El poeta y periodista Pancho Muñoz dialogó con Vivian Elem, Rodolfo Colángelo y Jorge Benedetti en Radio Gráfica. Quien todas las mañanas analiza las portadas de los diarios por la AM 750, dijo que también hace lo mismo con esas tapas: “las leo sin saber”.
“Uno lee sin saber, desde la inocencia, desde la pureza, que es una búsqueda, pero también es un logro, y cuando uno llega a esa instancia cierra los ojos, es todo muerte, no hay más opción. Tolero, me sorprendo desde la inocencia, pero cuando desde la inocencia las tapas de los diarios me están diciendo qué es lo que está pasando, me enfurezco”, agregó.
Con su estilo particular e incisivo, Pancho también tuvo opiniones polémicas sobre el tango: “pongan a Carlitos Gardel de lado, exceptuándolo, pero yo odio el tango, es una prueba absoluta de la decadencia de los porteños. No la milonga”. Y remarcó: “yo no soy rockero porque para eso hay que ser músico, pero el rock me cambió bastante la forma de ver la vida”.
“Yo que vengo del mundo de la letras, me han ayudado canciones de Pappo, por ejemplo, más que algunas obras. El rock es una emoción real, está medio muerto pero es una emoción real, repito”, señaló.
En ese sentido, indicó que “decir que el rock está medio muerto es un optimismo. Yo tengo respeto por todo, menos por algunas personas y situaciones. En política soy más intolerable, pero en el mundo artístico soy respetuoso de todo. Respetuoso del rap, aunque puedo no compartirlas”.
Pancho se refirió además a los programas de televisión con periodistas panelistas, y al respecto opinó que “es un tema más o menos nuevo” y al preguntársele sobre los institutos que forman panelistas, dijo que “bueno, la Universidad del Siglo XXI enseña a ser líder, algunos quieren ser aviadores, otros abogados, esta universidad enseña a ser líder”.
En esa línea, remarcó que “el periodista es aquel que sabe de todo pero no puede demostrarlo. El nivel de algunos es payasesco, no es real”.
Declaró también su amor por la radio ya que “será eterna, se puede usar un equipito y transmitir desde el fondo de tu casa, es imbatible”.
Resaltó que sus hijos “son lo mejor de mi carrera” y habló de los éxitos que tuvo con “Lalo Mir y también con el poeta Alfredo Carlino, que era un ángel”. Mencionó que Carlino “me peronizó más la vida” y se despidió con esta frase: “Viva Perón, sin carajo”.
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