Por María Laura Morales
Este proyecto que es lanzado desde diversas organizaciones cuenta con cuatro líneas de acción: encuesta, entrevistas, mapeo de organizaciones y relevamiento bibliográfico.
En diálogo con Radio Gráfica, Ana Matus, socióloga y coordinadora del Nodo Patagonia en el Censo Diversidad, contó que el relevamiento viene a mostrar cierta invisibilidad estadística que tienen determinados grupos dentro de la población en general. Es importante señalar que estando en el 2023, con muchas leyes que son ejemplo a nivel regional -como la ley de identidad de género-, en nuestro país, desde el Estado no han realizado ningún trabajo que indague las condiciones de vida de estas poblaciones, lo cual es imprescindible para poder aplicar políticas públicas para mejorar la calidad de vida o revertir desigualdades. No se puede legislar sobre lo que no se conoce.
Matus explicó que este trabajo surgió a raíz del conocimiento e interés de varios investigadores de diversas actividades que siempre se convocaban para trabajar sobre cuestiones vinculadas al género y las orientaciones sexuales y que con el tiempo empezaron a tramar una alianza entre investigadores de todo el país que se encuentran divididos en seis nodos. El proyecto que fue presentado en una convocatoria resultó seleccionado y a partir de ese entonces se pusieron en marcha para llevarlo a cabo.
La coordinadora del Nodo Patagonia explicó que se focalizan en las condiciones de vida y trabajo, uno de los diagnósticos de los que parten es que existen diversos micro relevamientos o búsqueda de datos sobre todo en la población travesti trans pero con una falta de sistematización y una fragmentación de la información con lo cual no se puede comparar o conocer a nivel nacional fehacientemente.
Además, dijo que la manera en la que se releva la realidad permite visibilizar opresiones y que para generar políticas desde el Estado urge conocer las necesidades y condiciones de vida de cada comunidad. Remarcó que hay un cierto olvido de la población travesti trans que todavía cuentan con una expectativa de vida de 35/45 años. “Ellxs son sobrevivientes, resilientes pero eso es algo que está cambiando y por eso las políticas públicas tienen que apuntar a leyes e intervenciones estatales que estén destinadas a mejorar esas condiciones de vida”, añadió la socióloga mientras que subrayó que hay todavía una profunda invisibilización de las condiciones de vida de lesbianas y gays, “si pensamos en Pamy por nombrar alguna de las instituciones, por ejemplo, en la patagonia no existen centros de día que apunten a adultos mayores LGBTQI+, tenemos que conocer para ajustar ese diagnóstico.”
“Las políticas públicas tienen que apuntar a leyes e intervenciones estatales que estén destinadas a mejorar las condiciones de vida”
Del relevamiento trabajan cuatro grupos que realizarán: entrevistas para generar información que contribuya con el diseño de políticas públicas; encuestas sobre condiciones de vida de la población de la diversidad sexual y de género; mapeo de organizaciones para explorar y situar las acciones que se están llevando a cabo con el fin de mejorar las condiciones de vida de la población de la diversidad sexual y de género en diferentes localidades del país y relevamiento biográfico para contribuir con la federalización del conocimiento, identificar y sistematizar las contribuciones que se hayan hecho hasta el momento desde diferentes espacios, académicos, activistas, de la administración pública, etc.
“Me interesa lograr la federalización de los datos. Nos pasa de escuchar de datos de Argentina y cuando vamos a las fuentes es AMBA o CABA, se piensa que se puede generalizar datos de un sector del país que tiene condiciones de vida muy particulares a la totalidad del territorio”, añadió Matus.
“Se piensa que se puede generalizar datos de un sector del país que tiene condiciones de vida muy particulares a la totalidad del territorio”
Además detalló que este relevamiento cruza, por un lado, las inequidades específicas que existen según el territorio que se habita y, por otro, aborda la categoría LGBTQI+ ya que tal como señaló “las condiciones de vida y trabajo de quienes componen este colectivo a su vez son muy diferentes y no existen relevamientos acerca de las personas con determinadas orientaciones sexuales, no sabemos por ejemplo, cómo viven la vejez las personas que se definen gays, lesbianas o travestis”.
El proyecto está conformado por más de 50 profesionales de diferentes disciplinas de las ciencias sociales y humanidades, con grados de formación diferentes. Son un equipo interdisciplinario, federal, e integrado por personas de la diversidad sexual y de género que trabaja ad honorem.
Las instituciones que forman parte son: Centro de Estudios de Población (CENEP), Universidad Nacional de Comahue (UNComa), Universidad Nacional de Córdoba (UNC), Instituto de Investigaciones Geohistóricas (IIGHI – CONICET/UNNE), la Universidad Nacional de Salta (UNSa), Universidad Nacional de San Martín (UNSAM), y el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET). El proyecto cuenta con el financiamiento de la Agencia I+D+i, en un convenio con el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad, bajo la convocatoria PICTO-Género. El grupo de trabajo se encuentra conformado por seis nodos que corresponden cada uno a una región: CABA, Centro, Patagonia, RMBA, Noreste/Litoral y NOA.
Matus contó que para conocer en mayor profundidad las condiciones de vida de la diversidad sexual y genérica buscan la colaboración particular. El relevamiento es autoadministrado y puede completarse a través del portal www.censodiversidad.ar
Para completar el relevamiento ingresa acá: https://encuestas3.unc.edu.ar/index.php?r=survey/index&sid=828253&lang=es
La socióloga analizó que todavía hay una construcción de la amenaza sobre estas poblaciones que hay que enfrentar ya que aún son características novedosas en las interacciones y que muchas veces al salir del modelo binario genera mucha incertidumbre.
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