Por Leila Bitar*
El embajador cubano ante Naciones Unidas, Bruno Rodríguez, dio un extenso discurso donde resaltó que las pérdidas que generó el bloqueo ascienden a los 5 mil millones de dólares entre 2019 y 2020. La asfixia a la que está sometido el pueblo cubano se profundizó desde la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, y no mermó con la administración demócrata, que lejos de acercarse a posturas parecidas a las de Barack Obama, mantuvo la misma política de castigo contra Cuba, alegando que el tema “no es prioridad en la agenda” de Biden.
Repaso de las relaciones cubano-estadounidenses en la historia
1959: Triunfo de la revolución socialista en Cuba.
1960: Como respuesta a la victoria de Fidel Castro, el presidente Eisenhower prohíbe exportaciones a Cuba.
1961: El 3 de enero, el republicano rompe relaciones diplomáticas con Cuba, al tiempo que la isla se alinea con la Unión Soviética durante la Guerra Fría.
1961: Ya durante el gobierno de John Keneddy, EEUU invade Playa Girón con cubanos exiliados, operación militar que fracasa en menos de 72 horas gracias a la estrategia de las tropas al mando de Fidel Castro.
1962: Crisis de los misiles. Uno de los momentos de mayor tensión de la Guerra Fría; EEUU descubre bases de misiles soviéticos en Cuba.
1963: Keneddy impone restricciones para que ciudadanos estadounidenses no viajen a Cuba y emite la regulación para el control de recursos cubanos.
1992: George H. W. Bush (padre), endurece medidas de restricción contra Cuba e impide que las filiales de empresas estadounidenses en otros países establezcan cualquier tipo de relación comercial con la isla. También es el primer año de victoria diplomática cubana en la ONU; los países votan por primera vez contra el bloqueo, escena que se repetirá hasta la actualidad de manera ininterrumpida, y cada vez con mayor respaldo a favor de la isla.
2000: El demócrata Bill Clinton modera las restricciones y abre las exportaciones de medicinas y alimentos por razones humanitarias.
2003: El senado norteamericano apoya por primera vez la posibilidad de moderar restricciones para la importación de productos cubanos, pero George W. Bush veta el proyecto de ley.
2009: Barack Obama llega a la casa blanca y Fidel Castro le cede el poder a Raúl Castro. Cuba propone una agenda de diálogo con EEUU que es recibida por Obama, con una actitud más conciliadora en comparación a sus predecesores.
2015: EEUU retira a Cuba a de los países patrocinadores del terrorismo. En julio se reabre la embajada cubana en Washington y en agosto sucede lo mismo con la embajada norteamericana en la isla. Por primera vez, un mandatario estadounidense le pide al congreso de su país que levante el bloqueo contra Cuba.
2016: EEUU se abstiene por primera vez en la historia de votar por el levantamiento del bloqueo contra Cuba.
A partir de la llegada del republicano Donald Trump a la casa blanca en 2017, el avance logrado durante la administración de Obama, vuelve a foja cero. “El presidente Donald Trump aplicó 243 medidas coercitivas unilaterales para restringir el arribo de viajeros estadounidenses y perjudicar terceros mercados turísticos. Adoptó medidas propias de tiempos de guerra para privarnos de suministros de combustible, persiguió los servicios de salud que prestamos en numerosos países, también impidió el flujo regular e institucional de las remesas a las familias cubanas. Todas éstas medidas se mantienen hoy vigentes”, destacó el representante cubano Bruno Rodríguez ante la 75° Asamblea. “El gobierno de los Estados Unidos, asumió al virus como aliado en su despiadada guerra no convencional, recrudeció de manera deliberada y oportunista el bloqueo económico, comercial y financiero y provocó al país pérdidas por alrededor de 5 mil millones de dólares”, subrayó.
“El gobierno de los Estados Unidos, asumió al virus como aliado en su despiadada guerra no convencional”
Antes de la votación, el embajador de Estados Unidos ante la ONU, Rodney Hunter, dijo que “Estados Unidos no está solo en esta opinión o en esta práctica. Las sanciones son un solo grupo de herramientas en nuestro esfuerzo más amplio hacia Cuba para que progrese la democracia, se respeten los derechos humanos y se ayude al pueblo cubano a ejercer las libertades fundamentales escritas en la Declaración Universal de Derechos Humanos”. A pesar de los esfuerzos norteamericanos de respaldar su postura en nombre de la “democracia”, sólo logró el apoyo de un país: Israel. Otros tres países se abstuvieron de votar –lastimosamente, dos de ellos latinoamericanos– Colombia, Brasil y Ucrania, todos éstos con gobiernos sumamente subordinados a los mandatos de Washington.
Cuba podría compartir la triste realidad del resto de las Antillas: economías altamente dependientes del sistema financiero internacional, subdesarrolladas y con niveles altísimos de desindustrialización, desocupación y pobreza. Gracias a su capital humano, pilar fundamental de la economía del país, Cuba cuenta con las tasas más elevadas de alfabetización, esperanza de vida y cobertura sanitaria de toda la América Latina y el Caribe. Además contra toda lógica (capitalista), será el primer país de la región en producir sus propias vacunas contra el coronavirus: Abdala, cuenta con un nivel de eficacia similar a las norteamericanas Pfizer y Moderna, y superior a las de AstraZeneca y Sputnik V.
A principios de junio, más de dos millones de personas habían recibido en Cuba al menos una dosis de alguno de los candidatos vacunales, lo que representa un 19,9% de la población. Los pronósticos indican que en septiembre se llegará al 70% de los cubanos, y al 100% antes de que termine el 2021.
“Cuba lleva años de esfuerzo sostenido en la actualización de su modelo y del estado socialista de derecho y de justicia social. Con el respaldo de una muy amplia mayoría de los ciudadanos en referendo libre, directo y universal”, señaló Rodríguez frente a sus pares en la ONU, y concluyó:
“En ningún caso (el imperialismo) nos va a detener ni a doblegar. Como el virus, el bloqueo asfixia y mata, y debe cesar”
Para seguir de cerca
Perú. Renunció uno de los jueces del Jurado Nacional de Elecciones (JNE), lo que dilatara aún más la oficialización de la victoria de Pedro Castillo. La jugada del magistrado Luis Arce, apunta a reforzar los planteos frágiles del fujimorismo sobre las supuestas irregularidades en la elección del 6 de junio. De vínculos cercanos a Fujimori, Arce votó en disidencia con el resto de sus pares en prácticamente todos los casos de observaciones, impugnaciones y apelaciones de actas de votación que el JNE ya resolvió.
Los manotazos de ahogado que está dando Keiko Fujimori para evitar la asunción de Pedro Castillo quedan cada vez en mayor evidencia, si además se tiene en cuenta que ni la OEA, ni ninguna misión de observadores internacionales, incluyendo la Unión Europea, respaldó sus reclamos de fraude. Hasta el gobierno de Estados Unidos calificó a las elecciones peruanas como “libres” y “justas”, al tiempo que remarcó el “modelo de democracia” que significa Perú en la región.
Brasil. De a poco se van cayendo una a una las causas contra Lula Da Silva en Brasil. Entre el lunes y miércoles de la semana pasada, hubo buenas noticias para el líder del PT, en materia judicial; se ratificaron las resoluciones en torno a la falta de imparcialidad del ex juez Sergio Moro, quien condenó a Lula a prisión y lo inhabilitó para participar en las últimas elecciones presidenciales.
Lula, que se perfila como el candidato con mayores posibilidades de ganarle a Bolsonaro en las presidenciales de 2022, evita hablar del tema porque su “prioridad son las vacunas”, y señala al actual mandatario como el principal responsable de la crisis sanitaria del país: “algún día será juzgado como genocida en Brasil o en el extranjero”, señaló en una reciente entrevista para Telesur. También se diferenció de la actitud de sumisión que mantiene Bolsonaro ante Estados Unidos: “yo defiendo una nueva gobernanza global, no acepto la idea de que EEUU sea el farol del mundo y que el mundo dependa de su buena voluntad. Brasil tiene que conversar con todos los países del mundo y no subordinarse a nadie”, remarcó.
(*) Periodista de Radio Gráfica.
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