El candidato a diputado nacional de Autodeterminación y Libertad por la Ciudad de Buenos Aires, Luis Zamora, conversó con Mauro Cavallin y Camila Hernández Benítez en Abramos la Boca sobre las propuestas de su espacio y sus perspectivas de cara a las elecciones legislativas de este domingo 14 de noviembre. El referente también criticó el pago de la deuda al FMI y a la dirigencia política.
MC: ¿Cómo está planificando esta última semana de campaña en la ciudad de Buenos Aires?
LZ: Estamos haciendo salidas, mañana hay varias actividades vinculadas a salidas por la ciudad. Y después hay un marco de mucha preocupación, con una situación socioeconómica muy grave que vive la mayoría del pueblo. Esta campaña la verdad que provoca rechazo porque hay una dirigencia completamente decadente que ha utilizado la campaña más para cuestionar al otro. Es decir, para conseguir votos cuestionan al otro, no pueden presentarse a sí mismos, no pueden hablar de su pasado ni del futuro porque no tienen proyecto para nada más que arreglar con en FMI, y extractivismo para pagar la deuda. No tienen otro proyecto, incluso ése lo tienen en común así que no quieren hablar mucho porque coinciden profundamente respecto de eso. Si el pueblo argentino no se saca esta dirigencia y empieza a haber mecanismo de protagonismo de decisión popular…el día lunes el pueblo va a perder nuevamente porque los que van a tener más voto son enemigos del pueblo y quienes han promovido este desastre.
“Esta campaña la verdad que provoca rechazo porque hay una dirigencia completamente decadente”
MC: ¿Habla en particular de la ciudad de Buenos Aires o en general del país?
LZ: En general, en el país. Hablo de la dirigencia del Frente de Todos y de Juntos por el Cambio.
MC: ¿Usted cree que no hay diferencias entre un frente y el otro?
LZ: No digo que sean lo mismo, hay diferencias entre ellos. Pero digo que Alfonsín, Menem, De la Rúa, con pocos parecidos entre sí han sido promotores de esta decadencia y saqueo, de esta Argentina donde salen más dólares todos los días de los pocos que entran. Vivimos alrededor de esa sangría y ahí está la inflación, los salarios, la concentración de la economía, la dependencia del FMI… y ahí si usted busca Macri y Néstor Kirchner, Cristina Fernández y De la Rúa ninguno de ellos es igual al otro pero estructuralmente han mantenido esta economía y régimen político, esta decadencia y saqueo.
MC: ¿Usted cree que hay que pagarle al Fondo?
LZ: Yo creo que Argentina si no desconoce la deuda, no tiene ninguna perspectiva. Va a tener la misma decadencia que hemos tenido hasta hoy. No digo nada nuevo. Esto lo discutíamos públicamente con Alfonsín, que nos decía que no es necesario dejar de pagar, que se podía pagar y al mismo tiempo tener más empleo, crecimiento fuerte… se conoce como terminó su gobierno, en medio de la hiperinflación, sin un dólar. Parecido a Alberto Fernández ahora, en cuanto a que estaba peleando por tener dólares de reserva en el Banco Central y le explotó todo. Algo similar pasó después en los últimos años de Menem, la recesión, el 2001, De la Rúa y como terminaron todos los años los gobiernos. Cristina llegó justo con los dólares agarrados ya con restricciones cambiarias, llegó el 2015…para qué vamos a hablar de Macri, destruyó lo que tocó. Así que todo gira alrededor de los pagos de deuda, desafiamos a todo el que diga que se puede seguir pagando y creciendo a que nos muestre algún ejemplo de que eso ocurrió en los últimos 40 años, de todos los que lo intentaron, y vamos a ver que la pobreza era del 4% cuando la dirigencia decía que con la democracia se come, se cura y se educa y nosotros decíamos que no y hoy tenemos el 40% de pobreza. Hay millones expulsados a la marginalidad, violentados, sin acceso a lo mínimo, destruidos. Con decadencia en todos los presupuestos sociales, jubilaciones. Cuando hacemos el presupuesto en el primer punto hay que decidir cuánto hay que pagar de deuda, y lo que queda va para educación, jubilaciones. Hagamos al revés, (primero) cuanto necesita la educación, las jubilaciones, y por último qué hacemos con la deuda. Desconozcámosla.
“Todo gira alrededor de los pagos de deuda, desafiamos a todo el que diga que se puede seguir pagando y creciendo”
CHB: ¿Qué propuestas van a llevar al Congreso?
LZ: El desconocimiento de la deuda. Pero no como una bravuconada. Hay que recorrer el mundo explicando, pero no como hace Alberto Fernández o Macri antes pidiendo por favor que bajen un puntito las tasas de interés. Hay que recorrer y decirle a los pueblos del mundo ‘teníamos 7 mil millones de dólares de deuda, después el golpe de estado nos dejó 45 mil millones, no vimos un dólar, vino Alfonsín dijo que teníamos que pagar y eso se repitió con todos los gobiernos’, pagamos fortuna y de esos 45 mil que dejó la dictadura debemos 320 mil millones de dólares. Explicar por qué el pueblo argentino tiene 40% de pobreza, que el 75% de los jóvenes menores de 18 años en el Conurbano está en la pobreza. Pero el Congreso es un lugar de transa, ahí la dirigencia política arregla y si no transa se paraliza todo. Hay que usar la autodirección, organizarse por abajo, hacer un cambio contracultural, impulsar desde abajo una organización distinta de la sociedad, basta de dirigentes.
“Hay que usar la autodirección, organizarse por abajo, hacer un cambio contracultural”
MC: ¿Pero usted no se considera un dirigente?
LZ: No, yo no tengo ningún rol dirigente, para nada. En el MAS sí era un dirigente, seguía los rituales clásicos de esa concepción burguesa de que los pueblos necesitamos líderes, caudillos, dirigentes, pero en Autodeterminación y Libertad nos formamos justamente para eso, para cuestionar el rol de los dirigentes y por eso no estamos en el FIT por ejemplo, porque lamentamos que militantes tan valiosos, anticapitalistas, socialistas reproduzcan esa concepción de que los pueblos necesitan ser dirigidos siempre. Nosotros cuestionamos eso. Usted no me va a ver en la cabeza de una marcha. Tener dirigidos implica poner a un funcionario mandatado, no para que venga a decirnos qué tiene que hacer el pueblo, sino el pueblo tiene que decirle a él o a ella lo que tiene que hacer. La democracia es gobierno del pueblo, no de la dirigencia del poder económica y empresarial.
CHB: ¿Qué piensa de la figura de Javier Milei, que ha crecido mucho en este último tiempo?
LZ: Veo que todo esto que estoy describiendo es un fenómeno mundial de la dirigencia política, se va a desprestigiar y perder las identidades clásicas que asumía el pueblo argentino. Hoy es difícil encontrar a alguien que diga ‘no me importa el candidato voto al partido’, especialmente con el peronismo que ha tenido en las clases populares una identificación, tanto que no importaba quien fuera el candidato, si yo soy peronista, mi abuelo era peronista y mis hijos también van a serlo y votamos al peronismo. Eso se perdió hace tiempo. Si a Cristina Fernández no le iba bien, votaban a Massa en la provincia de Buenos Aires, después se recuperaba, volvían a votarla. Depende como andan en el gobierno lo votan o no.
MC: No entendí que tiene que ver Milei con eso.
LZ: Hubo un fenómeno en las PASO interesante porque un sector no fue a votar directamente. Hay un sector que sí fue a votar y votó opciones más violentas reaccionarias y antipopulares y buscó por el lado de Milei y Espert, y también buscó hacia otro lado, hay tendencia hacia la polarización. El FIT en el orden nacional hizo una buena elección también. Es lo más factible que veamos en las próximas décadas, se van desprestigiando los partidos en los cuales se creyó. Otro sector también buscó a la izquierda alternativa.
MC: ¿Cuánto necesita Autodeterminación y libertad para llegar al Congreso?
LZ: No está establecido porque no son porcentajes fijos. Mínimo 6%, arriba del 7% puede haber un diputado nacional. En la ciudad entre el 3% y el 4%.
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