Los intentos por quebrar el movimiento nacional. Los ejes del presente. Dónde orientar la energía. La interna oficial. El sentido económico. Medios y políticas. El fútbol, Lucas González y los clubes de nuestra gente.
Por Gabriel Fernández *
Pese a los esfuerzos políticos, jurídicos, económicos y mediáticos, las presencias del peronismo en la sociedad, del sindicalismo en su seno y del kirchnerismo en su perfil político electoral, no han desaparecido. Estas aseveraciones se corroboran en una lectura profunda del resultado electoral reciente y en la ratificación de la capacidad movilizadora de esos y otros espacios. La consideración es importante pues luego de los tremendos embates privatistas, des industrializadores y por tanto promotores del desempleo, la matriz de esta comunidad podría haber cambiado profundamente, y sólo se modificó de modo parcial.
Desde el golpe de 1976 en adelante, los intentos por quebrar la autodefensa popular han sido muy bravos. La cantidad de impactos lanzados sobre esta comunidad para convertirla en un hatajo de miserables desorganizados y violentos no ha logrado un éxito equivalente y cuando los poderes se disponen a celebrar el Viejo Topo Justicialista se rearma, se pone de pie y pone en duda todos los asertos que difuminan la realidad y menoscaban su derrotero. Sin embargo, la continuidad de una resistencia vasta y honda implica que su despliegue ha sido, también, sesgado. El continuo ir y venir de políticas productivas a políticas primarizadoras, de acciones distributivas a acciones concentradoras, damnifica la perspectiva de un crecimiento genuino y potente.
CUADRO DE SITUACIÓN. Lo que está sucediendo es lo siguiente: El Fondo Monetario Internacional, las firmas transnacionales, los grupos monopólicos locales y la oposición política, responsables de las serias dificultades económicas presentes, descargan pública responsabilidad de las mismas a las actuales autoridades mientras, en cada reunión sin público y en cada planteo reservado, demandan ajustes que derivarían en una nueva recesión, enlazada con ese mismo origen.
Como el Gobierno resolvió negociar con el FMI el pago de la deuda, impulsar la producción sin una intervención desmonopolizadora y dejar de lado el establecimiento de un fuerte flujo de recursos en sentido inverso –desde esos poderes hacia la población- el crecimiento en algunas áreas se sigue canalizando hacia la cúspide. Esto deriva en la persistencia de la baja en el poder adquisitivo promedio y en la distribución regresiva del Producto Bruto.
¿Podría haber hecho otra cosa la gestión del Frente de Todos? Quizás allí radica el eje del debate interno en el movimiento nacional, pues de su respuesta surgen continuidades o rupturas con vistas al futuro cercano. Lo que no se puede dejar de lado es que mientras todo esto sucedía (y en tanto sigue desplegándose sobre el presente directo), resultó imprescindible afrontar la pandemia. La discusión se evidenció en las masas movilizadas el 17 de noviembre sobre Plaza de Mayo. Este periodista transitó las columnas más variadas y observó un estado deliberativo inusual: Menos consignas y más charla entre los asistentes.
Mientras marchaban se desprendían núcleos para sentarse a matear, o eventualmente tomar un cafecito, y las conversaciones eran comunes. “¿Qué hará Alberto? ¿Qué hará Cristina?” eran los interrogantes más habituales y las respuestas que manaban resultaban de lo más variadas; muchas de ellas impregnadas por el deseo más íntimo de quienes las formulaban. Sin embargo, raspando un poco sobre tales impulsos, podía hallarse cierto escepticismo acerca de un 2022 más relajado que el tremendo año que está concluyendo.
Es que se sabe que el FMI exige ajuste. Esto implica, según narraron nuestras Fuentes Seguras, aquella ruinosa fórmula de déficit fiscal cero. “Se planteó en esos términos en una de las reuniones más recientes, cuando el ministro Martin Guzmán estuvo en Washington”. Esa acción, promovida durante el macrismo como gran virtud, significa que el Estado quede incapacitado para volcar sobre la sociedad los recursos que la sociedad genera. Es el corte del circuito que parte de la producción, se desplaza hacia la recaudación y culmina en un vuelco pro activo del dinero para reimpulsar la rueda.
Tiene sus compañías nefandas. El déficit cero necesita restringir el crédito, pero también una parte –al menos- de las inversiones previstas para el desarrollo de la construcción. Por supuesto, exige reducir la asistencia social. Paradójicamente –aunque ya comprensible- no incluye la baja de los subsidios a los grandes conglomerados, del respaldo para las compañías privatizadas de servicios públicos ni de la pauta publicitaria para los grandes medios que se configuran como voceros de las aspiraciones recesivas y ultra concentradoras.
DONDE ORIENTAR LA ENERGÍA. Es erróneo suponer que, frente a semejante panorama, macrismo y albertismo son lo mismo. Porque no es lo mismo endeudar que no poder resolver la deuda. Que la administración cuyo Poder Ejecutivo conforman Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner haya desdeñado un avance enérgico sobre el Comercio Exterior, la absorción de corporaciones de servicios eje para el crecimiento y una parada más enfática ante las exigencias fondomonetaristas, no la convierte en corresponsable del presente. Pero, como se indicó en esta misma serie, sólo los resultados cuentan. Como está al frente del Estado, tiene la obligación de resolver los problemas propios y ajenos. Así son las cosas y el pueblo así lo entiende.
De allí que la precisión sea importante. Pero ¿de dónde surge la traba para intentar una resolución? En principio, de esa misma realidad descripta, que contiene más elementos, todos confluyentes. Pero también la incidencia de esa catástrofe previa sobre el propio espacio nacional popular. Sin dejar por un instante de tomar en cuenta lo apuntado en los primeros párrafos, es preciso admitir que las organizaciones sociales están atrapadas por la inmediatez, aunque varios de sus referentes busquen mirar más allá. Los sindicatos deben esforzarse para ampliar la mirada sectorial, traspasar las paritarias y proponer un modelo productivo. Esas urgencias liman la elaboración de programas con los cuales presionar para una salida.
El otro punto es la misma configuración del Frente de Todos. La unidad, que se ha revelado útil y potente para los comicios presidenciales, da cuenta de un equilibrio interior demasiado afiatado, que impide el despegue de propuestas audaces y el emerger de liderazgos que planten bandera lejos de las exigencias generadas por el FMI. Ninguno de los actores centrales de la coalición ha evidenciado un poder más intenso que el resto; un buen ejemplo de ello es el rechazo integral que padeció aquella razonable propuesta del diputado nacional jujeño José Luis Martiarena destinado a “Reformar el sistema financiero para la reactivación económica y reconstrucción nacional”, partiendo de nacionalizar los depósitos bancarios “para proteger los ahorros” de los argentinos y “recuperar el crédito y reactivar la economía”.
A decir verdad se trató de la iniciativa más interesante de los tiempos recientes, pues el desarme de la Ley de Entidades Financieras promovido durante la dictadura cívico militar por José Alfredo Martínez de Hoz debería ser un objetivo patriótico del conjunto del movimiento nacional. Que la totalidad de la bancada oficialista haya barrido aceleradamente con la idea dejó un sabor acido en la boca de quienes poco después fueron convocados a sufragar por las listas frentetodistas con el sentido, precisamente, de frenar las aspiraciones financieristas de los legisladores opositores.
El escepticismo de quienes –de todos modos- resolvieron movilizarse en el Día de la Militancia, se asienta en cosas como esa. Pues si no se discute el control del Comercio Exterior, de las finanzas y de los resortes básicos de la economía nacional ¿qué se discute? Dentro de la línea argumental que el lector adicto a esta columna reconoce, es preciso recordar que la sanción de la Ley de Etiquetado costó un gran esfuerzo político y sus impulsores fueron absurdamente calificados como autoritarios por un periodismo que opera en línea directa con los intereses empresariales. Las propuestas menores demandan tanta energía; ¿Por qué no canalizar esa fisión atómica sobre los asuntos trascendentes?
INTERNAS, ECONOMÍA, VIVIENDA, SALUD. Como se anticipó aquí, el balance de lo actuado por los intendentes en las elecciones sería foco de análisis. Tras el repunte observado en provincia de Buenos Aires, las polémicas fueron tenues y las celebraciones más atractivas. “Después del acto Alberto reunió en Olivos a 30 intendentes. Con sonrisas, agradeció el aporte realizado para mejorar la performance”. –No hubo infiltrados sacando fotos raras. “Ja, no. Pero si chistes al respecto. Che pónganse los barbijos que si no… dijeron varios. Y no se privaron de pedir cosas”. –Por ejemplo. “Básicamente la posibilidad de reelecciones. También, sostener la línea directa abierta con el gabinete de Axel Kicillof para tener disponibilidad presupuestaria, tomando en cuenta la construcción”. –Frente de Todos. “Sobre todo preguntas acerca de la llamada institucionalización. Varios jefes deslizaron por lo bajo comentarios críticos sobre Sergio Massa, y se preguntaron ¿Fijar la sigla como si jamás hubiera una ruptura no será demasiado?”.
-Ahí reapareció Juan Manzur. “Si. Con Alberto estuvieron Kicillof, Manzur, Santiago Cafiero, Wado de Pedro, Jorge Ferraresi, Juan Zabaleta, Gabriel Katopodis, Obvio también estuvo en doble función Martín Insaurralde. Alberto disculpó a Máximo Kirchner, que estaba anunciado en otra reunión. Sobre Manzur te podemos decir que su arribo al Gabinete fue tan espectacular que limó su gestión posterior. Si hubiera empezado de menor a mayor la relación con el resto de los funcionarios se habría concretado con mayor naturalidad. Pero se metió en todas, y cuando alguien lo vio en Washington negociando la deuda al lado de Guzmán, pegó el grito en el cielo”. –No lo llamaron para primer ministro… “Algo así. Ese alguien es importante. Todo en su medida y armoniosamente”.
-Economía. “El Plan Plurianual que impulsa Alberto será debatido en el Consejo Económico y Social que lidera Gustavo Béliz, con sindicatos y empresas. Vos planteaste esta preocupación en la nota anterior y bueno, no es asunto menor que recale ahí. Primero habrá debates en el Congreso”. -Inflación. “Los primeros datos de la acción de la Secretaría de Comercio son favorables. La gente se acostumbra a buscar los productos incluidos y se ve una mejoría en el consumo familiar. Es todo muy pronto, pero las primeras informaciones sobre la Canasta Básica Familiar tanto del Indec como de consultoras privadas, muestran una mejoría”. -Medicamentos. “La pulseada es complicada. Hay bronca con los laboratorios, subieron 30 puntos por encima de la inflación este año. Roberto Feletti va a apretar las clavijas ahí”. –¿Por qué no se dispone en todo el territorio la fabricación estatal de medicamentos nacionales? “Sabés que la idea del Gobierno no es entrar en el terreno empresario. La opción está, pero es última instancia. Ahora se intentará equilibrar los precios”.
-¿Algo más? “El Gobierno sigue con su política de vivienda en base a créditos tasa cero y plazos de devolución a 36 meses para refacción y hasta 30 años para construcción y créditos hipotecarios del plan Procrear. La gestión de Jorge Ferraresi en Hábitat es reconocida”. -¿Banco Central? “Cada vez más sólido. Como te dijimos, en condiciones de frenar cualquier arresto devaluatorio”. -¿Albertismo vs kirchnerismo? “La unidad continúa. En la lectura que se hizo puertas adentro, nadie ignoró que las fuerzas cercanas a la vicepresidenta tuvieron un buen desempeño en provincia de Buenos Aires, La Rioja, Santiago del Estero, Catamarca y Formosa por lo menos. Los intentos de caminos alternativos como el de Juan Schiaretti, quedaron muy atrás”.
En otra línea de Fuentes se indicó a este periodista que el Ministerio de Salud de la Nación está preparando una campaña que será lanzada en febrero, marzo a más tardar, para prevenir al país sobre una nueva oleada de Covid. Se observa con detenimiento y preocupación la situación europea: el crecimiento de la pandemia es ostensible y la negativa de una parte de la población a vacunarse, influyó. La Argentina puede mostrar el éxito de su proceso de inmunización. Pero el arribo de las bajas temperaturas en 2022 no dejará afuera a América del Sur. Junto al costo humano, el problema radica en lo que todos pueden imaginar: otro largo tramo de cuarentena podría ser letal económicamente y a la vez, muy deteriorante para la psicología de la comunidad.
TODOS LOS CABALLOS BLANCOS. En materia comunicacional, todo sigue igual, con leve tendencia a empeorar. Mientras el Estado destina ingentes recursos al sostenimiento de medios insertos en grandes corporaciones que vituperan a sus dirigentes y obstaculizan las más tenues medidas de avance sanitario, productivo y social, el vibrante y creativo mundo del periodismo nacional popular sigue desatendido y afrontando costos que, dadas las tecnologías empleadas en el rubro, se tornan imposibles. Hace pocos días, se conoció una postura oficial alarmante.
La abogada Liliana Zavala, representante de los trabajadores de Telecom, planteó algo que todos saben y admiten: “La fusión –entre Telecom y Cablevisión- producirá un monopolio y una reducción en la competencia”. Los letrados del Ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación respondieron que “los efectos de conglomerado o de cartera a los cuales parecieran aludir los demandantes, sí fueron tenidos en cuenta en el dictamen elevado oportunamente”.
Estos abogados del Estado –no los del Grupo Clarín, los del Estado– fueron más lejos. Muy lejos en verdad. Apuntaron que “Destacó por entonces la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC) que el empaquetamiento es una tendencia internacional que implica beneficios tanto para los consumidores (posibilidad de precios más bajos, un único proveedor) como para las empresas (economías de alcance, fortaleza competitiva)”.
La operación se generó en 2018, bajo el gobierno macrista. Eso era grave, pero razonable dentro de las reglas de juego impuestas por una gestión ligada directamente a las corporaciones. El problema es que ahora las autoridades no sólo refrendan lo actuado sino que deslizan en su resolución que tener “un único proveedor” puede resultar beneficioso para los consumidores.
A la luz de las facturas que el público debe abonar para sostener el servicio, la mención a “precios más bajos” merece ser evaluada cual un sencillo gesto de humor.
La argumentación oficial podría haberse asentado en que la fusión no damnificará a los trabajadores –algo también objetable, claro- o que la decisión estatal lleva un tiempo de aplicación que complica un desagregado empresarial –las normas antimonopólicas no se preocupan por eso en ningún país-. Pero además de marcar tales ítems, se enanca en la justificación de la concentración. Así, el rechazo a la objeción de los trabajadores de Telecom quedó desautorizado desde la cúspide misma del poder institucional.
Los especialistas consultados por este narrador estimaron que la réplica a la demanda “desdeñó denuncias por infracciones a la Ley de Ética Pública, defendió lo actuado por la CNDC y, objetivamente, quedó alineado con la defensa corporativa del holding que dirige Héctor Magnetto”. El grupo empresarial, ni lerdo ni perezoso, entendió que tras este pronunciamiento la fusión ya es “cosa juzgada”.
NADA SE CREA DE LA NADA. El importante trabajo de los clubes sociales entre la infancia y la juventud argentinas es otro de los factores que contribuyó a gambetear los embates de los poderes a lo largo de los años recientes. Una sólida trama que hilvana juego y salud, esfuerzos y anhelos, talentos y dedicación ha logrado establecer vínculos emocionales y materiales que, periódicamente, intentan desmontarse. Esa labor se articula entre dirigentes surgidos de la misma comunidad y electos por los asociados, colaboradores variados en los distintos rubros y disciplinas, deportistas, entrenadores y familiares de cada zona.
En materia futbolística, la red social real construida por las comunidades, ha logrado sortear con dificultad los recurrentes ajustes y potenciar el surgimiento de los mejores jugadores del planeta en algunos casos y, en otros, personas con cuerpos y mentes alejados de calles complejas, adicciones a mano, formas de vida irregulares. Estas instituciones, como los sindicatos, como los movimientos sociales, son otro de los éxitos colectivos de nuestra gente que rara vez merecen valoración equivalente a sus virtudes.
Hace tiempo fueron insultadas a través de una mediática contratada para tal fin, sugiriendo que en su seno existían grupos destinados a la prostitución. De modo persistente, son atacadas por tarifas impagables sobre los establecimientos que contienen a los pibes. Con gracia mezquina, se las involucra en el desdeñoso ideograma de núcleos de borrachines con banderas y choripanes. Así, el factor base de la elaboración de la materia prima para nuestra principal industria cultural es devaluado por muchos de los que luego, con el producto forjado, pretenden sus beneficios en transmisiones televisivas, representaciones, contratos, transferencias. Y por los zonzos de siempre, que forman coro.
Hace pocos días tres policías de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, cuyo máximo orientador es el jefe comunal Horacio Rodríguez Larreta, asesinaron a uno de los chicos que despuntaba en las inferiores de Barracas Central. Intentaron hacer lo propio con otros tres, que lo acompañaban en un vehículo a la vuelta del entrenamiento. Lucas Gonzalez, de 17 años, recibió dos balazos. Los policías, que circulaban en un auto sin identificación, son Gabriel Isassi, Fabián López y José Nievas.
Al decir de los fiscales Leonel Gómez Barbella y Andrés Heim, se trató de un “homicidio agravado por haber sido perpetrado por miembros de las fuerzas policiales”. Se trata de un delito para el que corresponde la pena de prisión perpetua. Los acusadores indicaron que “El despliegue policial consistente en instrumentar un procedimiento ilegal con sustento en la ilegítima detención de los jóvenes con miras a presentar los sucesos ocurridos, esto es, un escenario en el que resultara, además, gravemente herido uno de los presuntos imputados, configura una maniobra delictiva“.
En su presentación, los fiscales indicaron que “el accionar delictivo por parte de los aquí imputados, ha quedado visibilizado” y que los tres policías actuaron de forma ilegal e introdujeron “versiones falaces”, con la “única finalidad de enmascarar con visos de legalidad una actuación que, a todas luces, no lo fue”. Cabe precisar que las versiones falaces fueron distribuidas por los grandes medios de comunicación sin vacilar, pese a que los familiares de los pibes denunciaron rápidamente lo ocurrido.
El suceso, que truncó la vida de un hijo de la clase trabajadora bien alejado de toda actividad reñida con la Ley, arruinó el futuro de esa familia y dejó a toda una entidad sumida en el dolor, la bronca y el desconcierto, es una gravísima violación a los derechos humanos pero también un nuevo y feroz ataque a un armado social que, con singular dedicación, nuestro pueblo origina día a día. Los barrios de la Capital Federal –y de todo el país- se esmeran desde hace muchos años en estas entidades; algunos vecinos pasan por delante sin ver lo que existe y otros son parte del prejuicio que la práctica del juego más popular origina en seres cada vez más sólos, cada vez más aislados.
UNAS REDES, OTRAS REDES. Los clubes, como los gremios, como las cooperativas y las agrupaciones, permiten que el valor de uso de las redes sociales contenga la difusión de actividades, propuestas, conceptos, fundados en la acción y el intercambio que ayuda a crecer.
Las redes, por sí solas, sin más base de sustentación que la opinión airada y terminante del solitario que no admite otra verdad que la suya, difunden ansiedad, falsas soluciones sencillas. Entre ellas, la muy conocida del gatillo fácil.
El sol cae fuerte sobre el Sur de la Ciudad. Al momento de redactar estas líneas las canchas de fútbol, bellas como el amanecer, resplandecen con ese verde que constituye, siempre, una promesa.
En estos momentos, miles de pequeños jugadores se lanzan sobre esos rectángulos mágicos para alimentar ilusiones. Esos sueños son individuales, agitados por las almohadas, húmedas, que acompañan la jornada previa a un partido.
Pero como están envueltos por un equipo ya saben, ya entienden –pese a su leve experiencia de vida- que esos sueños también son colectivos.
Allí van. A jugar. Lucas, no está entre ellos.
- Area Periodística Radio Gráfica / Director La Señal Medios / Sindical Federal
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