Por Valeria Rodríguez *
Tras el retiro de las tropas norteamericanas de Afganistán se dio rienda suelta al avance talibán, lo cual generó por un lado un terror generalizado en la sociedad afgana y por otro lado obligó al mundo a hacer un ejercicio de memoria de lo acontecido en los 90, lo cual nos lleva casi directamente a los atentados de las torres gemelas.
Si bien todos sabemos que fue lo que sucedió en los Estados Unidos y cuál fue la consecuencia de estos atentados, no tenemos demasiada idea de qué pasaba al interior de Afganistán y por qué Osama Bin Laden (el supuesto autor intelectual de los atentados) estaba en ese país.
Afganistán antes del 9/11
Hay que tener en cuenta que Afganistán es uno de los estados artificiales de Asia central que se resistió a la hegemonía de la ex URSS entre los 70 y 80, conformado principalmente por distintas etnias que detentan el poder y la Pashtun no solo es la mayoritaria sino la más combativa.
Uno de los personajes más importantes durante la época de la resistencia a la ex URSS fue Ahmad Sha Masooud, comandante del Frente Islámico Unido y también conocido como el “León de Panjshir”, que obtuvo su popularidad tras sus hazañas contra los soviéticos y también por ser uno de los que combatía a los talibanes desde la conformación de ese movimiento.
El león del Panshir, actualmente conocido como un héroe nacional, fue asesinado tras un atentado dos días antes del 9/11.
Lo curioso fue que un supuesto equipo de periodistas tenía pactado una entrevista con él y resultaron ser miembros de Al Qaeda que terminaron con su vida.
Básicamente, sin él, se le abría la puerta a los talibanes para hacerse del poder que no podían lograr por su resistencia armada y sus estrategias militares con las cuales logró combatir a los soviéticos entre 1979 y 1989.
Los talibanes nacieron de la mano de Mullah Omar durante los años 90, considerados como un movimiento nacional con posicionamiento “islamista” radical, necesitaban tener aliados para conseguir el poder en Kabul y por ese motivo decidieron apoyar a Osama Bin Laden, supuestamente sin saber las conexiones que tenía con Estados Unidos.
Algo que se conecta entre Bin Laden y el movimiento talibán es que ambos siguen la ideología salifista pero de diferentes formas. Por un lado, Bin Laden nació y se formó en Arabia Saudita bajo el salafismo artificial de Abdel Wahhab y con apoyo norteamericano, mientras que los talibanes, también salafistas, siguen una línea nacional.
Pero para que ellos aceptaran la presencia de Bin Laden en Afganistán pidieron una señal de lealtad por lo que al Qaeda se comprometió a asesinar al principal enemigo interno de los talibanes, el León de Panjshir.
La historia cuenta que después del 9/11, Mullah Omar realizó una reunión con más de 300 sabios denominada “Jirga” (Asamblea Tribal) en la cual se negoció que Bin Laden saliera de Afganistán pero por el Pashtunwali (Código de hospitalidad afgano) no podían echarlo sino él por su propia cuenta debía dejar el país.
La presencia de Bin Laden en Afganistán, apoyado por los talibanes fue el justificativo perfecto para que los norteamericanos invadieran el país con la excusa de combatir el terrorismo. En este punto es importante tener en cuenta que las luchas internas entre los pashtunes también hicieron mella en esto ya que entre 1992 y 1995, hubo una guerra civil encabezada por los muyahidines (financiados por Estados Unidos) que allanó aún mas el camino para el avance talibán radical.
Los intereses norteamericanos en Afganistán
Hay que destacar que a Estados Unidos le convenía tener la hegemonía del poder en Afganistán por varios motivos, principalmente por la posición geoestratégica que lo mantiene cercano a Irán y Pakistán, además de ser un estorbo para la Ruta de la Seda china y principalmente porque Afganistán cuenta con dos interesantes atractivos: el energético y el cultivo de amapolas.
Este último es central ya que es el recurso con el cual se producen los opiáceos tales como la heroína, pero también drogas aprobadas como es el caso de los ansiolíticos como OxyContin.
Desde la invasión norteamericana, Afganistán se convirtió en el principal narco estado del mundo y representa el 90 por ciento de la producción mundial de opio.
Según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), el cultivo de amapola en Afganistán aumentó un 37 por ciento tan sólo en 2019.
Al mismo tiempo, el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) sostiene que el consumo de heroína en los Estados Unidos se duplicó entre los adultos jóvenes en los últimos diez años, mientras que el 45 por ciento de los consumidores de heroína también son adictos a los analgésicos opioides recetados.
El retiro de las tropas no significa que se termine la producción de opioides y la hegemonía norteamericana sino que cambiaron la estrategia. Ahora Estados Unidos cuenta con aliados locales en Afganistán y ya no necesita mantener el control militar porque el trabajo sucio ya lo hicieron y es posible que eso fuera el principal tema de conversación durante los acuerdos llevados a cabo entre los talibanes y Trump.
Además no se puede dejar pasar por alto el anuncio del nuevo gobierno previsional de los talibanes compuesto por 33 ministerios donde la mayoría son pashtuns, salvo dos ministerios que están bajo la etnia Tayika y Uzbeka.
Algo central es que el gobierno provisional, el cual no tiene un período definido aún, contiene figuras muy polémicas de la vieja guardia talibana como es el caso de Mohammad Hasan Akhund, que será el primer ministro y está en el listado de terroristas por la ONU y la Unión Europea, además de estar sujeto a sanciones económicas por parte del Consejo de Seguridad de la ONU.
No hay dudas que el control está en los talibanes que lograron incluso vencer al hijo del león de Panshir sin siquiera lanzar una bala, ya que pidió apoyo a Francia y a Estados Unidos pero nadie le respondió, por lo tanto tuvo que entregar el legado de su padre, el valle de Panshir.
Los talibanes supieron negociar diplomáticamente tanto con Estados Unidos como con Rusia, China e Irán y cuentan con el “apoyo” de los últimos tres por una cuestión de conveniencia política ya que es geoestrategicamente importante.
Es probable que los talibanes no actúen como lo hicieron veinte años atrás pero eso dependerá de los intereses de los talibanes.
Mientras tanto en Tayikistán se desarrolla la reunión de la Organización de Cooperación de Shanghai en la cual se debate la membresía plena de Irán.
La relevancia de estA organización radica en que es una organización intergubernamental de seguridad que abarca también cooperación política y económica pero la cuestión de la seguridad ocupa un lugar central.
En la actual reunión, Afganistán, que es miembro observador, será otro tema fundamental a tratar teniendo en cuenta que nos encontramos ante un momento de cambios geoestratégicos en Asia central y los talibanes cuentan con ventaja.
(*) Política internacional en Feas, Sucias y Malas (sábados de 9 a 12 horas)
Discusión acerca de esta noticia