repitiendo el pasado.
La reciente sanción de la ley de Financiamiento Universitario abría una luz de esperanza para al menos recuperar lo perdido en material salarial y garantizar su actualización de acuerdo a la inflación hasta fin de año. Milei la vetó sin contemplación con el argumento de alcanzar equilibrio fiscal, al mismo tiempo que se profundiza el desequilibrio social. Lo hizo horas después de una multitudinaria marcha de la comunidad universitaria, la segunda de enorme masividad en lo que va del año.
La respuesta fue más confrontación y ratificación del veto por el Congreso por las bancadas de La Libertad Avanza, la generosidad del PRO y un lamentable toma y daca con gobernadores como Raúl Jalil (Catamarca), Osvaldo Jaldo (Tucumán) y el santacruceño Claudio Vidal. Además de agitar las auditorias a partir de un supuesto despilfarro, se sumó la publicación de salarios de rectores y el envío de militantes de La Libertad Avanza a romper una asamblea de estudiantes en la Universidad Nacional de Quilmes.
La reacción estudiantil, que ya comenzaba a crecer en la previa de que el Congreso ratificara el veto, desplegó tomas y acciones en defensa de la universidad pública, gratuita y de calidad. También en un período donde son cada vez más los estudiantes a los que les cuesta sostener la cursada por la crisis económica. En los últimos días crecieron de forma exponencial las tomas, asambleas, clases públicas y acciones de visibilización.
Lo dicho, las provocaciones están a la hora del día. El sábado pasado Javier Milei azuzó el fuego mintiendo descaradamente: “La verdad incómoda en la Argentina es que la universidad pública nacional no le sirve a nada más que a los hijos de los ricos y de la clase alta y media alta, en un país donde la gran mayoría de los niños son pobres”.
Eso se sumó a la prédica habitual de que es necesaria una auditoría sobre las cuentas de las universidades, replicada por otros funcionarios y por el ejército de trolls que actúan en redes sociales para los que sí hay presupuesto.
“Todos los que hacen este revuelo… ¿acaso están a favor de que se utilicen las universidades políticamente para robar en beneficio de delincuentes de la política?¿Ustedes están a favor del robo? Como esto está siendo pagado por todos los argentinos, creo que corresponde que esos fondos tengan que ser auditados”, agregó en una entrevista con Antonio Laje para terminar diciendo que “la universidad va a seguir siendo pública y no arancelada, eso no se toca”.
El veto y el peligro cada vez más tangible de la asfixia presupuestaria multiplicó las tomas, incluso sin facultades con tradición en ese tipo de acciones. Con un número cambiante día a día, son más de 60 facultades de todo el país que están tomadas en estas horas.
En diálogo con Radio Gráfica, Agustina Bidart, presidente de la Federación Universitaria de La Plata (FULP) describió la situación: “Está todo muy revolucionado después del veto a la ley. Cambió la etapa, despertó algo en los estudiantes que venía costando construir. La burla del gobierno hace que se sumen más estudiantes. No hay respuesta del gobierno al conflicto, hay un hartazgo“.
Un tema que también atraviesa al estudiantado es la deserción por la crisis económica. “Hay estudiantes que están dejando las carreras porque no pueden afrontar el costo de vida. Hay menos estudiantes que en el cuatrimestre pasado. Muchos nos dicen que se tuvieron que volver a su pueblo”.
“Las juventudes venimos de un proceso de desmovilización en los últimos dos gobiernos. Venimos de falta de convocatoria, representatividad y de falta de propuestas. En un contexto de crisis es una oportunidad para discutirlo desde un lugar más político”, concluyó.
Por su lado, Avril, Aylen y Ana, voceras de la asamblea de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT), comentaron: “Hace seis años que no teníamos una asamblea en esta Facultad. Acá decidimos avanzar con la toma de la Facultad ante esta situación que acá no se producía desde 2014”. Se suman a las tomas de las facultades de Artes, Ciencias Naturales y Filosofía y Letras en la provincia.
Respecto a las palabras de Milei sobre que solo los hijos de los ricos llegan a las universidades expresaron: “muchos de nuestros compañeros y compañeras no se pudieron quedar porque tenían que ir a trabajar, es una de las tantas mentiras que dice el Presidente para desprestigiar a la educación pública. Nosotros queremos estudiar e investigar y el que no los permite es él, no la toma”.
LA UNIVERSIDAD DE QUILMES, LAS AGRESIONES DE MILITANTES LIBERTARIOS
En la tarde noche del lunes, se produjo un episodio de violencia en la Universidad Nacional de Quilmes a partir de la irrupción de un grupo de supuestos estudiantes “libertarios” que fueron a provocar e intentar romper una asamblea donde se definía la continuidad del plan de lucha.
Eva Pinto, presidenta del Centro de Estudiantes, contó: “En asamblea ratificamos la continuidad de la toma con actividades y clases públicas. A las 19 hs. íbamos a realizar una asamblea cuando ingresaron un grupo de 20 militantes de La Libertad Avanza con las caras tapadas. No son estudiantes, vinieron a provocar y generar disturbios”.
“Cuando les dijimos que se vayan comenzaron los disturbios, dijeron que ellos no se iba a ir y uno de ellos saca el gas pimienta y lo tira en un espacio cerrado de la universidad. Muchos compañeros tuvieron que ser atendidos por el SAME”.
Retomando este presente de toma contó: “La universidad está con un clima de lucha y visibilización, pero con actividad normal. Queremos que los docentes, no docentes cobren lo que corresponda al igual que las becas que nos permitan seguir estudiando y con un presupuesto de las universidades acorde para su funcionamiento”.
“El próximo jueves vamos a acompañar el paro con un festival y el viernes vamos a movilizar desde Bernal hasta Quilmes”, cerró.
EL PRESUPUESTO 2025, LA PELEA QUE VIENE
Vetada la ley de Financiamiento Universitario que contemplaba una actualización de gastos para el 2024, comienza en estos días el debate por el presupuesto 2025 en el Congreso con una redacción por parte del Poder Ejecutivo que continúa con la motosierra. Se verá allí en las negociaciones las modificaciones que se puedan alcanzar.
Beatriz Gentile, rectora de la Universidad Nacional del Comahue, presente en Neuquén y Río Negro, detalló a Radio Gráfica: “La ley que vetó el gobierno aumentaba el presupuesto para 2024, pero también fijaba pisos importantes para el presupuesto 2025”.
Respecto a la situación presupuestaria actual graficó que están “contando las monedas” para afrontar los gastos. “Con el incremento que hubo del 270% del presupuesto en julio para gastos funcionamiento, pudimos parar la caída. Teníamos un déficit de 211 millones de pesos y nos pudimos poner al día con proveedores. En este segundo semestre logramos de alguna forma dar un incremento pequeño en las becas de investigación y proyectos de extensión. Paramos la caída y garantizamos servicios hasta diciembre”.
El debate por el presupuesto recién comienza. Este martes se reunieron las comisiones de Asuntos Constitucionales y Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados en estos primeros pasos. De allí la noticia es la intención de los bloques opositores para que el ministro de Economía Luis Caputo vaya a dar detalles de la ley de leyes.
Ya lo dijo Milei que no piensa correrse de su meta de alcanzar el equilibrio fiscal, que solo está garantizado el pago de intereses de deuda. En un escenario social de deterioro y crisis, la conflictividad social es relativamente baja. Se verá si el conflicto universitaria se termina convirtiendo en el punto débil de un gobierno que avanza motosierra en mano llevándose todo lo que puede puesto.
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