El impacto sobre la imagen de la potencia euroasiática. Los datos de la investigación. ¿ISIS o Kiev? Confesiones borrosas. Importante, pero con escasa difusión: Lloyd Austin anunció la privatización del sistema defensivo norteamericano. Se sincera la desterritorialización. Alertas y precauciones.
Por Gabriel Fernández *
El brutal ataque realizado sobre los asistentes a un recital en el Crocus City Hall, establecimiento ubicado en Krasnogorsk, Óblast de Moscú, derivó en la muerte de 137 personas. El planeta observó, azorado, las transmisiones en vivo – directo que surgieron del interior de un espacio pletórico de cámaras y dispositivos celulares. Empero, la sorpresa más importante que se deslizó entre el horror, radica en la vulnerabilidad de la seguridad controlada por el Estado de la Federación de Rusia mientras se desarrolla una guerra de importantes dimensiones en la vecina Ucrania. A partir de allí, el interrogante central se asienta en la autoría conceptual del ataque. Vamos hacia allí, entonces.
CARA Y CECA. El suceso resulta harto preocupante. Junto al costo humano, es preciso indicar la gravedad del impacto padecido por la potencia multipolar más firme en el área de Defensa. Sin obviar la caracterización de lo ocurrido como un atentado miserable y criminal, que da cuenta de los rasgos esenciales de las fuerzas que objetan el desarrollo de un nuevo modelo organizativo mundial, cabe indicar que las posibilidades abiertas para transitar ese sendero se potencian cuando los protagonistas muestran capacidades militares acordes con el desafío.
En una situación de esta naturaleza, de poco sirve que la Federación quede como víctima del ataque -lo cual es verdad, sin duda-, porque al desplegar una confrontación de hecho con la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), el pueblo ruso y sus aliados no solo necesitan evidenciar cuán dañinos son los rivales sino, muy especialmente, lo sólido de su propio dispositivo militar. Entonces, si la intención de los agresores fue limar la confianza en la eficacia del gobierno que lidera Vladimir Putin, es posible señalar que la acción resultó, en principio, exitosa.
Ahora bien, como el ataque fue muy direccionado sobre civiles en situación desguarnecida, es probable que un planteo sincero y firme del gobierno permita revertir el impacto y trazar una salida positiva, insuflando aún más vida al patriotismo de las masas rusas. En ese caso, la acción terrorista puede operar como aglutinador interno apreciable para encarar el tramo final de la guerra en Ucrania. Cual factor colateral, lo borroso de la autoría puede llevar a incrementar el malestar y la paranoia en una Europa sin rumbo, portadora de problemas y ciega ante probables soluciones.
El atlantismo observó con cierta alegría que la extensión de los conflictos bélicos logra frenar parcialmente el avance productivo y comercial de los emergentes. Ya son muchas las provocaciones atlantistas destinadas a promover una guerra ampliada y con numerosos participantes. Basta observar Asia Occidental, el mar de China Meridional y Africa, para entender la observación.
En línea con la sinceridad y la firmeza requeridas, será preciso entonces que el gobierno ruso se consolide con una profunda dosis de paciencia. Equivalente a la que han mostrado, en otras zonas, Irán y China. ¿Qué significa eso? Básicamente, sostener las prioridades. Una diversificación de la fuerza con (justificada) apertura hacia otros frentes hostiles, podría perjudicar el andar recto sobre el conflicto ucraniano. Rusia no puede fallar ahí. Tampoco puede descuidar su presidencia en los BRICS + ni su participación en OPEP +. La situación es muy inestable y el período resulta, como había advertido el propio Putin, riesgoso en exceso.
DIRECTO E INDIRECTO. Contra todas las informaciones de los medios occidentales, en la Federación de Rusia no se admite la autoría del ISIS – K (Estado islámico del gran Jorasán). Vale conocer las declaraciones de la vocera del Ministerio de Relaciones Exteriores María Zajárova y de la periodista de Rossiya Segodnya (la casa matriz de Sputnik), Margarita Simonián.
Zajárova señaló, pocas horas después de la agresión: “El entorno informativo y político de EEUU pretendió vincular a los autores del atentado terrorista en Crocus City Hall con la organización terrorista ISIS (autodenominado Estado Islámico, prohibido en Rusia y otros países), mientras estos se disponían a huir a Ucrania, declaró la vocera del Ministerio de Exteriores de Rusia, María Zajárova. Igualmente, subrayó que los terroristas, tras cometer el siniestro, eligieron específicamente Ucrania como el destino de su huida”.
Por su parte, Simonián realzó que “Resulta obvio por qué los medios estadounidenses gritaban al unísono que [el autor del atentado] había sido el ISIS. Porque no es ISIS. Es solo que los autores fueron elegidos de tal manera que pudieran convencer a la comunidad internacional de que era ISIS. Están implicados los ucranianos. Incluso ayer, incluso antes de las detenciones, antes de [que se vieran] los rostros y los nombres de los autores, los servicios especiales occidentales comenzaron a convencer a la población de que se trata de ISIS”.
Como era previsible, enseguida tomó la palabra, a través de un mensaje difundido por todos los canales, radios y webs, el presidente Vladimir Putin. Lo más destacado del mensaje a su inquieta nación se condensa en los siguientes puntos.
Declaró el 24 de marzo como día de luto nacional. Calificó de sangriento y bárbaro el atentado terrorista en Crocus City Hall. Está claro que nos enfrentamos a una masacre planificada de civiles. Todos los autores, organizadores y autores intelectuales del atentado terrorista en Crocus City Hall recibirán un castigo justo. Decenas de civiles inocentes fueron heridos en el atentado, los médicos luchan ahora por la vida de quienes se encuentran en estado grave. Putin expresó su agradecimiento a los equipos de ambulancias, bomberos y rescatistas que hicieron todo lo posible para salvar la vida de los heridos. Informó que fueron localizados y detenidos los cuatro autores directamente implicados en el atentado.
Por el momento, dijo, un total de 11 personas fueron detenidas por su conexión con el ataque. Los organismos de investigación y las fuerzas del orden harán todo lo posible para establecer todos los detalles del atentado terrorista. Los tiradores en Crocus City Hall se dirigieron a Ucrania, donde se les había preparado una “ventana”, denunció. Nadie podrá sembrar las semillas venenosas de la discordia en una sociedad multiétnica rusa. Rusia ha pasado muchas veces por las pruebas más difíciles, y ahora será igual. El conjunto de sus expresiones dejó como estela una imputación indirecta sobre el gobierno de Kiev.
Aunque varios de los datos se imbriquen con los antedichos, cabe repasar el informe presentado por el Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB) sobre el proceso investigativo.
Como resultado de la actuación de los servicios especiales y las fuerzas del orden, fueron detenidas 11 personas, entre ellas cuatro terroristas directamente implicados en el atentado perpetrado en el Crocus City Hall, y se está trabajando en la identificación de los cómplices.
Tras cometer el acto terrorista, los delincuentes intentaron huir dirigiéndose en automóvil hacia la frontera ruso-ucraniana.
Gracias a la actuación coordinada de los servicios especiales y las fuerzas del orden, cuatro terroristas fueron detenidos con pocas horas de diferencia en la región de Briansk y están siendo trasladados hacia Moscú.
Actualmente continúan los trabajos para establecer todas las circunstancias del atentado. Ya se ha comprobado que fue meticulosamente planeado. Las armas utilizadas por los terroristas habían sido preparadas de antemano en un escondite.
Después de cometer el acto terrorista, los criminales pretendían cruzar la frontera ruso-ucraniana. Se agrega que tenían los contactos adecuados en el lado ucraniano.
A FONDO. Sin embargo, es posible ir un poco más allá. Tanto Sputnik como RT precisaron, fuentes oficiales mediante, que los detenidos por el atentado, incluyendo los cuatro terroristas directamente implicados en el ataque, ya han hecho “varias confesiones sobre la cantidad de dinero prometida por el asesinato de civiles y la preparación del ataque”. Como referencia a indagar ponen de relieve que “todos los detenidos hablan muy mal el ruso (o fingen hablarlo mal), y uno de ellos se comunica en tayiko a través de un intérprete”.
Aquí vale incluir elementos de importancia. “Los delincuentes llevaron a cabo el ataque terrorista por dinero”. De antemano, fueron contactados por un hombre “sin nombre ni apellidos” que se hacía llamar “el ayudante del predicador” a través de la red social de Telegram. Fijese, lector: “Sin embargo, uno de los detenidos interrogados no logró precisar la cantidad exacta de dinero prometida por la masacre de civiles, afirmando que primero le ofrecieron medio millón de rublos (casi 5.500 dólares) y después cambiando su testimonio por alrededor de un millón [casi 11.000 de dólares]”.
En cuanto al nombre del misterioso predicador, no fue mencionado, pero uno de los terroristas afirmó que escuchaba sus “lecciones y sermones”. En las declaraciones se mencionó a Turquía como lugar de origen de al menos uno de los atacantes. “Hasta el momento no está claro si se reunió allí con el predicador o con sus cómplices”. El material periodístico se extiende y ratifica el surgimiento estatal de la información. “El denominado ayudante del predicador también dio él mismo las coordenadas del lugar del atentado terrorista, mientras que otros organizadores proporcionaron los fusiles de asalto Kalashnikov”.
Y siguen las revelaciones. “Los terroristas vivían juntos en un hostal ubicado en el norte de Moscú. Al menos dos de los cuatro autores del atentado se conocieron hace solo ´10-12 días´, mientras que el automóvil en el que llegaron al Crocus City Hall e intentaron huir fue comprado a un familiar, para ´trabajar como taxi´. En un intento de huir hacia la frontera rusa, los terroristas se deshicieron de las armas por el camino”.
Con franqueza los medios rusos apuntan que “Actualmente, de los fragmentos de los interrogatorios no se desprende una imagen coherente. Además, sigue sin estar claro qué unía exactamente a estas personas y qué motivos tenían para organizar uno de los atentados terroristas más sangrientos de la historia de Rusia”. Es necesario subrayar que el desconcierto de colegas que han aquilatado buena información en el centro de los sucesos, canaliza el dilema gubernamental para fijar una postura fundamentada.
Las víctimas directas de la agresión habían concurrido a un concierto de la banda Picnik en la sala de conciertos Crocus City Hall. El tiroteo fue seguido por un incendio, que, según el Ministerio de Emergencias, afectó un área de casi 13.000 metros cuadrados. Las autoridades cancelaron todos los eventos públicos y de entretenimiento programados para los próximos días.
ESPÍRITU ATLANTISTA. La incursión no fue lo único que ocurrió en la zona caliente. El sábado, las fuerzas rusas repelieron ataques masivos de Kiev sobre la ciudad portuaria de Sebastopol, en Crimea, y sobre el distrito de Belgorod. La Federación, por su parte, asestó golpes a instalaciones cruciales para la industria de defensa ucraniana. El Ministerio de Defensa ruso en su informe sobre el progreso de la Operación Militar Especial, precisó que Kiev no solo sufrió una interrupción de los procesos industriales, sino que también perdió varios equipos suministrados por la OTAN.
Esta información acerca de los contrastes acaecidos el fin de semana está inserta con intención. Rusia no ha retrocedido y sigue controlando buena parte del panorama bélico. Y su causa no está despegada de la evolución del resto de la Multipolaridad. A no confundir un impacto con el diagnóstico general. En consonancia, digámoslo: más allá de la lectura de fondo que se desprende de algunos elementos precedentes, resulta necesario recordar el rasgo básico asesino que caracteriza al atlantismo. Porque si la agresión reciente fue diseñada por el ISIS o por Kiev, y sin dejar de considerar la diferencia señalada por Moscú, en ambos late el interés atlantista, gobernado por el gran capital financiero. Es razonable suponer, como lo han hecho algunos investigadores, que la CIA y el M16, se encuentran detrás.
ESTATAL Y PRIVADO. Pero hay otros asuntos que se deslizaron en las sombras y poseen una trascendencia estratégica. El jefe del Pentágono, Lloyd Austin, quien fuera integrante del Consejo Directivo de la empresa armamentística Raytheon, presentó la Oficina de Capital Estratégico para atraer capitales privados de Wall Street en apoyo a la ‘Seguridad Nacional’ centrada en la ‘tecnología crítica’ y la ‘cadena de suministros’. Esto es, los Estados Unidos han resuelto legalizar la presencia privada en el comando del área de Defensa del Estado.
Como se ha planteado en esta saga al explicar el proceso de desterritorialización en Occidente, la penetración de las corporaciones en el mundo político público se ha tornado indetenible; el accionar del espacio financiero busca institucionalizar esa realidad y evitar testaferros e intermediarios para controlar directamente las decisiones del Pentágono. Frente a esta novedad parcial, pues la influencia ya se hacía sentir, queda claro que la presencia de títeres estilo Joseph Biden no logran atemperar las críticas ya que, si la concreción de guerras a diestra y siniestra es la trocha a recorrer, basta con realizadores directos y medios que nublen la mirada.
Ya la Unión Europea, bajo control de la OTAN, anunció la creación de la Estrategia Industrial Europea de Defensa (EDIP), como se advirtió en las Fuentes precedentes. El sentido impuesto consiste en enlazar acciones estatales y privadas para sostener los emprendimientos sugeridos por las empresas del sector. El analista Alfredo Jalife-Rahme Barrios planteó la situación con acierto y error incluidos en un texto de 48 horas atrás: “Sería un grave error de juicio, nada aplicable al restante de los países del planeta por sus idiosincrasias específicas, intentar separar en el sistema estadunidense del poder tan sui generis, el dominio ´público´ del poder ´privado´ que, en realidad, conforman un solo sistema indivisible e irrepetible en otros lugares del mundo por las características propias y fundacionales del propio EEUU”.
El gran pensador mexicano logró aprehender la estampa básica de la cuestión, pero no pudo fotografiar, hasta ahora, la formidable expansión del fenómeno sobre otras potencias occidentales. Pero sigamos con el buen tino de Jalife-Rahme, que conoce los intentos previos: “La interoperabilidad y simbiosis entre el Pentágono y la Bolsa de Valores de Wall Street fue obscenamente expuesta cuando el contralmirante John Poindexter, asesor de Seguridad Nacional del presidente Reagan, fue obligado a renunciar dos años después del supuesto montaje del 11/9 del 2001, debido a la divulgación de un plan del Pentágono para manejar un mercado bursátil de futuros sobre el terrorismo”.
Y explica: “Aunque suene inverosímil para los ignaros/desinformados/leguleyos, el Pentágono buscaba privatizar el terrorismo y los golpes de Estado”. Es pertinente subrayar que hoy día el proceso se ha concentrado de tal modo que Lloyd Austin presentó el plan ante los medios sin que a nadie se le ocurra solicitar su dimisión. Es que el Departamento de Defensa ya está abriendo sus puertas a Silicon Valley y sus poderosas trasnacionales cibernéticas mediante el programa Defense Innovation Board (DIB).
Sigamos. En la presentación, Austin mintió abiertamente: “EEUU está en una competencia global por el liderazgo en tecnologías críticas. Hoy en día, el capital privado financia la gran mayoría de la tecnología crítica y las cadenas de suministro que necesita el Departamento de Defensa. En consecuencia, el capital privado es un recurso vital para el Departamento y una fuente clave de ventaja comparativa de EEUU en la competencia tecnológica. Por lo tanto, trabajar con proveedores de capital es un imperativo de seguridad nacional”. El que financia las investigaciones tecnológicas es el Estado, como lo demuestran los continuos faltantes presupuestarios en las cuentas del Pentágono -bajo el secreto de la Seguridad Nacional– y las líneas de créditos especiales destinadas a las mismas.
¿A quién representa Lloyd Austin? ¿Al Estado que lo designó o a las compañías privadas del sector? Raytheon Company fue una gran corporación industrial que se alimentó de las remesas estatales. Uno de los contratistas del rubro más grandes en el país del Norte. Creada en 1922, la compañía adoptó su nombre en 1959. Años antes de su “desaparición” tenía alrededor de 75.000 empleados y ganancias anuales aproximadas de 25 mil millones de dólares. Más del 90% de las ganancias de Raytheon provenían de contratos de Defensa. El pueblo norteamericano financió, sin saberlo, al conglomerado. Raytheon era el mayor productor de misiles guiados del mundo. La empresa pasó a formar parte de Raytheon Technologies en abril de 2020, tras culminar un proceso de fusión entre Raytheon y la división aeroespacial de United Technologies. Ahora, comanda con delegados de otras compañías, la política de Defensa norteamericana.
Son muchos los elementos a cruzar para poder entender, lector. Pues las empresas que fabrican armamentos también orquestan ejércitos mercenarios y bandas terroristas. El principal protagonista de la OTAN va quedando en sus manos. De allí que este periodista haya indicado que, en este ataque, trátese del ISIS (Daesh, como lo señalan despectivamente los pueblos árabes) o de la administración situada en Kiev, todos los caminos conducen al bloque anglosajón que, en representación de esas firmas ya imbricadas con los Estados, promueven la guerra como herramienta básica para frenar el avance de un nuevo orden planetario.
Como quedó claro en el establecimiento cultural de Krasnogorsk, las víctimas son los pueblos. La Federación de Rusia deberá extremar los cuidados. Y hacer los esfuerzos necesarios para concluir la guerra en Ucrania lo antes posible.
Pues el sendero se sostiene, pero nada está garantizado.
- Area Periodística Radio Gráfica / Director La Señal Medios / Sindical Federal
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