Por Lucas Molinari
“A los argentinos hay que revolcarlos en la humillación para que nunca jamás piensen en pretender territorio británico”, expresó Winston Churchill (nieto) tras la guerra de 1982. Una frase que retoma Enrique Oliva en su libro “Malvinas, el pasado es el prólogo”, para describir la “guerra total” que nos declaró el Imperio Británico con Margaret Thatcher.
Con la recuperación de la democracia en Argentina hubo muchos aliados locales de ese plan de humillación. Tanto Alfonsín como Menem fueron cómplices de la desmalvinización, del desarme de nuestra Defensa Nacional y nuestra industria.
Los `90 fueron un parteaguas en la historia argentina. Con el Pacto de Olivos y la Constitución de 1994 se convalidó la fragmentación del país, que hoy se profundiza. A la vez, la dirigencia profesional de la política se formateó como intermediaria de las grandes corporaciones, que acumularon con la privatización de las empresas públicas.
El Experimento Milei busca eliminar o reducir al mínimo esa intermediación. Por eso, magnates como Paolo Rocca, Alejandro Bulgheroni y José Luis Manzano, apoyan públicamente al gobierno y le dan órdenes a los gobernadores para que respalden con sus diputados y senadores las reformas oficiales.
La pregunta entonces está en cómo encarar la resistencia y en cómo salir del laberinto político en el que se encuentra el Movimiento Nacional.
¿Cómo confrontar ante una avanzada tan radical de las multinacionales y el imperialismo?
Quizá parte de la respuesta esté en el conflicto permanente, en construir escenarios de ingobernabilidad. Porque la paz social es un elemento que están midiendo a diario analistas a sueldo del extranjero.
Esa humillación al pueblo argentino de la que hablaba el inglés, es un viejo anhelo de colonialistas de todos los tiempos.
Porque en Argentina existió el peronismo que llevó adelante una Revolución que postuló una doctrina para la proyección de una Nación industrializada que promueva la emancipación continental.
Que nuestro país haya quedado alineado con el Norte, como en tiempos de la dictadura genocida y el menemismo, significa un retroceso brutal para toda América Latina.
Por eso, el interrogante sobre cómo frenar este Experimento, es un elemento central para la política de otras patrias chicas.
Este año vota presidente México, Venezuela y Estados Unidos.
A priori, podemos arriesgar que la gestión de López Obrador será ratificada (con Claudia Sheinbaum como candidata), que Nicolás Maduro volverá a triunfar en las urnas (si logra resistir las intentonas golpistas) y que Donald Trump volverá a la Casa Blanca.
Pero nada es previsible, menos en un mundo en guerra. En Ecuador, el gobierno proyanqui de Novoa invadió la embajada de México para detener al correista Jorge Glas. No hay Unasur ni CELAC que repudie el hecho y tome medidas… Los organismos de integración regional están oxidados por el desgaste logrado por las filtraciones yanquis en la región.
Aquí, Milei insulta nuestros símbolos patrios y EEUU aprovecha la ocasión. El Imperio aceleradamente toma posesión para que Argentina en poco tiempo se convierta en un paisito.
En estos cuatro meses de gobierno vinieron altos funcionarios de la Casa Blanca como Antony Blinken, jefe del Departamento de Estado, William Burns, jefe de la criminal agencia de la CIA y esta semana la generala Laura Richardson, jefa del Comando Sur.
El giro geopolítico de nuestro país no sólo implica abrir las puertas para el dominio estadounidense del ingreso a la Antártida (que ya controla a partir de la base de la OTAN en Malvinas), sino que también significa el desguace, por ejemplo, de nuestro desarrollo en energía nuclear.
El gobierno nacional despidió a 160 de los 600 trabajadores de la construcción destinados al proyecto del reactor nuclear CAREM en la planta de Atucha, en la localidad de Lima, partido de Zárate. La obra es llevada adelante por la empresa pública Nucleoeléctrica Sociedad Anónima, que figuraba en el listado de empresas a privatizar de la fallida ley ómnibus (seguramente se vuelva a incluir en el nuevo proyecto que se conocerá en las próximas horas, porque frenar la producción de energía nuclear es una exigencia de los gringos).
El CAREM es un reactor que puede generar hasta 32 megavatios, suficiente para abastecer a una población de unos 120 mil habitantes, es altamente apto para brindar servicios en zonas alejadas de los centros urbanos. Después del 10 de diciembre, que se frenaron la mayoría de las obras públicas, la construcción del CAREM continuó hasta que en marzo llegaron los despidos. La UOCRA logró la conciliación obligatoria del ministerio de trabajo bonaerense, pero no obtuvo respuesta de Nación.
Se perfila una Argentina dependiente, con un modelo económico exportador de minerales, energía y alimentos.
El dato que sobresale del Experimento Milei es que el sistema político institucional está siendo devaluado rápidamente. Como si aquellos dirigentes que se mostraban como intermediarios ante las corporaciones hayan perdido su lugar.
Si bien la ley ómnibus fracasó en su primer intento y el DNU 70/2023 fue rechazado en el Senado, ahora magnates de multinacionales salen a respaldar públicamente al gobierno para garantizar triunfos parlamentarios.
El titular de PAN (Panamerican Energy), Alejandro Bulgheroni expresó días atrás: “El Presidente está haciendo lo mejor que se puede, pero no está teniendo apoyo del Congreso, y eso no es bueno”.
Luego, el empresario petrolero, fue más allá y criticó el funcionamiento institucional: “Es un sistema de elección cada cuatro años, y en el medio una elección de medio término del Congreso. Es muy inestable, porque los políticos tienen que estar en campaña permanente, pero los funcionarios tienen que estar haciendo los deberes, desarrollando cosas y leyes que tenemos que usar”.
Se muestran envalentonados en el reseteo que se lleva adelante, como aquella serie titulada “los ricos no piden permiso”…
Bulgheroni habló en el International Economic Forum of the Americas (IEFA), promovido por José Luis Manzano, dirigente menemista devenido en gran empresario al servicio del extranjero.
Fernando Gómez opinó: “El conversatorio sirvió como cerradura para poder observar el grado de subordinación que la dirigencia política de nuestro país mantiene en relación con los directivos de los grupos económicos que operan con los bienes comunes que conforman la riqueza de nuestra tierra”.
¿Qué más ocurrió? En un panel que Manzano compartió con el gobernador de Neuquén Rolando Figueroa, el empresario interrogó al político sobre si iba a apoyar o no la ley ómnibus del oficialismo.
“Hay un Gobierno que trata de construir las bases para generar inversión masiva, como acelerador del crecimiento”, dijo Manzano.
“Vamos a acompañar el capítulo referido a hidrocarburos y el régimen de grandes inversiones“, respondió complaciente Figueroa.
Unos días antes, Paolo Rocca habló en el CERAWeek, cumbre mundial de la industria petrolera que se desarrolló en Houston, EEUU. El CEO de Tenaris no ocultó sus expectativas con el Gobierno: “Creo que su programa será exitoso; es lo que la Argentina necesita“.
El problema es que este modelo exportador margina a una mayoría de la población. Proceso que se vivió con el menemismo y se revirtió parcialmente con el kirchnerismo. Miles y miles de compatriotas tras la crisis del 2001 encontraron un trabajo registrado durante la “década ganada”. Luego, cuando la estabilidad laboral se vio garantizada, la militancia sindical se multiplicó. Ya pasó más de una década de ese proceso histórico virtuoso, que está en el recuerdo una generación que viene asumiendo la responsabilidad de conducir las organizaciones sindicales y sociales. Qué importante, entonces, la reflexión y discusión colectiva sobre las contradicciones y tareas pendientes del proceso kirchnerista, sobre las causas de las derrotas sufridas y los desafíos actuales del Movimiento Nacional…
La Unión Obrera Metalúrgica (UOM) es uno de los gremios que más va a perder con este modelo. Desde diciembre se registran 7.000 despidos. Abril es un mes importante porque suele cerrarse la paritaria anual para que sea ratificada en el Congreso Anual en Mar del Plata.
Pero la cosa viene difícil, porque Paolo Rocca está condicionando la discusión para determinar a que el obrero metalúrgico tenga un salario de hambre. El sindicato se propuso movilizar desde el interior ¿hacia el centro? Veremos qué define: Las “Marchas por la Dignidad” se hicieron en Campana y en San Nicolás. Se viene la de Villa Constitución.
José Villa, integrante de la Comisión Interna UOM Avellaneda en la fábrica Tenaris Siat de Valentin Alsina participó en las convocatorias y contó a Gráfica: “Estuvieron los delegados de las distintas seccionales de Bs As, Villa Constitución, Santa Fe, Córdoba San Luis etc. Un clima de mucha combatividad entre los delegados, están muy caldeados los ánimos. Es la prioridad absoluta en el planteo de cada delegado que trae el reclamo de sus lugares de trabajo tanto de rama 21 como 17 y todas las ramas de un urgente reajuste salarial. Esto no da para más. Los dirigentes nacionales lo plantearon claramente en lo político y gremial, no vamos a entregar la dignidad y si no hay respuesta se va a un plan de lucha nacional. Insisto, la voluntad de lucha se sentía, se respiraba en el ambiente de la marcha en San Nicolás, los trabajadores están dispuestos a dar la pelea. Salarios dignos o plan de lucha nacional. La semana que viene se marcha a Villa Constitución y en la histórica plaza de Villa estará presente la UOM en su conjunto con la Dignidad como bandera en este tiempo de ataque brutal del gobierno nacional a la clase trabajadora”.
Veremos cómo avanza este conflicto, entre otros que pueden ser novedad la semana que comienza.
Uno es el de Camioneros y otro el de UTA.
El sindicato de choferes de camiones planteó la posibilidad de un paro nacional ante la no homologación por la secretaría de Trabajo del acuerdo salarial alcanzado por el sindicato el 23 de febrero pasado, en el que pactó un aumento del 45% en dos tramos, 25% en marzo y 20% en abril.
Al superar el 9% que busca imponer como límite el ministro de Economía, Luis Caputo, el oficialismo se niega a ponerle la firma. En un artículo en Infobae “fuentes del gobierno” declararon “en off” que no homologan porque algunas cámaras patronales impugnaron el acuerdo paritario y que si el sindicato va al paro, se trataría de una medida ilegal.
Otro de los frentes abiertos es el de UTA, porque los choferes del AMBA no cobraron de acuerdo a lo pactado el 2 de febrero, paritaria que sí fue homologada el 19 de ese mes. Las patronales explican que la secretaría de Transporte no cumplió con los desembolsos prometidos. Como hace más de dos décadas se da la lógica del subsidio del Estado para garantizar la actualización salarial.
Para un salario inicial la diferencia es de 300 mil pesos menos, explicó Fabián Ventre de la línea 39 a Radio Gráfica.
Veremos qué define en las próximas horas un sindicato con una fuerte interna (la lista Azul de Miguel Bustinduy que controla las líneas del Grupo DOTA muestra una autonomía que podría proyectarse en un sindicato de empresa, modelo que promueve el gobierno nacional).
Luego, los despidos en el Estado Nacional han copado la agenda esta semana. Desde los sindicatos han contabilizado 11 mil. Los planes de lucha están fragmentados. ATE convocó a realizar asambleas el miércoles pasado y realizó un paro con movilización el viernes. UPCN, por su parte, presentó un amparo colectivo denunciando la decisión oficial como “arbitraria e ilegítima” que vulnera “la protección contra el despido arbitrario“, la “estabilidad del empleado público, estabilidad de los representantes sindicales, igualdad de trato y no discriminación“, todos derechos constitucionales.
Las renovaciones de contratos, de unos 59 mil aproximadamente, fueron por tres y seis meses.
En la UOCRA se contabilizan en total 80 mil despidos por la paralización de la obra pública.
UPCN y UOCRA son parte de la Mesa Chica de la CGT que se reunió esta semana y volverá a convocarse, en el marco del Consejo Directivo en la sede de Azopardo, para definir qué hacer.
Se comentó la propuesta de movilizar el miércoles 1 de mayo. También, la posibilidad de realizar alguna acción si empieza el tratamiento de la nueva versión de la ley bases.
En el plano legislativo hay que ver si incluye o no, y de qué modo, la reforma laboral. También si se negocia con los gobernadores que vuelva con otro nombre la cuarta categoría del Impuesto a las Ganancias.
El ministro del Interior, Guillermo Francos, declaró que el mínimo no imponible será de $1.200.000 “para arriba“, a la vez que remarcó que “los números más bajos de la escala pagan un porcentaje muy menor“, y detalló: “Hay algunos que hablan del 35%, eso no es así. Es un impuesto que establece una progresión“. En relación a la posibilidad de aplicarlo de manera retroactiva, el funcionario se refirió a “la improvisación con la que se hizo todo cuando se derogó el impuesto a la cuarta categoría” durante la gestión anterior, sobre lo que advirtió que “se cometió una equivocación que haría (que) por el tercer trimestre de 2023 tuviera que pagarse” el tributo.
Vale destacar que esta semana el INDEC publicó el informe sobre la “Evolución de la distribución del ingreso” midiendo 31 ciudades, que muestra que la brecha entre el ingreso medio del 10% de la población más rica es 18,1 veces respecto al de la más pobre, en el cuarto trimestre del 2023.
Son documentos que describen cómo crece la desigualdad en el país.
Otro informe del INDEC es el salarial del mes de enero. El investigador de la CTA Autónoma Luis Campos destacó: “El ingreso de los trabajadores registrados del sector privado creció un 20% en el mes y casi le empata a la inflación (20,6%). En el sector público sólo creció un 12,1% y se profundizó el derrape de diciembre”. Y agregó: “La estrategia del gobierno es bajar la inflación y disciplinar a la sociedad a fuerza de recesión. La búsqueda de recuperar algo de esta caída se lleva muy mal con el objetivo oficial. Se entiende la resistencia a homologar acuerdos que estén por arriba de la “pauta”.
Como vemos, se desarrolla una brutal transferencia de recursos, que impacta de modo desigual en la clase trabajadora, a las corporaciones que se apropiaron de las riendas del Estado.
Pero tenemos historia, por eso es interesante repasar la entrevista de Diego Genoud a Saúl Ubaldini en 1996, quizá por el clima de derrota (tras la reelección de Menem) que parece tener un vínculo con nuestro presente.
“Después la marcha del 81, la marcha de San Cayetano del 7 de noviembre del 81, donde nace “Paz, Pan y Trabajo”. Es decir, siempre tuvimos alternativas. Ustedes siempre me preguntan y “¿qué va hacer?”. Cuando se quiere luchar, siempre hay alternativa. Hoy puede ser un grupo grande, mañana un grupo chico, pero siempre hay, gracias a Dios, compañeros y compañeras que están dispuestos a la pelea”, expresó Saúl en aquella charla.
En otro tramo, Ubaldini describe la crisis de representación en esa coyuntura de hegemonía menemista (con el pesimismo de la razón y el optimismo de la voluntad):
“Hay un fenómeno en el mundo que se produce con la juventud y que lógicamente yo creo que se va a volver a encauzar por los caminos del sindicalismo y de la política. Porque fijate vos que esto no le ocurre al sindicalismo solamente, le ocurre a toda la política: No hay militancia, no hay participación, no hay confianza en quienes conducen. En síntesis, yo creo que eso va a cambiar, yo creo que están saliendo valores, que no son tan jóvenes, pero que vienen de la lucha, ya sea a la dictadura u otros motivos, pero que van a tomar las riendas. Y aquí lo que hay que buscar, como cualquier punto de vista, es que se puede perder la confianza en los dirigentes pero no se puede perder la confianza en las instituciones. Eso debe ser el valor orgánico que nos debe llevar a saber por qué luchar y, por otro lado también, cómo luchar”.
Y la cosa cambió, hubo un 2001 que hizo resurgir al bravo pueblo argentino, que venía sembrando resistencia en los años previos, en las rutas, en las marchas, en las ollas populares.
“Paz, pan y trabajo” se convirtió en un grito de pelea por la dignidad de la clase trabajadora, sujeto de transformación para liberación nacional. Fue una consigna que supo sintetizar que la confrontación con la miseria planificada del plan Martínez de Hoz, significaba un programa de salvación nacional.
De allí que el debate programático hoy se vuelve una necesidad política.
Lo planteó Sonia Alesso, titular de CTERA, en comunicación con Gráfica: “Yo creo que el planteo de las centrales de obreras debería ser un programa, un verdadero programa como fue el de Huerta Grande o como fueron los históricos programas del movimiento obrero, que no solo hable de los problemas sectoriales sino también de la soberanía nacional, porque acá lo que está en juego es si volvemos a ser una colonia”.
Por su parte, Horacio Catena, secretario general del SUTEF (Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación Fueguina), reflexionó en Radio Gráfica sobre la importancia de discutir desde el sindicalismo la cuestión geopolítica: “Si el movimiento obrero pretende ser cabeza del proceso que tenemos que revertir, tiene que opinar sobre eso porque, en definitiva, las relaciones laborales que nos toquen a los trabajadores y trabajadoras en el próximo periodo serán producto de esa transformación en términos de lucha de clases. Si los intereses de los trabajadores y trabajadoras van a avanzar, y vamos a avanzar con mejores condiciones laborales, con más producción, con mejores salarios, va a ser producto de cómo queden las relaciones internacionales. Si acá nos aplastan y nos confinan a la primarización de la economía, a la destrucción del desarrollo nacional, obviamente los trabajadores no solo vivirán en pobreza, sino que van a vivir en indigencia y retrocederemos, sin lugar a dudas, 70 o 75 años”.
El SUTEF se movilizó junto a veteranos de guerra de Tierra del Fuego para rechazar la cumbre Milei – Richardson.
Finalmente, vale poner de relieve fragmentos del último comunicado de la Corriente Federal de Trabajadores que denunció en un comunicado:
“La foto del presidente argentino luciendo ropa de combate junto a la General del Comando Sur estadounidense representa una postal del experimento de recolonización en marcha en nuestro país. (…) Se ha caracterizado con acierto al presidente Milei presentándolo como un muñeco armado para el diseño estratégico del eje Estados Unidos, Israel, OTAN, que persigue la división de nuestro territorio en cuatro zonas: Austral-patagónica; Vaca Muerta; Norte-litio y Pampa Húmeda, es decir la disolución nacional con asiento efectivo de sus fuerzas en nuestro continente. (…) El movimiento obrero organizado debe señalar con extrema claridad el objetivo que persigue este experimento recolonizador y fundamentalmente la íntima relación de nuestras luchas cotidianas por la defensa del trabajo y la dignidad humana con el histórico e irrenunciable objetivo de la Liberación Nacional”.
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