Por Gabriel Fernández *
El que no sabe gozar de la ventura cuando llega, no debe quejarse cuando pasa.
Cervantes
Finalmente, aunque tal vez por un rato, España tiene gobierno. Los ministros del nuevo gabinete del presidente Pedro Sánchez, asumieron sus cargos ante el rey Felipe VI en una ceremonia celebrada este martes 21 de noviembre en el Palacio de la Zarzuela. La gestión será encabezada por el redivivo Partido Socialista Obrero Español (PSOE).
Un día antes Sánchez difundió la lista de designados. Se trata de 12 ministras y 10 ministros, un equipo al que calificó de solvente, sólido y con acento feminista. 17 de ellos son del PSOE y cinco de Sumar. Podemos no tendrá presencia alguna.
Cabe recorrer algunos segmentos del discurso de investidura pronunciado por Sánchez el pasado 15 de noviembre en el Congreso. Contiene varios elementos de interés.
SÁNCHEZ. “Hoy y mañana, en esta Cámara, vamos a escuchar a los 25 millones que votaron el 23 de julio en unas elecciones constitucionales, convocadas y celebradas de forma impecablemente constitucional y al amparo de las reglas que fija la Constitución Española.
Hoy, en esta Cámara, vamos a escuchar -y a acatar- la voluntad del pueblo español expresada a través de sus representantes tal y como reconoce nuestra Constitución. Hoy y mañana, seguiremos las reglas de la democracia parlamentaria que fija nuestra Constitución e iniciaremos el trámite constitucional que desembocará en una formación de un gobierno constitucional en España.
Y lo vamos a hacer así porque lo establece la propia Constitución, las leyes que emanan de ella; pero también porque aprendimos de nuestros padres, de nuestras madres, de nuestros abuelos y de nuestras abuelas, que solo hay democracia dentro de la Constitución; porque fuera de la Constitución y de sus reglas no hay democracia, sino imposición y capricho.
Y es importante, señorías, el que tengamos este debate y el que el Gobierno que alumbre esta Cámara se ponga cuanto antes en marcha, porque nuestro país, como Europa y también como el mundo, vive transformaciones que no tienen precedentes en la historia de la humanidad.
Algunas de ellas encierran un carácter netamente positivo como es, por ejemplo, el caso del feminismo, que aspira a terminar con el patriarcado y lograr con ello sociedades más justas e iguales. En cambio, hay otras transformaciones que van a ser beneficiosas o devastadoras para el conjunto de nuestra sociedad en función de la respuesta que le demos.
El ejemplo más palmario es el de la emergencia climática, que afecta a todo el planeta, que representa ya eso, una emergencia que nos obliga a transformar nuestras economías, nuestros hábitos de consumo, también nuestra movilidad, la política energética…. Todo ello para conservar un planeta habitable tanto para las generaciones presentes como para las generaciones futuras.
Solamente voy a dar un dato para saber exactamente cuál es la envergadura del desafío que tenemos por delante. Alcanzar la neutralidad climática en este siglo costará 2,6 puntos del Producto Interior Bruto mundial en este siglo. No alcanzarla supondría una contracción del 30% de ese mismo PIB mundial.
Junto con ello, señorías, hay una segunda gran transformación que es el avance imparable de la globalización, pero desgraciadamente exenta de un sistema multilateral eficaz, lo que multiplica las desigualdades entre países, produce intensos y descontrolados movimientos migratorios; movimientos migratorios que, además, se están viendo exacerbados como consecuencia de la emergencia climática, la falta de oportunidades en los países de origen, la persecución del diferente en regímenes dictatoriales y por el auge o el enquistamiento de conflictos armados.
Lo estamos viendo en Ucrania, también, por desgracia, lo estamos viendo en Oriente Medio. Fuimos testigos hace no mucho en Siria, en Afganistán y en Irak, y con la misma determinación con la que España ayuda al agredido, en este caso a Ucrania frente a un país agresor como es la Rusia de Putin, por su flagrante violación del derecho internacional; con la misma determinación exigimos el alto el fuego inmediato de Israel sobre Gaza y el estricto cumplimiento del derecho internacional humanitario que hoy, claramente, no se está respetando”.
De allí se desprenden distintos factores. Veamos.
GABINETE. Buena parte del feminismo hispano, sin embargo, evaluó que el presidente alardea de lo que renquea. Tal vez por el desplazamiento de su fuerza, tal vez porque cree en lo que dice, la ex ministra de Igualdad, Irene Montero, de Podemos, sugirió a su relevo, Ana Redondo García, que tenga “valentía para incomodar a los hombres y amigos de 40 y 50 años del presidente del Gobierno” y acusó a Sánchez de romper el bloque democrático y promover una “ofensiva machista”.
Pilar Alegría Continente, ratificó su poder como ministra de Educación y Formación Profesional, con el añadido de la cartera de Deportes y la función de portavoz del Gobierno. “Es un día tan importante y tan emotivo para mí. Una nunca imagina que le va a sonar el teléfono y le van a ofrecer la posibilidad de ser ministra. Yo no me pongo nunca de ejemplo, pero cuando vienes de un pueblo de 400 habitantes, de familia humilde, todavía crees que es más imposible”, expresó con emoción.
Félix Bolaños, adláter de Sánchez, renovó como ministro de la Presidencia y sumó la cartera de Justicia. Junto a la funcionaria antes citada, configura el eje de la iniciativa presidencial. Intentará promover la Ley de amnistía a independentistas catalanes, inserta este martes en el Parlamento español, que sectores opositores calificados como derecha caracterizan inconstitucional.
La polémica al respecto es más intensa de lo que se percibe desde el exterior. La sede del PSOE en Madrid se convirtió, en las semanas recientes, en centro de movilizaciones compuestas por manifestantes ofuscados. Las enseñas de España compiten con las franquistas a la hora de liderar el grito de los cuestionadores. La amnistía fue una de las condiciones de las vertientes independentistas catalanas para apoyar las designaciones de Sánchez.
La cuestión judicial levanta polvareda por muchos motivos, más allá de la normativa en discusión. El Consejo General del Poder Judicial, una suerte de Tribunal Supremo, es controlado por un bloque conservador y ya acumula cinco años de mandato vencido. Ejerce funciones sin despeinarse, gracias al respaldo de la oposición ejercida por el Partido Popular (PP) y Vox.
Velan las armas: Albert Núñez Feijóo, jefe del PP, anticipó que su partido convocará a una nueva protesta callejera en diciembre para “defender la Constitución española”. La movilización coincidirá con el 45 aniversario de la Carta Magna. Feijóo dijo que el PP usufructuará su poder institucional contra la Ley de Amnistía y los pactos de Sánchez con los independentistas. ¿Cuál es el trasfondo de esta postura? Sobre el cierre lo veremos.
ECONOMÍA. Desde 2019 hasta ahora, gobernando en compañía de Unidas Podemos, Sánchez impulsó una serie de medidas de carácter social con buena recepción general. Mejora en el salario mínimo, disminución del horario laboral sin baja de sueldo, congelamiento de alquileres, ayuda para los jóvenes no propietarios de vivienda, congelamiento de tarifas energéticas, descuentos en el transporte público, rebaja del IVA, apoyo económico para consumidores de obras culturales, entre otros puntos.
Algunas de esas decisiones crujieron ante la inflación creciente tras la aplicación de sanciones atlantistas contra la Federación de Rusia y sus combustibles, pero en conjunto lograron sostener la situación general.
Hasta ahora, fiel a su pertenencia a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), España respaldó la postura del espacio financiero contra la Federación de Rusia en la guerra de Ucrania. A lo largo de los meses que lleva la contienda, el país ha enviado remesas récord de dinero para alimentar el anhelo bélico del bloque anglosajón. Ese disciplinamiento está generando un imprevisto malestar en una opinión pública que intenta despertar de su adocenamiento.
Antes, vale consignar que los arrebatos anti globalistas de Vox se parecen mucho al uriburismo de nuestras tierras; esa corriente admitió silenciosamente el alineamiento atlantista antirruso oficial pero no olvidó diferenciarse en la Ley de Amnistía, los derechos civiles, la tauromaquia, la migración africana. Vox es bueno para los detalles, mientras los asuntos serios se le escapan como arena entre los dedos, sin generar mayores molestias al establishment europeo. Las transgresiones de Andrés Calamaro resultan ser de estricto cabotaje. Pero vamos al asunto.
UCRANIA Y GAZA. España sabe que no está en condiciones de afrontar otro conflicto extenso y costoso. Por eso Sánchez planteó el reconocimiento de forma unilateral a Palestina como Estado si otros socios de la Unión Europea (UE) no logran un consenso sobre el tema, al hablar desde el paso fronterizo entre la Franja de Gaza y Egipto en el primer día de la tregua humanitaria entre Israel y el movimiento palestino Hamás.
El hombre fue a Rafah, y desde allí puntualizó que llegó “el momento de que la comunidad internacional y especialmente la Unión Europea tomen una decisión sobre el reconocimiento del Estado palestino”.
“Valdría la pena y sería importante que lo hiciéramos juntos”, aseguró el mandatario, pero agregó que “si eso no ocurre, por supuesto, España tomará sus propias decisiones” y pidió que la tregua humanitaria sea “permanente”. Con esa esperanza, Sánchez exigió “una solución política” y la organización de “una conferencia de paz lo antes posible”.
En el paso de Rafah, un responsable de la organización humanitaria Media Luna Roja explicó al jefe de Estado peninsular y al primer ministro belga, Alexander de Croo, los desafíos logísticos y de organización que supone todo el operativo del ingreso de la ayuda humanitaria a Gaza. Cada día llega ayuda al aeropuerto de El Arish y de allí es cargada en camiones. En total hay 700 camiones que esperan entrar, muchos de ellos en la banquina de la ruta que une ambos puntos, por la que pasaron Sánchez y De Croo y por donde salieron en las últimas semanas los más de 170 hispanopalestinos y sus familiares que se encontraban atrapados en Gaza.
Como respuesta a los dichos de Sánchez, el Ministerio de Exteriores de Israel expresó que sus palabras “dieron apoyo al terrorismo”. “Israel está actuando conforme al Derecho Internacional y luchando contra una organización terrorista peor que Estado Islámico que comete crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad”, sentenció la cancillería israelí en un comunicado.
También el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu condenó “rotundamente” las declaraciones de Sánchez y De Croo, ya que considera que los dos líderes no señalaron de manera clara a Hamás por los “crímenes” cometidos.
Es por ello que el ministro español de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación del Gobierno de España, José Manuel Albares convocó a la embajadora de Israel en Madrid para que dé “explicaciones” por las “inaceptables y falsas” acusaciones del Gobierno contra Sánchez, y De Croo. “Son especialmente graves porque además se trata del presidente del Gobierno que tiene la Presidencia de la Unión Europea”, señaló Albares en declaraciones a la Televisión Española.
Hace pocas horas, el diario conservador ABC, sintetizó sus conclusiones: “Sánchez se distancia de la UE y Estados Unidos al obviar el derecho de Israel a defenderse”.
PULSEADA. Como se sabe, España se encuentra en la península ibérica de Europa, y contiene 17 regiones autónomas con diversas características geográficas y culturales. La nación creció por encima de la media continental de forma constante en cinco años previos a la aparición de la pandemia del COVID-19. Cuando emergió de la pesadilla sanitaria, se encontró con la guerra en Ucrania, sin más razones que los argumentos etéreos que brindan los gobiernos y los medios occidentales.
Es la cuarta economía de la UE y la 14 de todo el mundo con un PBI de mil 200 millones de dólares. Ocupa el 13 lugar mundial en recepción de inversiones. Pero está ahí. Europa será quien se lleve la peor parte de la crisis en el próximo ejercicio, por el costo de la energía impulsado a través de las sanciones, mientras que España, rodeado por países que entrarán en recesión como Alemania entre otros, tendrá en 2023 – 2024 su más bajo registro. Se prevé que el año venidero la inflación seguirá elevada, y las alarmas están encendidas.
La estructura de la economía española está bien desarrollada; el sector servicios predomina, seguido por la industria. Estas dos franjas representan más de un 92% del PBI. Sin embargo, a la condicionante inserción geográfica en el borde de Europa y a los lineamientos impuestos por una UE gobernada por los intereses rentísticos, España le suma una trama interior de corporaciones financieras que atenúan la influencia política del espacio productivo. En el Banco de España están registrados 49 bancos, 2 cajas de ahorros, 61 asociaciones de crédito, 25 oficinas de representación de entidades de crédito extranjeras, 78 sucursales de entidades de crédito europeas.
Como estas compañías, la mayoría de las cuales remite a las centrales financieras mundiales, controlan gran parte de los medios de comunicación, el clima general parece liso y pre determinado. A lo largo del artículo el lector ha comprendido que ese trasfondo ligado a la economía real está en ebullición, y que la misma se trasunta en las modificaciones impuestas por Sánchez, dentro de sus posibilidades presentes. De allí que en la difusión vulgar el conjunto de las fuerzas liberal conservadoras califiquen al gobierno actual como “comunista”.
Si la expresión “comunista” suena extrema, obvio, cabe aprehender el sentido profundo de su aplicación en este tramo de la historia.
(Es preciso aclarar que la orientación atlantista que por décadas impulsó el PSOE ha impreso como resultado este corsé. Los interrogantes de los más lúcidos oscilan entre ¿es posible aflojar su presión? y ¿es posible quitárselo? En ambos casos la solución es muy difícil porque la prenda ha moldeado tanto tiempo el cuerpo económico y mental de la nación que parece formar parte de su piel. Parece. Quizás valga la pena pensar qué valores y conceptos necesita rescatar y generar el desarticulado pueblo español para disponer de su propio territorio. Quizás esa sea la tarea que debe imponerse a sí mismo).
Para el futuro cercano, España tiene previsto un re acercamiento a América latina. Claro que no es lo mismo el establecimiento de vínculos desde un MERCOSUR fortalecido y ampliado, cosa que solo pueden impulsar Brasil y la Argentina mancomunadamente, que a través de vínculos bilaterales en los cuales el peor rostro peninsular aprovechará canales de exacción más o menos conocidos. Las recientes elecciones en la potencia del Sur continental debilitaron las perspectivas productivas, y por tanto alejadas del poder financiero, en ambas orillas.
Por qué no adentrarse en El Quijote y apuntar, junto a Cervantes, “Confía en el tiempo, que suele dar dulces salidas a muchas amargas dificultades”.
- Area Periodística Radio Gráfica / Director La Señal Medios / Sindical Federal
Pinturas Diego Velázquez.
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