Por Leonardo Martín
Algunas más, algunas menos, pero las paritarias siempre conllevan niveles de tensión porque en definitiva es el espacio donde se define la distribución de la riqueza entre capital y trabajo o con los diferentes estamentos del Estado. En un contexto de muy alta inflación como el que atraviesa la Argentina el terreno es propicio para que crezca la conflictividad.
La inflación que los gremios esperan para este 2022 es cercana al 70%, es la que le informan los economistas de consulta gremiales y nadie se atreve a decir que el número no superará esa cifra. De llegar a ese número sería el índice inflacionario más alto desde 1991 donde alcanzó el 88% tras la salida de la hiperinflación de 1989 y su correlato en 1990.
¿Qué consecuencias acarrea para las negociaciones paritarias? En principio lo que queda en evidencia es la disparidad de acuerdos que hubo en los últimos meses. En los años previos, en líneas generales, había cierta standarización en los cierres paritarios que hoy son más heterogéneos y que van cambiando aceleradamente, mes a mes, semana a semana. Tanto en porcentajes, tramos y definición del mes para la cláusula de revisión, sumando a ello a quienes piden adelantamientos de esa misma cláusula ante la disparada de los precios. A ello se suman los gremios que terminan de cerrar paritarias previas y los que ya negocian las nuevas. Un presente vertiginoso.
La frase, entre risas, del dueño de La Anónima en el Encuentro de la Asociación Empresaria Argentina (AEA), Federico Braun, sobre la remarcación cotidiana de los precios es lo que comprueban día a día los trabajadores al hacer las compras. Los registrados logran aumentos que rápidamente se van por la canaleta de las ganancias de los formadores de precios. Ni hablar de los informales donde impactan aún más la aceleración de precios.
El dato que siempre no se puede negar es que hoy se desarrollan paritarias sin techo, más que el que impone la correlación de fuerzas y el de un escenario que ambas partes saben cambiante y con una o dos instancias más de negociación para los meses venideros. Una pelea de 12 rounds.
Queda el interrogante, hoy de muy improbable aseveración, sobre si los salarios le van a ganar a la inflación para ir recuperando los 20 puntos promedio perdido durante el macrismo y el impacto posterior de la pandemia con agudizó una situación ya crítica. Una guerra de trincheras, la posición ganada un día, puede perderse al mes siguiente donde se dan las particularidades locales de puja distributiva con el contexto internacional donde la guerra entre Rusia y Ucrania (más OTAN) no parece tener un final cercano con el impacto que ello conlleva en los precios de la energía y alimentos.
En este contexto, ¿cuáles son las últimas novedades paritarias?
PORTUARIOS. En los acuerdos alcanzados esta semana está el de la Federación Marítima Portuaria y de la Industria Naval de la República Argentina (FeMPINRA) comanda por el dirigente de Dragado y Balizamiento, Juan Carlos Schmid, en un espacio que nuclea a 20 organizaciones. Esta semana, en un plenario de delegados, aceptaron la propuesta con las terminales del Puerto de Buenos Aires donde redondearon un 75% de incremento salarial más un bono de 250 mil pesos.
El número impacta, vale aclarar que un 15% corresponde a un retroactivo de la paritaria 2021/2022. El resto se hará efectivo un 20% en junio, 20% en octubre y 20% en enero. Del bono se cobrarán 90 mil pesos en agosto y 160 mil en diciembre. Las revisiones son en octubre y marzo de 2023.
PARITARIA UNIVERSITARIA. Semana movida para los docentes universitarios. La Conadu Histórica convocó a un paro de 48 horas está semana reclamando una actualización salarial. La Federación de Trabajadores Universitarios (FEDUN) y la Conadu no llegaron a la medida de fuerza, pero sí vienen reclamando en el mismo sentido al Ministerio de Educación acelerar la suba salarial.
El cuadro de situación es el siguiente. En marzo se había llegado a un acuerdo con un incremento del 41% para docentes y no docentes con un 13% en marzo, 12% en junio, 6% en agosto, 10% en septiembre y cláusula de revisión para este último mes. Hubo una reunión el lunes 6 de junio donde no se resolvió un nuevo aumento, se volverán a reunir el jueves 9 de junio en horas del mediodía.
En el caso de Conadu Histórico explicitó las demandas reclamando que se adelante la cuota del 10% de septiembre a julio y la cláusula de revisión para septiembre en agosto.
Desde Conadu difundieron un comunicado donde manifestaron con vehemencia la necesidad que los salarios le ganen a la inflación, aclarando que en 2022 ya están 10 puntos por debajo de la misma.
SAN JUAN EN CONFLICTO, GANAN TERRENO AUTOCONVOCADOS. En la provincia cordillerana se dieron un par de semanas de mucha tensión con la representación gremial docente (UDA, UDAP y AMET) desbordada por un grupo de Docentes Autoconvocados que tomó peso en la negociación, haciéndose sentir también en las calles y con paros.
Pese al acuerdo de incremento del 65% (efectivo a noviembre) alcanzado por los gremios días atrás continuó la protesta de los Autoconvocados, que tuvieron que ser aceptados en la mesa de negociación. Pese a ese acuerdo inicial, el gobernador Sergio Uñac tuvo que ceder y adelantar los tramos sumando una suba del 40% en junio llegando al 65% en el año, contando un tramo percibido previamente. Además de los docentes, también alcanza a trabajadores estatales.
El dato para el mundo gremial es que pese a la reticencia inicial, los Docentes Autoconvocados terminaron ingresando a la negociación formal. Con otras características, sucedió algo similiar a los sucesos en 2021 en Neuquén donde también fueron desbordadas las representaciones gremiales tradicionales.
NEUMÁTICO, CONTINÚA EL CONFLICTO: El SUTNA continuó esta semana con medidas de fuerza ante la falta de acuerdo con las tres empresas que fabrican cubiertas en el país (Pirelli, FATE, Bridgeston). El conflicto está en las horas de fin de semana donde el gremio reclama que se paguen al 200% al igual de aquellos cuya jornada laboral excedan las 40 horas trabajadas en la semana, lo que es rechazado por las empresas. La propuesta empresarial es un aumento total del 66% más un bono, pero no quieren saber nada mejorar el pago de las horas del fin de semana.
El gremio esta semana ha llevado adelante un nuevo paro de actividades por 24 horas, sumando ya cuatro días medidas de fuerza en la actual negociación. A partir de esta situación, desde la propia organización advierten que podría peligrar el normal abastecimiento de cubiertas.
FURLÁN PIDE ADELANTAR LA REVISIÓN PARITARIA. El flamante titular de la Unión Obrera Metalúrgica reclamó esta semana adelantar la revisión de la paritaria que en marzo firmó Antonio Caló, cuando aún era el referente del gremio. Allí había acordado un 45% en tres tramos con revisión en noviembre (18% abril – 15% julio – 12% octubre).
“En algunos sectores la situación es dramática: les faltan diez días para garantizar el plato de comida en el mes”, indicó en un diálogo radial. La realidad de muchos trabajadores del presente a los que les sobra mes al final del sueldo.
PRENSA, PERIODISMO EN EMERGENCIA. El miércoles 8 de junio desde el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA) realizaron una caravana de protesta que fue recorriendo las diversas redacciones (Página 12, El Cronista, Perfil y Clarín) reclamando una recompisición salarial.
En un “Relevamiento de la Situación Económica de les Trabajadores de Prensa” difundido esta semana difundieron un dato demoledor: El 47% de los trabajadores de la Ciudad de Buenos Aires cobró sueldos por debajo de la canasta básica total del INDEC que determina la línea de pobreza. Las críticas de SiPreBA apuntan no solo a las cámaras empresarias, también a la UTPBA, gremio con personería gremial y por lo tanto el que se sienta en las mesas paritarias, más allá de la falta de representación. “Un sello de goma”, critican desde el SiPreBA.
El último acuerdo firmado por la UTPBA fue de un 56% en cinco largos tramos. Para empeorar el cuadro la Federación Argentina de Prensa (FATPREN), intervenida por un delegado del Ministerio de Trabajo desde marzo pasado acaba de acordar una paritaria con un vergonzoso 15% de aumento para tres meses. Panorama complicado para un gremio donde, literalmente, se desplomó el poder adquisitivo en los últimos años.
LA PROMESA PARA LOS INFORMÁTICOS. La Asociación Gremial de Computación (AGC), encabezada por Ezequiel Tosco, tuvo palabras auspiciosas por parte del presidente Alberto Fernández con un mensaje grabado para ser emitido en un plenario del gremio. Allí el primer mandatario expresó: “Antes de dejar de ser presidente ustedes van a estar sentados resolviendo la paritaria de los trabajadores de computación”. Son palabras que dan fortaleza al pedido del gremio hoy con inscripción simple de alcanzar un convenio colectivo de trabajo y de poder sentarse en la mesa salarial. Un sector en crecimiento y que todo indica que seguirá expandiéndose en el período venidero.
Discusión acerca de esta noticia