* Por Claudio Bernárdez
Fue el artista Battle Planas, compartiendo caminata nocturna y alguna ginebra por el centro de la ciudad con el joven periodista y abogado Vicente Zito Lema a quién, sutilmente, le pidió – le sugirió – encargarse de hallar al poeta Jacobo Fijman. Si podía averiguar el paradero del poeta a quién todos creían muerto. Batlle Planas presentía que estaría vivo, y de ser así, estaría en un hospicio o manicomio. Así, Vicente dio inicio a una intrépida búsqueda. Hallarlo fue su obsesión. Quería cumplir con su palabra y compromiso. Deseaba reivindicar al Cristo rojo. Al que habían desaparecido socialmente pero culturalmente. Su poesía seguía siendo admiración de sus pares. Borges, Tuñón y Marechal así lo sostenían.
Después de recorrer varios manicomios en distintas provincias y varias incursiones en el Borda, donde recibió la retirada negativa de su internación en ese espacio. Ya desencantado de poder concretar la misión, una mañana lo impulsó a Vicente a adentrarse en el Borda. Lo hizo sin autorización ni permisos. Más allá del que otorgaba fe y convicción. Para Vicente la frustración era combustible para redoblar esfuerzos. Y se dio el conmovedor, profundo y perenne momento del encuentro. Si necesitaba una adecuada ambientación, esta se concretó. Si, en la biblioteca. ¿La particularidad? Que era la biblioteca del Borda.
Resonó la primera voz, de otras tantas que vendrían. Así, se dieron los primeros diálogos. Espontáneos pensares del joven periodista de pelos revueltos con el asilado poeta.
- ¿Ud. es Jacobo Fijman? indago, dubitativo, ansioso.
- Sí.
- Hace años que lo estoy buscando…Atino a sincerarse el joven.
- Si, lo sé .Y yo, años que lo estoy esperando. Asevero el poeta en el hospicio.
Fuegos Mentales. La novela del poeta en el hospicio. La que narra de forma sublime las experiencias vividas. Terrenales, subjetivas y surrealistas. La narrativa cobra momentos de pura inspiración. Cada renglón de esta novela es un multiplicador de historias. Un disparador para la imaginación y la inspiración. Recuerdos acumulados por décadas. Diálogos compartidos. Sentires y pensamientos del otro lado del muro. Voces que le dan sentido al silencio del poeta intimando con ese interno interior. Íntimos ambos.
Esta novela marca un hito en la literatura argentina. Son páginas pobladas de voces ansiadas, enmudecidas, que ahora son letra y texto. Una historia verídica y surrealista en todo sentido. Una novela donde el recuerdo es deseo. Donde la emoción es protagonista y el amor es la ausencia.
La elegía que atraviesa la novela y el alma de la misma permiten ver por una hendija el paso vertiginoso de una centuria más, para afirmar que casi nada ha evolucionado en la construcción de una sociedad de iguales.
Vicente Zito Lema fue el redentor. La reivindicación llegaría al descubrirlo. Al releerlo.
Vicente lo abraza. Jacobo lo recibe para recordarle que lo estaba esperando. Por la amistad. Por la salvación de llegar inmaculado al destino. Verdadero cementerio es la memoria. Si está activa, entonces no hay olvido. El arte, la eternidad que lo hace real.
Vicente Zito Lema (1939) Poeta, dramaturgo, periodista, filósofo y docente argentino. Se recibió de abogado en 1961 en la universidad nacional de Buenos Aires, especializándose en el estudio y la práctica de los derechos humanos, integró la Asociación Gremial de Abogados junto a Rodolfo Ortega Peña, Mario Hernández y Roberto Sinigaglia, Domingo Mercante, Eduardo Luis Duhalde entre muchos otros. Fue abogado de Agustín Tosco, de Silvio Frondizi, de Roberto Santucho, de Vaca Narvaja y de centena de estudiantes y trabajadores. Fue parte y dirigió distintas revistas como Liberación, junto a Julio Cortázar y Rodolfo Walsh, Nuevo Hombre, y Crisis con Eduardo Galeano, Haroldo Conti y Federico Vogelius. Trabajó como periodista en distintos periódicos como Clarín, El Cronista Comercial y La Opinión. Fue director y fundador de la revista Cero de 1964 a 1967, colaborando con poetas del grupo “Barrilete. En 1969, funda y dirige la revista literaria Talismán, en la cual reivindica la figura intelectual de Jacobo Fijman y se ganó la censura por un dossier dedicado a la familia, cuya portada presentaba la fotografía de Zito Lema, su compañera e hijas , desnudas. La fotografía habría de ser ganadora de un certamen internacional. 1976. Argentina. Golpe de Estado. El horror. Perseguido por la dictadura militar deja el país rumbo a Europa en el exilio se destaca el haber conformado la Comisión Argentina por los Derechos Humanos (CADHU) junto con otros intelectuales como Julio Cortázar , David Viñas , Eduardo Luis Duhalde. En el exilio escribe Mater, primera obra de teatro sobre los desaparecidos y la lucha de las Madres de Plaza de Mayo. Regresa en el año 1983. En los 90 es parte de la revista “La Maga “. Junto con las Madres de Plaza de Mayo funda en 2000 la Universidad Popular de Las Madres de Plaza de Mayo, de la cual fue rector hasta 2003.
Fue discípulo del creador de la escuela de psicología social Enrique Pichon –Rivere y ángel guardián del poeta Jacobo Fijman . Escribió, dirigió y actuó una sublime obra de teatro sobre Eva Perón: “Evita Resucitada“. Luchador incansable por la verdad , la igualdad y la justicia. En el año 2013 recibió el titulo “Doctor Honoris causa “ en la Universidad Nacional de Rio Cuarto , de la Provincia de Cordoba Premio que dedico a sus compañeros desaparecidos en manos de la ultima dictadura militar con las siguientes palabras: “Recibo este honor en representación de muchos intelectuales, de muchos trabajadores, de muchos escritores y básicamente de muchos militantes de la vida que pagaron con el cuerpo y con su espíritu el peor de los pecados: haber soñado…”
Jacobo Fijman : Nació Uriff ( Rusia ) un 25 de enero de 1898. Murió y vivió bajo la tortura y la desolación del manicomio el 1 de Diciembre de 1970. Sobrevivió resistiendo y creando. La poesía fue su salvación. Leopoldo Marechal lo rescata como el filósofo Samuel Tesler en Adán Buenosayres (1948). Abelardo Castillo lo convirtió en el Jacobo Fiksler (“el viejo poeta, el hombre en pedazos, el casi mitológico demente”) de El que tiene sed (1985).
Dijo Jacobo Fijman en una nota publicada en la revista “Extra” en Enero de 1970: ¿Qué esperar de una sociedad basada en el dinero? De una sociedad que invocando principios éticos ha cometido asesinatos en masa, escudándose en su poder atómico. Enloquecidos en un poder como no se recuerda en la historia, poco a poco van perdiendo todo sentido de justicia, de vida espiritual. La civilización sólo puede ser salvada con el desarme total de todas las naciones. Y convirtiendo al trabajo y el capital en medios de beneficio para toda la sociedad. Es decir: la obtención del bien común. ¿Cómo se puede aspirar a la poesía con naciones armadas que enseñan a los jóvenes siniestras teorías de odio y exterminio?…Y donde día a día aumenta el poder de los “futurólogos” empeñados en hacer creer que la guerra atómica va a librar a los pueblos de un mal que al parecer sólo ellos conocen. Pero la apología de la destrucción ha sido hecha también por los poetas de hace treinta años, con sus uniformes militares. En una palabra, ni los ciudadanos, ni los ciudadanos poetas gozan hoy de verdadera libertad para decidir el futuro. Todos están sometidos a una censura férreamente manejada por los poderosos, ya sea de oriente o de occidente.
Ahora, Vicente Zito Lema, lo redime y acompaña en Fuegos Mentales (2022 /2024) la novela del poeta en el hospicio. Editado por. www.locolectivo.com.ar .
(*) Editor. Conductor de HDP (Historietas de Política) en Radio Gráfica.
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