Edgardo Esteban, combatiente de Malvinas, ex soldado del Grupo de Artillería Aerotransportado 4 y actual director del Museo Malvinas e Islas del Atlántico Sur, dialogó con Radio Gráfica sobre los desafíos a 40 años del inicio del conflicto bélico entre Argentina e Inglaterra en el Atlántico Sur.
Edgardo Esteban: Uno ha trabajado mucho con la causa Malvinas, con la “pertenencia”. Este 2 de Abril nos planteamos como objetivo esta transversalidad. Charlo mucho con Pedro Saborido sobre Malvinas, un gran malvinero, porque él tiene muy en claro la penetración cultural británica. Si vos decís cuál es la playa más popular que tiene la Argentina, que está en Mar del Plata, es la de Bristol. Ya empezamos mal. No es ni Playa Chica, ni Grande, es la playa Bristol. Pero es muy fuerte esa penetración. Ni siquiera es una playa para colmo.
Hay que trabajar sobre lo que tiene que ser la palabra soberanía como eje, no solamente la soberanía marítima o territorial, sino la cultural, la educativa, la económica, pero fundamentalmente la comunicacional que es un tema que también lo hablábamos. Hubo actos en todo el país, y fueron importantes porque fue esa transversalidad, ese rescate de lo colectivo, que es la consigna que tenemos con Pedro, o cómo rescatamos por lo menos esa construcción colectiva.
Hablaban de Cristina Fernandez de Kirchner. Ella dice “la patria es el otro” un 2 de Abril en Puerto Madryn. En un acto sobre Malvinas que eran los 31 años de nuestra recuperación de las islas. Hay que entender que no hay una sola mirada, no hay una sola historia, que en la construcción de historias a lo largo y ancho de nuestra Argentina, y es esa construcción la que hace tener esta pertenencia esta identidad.
Esto lo hablaba con otros compañeros míos de Malvinas, que en una charla como la que estamos acá seguramente vamos a tener tres libros distintos, pero esa construcción es lo que nos marca esta pertenencia y nuestra identidad.
Lucas Molinari: Destacar que es lo que los une…
EE: Pero no alcanza con eso porque solamente de la retórica, que venimos hablando, porque la pertenencia está, pero después hay que hacer una política de Estado. Ahí el rol lo tiene la Cancillería, que es hablar de la Cuestión, no solamente en Naciones Unidas, en el Comité de Descolonización y en la Resolución 2065. Es cómo se construye la soberanía.
En el museo Malvinas, todos los 21 de abril es el aniversario del Instituto Antártico. Hasta la llegada de Juan Domingo Perón, en el año 46, había una sola base científica en la Antártida. La primera, que es argentina, fue en el año 1904.
Eva Perón conoce a un militar sanjuanino, Hernán Pujato, que le dice “hay que desarrollar la Antártida y hay que trabajar sobre la Antártida”. Eva convence a Perón, la escucha a ella y después lo escucha a Pujato. Lo mandó a Groenlandia a hacer capacitación, a ver cómo fue el desarrollo del tema de lo que es estar en un continente helado, en un lugar tan aislado como es Groenlandia. Volvió y dijo “vamos a desarrollar la Antártida”. En 9 años Perón dejó ocho bases científicas permanentes. Las dos más australes en ese momento. No estaba la base yanki.
Creó 23 refugios permanentes, compró a Alemania el primer rompehielos, creó el Instituto Antártico, la Dirección Nacional del Antártico, hizo el mapa bicontinental con el triángulo al costado. Hace política de expansión y de construcción de la Antártida mirando 50 años hacia adelante.
Con los astilleros que estaban en quiebra, porque ya no hacían barcos para la Segunda Guerra Mundial, estaban casi sin uso, les propuso hacer barcos frigoríficos y barcos de pesca. Cuando vienen los británicos a comprarles las carnes a Argentina, dicen “no se la vendemos más a sus barcos. Ustedes se van a tener que llevar la carga con nuestros barcos frigoríficos”.
LM: Los ingleses les dicen “no te vamos a comprar” y nosotros decimos “bueno, ya vamos a ver”.
EE: Ustedes se van a cagar de hambre. Al poco tiempo quíntuplicó el valor. Eso es lo que tenemos que hacer.
LM: Pareciera hoy que es un problema producir alimentos, digo por la inflación que estamos viviendo.
EE: Hace pocos días terminó la pesca de calamar. Más de 95.000 toneladas se están llevando de forma ilegal con los barcos que vienen del Puerto de Vigo, de Galicia, España. La segunda más grande en la historia. En el año 99 es la mayor y esta es la segunda vez. Los barcos de otros países se llevan, de manera ilegal, depredando, nuestra fauna ictícola en nuestro Mar Austral. Se llevaron 187 mil millones de dólares, nada más que de regalía pesquera desde el 83 hasta el año pasado.
LM: Cuatro veces de lo que le debemos al FMI. Te quiero preguntar porque hay un investigador que has entrevistado, César Lerena, que viene planteando la necesidad de tener una política soberana sobre nuestro Mar. ¿Qué pasa con la pesca ilegal? Es el principal sostén de la ocupación pirata en Malvinas. ¿Es eso un desafío político económico hacia el futuro argentino?
EE: Es que Malvinas no es solamente pasado y presente. Es cómo construimos un futuro, cómo desarrollamos y pensamos a 50 años. Ellos están construyendo, además de esa base aliada de la OTAN, la más grande que hay en el hemisferio sur, que cada vez amplía su expansión en control, son 1.680.000 kilómetros cuadrados que tienen ellos, más lo que tienen en mar antártico son 2.400.000 kilómetros cuadrados. 10 veces de lo que es la superficie de las islas británicas, están haciéndose puertos de aguas profundas. No es para los cruceros.
Ya están pensando, los británicos, en el imperio antártico británico y cómo se quedan con una parte o con la reserva de agua potable, la mayor que hay en el planeta, además de sus alimentos y sus reservas energéticas.
Del otro lado, tenemos a Australia y Nueva Zelanda. El commonwealth está al acecho del continente blanco. Preparándose no para la discusión que va a ser de ampliar y prorrogar el pacto antártico, pero si pensando ya en el futuro.
Nosotros tenemos que desarrollar una política de Estado en los puertos, no solamente con lo que tenga que ver con Pampa Sur y lo que tenga que ver con la ciencia, con los astilleros y trabajar en la marina mercante como lo hizo Perón. Es decir, desarrollar una política Estado a futuro para trabajar y reconstruir lo que es la región.
Se perdió mucho lo que fue esa Patria Grande, ese entender que Malvinas es parte de América Latina. A mí me preocupa mucho Uruguay y particularmente el puerto de Montevideo que abastece de combustible a esos barcos, factorías que vienen de España, o que vienen del mundo y que recargan a pesar de que aumentó el 61% el valor del combustible. Van al puerto de Montevideo y recargan alimentos, combustibles.
Los vuelos militares que están cada vez haciéndose como una rutina en Brasil, en Chile, pero fundamentalmente en el aeropuerto de Carrasco. Son temas que tenemos que trabajar, desarrollar y reconstruir. Me parece que hay un gran trabajo de lo que tiene que ver con la Cancillería y las relaciones exteriores, porque eso hay que fortalecerlo ya.
No podemos esperar esta teoría del péndulo también que cuando hay gobiernos neoliberales, las relaciones carnales y los vínculos con los países o potencias, entonces miramos con cariño a Estados Unidos o al Reino Unido. Después planteamos el eje tiene que ser el único, que tiene que ser el centro, que es la palabra soberanía.
Como hizo Néstor Kirchner cuando fue a la Cumbre de la Internacional Socialista y cuando todo el mundo le decía que cuando se junten con Blair lo tenía que saludar, pero que “no se puede hablar de temas bilaterales”. Kichner dijo “Tony, ¿cuando nos sentamos a hablar de la soberanía? Después de que se toque el tema soberanía, para abajo lo que vos quieras”.
Hasta cuando los periodistas, que me parece tétrico, que van a entrevistar al embajador británico y en lugar de hablar de soberanía, hablan de las fiestas de Harry Potter, las fiestas de Halloween o de los gatos que tienen en la embajada, pero no hablamos de soberanía. Un tema que tiene que ser parte esencial en este tiempo y en esta construcción. No solamente de un presente, sino mirando hacia el futuro.
Juan Natalizio: En esa línea, porque hablar de soberanía es fundamental, pero Malvinas es como el faro que nos muestra eso. Ahora también vemos a los británicos en el Atlántico Sur, saqueandonos, con una proyección antártica y, además, avanzando también en recursos estratégicos en el continente. Tenemos el tema del litio, lo que pasa en la Patagonia con Lewis, a un lago que no podemos ingresar y que el Presidente de la Nación dice que lo tiene preocupado, en lugar de decir “gendarmería, vayan ustedes, hagan el camino”. Cuando hablamos de soberanía no es solo también porque Malvinas es nuestro faro, pero son políticas. Los británicos están desplegados en todos lados.
EE: El tema del litio allá en nuestro norte o del acuífero guaraní, también en toda la zona de Misiones y la Mesopotamia, son temas que no son menores. Lo que significa el tema del Canal Magdalena, toda esa construcción de esa línea en donde son ejes fundamentales para pensar a futuro y trabajar. Me parece que sí hay que tener una construcción, que hay que fomentar.
Lo que pasó este año, más allá de las tensiones que hubo también, hubo ex combatientes cuando fueron a Lago Escondido, hay que seguir trabajando y hay que potenciar esas marcha y esa presencia. Ese debate es esencial para tener una política de Estado. Hay que definir concretamente hacia dónde vamos y cómo vamos.
Cuando hablamos de soberanía la bandera es Malvinas, sí, pero obviamente es una construcción de una Argentina que va mucho más. Por eso nos parece importante, desde el Museo, mantener una muestra que tenga que ver con la Antártida porque es todo. No son solamente esos 11.410 kilómetros cuadrados como decía peyorativamente un ex presidente. Es una construcción que marca un símbolo que tiene que ser eje fundamental, que no nos podemos distraer y que hay intereses de las grandes corporaciones mediáticas, de las grandes multinacionales y del imperio.
Ya se hace evidente que con este puerto, están invirtiendo 85 millones de dólares. Quieren ser, como ellos dicen, “la ventana de la Antártida”. Cosa que tenemos que mirar con mucha atención y mucha preocupación.
JN: ¿Cómo entra el rol, en ese proyecto de país que estás planteando, en el cual nos alineamos rápidamente atrás tuyo, las Fuerzas Armadas?
EE: Es parte esencial. Parte de una construcción. Es decir, cada uno sabe lo que pasó en la dictadura cívico militar. No es la estigmatización eterna de algo que pasó y que los responsables ya son parte de una historia.
LM: Hubo un ida y vuelta entre Nora Cortiñas y Alberto Fernández cuando el presidente dijo que “ningún militar en actividad tiene que ver con la dictadura”. Hablaba de “dar vuelta la página”. Creo que pasó el año pasado, en un discurso de Alberto donde Norita lo critica. Son todos los que ingresaron ya después del 84.
EE: Me parece que hay una camada de jóvenes que no tienen nada que ver con aquel gobierno y uno lo que siempre sueña, porque nací el 20 de junio, soy muy belgraniano, hicimos un año muy belgraniano con el Museo. La bandera como insignia, o lo que hizo Belgrano, o San Martín que pedía los reos que estaban detenidos, que ya no había, pero él los pedía igual en 1816 que estaban detenidos en nuestras Islas Malvinas para sumarse al Ejército Libertador y cruzar Los Andes. Nosotros tenemos que construir, prestigiar y armar las instituciones, fortalecerlas. No esta cosa dinámica de destrucción.
Hay estigmatizaciones porque nosotros venimos de una profesión que García Márquez decía “La ética del periodismo, como al zumbido al moscardón”. Es más, yo fui hasta participe fundador de FOPEA, y se hacían talleres sobre ética periodisticas y no veo esos zumbidos, no veo esos moscardones dando vueltas.
Hay muchos intereses, es muy injusto si decimos “todos los periodistas”. Seguramente hay periodistas dignos que respeta, valora y creen en la esencia del periodismo, que no andan con sus autos últimos modelos o tienen su barquito en el Tigre. Son laburantes y que aman esta profesión y lo vemos en esta Radio Gráfica o todo lo que tenga que ver con cientos de radios que tanto han trabajado por la Ley de Comunicación Audiovisual.
Con todas las herramientas que tenemos, ustedes fundamentalmente están multiplicando esas voces. Tenemos que entender que no sirve generalizar. Porque en todos lados hay extraordinarios periodistas y hay algunos que son una mierda.
En lo que tiene que ver con la construcción de las instituciones de las Fuerzas Armadas, hay que mirar hacia una Fuerza Armada que tiene que ser parte de esta construcción y ojalá, como salió ahora hace poco una nota en un medio británico, hasta permitan que se levante el embargo que tiene para comprar armamento a Argentina. Me parece que tiene que ser un tiempo distinto y tenemos que trabajar para eso.
JN: En esa línea que venís planteando, que no todo es lo mismo, que claramente la desmalvinización también puso a que todos los oficiales argentinos y suboficiales en Malvinas fueron todos una porqueria. No estamos diciendo que no los hubo, porque las hubo, pero pone que todos eran una porqueria.
EE: Nunca di nombres propios. No soy quién para juzgar a nadie. Se me ha cuestionado mucho por un libro en el que sí está la mirada humana. Yo creo que la historia hay que contarla completa. Después hay una película que no tiene nada que ver con lo que yo hice, porque yo fui artillero. Fue una construcción colectiva tanto el libro, como la película.
LM: Estamos hablando de Iluminados por el Fuego del año 1993.
EE: Es un libro que no sé si hoy lo escribiría. Fue una necesidad en el contexto de la posguerra y ese silencio que me implantó la oficialidad cuando me fui de baja. A la vez, una sociedad que no se hizo cargo de la derrota, porque fue la misma sociedad que alentó y que celebró el 2 de Abril, y después el 14 de junio quería prender fuego la Casa de Gobierno. Fueron 10 años en donde nosotros éramos zombies que nadie nos quería ver. Estábamos ahí. Teníamos 18, 19, 20 y 21 años.
Teníamos mucho por contar, y todo el mundo decía “ya fue, no hables”. Entonces, mi expresión fue una necesidad de un desahogo, de escupir esa bronca y lo hice como pude. Busqué otros referentes y se construyó un relato que no es “el” libro, ni el único libro. Fue una mirada que aportó la otra parte también, la parte humana.
La película ganó premios internacionales por las batallas que acá tienen poco valor. La batalla del Monte Longdon. Reconstruir una guerra y un hecho bélico que está tan bien filmado. Empieza con el caballo blanco de San Martín, porque Bauer es muy malvinero y tiene una mirada sobre lo que significa y reivindica a referentes como San Martín y Belgrano. Aparece su caballo en la cámara y empieza la batalla de Monte Longdon, que fue la última batalla cuerpo a cuerpo. Es una de las históricas en las guerras modernas. Ya hoy no se utiliza ese tipo de combate, porque obviamente ya la estamos viendo que son muy a la distancia.
Después se quedaron en dos escenas que eran partes en el libro que, en realidad, era poder hablar del estrés post traumático, de la problemática de la droga, de la violencia de género y de la depresión. Fundamentalmente de los suicidios.
JN: En tu libro vos mencionas al Coronel Quevedo, lo reivindicás…
EE: Nunca hablé mal del Teniente Coronel Quevedo. No hubo cuestionamiento. Es el único que tiene nombre propio, porque nunca quise juzgar. A veces me pasa que hay gente que habla del libro sin haberlo leído. Viste que nosotros los periodistas somos un gran océano, pero a un centímetro de profundidad, hablamos de todo.
Con el libro hubo un gran debate. Me pasó el otro día, con un caso de un personaje que para mí era un gran héroe, que otros creían que yo había hablado porque desde su condición personal tuvo actitudes que quizás los que éramos los que teníamos que hacerlas, no se hicieron.
Después, hay estigmatizaciones que creo que uno trata de ser muy respetuoso de muchas cosas. De un tema que no hablo es de los familiares, porque me parece que es un tema sagrado. Es una persona que pierde y que tenemos un héroe en nuestras Islas. De mi parte jamás me van a escuchar, porque es un tema que hay que ser muy respetuoso y por suerte lo pudimos trabajar con mucha madurez y fue muy emblemático lo que pasó este 2 de Abril porque había que hacer ese homenaje a esas madres, padres y a esos familiares.
LM: Esto que vos decís de Iluminados por el Fuego me parece interesante para poder pensar. Uno dice cómo no hay más películas que hablen de Malvinas, es un relato, pueden haber otros. Y también pienso en los medios de comunicación, como periodista. A veces se habla de Malvinas el 2 de Abril nada más. Acá en Gráfica dijimos vamos a hacer un auditorio, Soberanía, con mapa, vamos a hablar todo el año de Malvinas, tenemos una producción malvinera y sobre todo, escuchando a quienes combatieron, que como decis vos, tiene miles de vivencias distintas. ¿Qué reflexión tenés hacia lo que es la política pública de industria nacional? Creo que Zamba ha hecho un homenaje. El kirchnerismo logró meter el tema Malvinas, pero hay una sensación de que todavía falta.
EE: Respeto y creo que el Ministro de Cultura es muy malvinero. Creo que hay como 60 de proyectos que se han hecho con el tema o un vínculo con Malvinas. Nosotros tenemos más de 400 propuestas en esta interministerial.
Estamos trabajando en un evento de poesías porque hay más de 300 poemas, desde 1833 hasta ahora, pasando por Jose Hernández, José Pedroni, Atahualpa Yupanqui, poetas hermosos, poesías hermosas y los ex combatientes. Gustavo Rosendi un poeta extraordinario.
Es un libro que está saliendo ahora sobre esa poesía, pero también la literatura. Tienen que haber cientos de películas, ojalá hubieran filmaciones y efectos especiales que tengan que ver con más producción Malvinas. Tenemos que trabajar en esa construcción de pertenencia y soberanía.
Iluminados por el Fuego es una película más, que por ahí generó un debate que fue necesario. Puede gustarte o no, pero era un debate que había que dar, de lo que fue la posguerra. Creo que se malinterpretó, a mi entender, porque se llevó a un contexto que no fue el objetivo de Iluminados. Iluminados fue debatir Malvinas y me parece buenisimo.
LM: A 40 años ¿que significó este 2 de Abril y cúal es el desafío?. Como veterano te pregunto. Veo que hay una Cuestión de Malvinas nos une. Miguel Ángel Trinidad habló de la malvinidad
EE: Fue fundamental como un punto de encuentro. Hay que trabajar. Cuando me ofrecieron ser director del Museo Malvinas, la única condición que puse fue que fuera un Museo para todos y todas. Que sea un punto de encuentro. Es un museo para toda la diversidad, miradas y que podamos debatir todas las ideas.
Sé que tenemos, como decía antes del comienzo, matices, pero lo importante es que podamos hablar y entendernos porque ahora ustedes van a sacar una conclusión un poco mejor o peor, distinta, pero dirán no es como pensábamos. Eso es lo que me parece importante, poder escucharnos porque el enemigo está ahí en esa base militar. El enemigo está construyendo ese puerto profundo, está robándose nuestras faunas y nuestra pesca. Ahí tenemos que apuntar.
Tenemos que trabajar con estos matices porque cuando me dicen la desmalvinización que tanto se habla, la desmalvinización es no hablar de eso. Es construir el relato sobre eso a pesar de las diferencias.
LM: Y con la dirigencia política en la Argentina que habla a favor de ese olvido…
EE: Es un tema que como te decía antes. En ese océano de un centímetro también está Malvinas. Porque si hacemos una encuesta cuánto sabe quién fue Miguel Fitzgerald, cuántos saben quién fue Dardo Cabo. Cuántos habitantes hubo previo a la usurpación.
LM: En la universidad de Avellaneda hicimos una encuesta y la mayoría de los estudiantes no sabía que la ocupación fue en 1833. Lo que hablaban era que faltaba hablar de Malvinas en las escuelas.
EE: 40 años de Malvinas. Son 502 años del primer avistaje. 189 años de la usurpación y 10 años de la desclasificación del informe Rattenbach. Diez años de lo que fue el trabajo para que el equipo argentino de antropología forense y la cruz roja puedan darle nombre y apellido a nuestros compañeros allá en nuestro cementerio en Darwin.
Hay un montón de hitos que tenemos que trabajar y por eso comparto plenamente que malvinas no es solamente un 2 de Abril. Es muy importante el 2 de Abril. Es una fecha importantísima, para los que estuvimos allá, pero tanto tiene que ser el 10 de junio que también fue uno de los decretos finales de Juan Domingo Perón que puso hasta la hora 11 de la mañana, el Día de la Afirmación de los Derechos Argentinas sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sándwich del sur y los espacios marítimos circundantes. Tenemos que trabajar y hacer un mega acto en nuestra capital, la capital de las Islas Malvinas, la única provincia bicontinental, que es Ushuaia y que vayan los referentes políticos.
LM: ¿Se está trabajando eso?
EE: Se está trabajando para un nuevo acuerdo en Ushuaia donde todas las fuerzas estén.
LM: Melella como gobernador de Tierra del Fuego, cuando fue el acto de campaña en Rosario que Alberto Fernández le dijo que cada gobernador que le pida que compromiso al asumir, Melella le dice que “hay que derogar los tratados de Madrid”.
EE: Sí, hay que debatirlo.
LM: Un gobernador malvinero que también ha denunciado la entrega del macrismo.
EE: Nuestra justicia en Tierra del Fuego sanciona a esas empresas que están construyendo el puerto, que van a pescar o a las empresas petroleras. Trabajar desde la gestión y entender porque el tema comunicacional, cuando hablan las autoridades usurpadoras de nuestras Islas. En realidad, las únicas autoridades legales están en un Ushuaia, el gobernador se llama Gustavo Melella, los legisladores son de la Provincia de Tierra del Fuego, Islas del Atlántico Sur, y la justicia también.
LM: ¿Qué le dirías a Alconada Mon?
EE: Que vaya al Museo Malvinas para que conozca un poco más de historia.
LM: La invitación entonces para el diario La Nación…
EE: Como hicimos con Beatriz Sarlo, que tampoco vino. A veces no se puede hablar de lo que no se conoce, lo digo con total respeto.
LM: Alconada Mon estuvo en Puerto Argentino y dijo que “hay que llamarlo Puerto Stanley”.
EE: No se puede hablar de lo que no se conoce. Me parece que hay un gran desconocimiento de la historia y creo que el Proyecto de Ley de la Senadora Duré, que se tiene que aprobar prontamente en diputados, donde todos los funcionarios y funcionarias del Estado, a todo nivel, ya sea municipal, provincial y nacional tengan una capacitación sobre lo que es Malvinas.
Tenemos que entender y saber quién es Alfredo Palacios, Abelardo Ramos, o el propio José Hernández. Es decir, entender la historia de Malvinas para entender por qué tenemos un compromiso, una pertenencia o una identidad.
JN: ¿Los británicos cometieron crímenes de guerra durante el conflicto?
EE: Hay 323 compañeros que no podemos olvidar. Con un submarino nuclear trayendo 31 ojivas nucleares. La canción emblemática de la posguerra fue “no bombardeen Buenos Aires”. Los británicos tenían pensado la base de aviación militar en Córdoba y Buenos Aires como objetivos. Ellos cuando cruzaron el Ecuador, venían por todo. Es una subestimación del gobierno de Galtieri creyendo que porque estábamos en las Escuelas de las Américas y porque Ronald Reagan hablaba maravillas de él “iba a respetar”, pero volvieron a su histórico y eterno aliado.
No hablamos del por qué o de cómo empezó el proceso de desgaste de nuestros asentamientos en Malvinas previo a la usurpación porque no fue un barco británico, fue norteamericano que lo sancionaron y lo llevaron al puerto de Buenos Aires. El propio embajador de Estados Unidos en Buenos Aires dijo “vayan y repriman”.
Todo ese proceso pasó, pero el hundimiento del Crucero General Belgrano fue un crimen de guerra lisa y llanamente. Margaret Tatcher aprovechó su bajo nivel de popularidad y usó, como decía Maquiavelo, una causa externa para perpetuarse en el poder. En esa disputa y pulseada les ganó al gobierno de Galtieri.
JN: Cuando pensás en la guerra de Malvinas ¿qué sentís?
EE: Mucho orgullo. Yo quise ir a Malvinas porque me iba de viaje el 4 de abril. Estaba mi cédula y mi libreta civil firmada. Empecé una aventura, nunca pensé que llegábamos a una guerra.
Durante mucho tiempo pensando y manteniendo mis convicciones, yo estoy muy orgulloso de ir a Malvinas. Me parece que todavía tengo, y haste el ultimo dia de mi vida esa pertenencia, es mi lugar en el mundo y es donde estuve.
JN: Algo que siempre respeté mucho de vos y quería saber si era cierto como me lo habían contado: vos podrías haber evitado hacer el servicio militar y obligatorio.
EE: Tenía pie plano y tengo un problema en el corazón, en el ventrículo izquierdo. Me entusiasmaron las boinas rojas. Me llevaba mal con el marido de mi mamá. Pero me entusiasmó el paracaidismo, pensé que eran seis meses, que no fueron así, pero tengo el orgullo de haber saltado 10 veces de un avión, como paracaidista y es un regalo de la vida también.
JN: Fuiste a Malvinas como voluntario…
EE: Fui a Malvinas porque había que ir. No quedaba otra. Podría haberlo evitado, sí. Pero en ese contexto me parecía que había que ir. Nunca pensé lo que íbamos a vivir después del 1 de Mayo, cuando fue la primera bomba. Ahí cuando empieza la palabra muerte, se hace difícil.
Estoy en un momento muy especial porque acabo de recuperar mi cedula militar después de 40 años, que no es un hecho menor, y aparte vienen 44 fotografías que estuvimos viendo con mis compañeros que no son mías. 44 historias que vamos a contar y se van a reencontrar.
Marca un precedente, porque no se puede hacer botín de guerra y hacer esa piratería que hacen los británicos, que además de tener el partenón, además de tener en Londres momias, tienen nuestras fotografías. Y las venden. Con qué derecho venden. Esto marca un precedente. No se puede pagar 11.000 libras por un casco que le pertenece a un soldado con nombre y apellido.
Tenemos que trabajar para dignificar eso y recuperarlo como corresponde. Parece que es una nueva etapa, un nuevo camino y lucha en favor de la soberanía. En este caso para uno puede ser un papel, pero para mí es mi identidad.
Propusimos un Maradona para poner dentro del Museo pero no nos dejaron. Está en la entrada, con la camiseta del 86 como si estuviera cantando el himno, y está espectacular. Es el lugar que más fotos se sacan, porque Maradona también es Malvinas.
- Entrevista realizada por Lucas Molinari y Juan Natalizio en Malvinas, 40 Historias (martes de 14 a 15 horas)
- Colaboración de Carolina Ocampo
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